“Derecho frente al Cambio climático”, en la UNAM
Por Anayeli García Martínez
México, D.F. 20 sep 10 (CIMAC).- La Organización de Naciones Unidas (ONU) y los gobiernos trabajan el tema del cambio climático desde la perspectiva de los mercados, pero la sociedad civil debe abordarlo desde un enfoque individual que incluya un cambio de mentalidad, coincidieron especialistas en el tema.
Durante el seminario “Derecho frente al Cambio climático”, que organiza el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el abogado y especialista en derecho administrativo, Daniel Márquez Gómez, dijo que las políticas públicas implementadas hasta el momento no son suficientes para contrarrestar el cambio climático. Agregó que “el compromiso debe ser global y por tanto la administración pública debe reinventarse”, pero afirmó que no se debe dejar de lado el papel de mujeres y hombres quienes pueden aportar soluciones prácticas, al tomar acciones concretas como: ahorrar energía eléctrica o disminuir el consumo de biocombustibles.
Con motivo de la Conferencia de la Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP-16), que se llevará a cabo en Cancún, Quintana Roo, del 29 de noviembre al 10 de diciembre; desde hoy y hasta el 22 de septiembre, la UNAM organiza una serie de conferencias relacionadas con este tema.
POBLACIÓN Y VULNERABILIDAD
En la inauguración del seminario, Eduardo Espinosa Medel especialista en economía ambiental, señaló que la importancia de este fenómeno no es el calentamiento global, la emisión de gases de efecto invernadero (GEI), el aumento de la temperatura o sequías, sino los impactos que estos factores tienen sobre la población. “Al ser éste, un problema generado por la forma en que se relacionan los seres humanos, los principales efectos se dan sobre la humanidad” y los ecosistemas”, afirmó.
En su opinión, el actual modelo económico olvida al otro, es decir, a todos aquellos que son más vulnerables frente a los efectos del cambio climático, entre ellos –mencionó- las mujeres, la gente pobre y los indígenas, es así que el tema se vuelve una cuestión de carácter público. El doctor Espinosa Medel, explicó que las políticas públicas deben impulsar la justicia ambiental para no vulnerar a la gente, además destacó que “ningún grupo de la población, incluyendo razas o grupos socioeconómicos deben cargar con un porcentaje desproporcionado de impactos ambientales”.
JUSTICIA CLIMÁTICA
De acuerdo con organizaciones protectoras del medio ambiente, el debate sobre este tema ganó un nuevo impulso, a partir de las conferencias de Bali, Copenhague y la Conferencia de los Pueblos sobre el Cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra realizada en Cochabamba, Bolivia e impulsó un movimiento global que reclamaba justicia climática. A decir del doctor Márquez Gómez, es complicado que los países industrializados, en especial los responsables del mayor porcentaje de emisiones de GEI acepten este término, o bien el de “deuda ecológica”, pues ello implicaría compensar al resto de los países y “nos saldrían debiendo”, dijo. En tanto, las organizaciones nacionales e internacionales, como el Diálogo Climático- Espacio Mexicano, han expresado que para hacer frente a la grave crisis climática global es necesario llevar a cabo cambios de fondo y abandonar las falsas soluciones que agravan el problema, poniendo los derechos de los pueblos y la naturaleza en el centro mismo del debate.
Así por ejemplo, mencionan que es necesario cambiar el sistema de producción y consumo imperante basado en un modelo de desarrollo y una relación con la naturaleza, un modelo que califican de “depredador, injusto y excluyente”. Asimismo proponen transitar hacia nuevos modos de vida basados en la justicia social, ambiental y climática.
México, D.F. 20 sep 10 (CIMAC).- La Organización de Naciones Unidas (ONU) y los gobiernos trabajan el tema del cambio climático desde la perspectiva de los mercados, pero la sociedad civil debe abordarlo desde un enfoque individual que incluya un cambio de mentalidad, coincidieron especialistas en el tema.
Durante el seminario “Derecho frente al Cambio climático”, que organiza el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el abogado y especialista en derecho administrativo, Daniel Márquez Gómez, dijo que las políticas públicas implementadas hasta el momento no son suficientes para contrarrestar el cambio climático. Agregó que “el compromiso debe ser global y por tanto la administración pública debe reinventarse”, pero afirmó que no se debe dejar de lado el papel de mujeres y hombres quienes pueden aportar soluciones prácticas, al tomar acciones concretas como: ahorrar energía eléctrica o disminuir el consumo de biocombustibles.
Con motivo de la Conferencia de la Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP-16), que se llevará a cabo en Cancún, Quintana Roo, del 29 de noviembre al 10 de diciembre; desde hoy y hasta el 22 de septiembre, la UNAM organiza una serie de conferencias relacionadas con este tema.
POBLACIÓN Y VULNERABILIDAD
En la inauguración del seminario, Eduardo Espinosa Medel especialista en economía ambiental, señaló que la importancia de este fenómeno no es el calentamiento global, la emisión de gases de efecto invernadero (GEI), el aumento de la temperatura o sequías, sino los impactos que estos factores tienen sobre la población. “Al ser éste, un problema generado por la forma en que se relacionan los seres humanos, los principales efectos se dan sobre la humanidad” y los ecosistemas”, afirmó.
En su opinión, el actual modelo económico olvida al otro, es decir, a todos aquellos que son más vulnerables frente a los efectos del cambio climático, entre ellos –mencionó- las mujeres, la gente pobre y los indígenas, es así que el tema se vuelve una cuestión de carácter público. El doctor Espinosa Medel, explicó que las políticas públicas deben impulsar la justicia ambiental para no vulnerar a la gente, además destacó que “ningún grupo de la población, incluyendo razas o grupos socioeconómicos deben cargar con un porcentaje desproporcionado de impactos ambientales”.
JUSTICIA CLIMÁTICA
De acuerdo con organizaciones protectoras del medio ambiente, el debate sobre este tema ganó un nuevo impulso, a partir de las conferencias de Bali, Copenhague y la Conferencia de los Pueblos sobre el Cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra realizada en Cochabamba, Bolivia e impulsó un movimiento global que reclamaba justicia climática. A decir del doctor Márquez Gómez, es complicado que los países industrializados, en especial los responsables del mayor porcentaje de emisiones de GEI acepten este término, o bien el de “deuda ecológica”, pues ello implicaría compensar al resto de los países y “nos saldrían debiendo”, dijo. En tanto, las organizaciones nacionales e internacionales, como el Diálogo Climático- Espacio Mexicano, han expresado que para hacer frente a la grave crisis climática global es necesario llevar a cabo cambios de fondo y abandonar las falsas soluciones que agravan el problema, poniendo los derechos de los pueblos y la naturaleza en el centro mismo del debate.
Así por ejemplo, mencionan que es necesario cambiar el sistema de producción y consumo imperante basado en un modelo de desarrollo y una relación con la naturaleza, un modelo que califican de “depredador, injusto y excluyente”. Asimismo proponen transitar hacia nuevos modos de vida basados en la justicia social, ambiental y climática.
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