Mujeres de entre 20 y 47 años de edad más propensas
De la redacción
México, D.F 20 sep. 10 (CIMAC).- Los roles y estereotipos impuestos a las mexicanas, las hacen más propensas a padecer Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC), que se caracteriza por la presencia de pensamientos repentinos e irracionales, que causan ansiedad y conductas compulsivas, que si se dejan de hacer, generan angustia y acentúan la ansiedad.
Especialistas de la Facultad de Psicología (FP) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), puntualizaron que la incidencia de este mal se da en mayor proporción en personas en edad reproductiva, es decir entre los 20 y 47 años de edad, con mayor proporción en mujeres.
En un comunicado, Sandra Ivonne Muñoz Maldonado, del Laboratorio de Enseñanza Virtual y Ciberpsicología de la FP, señaló que todas las personas pueden tener rasgos obsesivos, pero sólo quien está en un estado continuo de ansiedad, puede padecer TOC, que se clasifica dentro del grupo de los trastornos de ansiedad.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que existen tres subtipos de TOC: por contaminación es decir al dar la mano o tocar ciertas cosas o sustancias; por orden es decir lo que lleva a un intenso malestar ante cosas desordenadas o asimétricas; y el religioso-sexual, que es el menos frecuente, se refiere a pensamientos blasfemos e imágenes sexuales como una escena pornográfica.
En las mujeres, predomina por los roles y estereotipos, el TOC por contaminación y el religioso-sexual, refirió Muñoz Maldonado y agregó que hay pacientes que permanecen en casa, incapacitadas e incapacitados para hacer tareas cotidianas e incluso a algunos les basta el contacto físico con otra persona para desencadenar ansiedad. “Las personas buscan tratamiento sólo si el TOC empieza a generar problemas que afectan su vida, el trabajo y sus relaciones”, indicó. La especialista informó que en la FP se ofrece terapia cognitivo-conductual e inmersión en ambientes de realidad virtual a personas que padecen TOC por contaminación y por orden.
“Los ambientes de realidad virtual incluyen cuatro escenarios: un baño, un autobús, un restaurante y una habitación, que son los que causan más ansiedad en la vida cotidiana”. Antes de ser expuesta o expuesto, la o el paciente recibe sesiones de reestructuración cognitiva y de psicoeducación para entender cuál es su problema, cómo se instaura la ansiedad en él, y qué son las obsesiones y las compulsiones.
“En el escenario virtual enfrenta, de manera gradual, sus obsesiones y compulsiones, hasta que comprueba que no pasa nada si deja de pensar o hacer tal o cual cosa que le causa ansiedad. Solamente si recobra la calma, puede salir de la inmersión”, explicó Muñoz Maldonado. Al final del tratamiento los pacientes tiene que enfrentar solos una situación real, lo que causa mayor ansiedad; no obstante, es adiestrado para saber qué hacer en caso de sufrir una recaída, o que una obsesión o compulsión se traslade a otra que le provoque angustia, comentó la psicóloga.
AMBIENTES DE REALIDAD VIRTUAL
Utilizados como un recurso terapéutico, los ambientes de realidad virtual permiten que todo el tratamiento del TOC se realice en el consultorio; con ello, se ahorra tiempo. Además, al no exponer al paciente, se propicia un entorno confortable, se mantiene la confidencialidad del padecimiento y se proporciona seguridad, porque se sabe que, si se presenta una situación de ansiedad, el terapeuta ayudará a manejarla. “Las exposiciones en estos ambientes se pueden repetir cuantas veces sea necesario, lo que no siempre es posible en la realidad”, indicó Muñoz Maldonado.
La terapia cognitivo-conductual con inmersión en ambientes de realidad virtual está a cargo de psicoterapeutas del Laboratorio de Enseñanza Virtual y Ciberpsicología, dirigido por Georgina Cárdenas. Las sesiones, 14 en promedio, se proporcionan en el Centro de Servicios Psicológicos de la FP. Citas al teléfono 56-22-22-92.
México, D.F 20 sep. 10 (CIMAC).- Los roles y estereotipos impuestos a las mexicanas, las hacen más propensas a padecer Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC), que se caracteriza por la presencia de pensamientos repentinos e irracionales, que causan ansiedad y conductas compulsivas, que si se dejan de hacer, generan angustia y acentúan la ansiedad.
Especialistas de la Facultad de Psicología (FP) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), puntualizaron que la incidencia de este mal se da en mayor proporción en personas en edad reproductiva, es decir entre los 20 y 47 años de edad, con mayor proporción en mujeres.
En un comunicado, Sandra Ivonne Muñoz Maldonado, del Laboratorio de Enseñanza Virtual y Ciberpsicología de la FP, señaló que todas las personas pueden tener rasgos obsesivos, pero sólo quien está en un estado continuo de ansiedad, puede padecer TOC, que se clasifica dentro del grupo de los trastornos de ansiedad.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que existen tres subtipos de TOC: por contaminación es decir al dar la mano o tocar ciertas cosas o sustancias; por orden es decir lo que lleva a un intenso malestar ante cosas desordenadas o asimétricas; y el religioso-sexual, que es el menos frecuente, se refiere a pensamientos blasfemos e imágenes sexuales como una escena pornográfica.
En las mujeres, predomina por los roles y estereotipos, el TOC por contaminación y el religioso-sexual, refirió Muñoz Maldonado y agregó que hay pacientes que permanecen en casa, incapacitadas e incapacitados para hacer tareas cotidianas e incluso a algunos les basta el contacto físico con otra persona para desencadenar ansiedad. “Las personas buscan tratamiento sólo si el TOC empieza a generar problemas que afectan su vida, el trabajo y sus relaciones”, indicó. La especialista informó que en la FP se ofrece terapia cognitivo-conductual e inmersión en ambientes de realidad virtual a personas que padecen TOC por contaminación y por orden.
“Los ambientes de realidad virtual incluyen cuatro escenarios: un baño, un autobús, un restaurante y una habitación, que son los que causan más ansiedad en la vida cotidiana”. Antes de ser expuesta o expuesto, la o el paciente recibe sesiones de reestructuración cognitiva y de psicoeducación para entender cuál es su problema, cómo se instaura la ansiedad en él, y qué son las obsesiones y las compulsiones.
“En el escenario virtual enfrenta, de manera gradual, sus obsesiones y compulsiones, hasta que comprueba que no pasa nada si deja de pensar o hacer tal o cual cosa que le causa ansiedad. Solamente si recobra la calma, puede salir de la inmersión”, explicó Muñoz Maldonado. Al final del tratamiento los pacientes tiene que enfrentar solos una situación real, lo que causa mayor ansiedad; no obstante, es adiestrado para saber qué hacer en caso de sufrir una recaída, o que una obsesión o compulsión se traslade a otra que le provoque angustia, comentó la psicóloga.
AMBIENTES DE REALIDAD VIRTUAL
Utilizados como un recurso terapéutico, los ambientes de realidad virtual permiten que todo el tratamiento del TOC se realice en el consultorio; con ello, se ahorra tiempo. Además, al no exponer al paciente, se propicia un entorno confortable, se mantiene la confidencialidad del padecimiento y se proporciona seguridad, porque se sabe que, si se presenta una situación de ansiedad, el terapeuta ayudará a manejarla. “Las exposiciones en estos ambientes se pueden repetir cuantas veces sea necesario, lo que no siempre es posible en la realidad”, indicó Muñoz Maldonado.
La terapia cognitivo-conductual con inmersión en ambientes de realidad virtual está a cargo de psicoterapeutas del Laboratorio de Enseñanza Virtual y Ciberpsicología, dirigido por Georgina Cárdenas. Las sesiones, 14 en promedio, se proporcionan en el Centro de Servicios Psicológicos de la FP. Citas al teléfono 56-22-22-92.
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