11/02/2016

Los periodistas pal café. . . . .



Ha sido exagerada, fuera de contexto y desmemoriada la cargada de personajes mexicanos (e hispanos o latinos, en general) en apoyo a Hillary Clinton para que presida Estados Unidos. La explicable repelencia a las posturas del republicano Donald Trump, explícitamente adverso a nuestro país, se ha convertido en una suerte de legitimación torpe y oportunista del perfil de la demócrata Clinton, cuyo historial y posturas solamente son menos estridentes que las del verboso multimillonario nacido en junio de 1946 en Queens, Nueva York.
De los besos y cánticos del emblemático charro Vicente Fernández, a la exhortación hecha por el cantante del grupo Maná (Fher Olvera) a votar por el partido que no es racista (ha de entenderse que se refiere al Demócrata), el abanico de apoyos a Clinton ha ido hilando una historia sonrosada de la política nacida en Chicago en octubre de 1947. No es desorbitado señalar que la esposa de Bill Clinton es, hoy, la candidata de las élites mexicanas, incluyendo al gobierno peñista que ha buscado de manera desesperada desmarcarse del error del último día de agosto (cuando Trump fue recibido en Los Pinos) y que ahora ha promovido cuanta forma de apoyo a Hillary Diane Rodham le ha sido posible.
La campaña de beatificación política de la candidata Clinton, tan circunstancial como injustificada, no ha recibido a cambio ninguna promesa de milagro por realizar, salvo el posible efecto visual de que el nicho de la Casa Blanca sea ocupado por alguien distinto al satanizado Trump. Pareciera una estrategia de extrema inteligencia ajedrecística, en la que se infló a las amenazantes piezas negras varoniles para que las femeninas, igualmente negras, parecieran blancas a los ojos de las futuras víctimas de cualquiera de los dos verdugos, el escandaloso Donald o la taimada e incluso más peligrosa Hillary. Y, en esa partida, los peones mexicanos, desde abajo del tablero, han pretendido jugársela primero con el inmobiliario, y luego, cuando los momios variaron, con la ex secretaria de Estado. Y a los mexicanos se les ha suministrado medicamento mediático de emergencia para hacerles creer que con la dama demócrata se estará ganando, a contracorriente de lo que sucedería con el alfil republicano.
Ingredientes de corte delictivo y mafioso han trastocado en días recientes lo que parecía un enfilamiento claro de la Clinton hacia una victoria final. Ni más ni menos que la FBI se ha convertido en factor de rediseño del escenario electoral, luego de dar a conocer que revisa correos electrónicos que son un punto particularmente débil de la ex jefa de la diplomacia estadunidense, y apenas ayer, al difundir por Twitter el expediente de 15 años atrás sobre el muy significativo perdón de Bill Clinton, en el último día de su gobierno, a un multimillonario (Marc Rich, ya muerto) que había sido acusado de tratos con miembros del crimen organizado, evasión de impuestos por millones de dólares y compras ilegales de petróleo. La esposa de Rich era en aquellas fechas uno de los principales donantes de fondos para el Partido Demócrata, el de los Clinton.
Nada en el historial de Hillary permite entenderla en disposición de ayudar a los intereses populares mexicanos. Todo lo contrario, el conglomerado de intereses y apoyos a los que sirve y de los que se sirve representan una abierta y sabida amenaza a los valores de la nación mexicana, aunque en pleno entendimiento con ciertos segmentos de las cúpulas de nuestro país.
Gane quien gane en esta final que cada día parece más cerrada, con algunas encuestas de opinión asegurando que Trump va rebasando ligeramente a Clinton, México habrá sufrido un desgaste como nunca en este proceso electoral estadunidense. Sea hombre o mujer quien llegue a la Casa Blanca, será obligado para el ocupante tomar en cuenta el peso de un enardecido segmento de votantes que se ha manifestado en contra de la migración ilegal de mexicanos a Estados Unidos y de su permanencia en este país. Si Clinton ganara, el reconocimiento de su triunfo y su viabilidad política estarían condicionadas al cumplimiento de algunas de las principales propuestas de Trump, entre ellas, de manera principal, las relacionadas con mexicanos y musulmanes.
Hay otro flanco delicado que ha quedado abierto. El equívoco activismo peñista en el proceso electoral estadunidense, los actos, campañas, declaraciones y definiciones de personajes mexicanos respecto de la manera de votar de ciudadanos de otro país justificará una recíproca intervención gringa en los comicios mexicanos de 2018, con la embajadora Roberta S. Jacobson como adelantado ejemplo, tan amable y sonriente como Clinton. ¿Quién podrá intentar poner un alto al abierto injerencismo estadunidense en las próximas elecciones presidenciales mexicanas si este año se ha producido la más abierta de las intervenciones mexicanas en los comicios del país vecino?
Sigue en penumbras el caso de quien ya es llamado justiciero, que este lunes habría asesinado a cuatro presuntos asaltantes en un tramo de la carretera México-Toluca, a la altura de la Marquesa. Los familiares de los difuntos ya recogieron los cuerpos y un dirigente de la sección mexiquense de una cámara del autotransporte federal aseguró, sin temor a equivocaciones, que los asesinados eran asaltantes consuetudinarios. Pero aún no se tienen datos firmes respecto del pasajero que con una pistola calibre nueve milímetros disparó con precisión y frialdad contra los ladrones y los remató afuera del autobús, dejándolos tirados en el asfalto. La falta de claridad en el tema ha permitido que corran versiones que asignan la identidad del justiciero a algún militar o policía federal, tal vez como parte de un operativo secreto de ajusticiamiento directo de ese tipo de delincuencia. Terrible sería que se entrara a un esquema de vigilantes o justicieros paramilitares, auspiciados por segmentos gubernamentales pragmáticos. ¡Hasta mañana!
Twitter: @julioastillero, Facebook: Julio Astillero, Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx


Y como todos los años en esta fecha, presentamos las Calaveras de Benjamín Cortés Valadez.
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Con muy malhumor social
llega noviembre, el gran mes en que a las catrinas ves no sólo en su acción mortal, también vengando del mal que políticos nos hacen; nos encanta que los lacen, los rapen con su guadaña y aunque ya anden en campaña del Día de Muertos no pasen.
Javier Duarte y Miguel Ángel Yunes



Ya son varias las fuentes noratlánticas e israelíes que señalan un verdadero motín en el seno de la FBI por su exagerada laxitud, para no decir inimputabilidad, en el manejo de los presuntos correos criminales de Hillary y de la pestilente Fundación Clinton, dirigida por su esposo Bill, empapado de megacorrupción, y su hija Chelsea, casada con el israelí-estadunidense Marc Mezvinsky, ex banquero de Goldman Sachs y hoy corredor de especulativos hedge funds (fondos de cobertura de riesgo) en Eaglevale Partners, que colaboró en el desastre financiero de Grecia.
El autor, Ed Klein (EK), en exclusiva para el sanguinario tabloide británico Daily Mail, reseña que el director de la FBI, James Comey (JC), también presionado por su esposa (sic) Patrice, fue obligado a reabrir la investigación delictiva sobre los fétidos correos de Hillary, debido a las cartas de renuncia apiladas en su escritorio por los agentes descontentos. EK es autor del cuarto atroz libro sobre los Clinton desde 2005: Culpable como el pecado (https://goo.gl/3NYsNs), bestseller de The New York Times.
Daily Mail, uno de los portavoces de la agencia doméstica de espionaje británico MI6, hizo explotar el megaescándalo de pedofilia del israelí-estadunidense Anthony Weiner (AW), congresista en desgracia y fallido candidato a la alcaldía de Nueva York, casado con la pakistaní-estadunidense de religión musulmana, Huma Abedin (HA), la segunda hija de Hillary (https://goo.gl/7hDvCt).
Bill O’Reilly, cáustico comentarista de Fox News, sentenció que el mayor cuerpo del delito (sic) es que JC no haya llamado a un Gran Jurado para un caso tan complicado como los fétidos correos de Hillary, y sugirió que el director de la FBI había provocado un motín cuando la exculpó en julio (https://goo.gl/bAvQs8).
Un dato escalofriante es que Jill, esposa de Andrew McCabe –¡segundo de a bordo de la FBI a cargo de la investigación de los correos pedófilos de AW!– recibió un donativo (sic) por 467 mil 500 dólares, nada menos que de Terry McAuliffe, gobernador de Virginia y gran aliado de los Clinton (https://goo.gl/qv2vsh). ¡La corrupción a lo que da de la famiglia Clinton!



Mayor inflación, menor crecimiento económico (y, por lo mismo, bienestar social en picada) y un tipo de cambio en elevados niveles es lo que avizoran los especialistas permanentemente consultados por el Banco de México, ya muy cercano el cierre del presente año y a la vuelta 2017. Es decir, más de lo mismo.
En términos prácticos, pues, y para efectos nacionales, las reformas de la administración peñanietista no sirvieron para mayor cosa, porque todo permaneció igual que en sexenios anteriores aunque, como en aquellos, lo único que cambió fue el régimen de propiedad (de público a privado) de buena parte de la ya exigua riqueza del país.
De cumplirse los pronósticos de los 34 grupos de análisis y consultoría económica del sector privado nacional y extranjero consultados permanentemente por el banco central –y suelen no errar el tiro– mover a México efectivamente devino en joder a México, con todo y que en el ámbito oficial aseguren no levantarse por las mañanas con tal intención.
Con todo y reformas, en el sexenio peñanietista la economía habrá crecido –por llamarle así– más allá de 2 por ciento como promedio anual, lo mismo que en el gobierno de Felipe Calderón, otro contumaz reformista que –ahora junto con EPN– ocupa la penúltima posición en lo que a crecimiento económico se refiere en los tiempos del neoliberalismo a la mexicana (seis gobiernos al hilo), sólo superados por el régimen de Miguel de la Madrid.
Lo anterior no invita a suponer que en realidad movió a México. Y el saldo puede resultar aún peor, porque a lo largo del sexenio peñanietista las estimaciones de especialistas y organismos nacionales e internacionales han ido permanentemente a la baja, de forma acelerada en algunas ocasiones, suave en otras, pero siempre en descenso.
A pesar de los anteojos gubernamentales por medio de los cuales nuestras cada día más eficientes autoridades todo lo ven color de rosa (o no ven nada, según sea el propósito, como en el caso de Javier Duarte de Ochoa), la realidad mantiene supremacía y arrasa, sin olvidar que restan dos años para que concluya la presente administración.
En otro orden, la agencia Reuters reportó desde Nueva York que “un empresario de México fue arrestado en Estados Unidos bajo cargos de que él y otras cinco personas se involucraron en un plan para obtener fraudulentamente reembolsos de impuestos del gobierno mexicano y lavar más de 100 millones de dólares. Carlos Djemal, quien según documentos judiciales adquirió el pequeño banco mexicano InvestaBank SA en 2014, fue arrestado en Chicago y acusado en una denuncia penal presentada en la corte federal de Manhattan, que se hizo pública la noche del lunes. InvestaBank se estableció en 2014 a partir de la adquisición de las operaciones del Royal Bank of Scotland en México. La entidad dijo la semana pasada que había acordado comprar dos unidades mexicanas de Deutsche Bank AG.
“Otros tres hombres –Max Fraenkel, Daniel Blitzer y Robert Moreno– también fueron arrestados, según la oficina del fiscal de Manhattan, Preet Bharara. Otros dos hombres fueron acusados, entre ellos Isidoro Haiat, quien según documentos judiciales adquirió InvestaBank junto con Djemal. El presidente ejecutivo de InvestaBank, Enrique Vilatela, dijo en una entrevista que el arresto de Djemal fue una ‘sorpresa’, y agregó que era uno de los 38 socios del banco.
Los fiscales dijeron que de 2011 a 2016 los acusados participaron en un plan para defraudar ingresos fiscales al gobierno mexicano, relacionados con el impuesto al valor agregado (IVA), y luego blanquear los recursos obtenidos en Estados Unidos y México. Explicaron que los demandados crearon docenas de compañías que afirmaron estar haciendo negocios como importadores y exportadores de teléfonos celulares para obtener fraudulentamente reembolsos de IVA del gobierno mexicano.
Enrique Vilatela fue director general del Banco Nacional de Comercio Exterior (Bancomext) en el último tramo del gobierno salinista, y fue ratificado por Ernesto Zedillo. Sólo hasta que llegó Fox se vio en la penosa necesidad de apartarse. Desde el nacimiento de InvestaBank ocupa la presidencia del consejo de administración y, a la vez, la dirección general, y esta institución fue autorizada en los tiempos del (ex) ministro del (d) año. Por cierto de ella son accionistas Bernardo Quintana Kawage, Roy Campos y Manuel Arroyo.
Pues bien, con apenas dos años de presencia pública –no muy destacada, por cierto– sale a la luz que presuntamente algunos de sus accionistas se dedicaban no a otorgar créditos empresariales o a colocar dinero plástico, sino a la lucrativa industria del lavado de dinero y la defraudación fiscal, algo que los anteojos de Hacienda (vía Comisión Nacional Bancaria y de Valores –Jaime González Aguadé– o de la Unidad de Inteligencia Financiera –Alberto Bazbaz Sacal, ex procurador mexiquense que tampoco encontró a la niña Paulette) tampoco registraron, con todo y que de tiempo atrás en los corrillos del mundillo de las finanzas circulaban versiones sobre supuestas irregularidades de personajes como los citados.
Por cierto, Djemal es uno de los principales accionistas de la Casa de Cambio Tíber, la misma empresa que reportó pillería y media y uno de sus dueños a la cárcel. Sin embargo, con todos esos antecedentes, el gobierno peñanietista les concedió el aval de operar como banca privada, que a lo largo de su existencia reportó números rojos. Y a pesar de todas las pillerías recibieron un fuerte apoyo de instituciones financieras del sector público (por ejemplo Nafinsa, Bancomext, Bansefi y Banobras, cuando menos).




La liberación por el gobierno de Venezuela de opositores presos y el anuncio de que la mayoría opositora en la Asamblea Nacional suspendió de manera temporal la discusión sobre un juicio político al mandatario Nicolás Maduro constituyen los primeros gestos significativos de distensión en la grave escalada de enfrentamientos que ha crispado la vida política de ese país sudamericano a grados alarmantes, que amenaza con desembocar en una desestabilización y violencia generalizada.

“Atropello, tener el clásico Águilas vs Pumas a puerta cerrada”
No habrá clásico Águilas Blancas (IPN) contra Pumas (UNAM). Será a puerta cerrada. Un atropello para jóvenes estudiantes y deportistas. Un atropello a la afición de este deporte. Una vez más. Si saben dónde están los vándalos ¿por qué no los atrapan? ¿Si saben que son una minoría identificada por qué no los eliminan definitivamente de las instituciones?

Siete municipios zapatistas, rebeldes desde hace 22 años, proponen lanzar a una indígena como candidata a la Presidencia del país. Anunciado el 14 de octubre pasado, en el 20 aniversario del Congreso Nacional Indigenista, del cual es parte el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), la noticia ha alegrado a muchos, entre otros a mí, porque además de una excelente premisa recuerdo con admiración a la comandanta Ramona y el excelente discurso en la Cámara de Diputados de la comandanta Esther el 28 de marzo de 2001.

Con dos años de anticipo, la república de las élites vive una efervescencia electiva provocada en mucho por el descrédito y la consecuente debilidad del gobierno federal, aunque, al mismo tiempo, ayuda a su comprensión. Muchos otros factores se suman para complicar el batidillo que se forma en el escenario público actual. La prevista contienda por la gubernatura del estado de México pone parte sustantiva para alentar el nerviosismo. Las encuestas sobre preferencias respecto de los posibles candidatos presidenciales son acicate innegable para el desatado futurismo. Dichos estudios introducen sensaciones nada halagüeñas para los hoy detentadores de los cargos y cuotas de poder. El rejuego interno de aspirantes en los distintos partidos políticos repercute, con la inherente incertidumbre que acarrea la competencia, en calentar el ambiente hasta niveles de insospechada rudeza. Los actores principales, acicateados por sus ambiciones, se obligan a voltear a su derredor, con insistencia y desconfianza, en busca de calmantes que apacigüen sus temores e inquietudes. Acelerados partidarios revolotean en busca de señales, guiños y apoyos para identificar rivales a los cuales combatir hasta con saña. La misma disputa entre Hillary Clinton y Donald Trump, que a menos de ocho días de las definitorias votaciones no acaba de revelar sus consecuencias para el caso mexicano, se suma y tensa las precarias seguridades aquí vigentes.

Leo desde Estados Unidos que el gobierno de la Ciudad de México organizó un desfile para los días de Muertos. O sea, una parada, como las que desde hace décadas se estilan en halloween, en Estados Unidos, con todo y fuerte carga carnavalesca, sólo que los desfiles de halloween surgieron con tremenda pulsación creativa, primero en el Castro District de San Francisco y en el West Village de Nueva York, impulsados por la recién salida del clóset comunidad gay, que inventó el halloween como fiesta ya de adultos. La parada de muertos de la Ciudad de México, en cambio, recicla la utilería de la película Spectre, de James Bond, y viste así a la ciudad de su imagen hollywoodense. ¿Qué significa esto? ¿Importa?

Cuando en la mañana del lunes Cristina Fernández de Kirchner compareció por segunda ocasión frente a la justicia federal por causas que empiezan a perder sustento estuvo a punto de terminar sus días apachurrada por la marea humana que, vaya donde vaya, la acompaña con devoción y fervor militante.

Como pocos países, celebramos la muerte como fiesta. Nuestras raíces mesoamericanas y cristianas nos permiten jugar y ser irrespetuosos ante la muerte. La muerte forma parte de nuestro paisaje, tanto en las obras de artistas gráficos como Posadas y grandes muralistas. La vemos en las representaciones prehispánicas y palpamos sus atrevimientos estéticos en el culto contemporáneo a la Santa Muerte.

En la cosmogonía de los economistas no hay nada más aterrador que la perspectiva de la crisis y el estancamiento secular. Ambos se acompañan de la pérdida del paradigma sobre estabilización y crecimiento que desde hace décadas orientó el trabajo de los economistas.

El gobierno Corresponsalgolpista de Brasil que destituyó a Dilma Rousseff sin base legal alguna no pierde el tiempo para arrasar con uno de los grandes logros de la Constitución posdictadura de 1988: el Sistema Único de Salud (SUS). Esta constitución determina que la salud es un derecho de todos garantizado por el Estado con acceso universal e igualitario a las acciones y servicios para su promoción, protección y recuperación mediante un sistema público, integrado, solidario y gratuito financiado con recursos fiscales. Cabe subrayar que el SUS no tiene un paquete de servicios sino ofrece servicios integrales a toda la población, incluyendo los de alta complejidad.

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