Bajo la lupa
Alfredo Jalife-Rahme
China tiene hoy la infraestructura impulsada por la ruta de la seda y
financiada con el dinero de sus reservas, las máximas del planetaFoto Ap
China publicó un
documento blancosobre su
Política en el Ártico, donde elabora su visión de la
ruta de seda polar, adicional a sus dos otras rutas de la seda –la continental euroasiática (que la conecta con Europa) y la marítima (que la vincula con el sudeste asiático y el este de África)–, que redefinen la geoeconomía por el restante del siglo XXI y conceden una gran delantera conceptual y operativa a los estrategas de Pekín (https://goo.gl/wLhGrJ).
China desearía
entender (sic), proteger, desarrollar y participar en la gobernabilidad del Ártico.
En la fase del egoísta trumpismosolipsista, China no niega que
proseguirá sus propios intereses, pero
tomará en cuenta los intereses de los otros países.
Según el
documento blanco, los territorios del Ártico cubren un área de 8 millones de kilómetros cuadrados (nota: cuatro veces el tamaño de México), cuya soberanía pertenece a Canadá, Dinamarca, Finlandia, Islandia, Noruega, Rusia, Suecia y EU, mientras que el océano (sic) Ártico tiene un área de más de 12 millones de kilómetros cuadrados (nota: seis veces México), en el que las costas y otros (sic) países comparten derechos marítimos e intereses de acuerdo a las leyes internacionales.
Las empresas chinas
son estimuladas a participar en el desarrollo de infraestructura de las rutas de transporte del Ártico, con énfasis en la
navegación segura.
China no soslaya el
desarrollo de los recursos de petróleo, gas, minerales y otras energías no fósiles, así como la
pesca y turismo junto con los países del Árticocon
respeto a las tradiciones y culturas de los residentes que incluyen a los pueblos indígenas conservando el ambiente naturaly
promoviendo la investigación científicabajo una
gobernación cooperativade ganar-ganar.
¿Dejarán EU y GB prosperar la
ruta de la seda polar?
El portal Russia Today otorga la importancia que merece la
ruta polar de la seday los
grandes planes·de China (https://goo.gl/RhgC4M) donde no demuestra ninguna amargura como la que exhibe el rotativo globalista británico Financial Times (FT, 26/1/18) que expone las
crecientes ambiciones geopolíticas de Chinaen el Ártico,
región rica en materias primas.
La ruta polar china, en complementariedad con Rusia, esquiva los
planes balcanizadores de la dupla decadente anglosajona de EU y GB.
FT abulta con notorio disgusto la
lenta carrera (sic) para el control de la regióncuando el
cambio climático permite la expansión de rutas de transporte marítimo en la cúspide del mundo.
China aprovecha que el cambio climático haya acelerado el deshielo de la capa polar en el Ártico en la
ruta del mar norteñoarriba de Rusia.
Lo más destacado radica en que China no sea un país polar al carecer
de fronteras con el Ártico. Para eso sirven las acrobacias lingüísticas
de corte geopolítico cuando China expresa en forma simpática que es un
país
casi-Ártico.
¿Se referirá a que se encuentra
cercadel Ártico?
¿O que dispone de un tácito acuerdo complementario con Rusia, la mayor frontera del Ártico?
¿O que se trata de su vital oxigenación
norteñacuando EU coloca todas las trabas en los disputados Mar del Este de China y Mar del Sur de China para su salida
sureñaal océano Índico –sin contar el punto de estrangulamiento (choke-point) anglosajón en el estrecho de Málaca?
Hace un poco más de un mes expuse que
Rusia y China, van juntos a la conquista del Ártico(https://goo.gl/tD4KRm).
No se puede entender que China súbitamente sea una
país casi-Árticosin la bendición geoestratégica de Rusia.
Ya había referido que
Rusia y China, con su colaboración energética, han dejado atrás a EU por el control y explotación integrales del Ártico.
No se puede soslayar que uno de los vectores geoestratégicos de Rusia
es justamente “la consolidación de su dominio costero a lo largo del
polo Ártico (https://goo.gl/hi3QfC):
la región más cercana para contrarrestar un ataque nuclear de EU que
todavía aplica con Trump, y desde Nixon/Kissinger, la teoría del loco” (https://goo.gl/6tejM5).
Sea lo que fuere, China pertenece –a nivel de
observador–, con otros 12 países, al intergubernamental Consejo del Ártico.
Mientras los hoy decadentes imperios anglosajones GB y EU se
extraviaron en el jueguito que inventaron de la especulación
financierista, China hoy tiene en sus manos la carta vencedora: la
infraestructura, impulsada por la ruta de la seda (https://goo.gl/WxjVLs) y financiada con el dinero sonante de sus reservas, las máximas del planeta.
Mientras China construye, las dos todavía reinas anglosajonas de los
mares destruyen lo ajeno mediante sus esquemas balcanizadores.
Para China las rutas de transporte terrestre y marítimo son vitales
para su expansión comercial: sea en Eurasia, sea en el océano Índico,
sea ahora en Ártico.
A juicio del FT, el
documento blancosobre el Ártico como
última frontera para la exploraciónexhibe su
deseo de convertirse en un jugador significativo en el Ártico, lo cual afloró con el mandarín Xi durante una visita a Australia en 2014 cuando definió a China como una
potencia (sic) de la región polar.
FT rumia el truismo –que abordé hace 10 años aquí (https://goo.gl/9CFJ4)–, de que la
ruta del mar norteño encima de Rusia ofrece una ruta más rápida de los 48 días que toma embarcar la ruta mas común del norte de China a Roterdam a través del Canal de Suez. El año pasado un tankerruso viajó de Noruega a Sudcorea sin un rompehielos en 19 días.
La otrora necesidad de escoltas de rompehielos ha limitado el potencial comercial de la
ruta del mar norteño.
FT, especialista en amarrar navajas, afirma que
China ha mejorado sus relaciones con las países escandinavos cuyas ambiciones en el Ártico la confrontan con las de Canadá, Dinamarca y Rusia (¡super-sic!), por lo que China busca dar acceso en los países escandinavos a sus submarinos militares, desde sus bases navales en el Ártico.
Según FT,
China tiene en la mira a Groenlandia, pletórico en materias primas, que pasa por una transición para alejarse del dominio danés.
El año pasado un barco de investigación chino “completó su primer
tránsito del pasaje Norteño al norte de Canadá que fue celebrado como la
apertura de una nueva ruta marítima para China.
Cabe la pena rememorar que entre los
cuatro asesque proclama Joseph Nye que posee EU para vencer a China se encuentra en primer término
La Geografía: China “tiene fronteras con 14 países y tiene disputas territoriales con India, Japón, Vietnam que pone límites a su poder blando (soft-power)”. Lo cual refuté:
se trata de la suprema carta de EU que asfixia a China en los mares y que Pekín contrarresta con la ruta de la seda, el océano Ártico y sus prodigiosos trenes bala. Es un as relativo y de doble filo cuando EU puede quedar aislado frente a la alianza euroasiática de Rusia y China(https://goo.gl/uogeQ7).
En la guerra comercial de Trump contra China, EU hará lo indecible
para obstaculizar la salida a los mares calientes, tibios o gélidos de
Pekín que busca dar la vuelta como
potencia del Ártico polarcon su deshielo. A diferencia de la muralla china iniciada en 221 aC, hoy es EU quien construye los muros.
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