Eduardo Ibarra Aguirre
Del involuntariamente cínico “No pago para que me peguen”, enarbolado por José López Portillo y Pacheco –“el último presidente de la revolución”, al decir de él mismo--, el quinto gobierno del capitalismo salvaje en tierras aztecas pasó a hacer de la publicidad gubernamental que se financia con recursos públicos –aportados por los causantes y la expoliación fiscal de Petróleos Mexicanos-- una política deliberada de premio a las lealtades con las políticas sexenales y sus exponentes, y de castigo a los medios que se atreven a someterlas al escudriñamiento informativo y la reflexión editorial.
No le falta razón a la abogada y periodista Lilia Cisneros Lujan cuando comenta sobre Boicot de Los Pinos (27-VI-08) “esto es el pan de cada día. Creo que debemos ser creativos para ‘inventar’ otras alternativas”, porque justamente la frase presidencial mencionada tenía dedicatoria directa a Proceso, que desde hace más de tres décadas conoce como nadie en nuestro país lo que es el boicot publicitario del gobierno federal, renovado por la autodenominada pareja presidencial que integraron Vicente Fox Quesada y Martha María Sahagún Jiménez hasta llevar su inquina a los tribunales, y actualizada por Gerardo Maximiliano Cortázar Lara, comunicador de Felipe de Jesús Calderón Hinojosa, en meses recientes en contra de Forum y mucho antes frente a Monitor, La Jornada y el semanario que preside Julio Scherer García.
Lo novedoso es el contexto en que se produce el uso faccioso y discrecional de recursos públicos para castigar las disidencias y premiar las lealtades.
"El gobierno tiene una campaña mediática que se tipifica como una guerra sicológica para inhibir la protesta social y establecer una relación con la sociedad a través del miedo. Por ello busca aniquilar a los medios que sirven para informar y fomentan, así, la conciencia social, como Monitor, La Jornada, Proceso y Forum", explicó el general y doctor José Francisco Gallardo Rodríguez ante los integrantes de la Convención Nacional Democrática Ajusco Medio, en el Distrito Federal, el sábado 28.
O para decirlo en el lenguaje llano de la novel lectora de Forum, Carolina Oropeza al comunicarse con su red de cibernautas: “es realmente indignante como el espurio y sus ineptos colaboradores quieren a toda costa tapar sus errores, como en el caso de la revista Forum que la quieren boicotear y coartarle la libertad de expresión por comunicar a los ciudadanos lo que pasa en México”.
Con Carolina el binomio lector-medio se puso en movimiento e instaló la denuncia en Índice Político de Radio Capital, conducido por el siempre solidario Francisco Rodríguez. Como también la lanzaron electrónicamente por toda la aldea global Hilda Venegas, Montekarl, Tamarant , AD Servicios Integrados, el asesor parlamentario Andrés Vicente Ruiz Furlong, el abogado Raúl Domínguez Domínguez, la litigante Mireya Sánchez Quiroz, el empresario Alfredo Andrade Torres, entre otros lectores, colegas y cibernautas.
Cuando los lectores cierran filas con publicaciones con las que se identifican y consideran parte del instrumental para ejercer la libertad de expresión, los afanes de Los Pinos para destruir espacios de información obtienen reveses, como lo muestra cada semana Proceso y el diario que dirige Carmen Lira Saade.
Para mayor abundamiento, el diputado Gerardo Priego Tapia, presidente de la Comisión Especial para dar Seguimiento a las Agresiones a Periodistas, dice a Forum –número 179, VII-08, pp. 15-16): “además de federalizar los delitos contra periodistas es necesario tomar otras acciones para garantizar la libertad de expresión y el derecho a la información, acciones como la cláusula de conciencia, regulación de la publicidad oficial, el secreto profesional y la despenalización de los delitos de difamación y calumnia en todos los estados”. Dicho de otro modo: no simpatiza con el manejo publicitario discrecional que hacen sus compañeros de partido desde la Presidencia de la República.
Un recuento de la periodista mexicana radicada en Santiago de Chile, Teresa Gurza Orvañanos, sobre la asfixiante cadena de agravios al ejercicio de la libertad de expresión, incluidos los despidos de articulistas en la agencia estatal Notimex y el boicot publicitario a Forum, muestra que el comandante supremo de la fuerzas armadas añadió a su guerra contra el narcotráfico --que convirtió a la privación de la vida de periodistas en un hecho ordinario desde los tiempos de la ineptitud foxista--, otra de carácter psicológico para inhibir el vigoroso y diverso reclamo social, atemorizar a la sociedad y desarticular a los medios que cumplen con su obligación más elemental y que es la de informar.
Acuse de recibo
Sugiere el arquitecto Javier Andrade Torres: “En relación a su artículo Iglesias y patrimonio (25-VI-08), creo que un factor a analizar es el de que ahora hay pocos jóvenes interesados en estudiar en los seminarios, otro aspecto es la verdadera fe que los fieles profesan en las iglesias de distinto credo”.
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