7/04/2008

La importancia de no llamarse Ernesto…


Suspende alcalde de León clases de tortura
Xóchitl Álvarez/corresponsal

El Universal León, Gto Jueves

03 de julio de 2008 12:06

El presidente municipal de León, Guanajuato, el panista Vicente Guerrero Reynoso, aceptó suspender el entrenamiento que reciben los policías del Grupo Especial Táctico bajo sistemas de tortura, como consecuencia del exhorto que este sentido le hizo la Procuraduría Estatal de los Derechos Humanos.

Caricatura sin Montitos

El panista Vicente Guerrero Reynoso, quien ayer, todavía, con relación a las críticas de la opinión publica, cínicamente dijo: 'Me vale Wilson' (traducido al español popular, me vale madre), ha tenido que recular y suspender las clases que seguramente representaban la parte medular de su inconsciente.

Podemos observar, la existencia de un denominador común en los políticos encumbrados, con algo de poder, y que son salidos del Partido Acción Nacional. La soberbia es tal, que no les da el mínimo pudor contestar altaneramente a las opiniones diferentes a su proceder. Ya tenemos el caso de Calderón cuando dijo 'haiga sido como haiga sido', con relación a la forma en que llegó a ocupar un cargo ilegítimamente. Recordará seguramente, el no muy lejano tequilazo del gobernador Emilio González, que les mentó la madre a los que reprobaron que haya regalado a la iglesia católica, dinero que hace mucha falta en obras para el pueblo del estado que indignamente representa. El presidentito de la ciudad de León, no quiso quedarse atrás y monto su escena. Los tres personajes referidos, han tenido que tragarse sus palabras. El alcalde, suspendió las clases; el gobernador de incontinencia verbal cuando bebe, pidió disculpas y además le devolvieron la limosna con todo e intereses. El otro que falta, ayer 'festejo' dos años de la trácala; rodeado de guardias y sin poder salir a caminar diez metros en plena libertad.

Son ejemplos que, de una manera u otra, nos muestran la importancia de no llamarse Ernesto, ni Miguel, ni Alejandra. La importancia no está en el nombre, sino en la unión que podamos tener los mexicanos. La opinión pública sin apellido, es más fuerte que cualquier poder ejercido. Somos nosotros y nadie más, los que debemos tomar las decisiones de nuestro destino. Ya muchos años lo han hecho los incapaces y los resultados son ampliamente conocidos. Robemos pues, diez minutos a la telenovela o al programa de espectáculos. De esa forma, desactivaremos, poco a poco, los mecanismos que utilizan para mantenerse en el poder. Una sociedad informada, es una sociedad crítica. Y por lo mismo, es más difícil engañarla. Y menos, insultarla.




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