5/19/2024

Columnas y opinión del periódico La Jornada domingo 19 de mayo 2024

 Columnas

Voto de los mexicanos en el extranjero

La primera vez que los mexicanos en el extranjero tuvieron la oportunidad de participar en una elección presidencial ocurrió en 2006. En esa ocasión, únicamente se inscribieron para votar 40 mil 876 ciudadanos. Para 2012, fueron 59 mil 115 los registrados y en los pasados comicios presidenciales de 2018, los inscritos para sufragar desde el extranjero fueron 181 mil 873.

El interés ha ido aumentado en comparación con ejercicios anteriores. Para esta próxima elección se han registrado, según datos del Instituto Nacional Electoral, más de 220 mil personas, lo cual supera a los ejercicios previos. Además, ahora el INE ha establecido diversos medios para poder ejercer este derecho, aprovechando las nuevas tecnologías, por ejemplo, el voto electrónico, así como aplicando el tradicional sufragio por correo postal y también de manera presencial en consulados de Estados Unidos, Canadá, España y Francia.

Es algo positivo que México esté en la lista de los más de 100 países que garantizan el derecho al voto de sus ciudadanos en el extranjero. No obstante, hace falta que aumente su participación. Según datos del Instituto de los Mexicanos en el Exterior, son más de 12 millones de connacionales los que radican en el extranjero, de estos, 97 por ciento vive en Estados Unidos. Eso representa que menos de uno por ciento de los mexicanos fuera del país manifiesta su intención de participar en los comicios.

La única forma de fomentar el voto en el extranjero es a través de la publicidad. Se requiere informar a los ciudadanos fuera de México de las plataformas electorales de los partidos y las propuestas delos candidatos, pero sobre todo que sientan que su participación tendrá alguna utilidad, ya sea para ellos y para sus familias.

Colaboró: Mario A Domínguez

Israel pierde severamente, EU también e Irán gana, según John Mearsheimer

John Mearsheimer, consagrado profesor de la Universidad de Chicago –anatemizado por los multimedia controlados por el “ lobby israelí” (https://amzn.to/4dDBoqO), impartió una conferencia en el CIS de Australia el 15 de mayo (https://bit.ly/3QPkrA1), cuyo contenido sintetizó en su entrevista con el juez Napolitano (https://bit.ly/3V6Qlur).

Mearsheimer no necesita porras de matraqueros de alquiler y es considerado por Tom Switzer, del CIS australiano, como el tercer geopolítico más importante de EU. Pertenece a la escuela neorrealista de relaciones internacionales (https://bit.ly/3UPMMra) y en su deslumbrante disquisición toma como parteaguas la situación de Israel antes y después del 7 de octubre, cuando detonó la guerra entre la guerrilla palestina sunita Hamas e Israel, en la fase del premier Netanyahu.

Más allá del genocidio/limpieza étnica/ apartheid del Estado paria de Israel, su tesis nodal al corte de caja de hoy es que este país se encuentra en serios problemas cuando el gobierno del premier Netanyahu no ha podido conseguir sus dos objetivos publicitados: 1. Derrotar a Hamas y 2. Liberar a los rehenes israelíes secuestrados por Hamas.

cita Mearsheimer la postura del recientemente entronizado subsecretario de Estado de EU, Kurt Campbell –quien sustituyó a la jázara (https://bit.ly/4bQeMT7) Vicky Nuland, vencida humillantemente en Ucrania y que buscaba la cada vez más elusiva derrota estratégica de Rusia y su cambio de régimen–, quien duda de la victoria total de Israel en el campo de batalla contra Hamas (https://politi.co/4bnyd5b). Más allá de la viciosa propaganda pro Israel en la aplastante mayoría de los multimedia de Occidente, el serio problema de ese país con Hamas se ha gangrenado con la más sofisticada guerrilla chiíta libanesa de Hezbolá, que cuenta con un arsenal de 150 mil ( megasic) misiles y guerrilleros yemenitas Ansar Alá (partidarios de Dios), popularmente conocidos como hutíes, quienes acaban de lanzar su primer misil contra Israel.

Bajo esta perspectiva, Mearsheimer sentencia que Israel es el gran perdedor del conflicto en curso y que ha arrastrado nolens volens a EU a una derrota –aunque de menor envergadura a la de su aliado indefectible Israel–, lo que ha provocado profundo malestar de sus aliados árabes (Egipto, Jordania y las seis petromonarquías del Golfo Pérsico) y ha beneficiado el regreso de Rusia a la región y el espectacular nuevo ingreso de China, que ha establecido excelentes relaciones con Arabia Saudita e Irán. A mi juicio, la derrota relativa de EU en Gaza es mucho menor a la que ha sufrido en Ucrania y con el efusivo reciente doble abrazo del presidente chino Xi a su homólogo ruso Putin (https://bit.ly/3QQpQGR). El fracaso de EU en Ucrania define el nuevo orden mundial, mientras que su secuestro por Israel en Gaza la profundiza.

La explicación de Mearsheimer sobre el triunfo relativo de Irán es sencillamente fascinante y se basa en tres fechas nodales que comienzan el 1º de abril, cuando Israel bombardea, sin haber prevenido a su máximo aliado EU, el consulado de Irán en Damasco; el 14 de abril, cuando Irán exhibe, con previo aviso negociado con EU vía Omán, su musculatura de misiles y drones lanzados contra Israel, cuya mitad fue derribada, para no decir arreglada, por EU; y el 19 de abril, cuando la tan temida represalia de Israel constituyó un rugido obstétrico de ratón en la montaña (https://bit.ly/3QRZ29d): sólo destruyó un radar en Isfahán.

Mearsheimer diagnostica la razón por la cual Israel es el gran derrotado al haber perdido su legendaria deterrence de dominio escalatorio ( escalation dominance; https://bit.ly/4dJ5WHP). Aunque no aborda los nueve misiles hipersónicos indetectables que alcanzaron dos bases aéreas israelíes muy cercanas a la planta nuclear de Dimona, lo cual otorgó a Irán su singular “ deterrence hipersónico” en la región (https://bit.ly/3Q6MgmU). Tampoco aborda Mearsheimer la posesión de más de 300 bombas nucleares clandestinas de Israel, lo cual daría como resultado un empate de mutua deterrence entre Israel e Irán, quien en cualquier momento comienza su dotación de bombas nucleares.

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La Torre de Pisa, en Italia, tesoro arquitectónico medieval

Pisa es una pequeña ciudad al noroeste de Alemania enclavada en una de las regiones más atractivas de Italia, la Toscana cuya capital es Florencia.

Con poco más de 80 mil habitantes, recibe al año más de medio millón de viajeros que pretenden ver con sus propios ojos la famosa torre y constatar que efectivamente la inclinación al costado derecho al pararse frente a ella es real.

La torre de Pisa se encuentra en una enorme área amurallada que supera 8 hectáreas y media. Ostenta el nombre de Piazza dei Miracoli, Plaza de los Milagros, que en 1987 fue declarada por la Unesco Patrimonio de la Humanidad y considerada uno de los más espectaculares espacios de arte medieval del mundo.

La dimensión rebasa lo imaginado por el visitante, algunas áreas de esta enorme plaza se encuentran pavimentadas, mientras otras son de césped. Infinidad de negocios con artículos para los turistas la rodean: reproducciones de la torre inclinada en diversos materiales y dimensiones predominan entre la oferta de artículos para llevar a casa como recuerdo.

Aunque la torre inclinada es tal vez la construcción más fotografiada, en realidad este complejo medieval consta de cuatro partes; la catedral o duomo, el baptisterio, que es una capilla dedicada a San Juan Bautista destinada a la administración del bautismo; la torre, que cumple la función de campanario, y el campo santo, un edificio que contiene cientos de lápidas y en sus muros el testimonio del trabajo de famosos artistas italianos. Las fachadas de mármol blanco de la plaza imprimen una especial belleza.

La torre fue construida para cumplir la función de campanario de la catedral. Corría 1173 cuando se iniciaron los trabajos y ya desde entonces la inclinación comenzó a hacerse visible.

El subsuelo de esa región es relativamente blando, incluso pantanoso. Esto provocó que su conclusión se pospusiera de tal manera que hasta 1399 oficialmente se dio por terminada.

Su altura es de 55 metros y su ángulo de inclinación ha variado con los años. De hecho, estuvo cerrada al público en 1990 por más de una década, pues se temía que cayera.

Cuenta con ocho plantas, cada una de las cuales está sostenida por 15 columnas que son características de la región de la Toscana. El interior no está iluminado y son 297 escalones de una escalera en forma de espiral que lleva hasta el campanario. Ocho campanas se hallan en el octavo piso, alcanzando el punto más alto, desde ahí se vislumbra la belleza del valle donde se encuentra la ciudad con sus característicos techos color terracota.

Ascender y sobre todo descender lentamente es recomendable. La torre no cuenta con facilidades para personas con alguna discapacidad física.

Una considerable dosis de paciencia es también recomendada, pues sólo se permite el ascenso de 30 personas por vez.

Alia Lira Hartmann, corresponsal

En México no se tiene la cultura del mozo de espadas profesional: Mauricio Méndez, El Calafia

Entre otras carencias de la fiesta de toros, en México no se tiene la cultura del mozo de espadas como otro profesional de la tauromaquia sino que suele subestimarse su importante labor, que no es simplemente servir las espadas y los avíos sino que se trata de un profesional de amplio espectro y obligada formación, comienza Mauricio Méndez Hernández, El Calafia, nacido en Mexicali el 31 de diciembre de 1968, experimentado profesional que sirvió las espadas y vistió de torero a Rodolfo Rodríguez El Pana a lo largo de casi dos décadas hasta la trágica muerte del carismático cuanto desaprovechado diestro.

“En las plazas Tijuana y Mexicali −añade El Calafia− se daban 12 o 14 corridas entre septiembre y abril con carteles que atraían público local, de otros estados de la República y de ciudades fronterizas de Estados Unidos, lo que representaba importantes ingresos para ambos municipios, posibilidades de consolidación para los toreros y congruencia con una arraigada tradición taurina regional. Hoy, unos y otros ya no saben si van o vienen. Aunque ya no sirvo espadas sino ocasionalmente, pues entre pandemia, taurinos y autoridades apenas hay para dónde hacerse. Sigo haciendo ropa de torear de luces y de corto, aseo y reparo vestidos y avíos, a veces hago empresa y excepcionalmente doy clases de tauromaquia. Hay quien habla y me dice: le doy una propina, y respondo: no, yo no soy propinero, y cuelgo.

“En mi vida profesional he vestido a toreros como César Pastor, José Antonio Ramírez El Capitán y Rafael Gil Rafaelillo, pero a ninguno como al Pana, que requería no sólo de un hombre de confianza sino de un colaborador que supiera sobrellevar, es la palabra, el enorme temperamento de un artista como él, cargado de ángeles y demonios por igual, por lo que además de una tonelada de paciencia tenía que llevar tijeras, agujas, hilos de varios colores y esparadrapo o cinta adhesiva. Rodolfo consideraba que era suficiente con un capote y una muleta, pero luego le rasgaban las telas y había que estar preparado para repararlas.

“El mozo de espadas tiene que estar pensando qué piensa el matador, a veces sin palabras, y resolver en el momento, claro, dentro de un respeto mutuo que incluso sepa ser un apoyo en determinados momentos. El caso de El Pana se complicaba porque eran dos personalidades contrastantes en una sola persona. Una vez puesta la chaquetilla se percibía una energía diferente muy especial; la gente ignora muchas cosas de la difícil profesión de torero y de lo difíciles que pueden ser.

“Hoy las empresas carecen de empatía, tanto con los toreros como con el público. Ese enero de 2007, tras la actuación de Rodolfo en la Plaza México, sobrevino en la fiesta una oxigenación increíble, gracias a la cual surgieron toreros y prospectos interesantes; hoy se ha vuelto a cerrar el abanico de oportunidades y rivalidades. Siempre insisto en que las empresas locales apuesten por los suyos, no por figuras que vienen de paso. Es que no deja, argumentan, y se vuelve un círculo vicioso. Urgen promotores con más conocimiento de causa y amor por la fiesta de aquí, no comprometidos con unos cuantos. La fiesta de México necesita el oxígeno de media docena de toreros irreverentes, no clonados, que logren estremecer a la gente. Al Pana lo dejaron de contratar no porque se haya ido de la boca sino porque, después de que tomó la alternativa, los que figuraban se negaron a alternar con él y las empresas se doblegaron. Su tauromaquia y su personalidad incomodaban mucho; apenas supieron aprovecharlo”, remata emocionado El Calafia.

Marea rosa: caen las máscaras

Desde noviembre de 2022, los partidos de derecha y el sector oligárquico que maneja a la coalición Fuerza y Corazón por México (enésima encarnación del Pacto por México signado en el sexenio de Peña Nieto) impulsaron la narrativa de que las grandes muestras públicas de malestar con el gobierno federal eran manifestaciones espontáneas y genuinas, que respondían únicamente a la convocatoria de organizaciones de la sociedad civil preocupadas por la democracia y el equilibrio de poderes, sin ninguna interferencia partidista ni de grupos fácticos.

Por su parte, desde el día en que asumió la titularidad de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y, por tanto, del Poder Judicial, Norma Lucía Piña Hernández se autoproclamó adalid de la independencia judicial frente al Ejecutivo y se dedicó a pontificar acerca de la importancia de que sus resoluciones sean inatacables, por muy arbitrarias, antidemocráticas e ilegales que resulten. Una y otra vez, la ministra presidenta insistió en que sus fallos tenían como único norte la Constitución y en que la autonomía de los togados es una línea de defensa contra la tiranía. El estilo y el discurso de Piña Hernández son un calco de los usados por Lorenzo Córdova en sus últimos años como consejero presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), durante los cuales se dedicó a sabotear de manera cada vez menos velada al partido gobernante y desarrolló una promiscuidad igualmente indisimulada con el bloque de derechas. Como Piña, Córdova respondía a todo cuestionamiento sobre su evidente parcialidad blandiendo la espada de la independencia, la autonomía y el imperio de la ley.

En meses y días recientes, todos estos embustes han sido desenmascarados de manera definitiva. El primero en tirar la careta fue Córdova, quien se convirtió en empleado de uno de los ex gobernantes más corruptos y uno de los mayores delincuentes electorales del país cuando todavía no terminaba de desocupar sus oficinas en el INE. Luego tocó el turno al Prian de reconocer que las marchas denominadas marea rosa siempre fueron instigadas, organizadas y financiadas por los propios partidos, y que no tenían otra razón de ser que su desesperación por recuperar posiciones de poder. Lo que ya se sabía quedó demostrado con la publicación de minutas internas del PAN en las que el coordinador de campaña de Xóchitl Gálvez, Santiago Creel, se ufana de que los eventos de 2022, 2023 y, por extensión, el que tiene lugar hoy ya con presencia de la abanderada, no fueron espontáneos; estuvimos trabajando junto con las organizaciones de la sociedad civil horas, horas construyéndolas, negociando. Con sus declaraciones, Creel no sólo desnudó las relaciones y filiaciones de las poderosas asociaciones paraempresariales que han intentado por todos los medios descarrilar a la autodenominada Cuarta Transformación, sino también a Córdova Vianello, quien saludó y azuzó las marchas convocadas para defender el despilfarro y la conducta mafiosa que fueron sus sellos en el INE.

Norma Piña y su camarilla no quedan mejor parados. Hoy se sabe que la presidenta del máximo tribunal y el ministro Juan Luis González Alcántara han creado círculos de conspiradores en los que reúnen a sus pares y a magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) con los dirigentes del PRI y el PAN, ex funcionarios del calderonato –régimen, nunca debe olvidarse, emanado del fraude electoral– integrantes de la oligarquía disfrazada de sociedad civil, académicos e intelectuales que han abrazado todas las fases de la guerra sucia contra el presidente Andrés Manuel López Obrador. En esos conciliábulos se organizaron las protestas por la autonomía del INE y la independencia judicial, y cabe preguntarse si también se negociaron allí los aberrantes fallos que han dejado impunes a delincuentes de cuello blanco y miembros del crimen organizado, así como los que han paralizado obras públicas estratégicas en perjuicio de todo México.

Caídas las máscaras, se constata que siempre estuvieron en lo cierto quienes denunciaron la actuación mafiosa de Lorenzo Córdova y del INE bajo su mando, la decadencia del Poder Judicial desde que es dirigido por Norma Piña, la filiación conservadora de la marea rosa y el hecho de que infinidad de membretes de la sociedad civil no defienden nada más que la nostalgia de sus dueños por el enriquecimiento a expensas del erario.

Felicita a Poniatowska por su cumpleaños 92

Enviamos nuestros saludos a la maestra Elena Poniatowska Amor en su nuevo cumpleaños. Aquellos de nosotros que hemos tenido el privilegio de leer sus inconfundibles libros no podemos pasar por alto la celebración de sus 92 años.

Recordamos con cariño su visita al municipio de Ixtapaluca, cuando nos honró con su presencia y tuvimos el honor de nombrar la biblioteca de la preparatoria 161 en su honor, la cual ha inspirado a numerosos lectores con su obra.

Le enviamos un afectuoso abrazo y, por supuesto, le deseamos salud y bienestar para muchos años más.

Jorge Vega

Aclaración por cartón atribuido a Helguera

Por un lamentable error de edición, apareció publicado ayer en la página 7 de La Jornada un cartón bajo el título Metiendo las garras con el crédito de Helguera, ya fallecido, cuando en realidad el autor de la imagen es Jerge. Ofrecemos una sentida disculpa a la familia de nuestro querido Antonio y a todos los lectores por este descuido.

N. de la R.

Sobre artículo de Andrea Bárcena

¡Híjole!, con razón había algo que no me cuadraba del contenido de los artículos de Andrea Bárcena. Hace buen rato que dejé de leerla, pero el de ayer me llamó la atención por el título. Qué barbaridad iniciar un artículo dando charolazo del tipo Soy maestra, filósofa y sicóloga. En cada párrafo resbala que causa tristeza, pero me quedo con la perla de “Xóchitl Gálvez es mujer de una pieza, la más capaz de enfriar las papas calientes del gobierno saliente. Pero ¿¡cómo!? ¡Eso no! El pueblo quiere que la papa siga caliente, que los conservadores sepan que ya despertamos y que nunca más nos callarán. Si eso los calienta, pos ni modo. ¡Nunca más sin nosotros los proles!

J. Agustín Flores Ávila

Da sus razones para no votar por Gálvez

Se me ocurren una y mil razones para no votar por Xóchitl Gálvez, por mencionar algunas:

1. Qué bien por ella que sea una mujer empoderada, pero decir que se ha hecho por sí misma es una falacia y un acto de soberbia en ella el recalcarlo, en la medida en que somos seres sociales y sobre todo cuando ella ha prosperado gracias a relaciones con el poder político más corrupto y nefasto, y por la confusión entre intereses públicos y privados.

2. ¿Candidata de la sociedad civil cuando todavía a media campaña se quejaba de que la gente no la conocía? Y para su desgracia, a medida que más la conocían, en lugar de subir, bajaron sus preferencias.

3. Qué bien que sea una empresaria filantrópica (suponiendo que lo sea) y haya podido contribuir a aliviar marginalmente los graves problemas del país, para empezar cumpliendo con sus deberes fiscales, pero para resolver éstos en toda su complejidad y magnitud se necesita una visión de Estado basada en una sólida formación y una trayectoria y visión sociales y políticas con un sentido humanista.

4. Siempre está de buen humor en tanto no le canten sus verdades, porque entonces sí se descompone y deja salir su vena rijosa, autoritaria e intolerante.

5. Si la política tocó a sus puertas, fue por la visión limitada de su mentor respecto al quehacer político, limitaciones que no tardaron en hacerse evidentes y cuyas consecuencias seguimos pagando.

José Burciaga Alcazar

Opina sobre el artículo Xóchitl, la ingeniera

Con sorpresa me encontré el artículo de ayer escrito por Andrea Bárcena titulado Xóchitl, la ingeniera, en el que retrata a una mujer que se llama igualito a la señora que está haciendo el oso representando a los impresentables partidos políticos marrulleros en la campaña por la Presidencia de la República de este pobre país que apenas va recuperando algo de la grandeza que le fue arrebatada, y que según su descripción es un ejemplo de honestidad y honradez y que nada tiene que ver con la susodicha candidata (más que el nombre) es eso o movieron el Día de los inocentes de fecha, porque como broma estuvo muy buena.

Carlos Rodríguez

Manifestantes pro Palestina se deslindan de actos vandálicos

Quienes nos manifestamos todos los domingos en el Ángel de la Independencia de 14 a 16 horas en contra del genocidio en Gaza queremos deslindamos públicamente de los actos vandálicos cometidos por un grupo de encapuchados durante la marcha de la conmemoración de la Nakba (catástrofe palestina celebrada el 15 de mayo) en contra de las instalaciones de una importante cadena internacional de cafeterías. Y aclaramos que, no por el hecho de deslindarnos de dichos actos, no desconocemos que dicho negocio apoya ese genocidio.

Oscar Rojas, Fabiola Rodríguez, María Elena Chávez, Benjamín Ortiz, Gilberto García Mora Ibarra

En múltiples ocasiones nos hemos referido en este espacio de La Jornada acerca de la enorme importancia que tienen las manifestaciones de apoyo a las causas de lucha legítima. El respaldo se percibe en todo momento. Esa es la sensación de la hermandad entre los gremios.

Pero también la ambición de poder que han manifestado líderes corruptos a lo largo de la existencia de los sindicatos, desafortunadamente, ha devaluado los objetivos para los que fueron creados.

A estas alturas, según lo ha señalado Octavio Romero Oropeza, director de Pemex, todavía esperamos la limpieza dentro de la institución y de su sindicato. En una conferencia mañanera del presidente López Obrador, expuso el caso de las pensiones vitalicias multimillonarias a gente que no le corresponde. Este es uno de los lastres urgentes de eliminar. Sobre todo por la evidencia clara de un favoritismo insolente que nos recuerda lo corrupto que puede llegar a ser un sindicato tan importante como lo es el de Petróleos Mexicanos.

Una de las agrupaciones más relevantes en la historia del sindicalismo en México se ve manchada, una y otra vez, con eventos como el de María Amparo Casar, presidenta de Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI), quien ha sido beneficiada con una pensión millonaria sin merecerlo.

¿Cuánto recibirían las personas que han trabajado por más de 30 años si tomamos como referencia el tabulador que le dio a la viuda del trabajador que se suicidó en la torre de Pemex? Por cuatro meses, el beneficio fue millonario para la viuda y su familia. Por lo tanto, después de 40 o más años de trabajo arduo, con todas las consecuencias que conlleva esa vida dedicada a la producción de riqueza para el país, la pensión para el jubilado o para los deudos del finado tendría que ser más que multimillonaria.

Por otro lado, ¿quién reparará el desgaste físico, el deterioro emocional y las carencias económicas de aquellos que tienen que recurrir a una huelga? Nadie lo repara ni el aumento, por lo general, miserable de un sueldo que va siempre devaluado por la criminal inflación.

Por estas y otras razones, la actividad sindical es la única vía de organización colectiva que mantiene la esperanza de continuar con un empleo digno y con las prestaciones que garanticen la supervivencia, además de la vigilancia en contra de las injusticias laborales.

Y, dentro de las actividades gremiales, desde su aparición, se ha creado la cultura de la solidaridad que, dicho sea de paso, ha sido el sello indeleble que siempre las ha identificado.

Decir solidaridad sindical significa compartir la fuerza de voluntad entre los gremios para resistir y continuar. Es la expresión más humana e invaluable a la hora de velar por las garantías laborales y, sobre todo, para enfrentar los riesgos a los que se exponen los trabajadores cuando reclaman con actos de rebeldía legal sus derechos.

Estamos viviendo tiempos de cambios decisivos, aunque faltan acciones bien organizadas que nos lleven a conocer el origen profundo de la corrupción. Sabiendo las causas, conocemos la solución.

No sólo han sido los líderes quienes se desvían del camino, también la base trabajadora llega a caer en un estado de indolencia aguda. El mejor tratamiento para esta peligrosa enfermedad es la educación sindical; bien estructurada, con participación amplia y libre de sus integrantes. Por lo menos eso ha funcionado en muchos casos.

La democracia sindical tendrá que llegar con fuerza, tarde o temprano; mientras tanto, sigamos buscando la solución para devolverle al sindicalismo su histórica función.

Me permito agradecer al Stunam el apoyo al sindicato del Instituto Nacional de la Industria Nuclear (Sutin) a través de un comunicado, aquí, en La Jornada de ayer con motivo de su revisión contractual.

En efecto, el historial del Sutin ha sido de lucha continua por mantener la soberanía energética de nuestro país. Seguiremos exigiendo el respeto a los derechos de los trabajadores de la industria nuclear. Me considero, todavía, parte del gremio, moral y emocionalmente hablando, a pesar de ya no ser miembro activo.

X: @AntonioGershensantonio.gershenson@gmail.com

“La tarea de los hombres de cultura es, hoy más que nunca, sembrar la duda, no recoger certezas. De certezas –revestidas con el fasto del mito o edificadas con la piedra dura del dogma– están llenas, desbordantes, las crónicas de la seudocultura de los improvisadores, los diletantes, los propagandistas interesados. Cultura significa medida, ponderación, circunspección: valorar todos los argumentos antes de pronunciarse, comprobar todos los testimonios antes de decidir, y no pronunciarse ni decidir nunca a guisa de oráculo del cual dependa, su forma irrevocable, una elección perentoria y definitiva.”

Traigo a cuento una de las muchas y sabias consideraciones y reconsideraciones que hace Norberto Bobbio, político y filósofo turinés en su profunda Autobiografía (Norberto Bobbio: Autobiografía, España, Taurus, 1998, p. 122) porque son, me parece, bocanadas de aire fresco en un medio y un mundo sometido al torpor de la rutina. Y sí, como nos aleccionan los expertos, un mundo sometido al más implacable estrés del que hayamos tenido noticia.

La naturaleza está estresada, tanto sus cuencas hidrológicas como los bosques; tanto los arrecifes como los océanos. El impacto de los humanos sobre el resto del mundo y sus recursos no ha respetado límite alguno y ahora tenemos que pagar esa factura planetaria.

La naturaleza está estresada, pero también lo estamos los humanos y nuestras colectividades. Las formas de relación y gobierno que nos hemos dado parecen estar irremediablemente agotadas. Incluso el poder revela su imparable desgaste.

Sin que seamos excepción ninguna, nuestras confrontaciones diarias, sea época electoral o no, nos hablan de una política ruidosa, erizada de conflictos y tormentas; de descalificaciones y en gran medida sin contenido ni sentido. La gran arena que muchos imaginamos al despuntar la transición a la democracia se nos presenta hoy azolvada, dominada por el interés mezquino e inmediatista. Ni partidos ni políticos se atreven a hacer propuestas de renovación y largo plazo. Se imponen así la guerra sucia, el cómodo anonimato que proporcionan las redes sociales. El absurdo invade todos los ámbitos de nuestra vida pública.

No es éste el mejor momento de la convivencia entre nosotros, a pesar del cansino mensaje mañanero que nos presenta al pueblo bueno unido bajo la batuta presidencial. Va imponiéndose un tono gris y quienes buscan imitar al que manda no hacen sino el ridículo.

Tenemos que rendirnos a la evidencia: lo que ha sobrevenido con el avance de la política plural es un rezago pasmoso en nuestro lenguaje y prácticas de relación política. Lo que impera es un extenso atraso cívico, educativo y cultural, que cruza la estructura social y de las clases y se apodera del verbo de la política. Para empobrecerlo sin cesar.

Los mexicanos y sus partidos y preferencias tenemos enfrente un largo sendero de aprendizaje para convivir con las diferencias, valorarlas y respetarlas; a buscar acuerdos y equilibrios entre intereses opuestos: tal es el talante democrático que se nos perdió en el camino y nos urge encontrar y reditar. Eso es, sin remedio, el mandato inseparable de vivir en democracia.

Los partidos tienen que demostrar que lo son y dar muestras inequívocas de respeto a las diferencias, entendidas como fuente posible de mayor y mejor conocimiento. Por eso es que para muchos de nosotros los debates han sido decepcionantes. Ni un atisbo de que los contendientes entienden y asumen el valor del intercambio y el diálogo. Todo ha sido un soliloquio sin imaginación ni gracia.

Así llegamos, un tanto agotados, al fin de la jornada electoral, y nos preparamos para ver y escuchar el último debate presidencial y darnos cuenta de la impunidad del crimen y nuestra indefensión institucional y política. Es tiempo de hacer las dolorosas cuentas de una democracia descuidada y ahora maltrecha. Pero nuestro único camino es civilizado y, a pesar de todo, promisorio.

Hace más de cien años, en 1917, el semanario El Cosmopolita, publicación mexicana que se editaba en Kansas City, propuso una votación de ensayo para la primera elección posrevolucionaria. En México, el ganador fue Venustiano Carranza, que sacó el carro completo (97.18 por ciento), José Pablo González Garza sacó 1.41 por ciento, Nicolás Zúñiga 0.92 y el general Álvaro Obregón quedó último lugar con 0.49 por ciento.

Por su parte, el historiador sinaloense Arturo Santamaría Gómez informa que en Texas había un fuerte activismo político de comités, que apoyaban en la elección de 1929 a José Vasconcelos, que sacó sólo 5.33 por ciento y, como ya se había hecho costumbre, Pascual Ortiz Rubio se llevó el carro completo con 93.55 por ciento. Pero no se sabe si hubo ensayos o simulacros electorales.

Lo que sí sabemos es que, en Chicago, en 2000, la comunidad residente hizo una elección simbólica, como una forma de reclamar la pertinencia y el derecho que tenían los mexicanos de votar en el exterior. En esa elección, en México, ganó Vicente Fox del Partido Acción N acional con 41.52 por ciento; Francisco Labastida del PRI obtuvo 36.11 por ciento de los votos y Cuauhtémoc Cárdenas sólo 6.9 por ciento. Y en Chicago también ganó el PAN, según certifica Raúl Ross Pineda.

Y después de esa elección de ensayo de 1917, pasaron casi 89 años, para que finalmente, en julio de 2006 se hiciera realidad la primera votación de los mexicanos en el exterior y que ahora, el 2 de junio, puedan votar otra vez.

Hace poco los estudiantes de nivel superior hicieron un simulacro electoral universitario en el que participaron 255 mil alumnos. El resultado fue muy similar para Claudia Sheinbaum de Morena con 63.5 por ciento. La sorpresa fue Jorge Álvarez Máynez, de Movimiento Ciudadano, con 23.1 y la candidata del PRIANPRD sólo recibió 8.5 por ciento. Un resultado importante, como ejercicio, pero obviamente sesgado.

No obstante, falta un último ejercicio, la tercera Votación simbólica para extranjeros en México que se realizará por internet en el portal de www.migrantologos.mx, que organiza la doctora Leticia Calderón y otros voluntarios. Sí, ha escuchado bien, en muchos países los extranjeros tienen derecho a votar, generalmente a nivel municipal, comunal o departamental, pero también para presidente. Y los naturalizados tienen derecho a ser votados, como en Francia, donde Anne Hidalgo, alcaldesa de París (nacida en Cádiz, España, en 1959) fue candidata a la presidencia en las pasadas elecciones.

¿Cuántos años o décadas van a pasar para que se respeten los derechos plenos de los mexicanos doble nacionales y naturalizados? ¿Cuándo podrán votar los extranjeros en México, como se hace en Chile, Perú, Francia, España y muchos otros países?

Para que esto último suceda, se requiere de una sola cosa, derogar el Artículo 33, que debe ser definido como xenofóbico, despótico y pernicioso, y que, por elemental congruencia con el artículo primero de la Constitución, debe ser derogado.

Del 15 al 16 de junio se planea realizar en Suiza la así llamada conferencia internacional sobre la paz en Ucrania. Otra campaña de relaciones públicas destinada a seguir financiando el régimen ucranio.

Se trata de una nueva versión del proceso de Copenhague que anteriormente se desacreditó por completo. La conferencia ha cambiado el nombre y sus organizadores, pero su esencia sigue siendo la misma: monopolizar el proceso de la búsqueda de la paz, bloqueando otras iniciativas que proponen diferentes países del mundo e imponer la fórmula de Zelensky en calidad de la única. Dicha fórmula es inviable ya que tiene el carácter de un ultimátum y no toma en cuenta los intereses de la parte rusa. Rusia no va a permitir el lenguaje de ultimátums.

En este sentido, el objetivo verdadero de esta conferencia no es buscar un arreglo de la crisis ucrania sino formar una alianza antirrusa y seguir con suministros masivos de armas a favor de la industria militar de Occidente, prolongando el conflicto. A los organizadores no les interesan las ideas propuestas por los estados del Sur Global. La idea es involucrar más países en el apoyo de la fórmula de Zelensky.

El propósito de la reunión es recaudar fondos para el esfuerzo bélico. ¿Y de qué proceso de paz se puede hablar, si recientemente Estados Unidos envía una vez más 60 mil millones a una guerra híbrida? Debido a la resolución pacífica del conflicto, los estadunidenses sólo perderán su dinero.

Teniendo en cuenta el concepto del evento, es obvio que Estados Unidos y sus aliados de la OTAN no están interesados en el resultado real de la reunión.

Ellos no están preocupados por una resolución pacífica del conflicto en Ucrania. Han financiado este conflicto desde 2014. Ucrania lleva mucho tiempo enganchada a la aguja financiera. Por desgracia, Kiev ha olvidado que las deudas con sus amos tendrán que pagarse.

No vemos las manifestaciones de la voluntad política para buscar la paz por parte de Kiev o sus patrocinadores occidentales; al contrario, siguen haciendo declaraciones agresivas de carácter militarista sobre la necesidad de asestar una derrota estratégica a Rusia en el campo de batalla. En tal contexto, otra conferencia más para promover la fórmula de Zelensky sólo sirve de cortina de humo para seguir atacando población civil y prolongando sus sufrimientos.

Todo el mundo tiene claro que una conferencia de este formato no es más que otra reunión sin sentido. Uno de los objetivos de la conferencia Suiza es hacer una hermosa fotografía. A muchos les puede gustar este fin de semana en Suiza, pero creemos que hay lugares mucho mejores.

La parte rusa está abierta a lograr una solución pacífica y duradera de la crisis en Ucrania, tomando en cuenta las causas que la provocaron. Es necesario comprender que cualquier proceso de diálogo o incluso una discusión sobre sus perspectivas son inviables sin la participación de Rusia y sin tener en cuenta su posición.

No cabe duda que al inicio de las negociaciones deben preceder los pasos constructivos. En particular, Zelensky debe cancelar su decreto sobre la prohibición de las negociaciones con Rusia que sigue vigente, la OTAN cesar la militarización de Ucrania y el suministro de armas, así como el régimen de Kiev y sus patrocinadores deben confirmar la disposición de respetar los intereses legales de la Federación de Rusia.

Asimismo, partimos de que el nuevo papel sesgado de Suiza es incompatible con su posición neutral. Suiza no puede servir de mediador para el proceso de diálogo de paz. Este rol exige neutralidad e imparcialidad; mientras tanto, Berna optó por juntarse a las sanciones ilegítimas antirrusas y tomar abiertamente el partido ucranio.

En este sentido, estamos convencidos de que nuestros socios en Asia, África y América Latina son plenamente conscientes de la situación real y no se convertirán en títeres en el juego sucio.

* Embajador de Rusia en México

Hace poco leímos en los diarios y redes que había una huelga en el Monte de Piedad que duró un mes; por fortuna, llegaron a un arreglo el sindicato y la noble Institución de Asistencia Privada sin fines de lucro. Su misión es el financiamiento social al prestar dinero con intereses bajos a cambio del depósito de un objeto, que puede ser desde una licuadora hasta una joya o una motocicleta; cuando le caiga un dinerito lo puede recuperar o lo deja a la venta y cuando se realice le dan parte de la ganancia.

Lo fundó hace 250 años el opulento minero Pedro Romero de Terreros y se le conoció como el banco de los pobres, ya que son millones las personas a las que la noble institución ha sacado de apuros a los largo de los siglos.

Para su creación, en 1774, el minero dio 300 mil pesos de oro de su propia bolsa para que iniciara su labor benefactora. Fue tal el éxito que el primer año se realizaron 17 mil empeños. Actualmente atiende alrededor de 6 millones de personas en todas las sucursales del país.

Su sede principal está en el Zócalo, en un sobrio edificio de tezontle y cantera que ocupa parte de lo que fue la inmensa residencia de Hernán Cortés. Al consumarse la Conquista, se adjudicó las casas nuevas, que era donde habitaba el emperador Moctezuma, y las casas viejas, que originalmente fueron del padre de éste, Axayácatl.

En este último lugar, Cortés mandó construir su residencia, tan grande, que los cronistas de la época la comparaban con una pequeña ciudad. La descripción corresponde a la de una enorme fortaleza con torreones en los cuatro ángulos y muchos patios.

Al ser una de las primeras edificaciones de la capital de la Nueva España, ahí se celebraron las primeras misas; funcionó como sede de la Audiencia y alojó al virrey mientras se terminaba el palacio virreinal, que hoy es Palacio Nacional.

La enorme mansión estuvo sujeta a varios juicios, primero contra Cortés y después hacia sus herederos; como consecuencia, se fue fraccionando hasta llegar al siglo XVIII, cuando su descendiente, el duque de Monteleone, vendió lo que quedaba de la inmensa edificación.

El edificio actual data del siglo XVIII, aunque ha padecido múltiples modificaciones. En el interior se descubrió hace unos años un piso original de recinto negro y se conserva la capilla donde se rezaban las misas por la salvación de las ánimas del purgatorio; de ahí el nombre de Montepío de las Ánimas.

Alguna vez comentamos que el edificio no está lejos de su vocación original en lo que al resguardo de tesoros se refiere. Cuentan antiguos cronistas que aquí Moctezuma tenía riquezas en oro que despertaron la codicia de los españoles, a quienes gentilmente alojó en ese lugar. Se dice que en sus azoteas fue apedreado el monarca mexica, muriendo horas después.

Hoy, la imponente construcción resguarda relojes, antigüedades, máquinas de coser, joyas y lo que se le pueda ocurrir. Hay alhajas de todos los tiempos, estilos y tamaños; los precios suelen ser bastante más bajos que en las joyerías.

Igual se encuentran unos sencillos aretes de perlas que unos ostentosos de rubíes y brillantes o una descomunal cadena de oro con un colguije de la santa muerte; es imposible no echar a volar la fantasía y tratar de imaginar su pasado.

Vamos a recordar la fructífera vida de Romero de Terreros, considerado uno de los hombres más ricos y generosos de la Nueva España. Fue dueño de las minas de Real del Monte, cercanas a la ciudad de Pachuca, y aún se pueden admirar en los alrededores dos de sus hermosas haciendas en las que se procesaban los minerales: Santa María y San Miguel Regla.

En varias ocasiones auxilió al tesoro real, regaló a la Marina de Guerra un navío de 80 cañones, socorrió conventos de monjas, hospicios y colegios. Por su generosidad e importantes servicios prestados a la Corona, fue nombrado conde de Santa María de Regla en 1768 por el rey Carlos III.

Quizás al leer esta crónica a algún lector se le ocurra darse una vuelta por el Monte de Piedad, sea para comprar una ganga o empeñar algún objeto, si anda medio bruja; en ese caso, el ambigú de este día va a ser sumamente económico y muy sabroso: tacos de canasta; el lugar: Los Especiales, en Madero 71. Lo va descubrir desde la calle por la larga fila de personas que esperan su turno para saborear sus taquitos sudados de adobo, chicharrón, papa, frijol, mole verde o picadillo. Le hacen honor al nombre del establecimiento.

Conocer a Ernesto Cardenal en la sede del Instituto Cultural Helénico, en la avenida Revolución de la Ciudad de México, en 2007, fue una fiesta, porque nosotras, las mujeres en vías de ser Marylins Monroes, trajimos flores y él, desde el escenario, se abrió al sol de nuestro abrazo. Aunque no pronunció las palabras revolución o iglesia, que sellan su propia vida, su imagen fue la de un salvador, porque Ernesto Cardenal es la prueba viviente de que la poesía puede ganar la batalla en América Latina.

Durante su estancia en México, nos dimos cuenta de que no sólo salvaba a Nicaragua con las armas de la persuasión, sino con el filo de un arma inesperada, la de su poesía.

Sobre el amplio foro del edificio que heredamos de Grecia, vimos alzarse la emblemática figura de un peregrino que se pone de pie frente a todos y seduce por su sola presencia. Los aplausos se vinieron abajo. En vez de pedir una bendición, dimos uno que otro grito para implorar un poema y, al final, hicimos fila para subir a abrazarlo.

En sus palabras y en la fuerza con la que las dijo, enfundado en su traje negro, ya lustroso, hubo mucha luz. De toda su persona, hoy convertida en icono defensor de Nicaragua, emanó una energía proveniente de su misma vocación: sacerdote y poeta, salvador de almas y paridor de palabras que permanecen para siempre en la memoria. Ya desde entonces había en Cardenal más de guerrero que de penitente; más de personaje que de hombre de Iglesia; más de pecador que de santo, y a las mujeres nos atrae el peligro.

Más que su bendición, resaltaron sus rasgos de líder. Cardenal impactó por su sola figura. El entusiasmo con el que lo rodeamos nos hizo convertirlo en lo que ya esperábamos, un líder con mucho de guerrero y para nosotras, sus fans, un salvador que congrega en torno suyo una ronda sin pecado.

Si Cardenal hubiera prolongado su estancia en la Ciudad de México, muchas madres e hijas de familia, y una multitud de quinceañeras, se habrían unido a su causa, que es la de la libertad de América Latina.

Hoy que somos ciudadanas del mundo, condenamos a Rosario Murillo y a Daniel Ortega, quienes en México ya han sido rechazados tal como merecen. Hoy por hoy, es imposible decir Nicaragua sin que aparezca en el cielo caribeño la emblemática figura de capa y boina llamada Ernesto Cardenal, quien desde niño aprendió a responder presente en el momento en el que América Latina llamó a filas a sus mejores hombres y mujeres.

Si lo volvieran a llamar, Ernesto Cardenal también respondería presente y nuestras naciones lo reconocerían de nuevo como uno de los grandes salvadores de América Latina.

Claro que contamos con otros héroes. Todavía tenemos al alcance de la mano a Salvador Allende, al Che Guevara, a Fidel, a nuestro entrañable general Lázaro Cárdenas, pero al igual que el volcán Mataginas, que se alza entre dos mares, el sacerdote nicaragüense ondea en lo alto del astabandera de todas las grandes revoluciones centroamericanas. Y la palabra revolución, ya sabemos, es femenina.

A Cardenal lo visualizo con los brazos abiertos porque el sacerdote que oficia misa suele tomar el cáliz y levantarlo, para que la mayoría de los fieles también levanten los ojos y se consagren con la blancura de la hostia, el pan de la comunión. Para la mayoría de hombres y mujeres de América Latina suele ser fácil identificarse con la cruz, porque nuestros pueblos han vivido clavados en la pobreza.

Algunos seres excepcionales tienen un destino que va mucho más allá de sí mismos. ¿Empuñó un arma el poeta o fueron sus palabras las que dieron en el blanco? Es un lugar común repetir que la palabra es un arma, pero en el caso de Ernesto Cardenal, la poesía vino a completar la palabra pueblo.

A diferencia de la Revolución Mexicana, la centroamericana no tuvo por qué ser la de un hombre a caballo. Gracias a Cardenal, la imagen que llena nuestros ojos es la de un caminante que se cubre la cabeza con una boina y la espalda con una capa cuya amplitud abarca a comunidades con nombres que son pura poesía: Managua, León, Estelí, Masaya, Tipitapa, Altagracia, Jinotega, San Miguelito, poblaciones que nos reciben con un lenguaje que también es el de las flores y las frutas como caimitos, sandías, mangos, melones y árboles que responden al de plata lorito y copalchi, que crecen frondosos para dar gusto al ave del paraíso. En Nicaragua llaman indistintamente a un árbol algarrobo o quebracho. Otros árboles conocidos son madroño, sacuanjoche, chilamate, malinche, guanacaste, cortés. Al copalchi le dicen quina o cáscara sagrada. También, las frutas se muerden como las de Adán y Eva en el paraíso, pero nadie condena a los jocotes, nancites, nísperos, zapotes, pitahayas, mamones y papaturros.

Siempre imaginé a Nicaragua entre dos cielos, una tierra de colores encendidos y frutales, porque dos mares rodean su ondulante cuerpo de tierra fértil, el océano Pacífico y el mar Caribe.

Muy pronto, en la escuela, la seño Velásquez nos enseñó que Nicaragua era el país de la poesía, antes que cualquier otro en nuestro continente, porque el primer poema que nos hizo memorizar, en tercero de primaria, fue el de Rubén Darío: “Qué alegre y fresca la mañanita, me agarra el aire por la nariz…” y, aunque yo no era la muchacha gorda y bonita que sobre la piedra muele maíz, la seño Velásquez nos hizo creer que Rubén Darío era también un niño, y si jugábamos con él, haríamos de los años por venir un ronda en la que correríamos mucho para no quedar atrás.

A Nicaragua, píntenla de colores, solía ordenar la seño Velásquez, y a México, ya saben, de verde, blanco y colorado. Esa fue mi primera lección de historia, y también de geografía, en la escuela al llegar a México en 1942.

También entonces, mi hermana y yo hojeábamos una revista llamada Social, en la que aparecía con frecuencia una nicaragüense, Mélida, hermana del poeta Salomón de la Selva, que Diego Rivera abrazó. Aquí en México, Salomón de la Selva escribió El soldado desconocido, porque él mismo participó en la Primera Guerra Mundial. Como mi padre también fue soldado en la Segunda Guerra Mundial, mi hermana y yo leímos su poema con emoción:

Después ardió Texcoco: / reflejó el lago / seis días y seis noches / las rojas llamas / con humareda grande, / rojiza y negra: / no quedó casa ilesa, / ni doncella inviolada / ni guerrero con hálito / de vida. Perecieron / también niños y niñas.

Cuando Cardenal vino a la Ciudad de México en 2007, llevaba sobre sus hombros esa capa que ha logrado cubrir también a Guatemala, a El Salvador, a Honduras, a Belice, a Costa Rica y a Panamá. El vuelo de ese manto que escogió de niño sin saber que en él estaba su destino, lo llevó a la abadía trapense de Nuestra Señora de Gethsemani, en Kentucky, al lado de Thomas Merton, quien lo regresó a su raíz más profunda, la de su tierra, su Nicaragua.

Al regresar de Estados Unidos y tomar en brazos a Nicaragua, Cardenal la hizo suya y logró abrir mares y montañas, ríos y llanuras que él bendijo al lado de las 20 fronteras que separan las 20 naciones de América Latina.

Unir a América Latina en un solo abrazo ha sido la tarea de los grandes libertadores. Nicaragua es un país de poetas, y Cardenal hizo que dos figuras señeras presidieran su destino: Rubén Darío, quien transformó toda la poesía de América Latina, y Thomas Merton, quien le dio a escoger las frías madrugadas de cielo blanco de su convento de Gethsemani.

En México, en 1965, Octavio Paz publicó en la Revista de la Universidad de México un homenaje a Rubén Darío. Aún no germinaban bajo el sol dos grandes árboles frutales, Gioconda Belli y Daisy Zamora, tampoco había crecido el alto cedro Sergio Ramírez.

Presenciar una tragedia como la pérdida de libertad en Nicaragua suele crear un lazo entre hombres y mujeres. América Latina ha sido un enorme surtidero no sólo de riquezas, sino de desastres naturales, que bien podríamos calificar de personales.

Lo primero que me viene a la memoria al pronunciar Nicaragua, además de la bella figura del mítico Sandino, es la de Sergio Ramírez, más familiar que la de Ernesto Cardenal con su gorra y su capa de peregrino, porque a Sergio era fácil verlo en casa de Carlos Fuentes.

La boina guardó la herencia de los primeros libertadores, la de Simón Bolívar, la de José Martí, la de quienes cruzaron la tierra minada de América Latina.

Muchos peregrinos de la fe y de la escritura han seguido a Ernesto Cardenal, que además de levantar la mano para dar la absolución, la ofrece para atravesar tempestades y abismos, porque nadie mejor que él conoce los peligros del alma y del cuerpo en países como los nuestros, tan dispuestos al estallido, no sólo porque la tierra tiembla, sino porque sus habitantes se levantan en armas contra tanta injusticia e inequidad.

Nuestros países fueron de oro y por lo mismo codiciados desde su descubrimiento. Sus riquezas naturales se convirtieron en un botín que sigue siéndolo hasta el día de hoy. Los viajeros se detuvieron (como escribió Alfonso Reyes) y todavía hoy pretenden llevarse tantísimas bondades.

Ningún paraíso viene solo, siempre hay un árbol del bien y del mal que crece en tierra de indios. Revoluciones, asaltos, terremotos, inundaciones y volcanes que pronto salen de la tierra e irrumpen en la vida de América Latina y la cubren de lava, de agua y de otras calamidades. Su descubrimiento convirtió a nuestras tierras en diosas a las que hay que venerar como hizo en México Ramón López Velarde, quien nos cubrió con una nueva especie de maíz, no sólo el del cacahuazintle, sino el de la poesía, que antes había sembrado Rubén Darío en nuestras planicies.

Nicaragua es tierra de poetas volcanes, poetas palmeras, poetas árboles y poetas flores, que ensartan palabras en hojas tan carnosas e impregnadas de deseo como las aves del paraíso que hicieron volar la poesía de Rubén Darío.

En la escuela primaria, la seño Velásquez solía decirnos en su clase: Jugué mi corazón al azar y me lo ganó el destino, al citar a José Eustasio Rivera, pero en vez de violencia decía destino, y la verdad no sabía, yo no entendía, pero se me grabó esa frase, y cuando conocí a Ernesto Cardenal y a su destino de Cristo de la poesía, me acerqué a él porque pensé que seguramente él había jugado su corazón sobre toda América Latina.

Con los ideales que arden bajo una boina bien calada, Cardenal señaló una forma totalizadora de amar a los pueblos de América: la de la educación, la del amor a las letras, ante todo a los árboles y las pasturas de la poesía. Al salir de sí mismo y reconocerse poeta, también recorrió con su palabra todo un continente.

Si Helder Cámara, en Brasil, escogió a los abandonados y nos descubrió la miseria de la primera favela, Cardenal nos enseñó que la poesía puede cubrir a todo un continente y recoger los anhelos de los olvidados de siempre, los que tejen la palma bajo el sol y se cubren con ella, los que remueven la tierra y siembran el maíz del inmenso continente americano.

Al igual que sus hermanos en la comunidad benedictina de Gethsemani, Cardenal se entregó a una intensa vida de oración con Thomas Merton, al Oficio Divino que tiene un nombre poético, Liturgia de las Horas, que se reza siete veces al día, tal como pidió San Benito.

Ser visitante distinguido en México lo hizo saturar las planas de los periódicos: pocos editorialistas pudieron prever que muchos fieles o curiosos acudirían al centro cultural de la avenida Revolución a celebrar el fenómeno Cardenal.

Su agenda de trabajo resultó intensa e innovadora, y para los jóvenes, una revelación, porque el sacerdote habló de su devoto amor por Marilyn Monroe, quien murió en 1962. Muchas oyentes, en 2007, le pedimos su Oración por Marilyn Monroe, y la dijo en voz alta y muy despacio: Señor / recibe a esta muchacha conocida en toda la Tierra con el nombre de Marilyn Monroe. Cardenal habló de la niña huérfana violada a los nueve años que ahora se presentaba ante Dios sin ningún maquillaje / sin su agente de prensa / sin fotógrafos y sin firmar autógrafos / sola como un astronauta frente a la noche espacial. Más sorprendido que cansado, a Cardenal le halagó que tantos acudiéramos a conocerlo y requiriéramos: Quédese, lo necesitamos. Quizá no previó ese recibimiento, por eso las manifestaciones de cariño debieron animarlo, aunque él sabía que la popularidad es una cruz, tal como previno años antes el padre Thomas Merton.

A Cardenal, México se le vino encima como el Popocatépetl y la Iztaccíhuatl, que se dejan caer sobre los pueblitos asentados en su falda de hielo, pero él se paró a medio escenario y leyó despacio: Detrás del monasterio, junto al camino, / existe un cementerio de cosas gastadas, / donde yacen el hierro sarroso, pedazos / de loza, tubos quebrados, alambres retorcidos, / cajetillas de cigarro vacías, aserrín / y zinc, plástico envejecido, llantas rotas / esperando como nosotros la resurrección.

Discurso que leyó la escritora al recibir el galardón

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