SALUD
Seguro para jefas de familia integra a madres adolescentes
CimacFoto | Yunuhen Rangel Medina
Por: Anaiz Zamora Márquez
Cimacnoticias | México, DF.- Lejos de combatir los embarazos en adolescentes, el programa Seguro de Vida para Mujeres Jefas de Familia, de la Sedesol, fomenta la maternidad en niñas de 12 años.
Como si la maternidad en niñas de 12 años de edad fuera “normal”, la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) –encabezada por Rosario Robles–, convoca a las menores de edad a través del programa Seguro de Vida para Mujeres Jefas de Familia, a incluirse en su lista de beneficiarias para que en caso de fallecimiento, sus hijas e hijos reciban una transferencia mensual de mil 850 pesos.
En contraste, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha reiterado que la mortalidad y morbilidad maternas en niñas y adolescentes, consecuencia del embarazo en esta etapa de la vida, representan un importante problema de salud pública a nivel mundial, pues este grupo poblacional tiene el doble de probabilidades de morir en comparación con las mujeres mayores de 20 años.
En el caso de las menores de 15 años, el riesgo de muerte materna (MM) se quintuplica.
El informe “La infancia cuenta en México 2012” –elaborado por la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim)– indica que 244 niñas de 10 años de edad se convirtieron en madres durante 2010.
El total de adolescentes entre 10 y 14 años de edad que registraron al menos un niño nacido durante ese año fue de 11 mil 682, de acuerdo con el mismo reporte.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía registró que para 2011 había 11 mil 521 madres menores de 15 años; de ellas, mil 720 (el 14 por ciento) tenían más de un hijo registrado vivo.
Nashieli Ramírez, coordinadora de Ririki Intervención Social, organización civil especializada en infancia, considera como un desacierto que Sedesol normalice el embarazo en niñas y adolescentes, ya que en lugar de colaborar en la disminución de este problema ve como algo natural que una menor de edad –en este caso de 12 años– sea madre y peor aún, jefa de familia.
Para la activista, este programa manda un mensaje muy grave y es que invisibiliza las posibles agresiones sexuales detrás de los embarazos prematuros, toda vez que a los 10 o 12 años de edad es prácticamente imposible tener relaciones sexuales consensuadas, ya que las niñas no alcanzan a dimensionar las responsabilidades y consecuencias que ello conlleva.
VIOLENCIA OCULTA
Debido a que los embarazos producto de violencia sexual contra niñas son poco denunciados en México, no existe una cifra exacta de estos casos, aunque diversas investigaciones indican que en su mayoría las agresiones se cometen en el hogar y los responsables suelen ser familiares cercanos.
De acuerdo con la Procuraduría de Justicia capitalina, los casos de abuso sexual y violaciones contra menores de edad –en su mayoría niñas– sumaron 4 mil 742 de 2006 a 2009, pero no hay registros de denuncias por incesto, precisa la dependencia.
Organismos de Derechos Humanos reportan que la edad promedio de las víctimas es de 5.7 años y que el 77 por ciento son mujeres. En el 19 por ciento de los casos la víctima conocía al agresor que era el hermano; el padrastro, en el 18 por ciento; el tío, en un 16 por ciento, y el padre en un 15 por ciento.
Según la agrupación Ipas-México, la Secretaría de Salud hospitalizó durante 2009 a una de cada tres niñas de entre 10 y 14 años por razones ligadas al embarazo, parto, puerperio y aborto, lo que hablaría del índice de menores de edad que son abusadas sexualmente en el seno familiar.
El seguro de vida para jefas de familia de la Sedesol cuenta con una asignación presupuestal de 400 millones de pesos. A finales de diciembre de 2012 Rosario Robles anunció que el programa se pondría en marcha en enero de este año, aunque no aclaró las formas de operación ni dio a conocer el número de mujeres beneficiarias.
Hasta ahora, las reglas de operación siguen sin publicarse en el Diario Oficial de la Federación.
El 31 de enero se publicó la convocatoria que establece los requisitos para inscribirse al programa. Uno de ellos es tener de 12 a 65 años de edad y comprobar la maternidad.
Juan Martín Pérez, director de la Redim, apunta que sería oportuno que el programa estableciera mecanismos para indagar si las madres menores de edad que pretendan acceder al seguro de vida sufrieron una agresión sexual.
De ser así, abunda, las niñas tendrían que ser canalizadas para que reciban atención integral y no sólo económica.
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