3/21/2018

Las noticias de CIMAC


Anayeli García Martínez Cimacnoticias | Ciudad de México.-Después de ser acusada de “ataques al honor” por informar que un profesor de la Facultad de Psicología de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo era acusado de acoso sexual, la defensora de Derechos Humanos, Lucero Circe López Riofrío, ganó una apelación por lo que no enfrentará un juicio por esta denuncia. 

El pasado 14 de marzo la Séptima Sala Penal del Supremo Tribunal de Justicia del Michoacán revocó el auto de vinculación a proceso contra la defensora, quien fue acusada por un profesor universitario que se dijo perjudicado luego de que López Riofrío informara ante instituciones públicas que el sujeto estaba siendo acusado de acoso sexual. 

La imputación contra la defensora surgió durante el proceso de solicitud de declaratoria de Alerta de Violencia de Género (AVG) que en 2014 presentó a través de la organización “Humanas Contra la Violencia”. Con esta petición se creó un grupo de trabajo para sustentar si había o no elementos para emitir la declaratoria.

El profesor, acusado de acoso sexual, fue incluido en este grupo como experto para investigar la violencia de género. Cuando se hicieron públicos los nombres de los investigadores Circe López recibió dos correos electrónicos donde dos mujeres expusieron que el profesor las acosó sexualmente.

Teresa C. Ulloa Ziáurriz* Cimacnoticias | Ciudad de México.- Tras la manifestación de fuerza del movimiento feminista el pasado 8 de marzo en el Primer Paro Internacional Feminista, nos preguntamos qué sigue. Y al volver a la realidad cotidiana en México y otros países de Latinoamérica, las cosas no han cambiado, siguen desapareciendo mujeres y niñas, siguen las cifras sostenidas y en aumento del feminicidio, sigue el acoso sexual en las calles, el desplazamiento forzado interno, el secuestro, el peligro para las periodistas, para las defensoras y siguen los altos grados de impunidad.

El manifiesto consensuado por cientos de mujeres y respaldado por miles en las marchas del pasado jueves 8 de marzo, incluye medidas concretas que suponen una enmienda a la totalidad de políticas públicas y de justicia para poner la vida de las mujeres en el centro.

Sin embargo, lo más urgentes son las violencias. Es, de hecho, el grito de “ni una menos, vivas nos queremos” que lanzaron las feministas argentinas en 2017, el que ha prendido la mecha de la huelga feminista que las organizadoras consideran un éxito.

Y son las violencias machistas uno de los ejes que recoge una serie de propuestas. Muchas de éstas podrían entrar en vigor este año si se da cumplimiento a las medidas que recoge el “Pacto de Estado Contra la Violencia de Género” aprobado a finales del año pasado en España, lo que no ocurrirá en los países donde tendremos elecciones en 2018.

Lucía Lagunes Huerta, enviada Cimacnoticias | Ciudad de Nueva York.-La subsecretaria general de Naciones Unidas y directora de ONU Mujeres, Phuzmzile Mlambo-Ngcuka, aseguró que tras el movimiento #MeToo, se rompió la impunidad de los agresores hacia las mujeres, al hacer que los hombres poderosos se vean obligados a rendir cuentas por primera vez.

Al participar el viernes pasado en un evento paralelo organizado por el periódico británico The Guardian, la misión permanente de Noruega y la propia ONUMujeres; Phumzile Mlambo-Ngcuka, ante un salón abarrotado, reafirmó lo que ya había adelantado en su discurso inaugural del 62 periodo de la Comisión de las Naciones Unidas sobre el Estatus de la Mujer (CSW por sus siglas en inglés): el movimiento #MeToo ha roto la impunidad que había permitido que los perpetradores de la violencia contra las mujeres fueran reincidentes porque no les pasaba nada, hasta que llegó la denuncia de las mujeres con alta visibilidad y rompieron el silencio.

Con esta acción, señaló Phumzile, se obligó a hombres poderosos a rendir cuentas por sus violencias contra las mujeres y con ello se está mandando un mensaje poderoso a las nuevas generaciones, que la violencia contra ellas no es normal, ni correcta.

 Leticia Puente Beresford Cimacnoticias | Nueva York.- En México, principalmente en Tamaulipas, “se vive una violencia extrema contra las periodistas y una censura brutal”, “es una zona de silencio, nadie publica lo que pasa”.

Así lo denunció la periodista tamaulipeca desplazada de su estado por la inseguridad, Rosa María Rodríguez Quintanilla, durante la mesa “Violencia contra mujeres periodistas”, realizada en el marco de la Comisión de las Naciones Unidas sobre el Estatus de la Mujer (CSW por sus siglas en inglés), que de manera paralela realizó la Red Internacional de Periodistas con Visión de Género (RIPVG), el pasado 16 de marzo. 

Un panorama similar describió la directora de la organización Comunicación e Información de la Mujer (CIMAC), Lucía Lagunes Huerta, quien insistió en que en México no hay democracia y es ahí donde la violencia en contra de las mujeres periodistas se normaliza. 
e violencia, el gremio la trata de ignorar e incluso la acusan de que “se quiere hacer famosa”. La mujer periodista, dijo la feminista, sufre doble riesgo.

 Lucía Lagunes Huerta, enviada Cimacnoticias | Nueva York.- En la tradicional plaza de la resistencia, como se le puede denominar a Union Square, la comunidad brasileña que radica en Nueva York, acompañada de feministas internacionales, se unieron en un grito contra el autoritarismo: “Marielle Presente”.

En punto de 18 horas del pasado viernes fueron llegando mujeres y hombres con carteles, fotografías y por supuesto la bandera brasileña. La indignación por el asesinato de la defensora feminista y lesgisladora Marielle Franco, arrancó gritos pese al frío.

¡Alto ya! 60 mil asesinatos en Brasil anuales, dice uno de los carteles hecho en alguna computadora casera donde se mira el rostro sonriente de Marielle Franco (1979-2018) y donde se remata: Brasil falla a la democracia.

Poco a poco se cerró el círculo de un centenar de personas que llegaron a Union Square para mostrar el repudio contra este asesinato político de la feminista brasileña.

Julia Lima* Cimacnoticias | Brasil, Bras.- Un aviso a todas las mujeres que luchan de que los espacios de poder no son para nosotras y un recado sombrío a las personas que defienden los Derechos Humanos de Brasil. Esos fueron los mensajes implícitos en la noticia de que Marielle Franco había sido asesinada el pasado miércoles 13 de marzo, en Río de Janeiro.

Un crimen con señales claras de ejecución. Ella salía de una actividad con mujeres afrodescendientes cuando un coche aparcó al lado del suyo y un tirador disparó cerca de 13 balazos en la puerta donde ella estaba. Cinco disparos fueron en su cabeza y otros alcanzaron al conductor del coche, Anderson Pedro Gomes, que también falleció.

Marielle era una mujer afro, madre soltera, defensora de Derechos Humanos, nacida y criada en una favela en Río de Janeiro. Llevaba en su existencia muchos símbolos de resistencia. Contrariando a las estadísticas, en 2016 fue elegida consejera de la ciudad de Río de Janeiro. Fue la quinta más votada. Estaba poniendo en práctica un mandato participativo, construido con mujeres, favelados y gente que suele estar marginada de los espacios políticos institucionales en Brasil. Marielle hacía política para los excluidos, proponiendo iniciativas para combatir la violencia en contra de las mujeres, para ampliar los derechos de las afrodescendientes y para garantizar los derechos de la población pobre.

Hacía críticas al modelo de las fuerzas de seguridad brasileñas y constantemente denunciaba la violencia policial que victimiza sobre todo a jóvenes afro en nuestro país.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario