Ana María Vazquez
Parece que hay un extraño virus que contagia a personas con características especiales y que se manifiesta más allá del odio, con rabia y locura, se muestra con la estridencia, el insulto y exige ser la voz única porque posee la verdad (dice), manotea, gesticula y su rostro se desencaja en formas grotescas. El más estridente por supuesto es Milei, pero hay súbditos nacionales muy parecidos como Anabel Hernández o Denise Dresser.
La histeria que ambas manifiestan es solo comparable con la locura desmedida del mandatario que ahora exprime sin piedad a los argentinos. Despreciada por el gremio y por los lectores, Anabel no ha escatimado en adjetivos y denuestos al culpar al presidente de la ausencia de público en la presentación de su libro, “está contra mí, me tiene miedo”, “me cierra las puertas como nunca nadie lo ha hecho” grita y vocifera sin la menor prueba. En los casi 6 años de mandato del presidente López Obrador, muchos que debieron cerrarles la boca o bajarlos de sus endebles pedestales han gozado de una libertad que no tuvieron en sexenios pasados para decir o hacer lo que a su conciencia (si es que la tienen) convenga, ¿por qué habría de ocuparse el presidente de alguien tan menor como ella?
https://www.tabascohoy.com/una-enloquecida-anabel/
El afán de protagonismo, el “yoismo” de la otrora escritora estrella del sistema no acepta que perdió audiencia por su falta de verdad y honestidad y que ni el más tonto de los lectores acepta ya inferencias o acusaciones que no puedan ser plenamente comprobadas; el ariete de la DEA perdió fuerza y visibilidad presa de sus propias mentiras.
Sin embargo y no conforme con ello, ahora, ante la tragedia ocurrida en el cierre de campaña de Maynez escribe: “IKA Logística, del empresario #judío Alexander Bremen SHEINBAUM, fue la encargada de instalar el templete y luminarias para el evento de Movimiento Ciudadano en Monterrey. Hasta el momento la empresa no ha emitido algún comunicado”¿Infiere la textoservidora que MORENA, el presidente o Claudia son los responsables?, por lo menos lo sugiere adelantándose a los peritajes porque como siempre “su voz” es la única “calificada”. Da pena ver cómo varios personajes han enloquecido en este sexenio; desde los que exigen “apapachos”, hasta los juzgan y condenan porque les da la gana.
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