Primero de julio de 2008
Seguridad Pública de León enseña a policías a torturar Carlos García/La Jornada Un video difundido por El Heraldo de León muestra a uno de los agentes del Grupo Especial Táctico de la policía municipal en el momento en que vuelve el estómago, durante un entrenamiento en tácticas de tortura. El policía fue arrastrado sobre su propio vómito por uno de sus compañeros. En la siguiente toma, otro de los uniformados, atado y con los ojos vendados, está a punto de recibir un chorro de agua mineralizada por las fosas nasales (práctica conocida como tehuacanazo). Según el secretario de seguridad pública del ayuntamiento panista, Alvar Cabeza de Vaca Apendinni, los elementos de la corporación necesitan estar entrenados para cometer este tipo de vejaciones a fin de combatir la creciente presencia del crimen organizado en Guanajuato.
Caricatura sin Monitos
No cabe duda que, el compositor José Alfredo Jiménez, fue un visionario al componer su tema "No vale nada la vida". En una de sus estrofas, la citada composición dice lo siguiente: Bonito León Guanajuato/La feria con su jugada/Allá se apuesta la vida/Y se respeta al que gana/Allá en mi León Guanajuato/La vida no vale nada. Y con base en ello, las autoridades locales en esa ciudad, se han dado permiso para entrenar a los policías en tácticas de la tortura. Lo peor del caso es que no necesariamente será para aplicar esas técnicas en contra del crimen organizado (ni en esos casos se debiera considerar), y de seguro lo harán extensivo a cualquier delito por muy menor que sea. El dar poder a unas personas que no están preparadas para ello, es consentir las arbitrariedades. Y nuestro país, pudiese exportar manuales al por mayor.
La comisión estatal de los derechos humanos, debiera salir a desquitar sus elevados ingresos, e imponer su autoridad moral en este caso, pues, más bien pareciera que existe la consigna de meter miedo a la población en general con este tipo de operativos. A los regímenes totalitarios, les molesta la critica y más, si va acompañada de manifestaciones públicas. Lo han mostrado en ocasiones anteriores.
Es un retroceso en cuanto la manera de impartir justicia se refiere; aunado desde luego, a los demás elementos que nos tienen en pleno estancamiento. No existe el menor deseo de superación, ni tampoco les pasa por su limitado cerebro a esas autoridades, un razonamiento lógico con el cual pudiesen poner a los guardianes del orden a la altura de la población que les paga sus servicios. Este tipo de notificaciones, hace que las "cuotas" pedidas a los infractores de la ley, aumenten, con el consabido repercutir a quien es victima de ellos. Y hasta pudiésemos pensar, que inducen a no dejar huella en sus ilícitos, para evitar ser denunciados (con lo que ello conlleve)
Por lo cual, la realidad le rinde homenaje al compositor Guanajuatense, porque en León, ahora sí de verdad y fuera de una locución musical, la vida no vale nada.
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