Pedro Echeverría V.
1. Hace unos 20 años comencé a leer de sectores empresariales, reaccionarios y de derecha de México y el mundo, que las “geometrías políticas”, la izquierda y la derecha, ya no existen porque muchos que se decían de izquierda, de luchar a favor del pueblo explotado, que llamaban incluso a hacer una revolución proletaria, caminando junto a los poderosos, se han convertido en ricos explotadores y hasta en enemigos de las batallas de los trabajadores. Pero no hay que confundirse: la realidad es que unos son cínicos, otros traidores, los demás oportunistas, que se acomodan a cualquier partido que les proporcione los dineros necesarios para vivir y gozar.
2. Pienso que el presidente López Portillo, Reyes Heroles y sus asesores de la secretaría de Gobernación, se merecen más homenajes de la gran burguesía. Fueron ellos los que desbarataron a la izquierda y a la derecha en 1977 y adelante, al mover en su cabeza el oportunismo que escondían. La izquierda que estuvo en el movimiento de 68, que sufrió la represión de 1971, que acompañamos las magníficas huelgas de los 60 y 70, fue desbaratada cuando el gobierno le ofreció diputaciones, subsidios, aparición en TV y poderosos salarios; al mismo aisló y amenazó a todos aquellos que no quisimos entrarle a la legalidad que el “bondadoso gobierno” ofrecía.
3. Entonces se crearon partidos y otros crecieron porque se aseguraban cientos de cargos, se pagaban locales, se otorgaban vehículos y todos los que denunciamos aquella “reforma política electoral” también comenzaron a dispersarse. (Ese año de 1977 publiqué mi primer libro “Socialismo y Partidos políticos”, siendo profesor del CCH) Sin embargo, si la izquierda radical fue descuartizada, se consolidó lo que se llama la “Socialdemocracia”, que olvidó las luchas sociales, las luchas en las calles, la revolución, para entregarse a los asuntos electorales que descansan en la búsqueda de votos y en los acuerdos internos y externos con el objetivo de lograr cargos.
4. Lo que sucedió en la izquierda, también se registró en menor medida en la derecha. Ésta no sufrió mucho porque los mismo programas de gobiernos –al imponerse el neoliberalismo y la supervisión del FMI en 1982- se derechizaron profundamente. ¿Se puede olvidar que ese “neoliberalismo” mundial impuesto por Reagan, la Thatcher, Juan Pablo II, se inició en los hechos en Chile en 1973 después del derrocamiento de Allende? ¿Se puede desligar la propuesta de López Portillo/Reyes Heroles de la “reforma política de 1977” de la estrategia imperialista de Nixon/Kiessinger aplicada en Chile? Quizá debamos hacer análisis más globales.
5. El pensamiento ideológico de la izquierda se basa en principios, aunque parezca dogma, casi inamovibles. Se parecen casi a principios cuasi religiosos pero con la aplicación de eso que se ha llamado dialéctica, es decir, el reconocimiento de la existencia de un principio que debe siempre examinarse y encontrar sus lados críticos. Principios básico de la Izquierda: aceptación de la existencia de clases sociales y lucha de clases; luchar en cada país contra la explotación en beneficio de los trabajadores; a nivel internacional, batallar contra el imperialismo y sus guerras de agresión; en caso necesario aliarse con aquellas fuerzas que coincidan en sus principios esenciales.
6. En los últimos meses, a raíz de las campañas presidenciales de 2018, los tres partidos –caminando por el oportunismo más descarado y vergonzoso- han realizado alianzas hasta con sus enemigos con el fin de obtener votos y cargos políticos. Morena, que se cree el partido de más izquierda, se ha aliado con una partido de la derecha extrema ( ); el PAN que desde que nació en 1939 es el partido de la derecha, buscó aliarse con el partido más oportunista de la socialdemocracia; el PRI se ha aliado con dos partidos tan oportunistas que siempre han estado aliados a él. Se han hecho para estas elecciones las más oportunistas alianzas electorales.
7. Para estas elecciones, se puede tener razón, no hay izquierda ni derecha; sólo aparece la figura de López Obrador, candidato de Morena y de dos tres más que no tienen una cola apestosa que arrastren. Se piensa que en los tres meses que faltan para los comicios muchas cosas pueden cambiar el estado actual, pero se piensa que López Obrador puede ganar de manera abrumadora. A mí me interesa lo que sucederá después y los acuerdos que tomarán empresarios, altos políticos y el imperio. ¿Recuerdan la “Carta de Intensión” que firmó De la Madrid en 1982 donde se comprometió a hacer todo lo que el imperio y el FMI le ordenaban y tuvo que cumplir al pie de la letra? (21/III/18)
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