3/22/2018

Los periodistas pal café. . .


La caída del presidente de Perú, Pedro Pablo Kuczynski Godard, en el contexto de las historias de corrupción política y electoral relacionadas con la empresa Odebrecht, subraya la virtual inacción a fondo en la vertiente mexicana y el poderoso manto de impunidad que, desde la máxima altura del Poder Ejecutivo federal, se ha tendido sobre el caso, trastocando y arrollando la normalidad institucional del país y exhibiendo a escala internacional a México como el único lugar donde las complicidades mafiosas siguen triunfantes.
Cierto es que la rivalidad entre dos hijos del ex presidente Alberto Fujimori crearon las condiciones en Perú para dar allá mayor fuerza al escándalo Odebrecht y para orillar al hijo de un médico alemán a dejar la presidencia de la República. Keiko y Kenji Fujimori, feroces contrincantes políticos, han participado en una guerra de videos delatores que enloda a la clase política y en particular a quien fue presidente hasta hoy.
En México, en cambio, la nota dominante ha sido el prolongado esfuerzo hecho desde Los Pinos para ocultar el tema, disolverlo mediáticamente y poner a salvo a los principales partícipes, principalmente a Emilio Lozoya, personaje clave en la recepción de sobornos de la firma con sede en Brasil, que entregó millones de dólares a quien era coordinador de relaciones internacionales de la campaña del entonces candidato priísta a la Presidencia de México, Enrique Peña Nieto, y que luego, ya como director de Petróleos Mexicanos, devolvió favores al autorizar contratos muy ventajosos para la mencionada Odebrecht.
El principal problema para Peña Nieto y el PRI no es la realización y denuncia de actos corruptos en sí. Día tras día los mexicanos van sabiendo del metódico saqueo de recursos públicos que practica una clase política criminalmente rapaz. El robo de los fondos del presupuesto público a manos llenas es tan evidente, y resulta tan cotidiano, que la difusión y exhibición de sus detalles impacta cada vez menos a una ciudadanía en extrema condición de valemadrismo, si acaso desahogada mediante burlas, críticas en redes sociales y la minusválida esperanza de que, un venturoso día, un buen golpe de suerte en las urnas comience a remover milagrosamente la acumulación de podredumbre y delictividad en el sistema político mexicano.
Pero el caso Odebrecht parece rebasar las penosas marcas de anestesia cívica de los mexicanos. No sólo no se ha intentado hacer algo parecido a la justicia, sino que de manera sistemática se han realizado graves hechos jurídicos e institucionales contra esa idea de justicia. Las bajas en el camino son impresionantes: el fiscal federal para delitos electorales, Santiago Nieto, fue tumbado del cargo mediante presiones, amenazas y tretas sucias, según él ha hecho saber ahora, para impedir que avanzara en la investigación de los nexos Odebrecht-campaña presidencial de 2012. El procurador general de la República, Raúl Cervantes Andrade, dejó su oficina el 16 de octubre del año pasado, luego de anunciar que el expediente Odebrecht, en su parte relacionada con México, estaba plenamente integrado, cerrado, y que en unos días habría las consecuentes acciones judiciales, mismas que seis meses después no han asomado ni milimétricamente.

La magna confabulación que ha estancado el caso Odebrecht en México tiene como referencia las elecciones de julio próximo, sumamente peligrosas para Los Pinos y el PRI. De haberse permitido que avanzara una investigación judicial medianamente respetable, se habrían conocido entretelones muy indicativos de un financiamiento con fondos extranjeros para la campaña presidencial priísta de 2012. De consolidarse jurídicamente la hipótesis, el registro del partido de tres colores estaría en riesgo, así como la postulación de sus candidatos a puestos de elección popular en 2018, entre ellos el propio José Antonio Meade Kuribreña.
Funámbulo en el asunto de los contratos petroleros y la reforma energética (se denomina así al acróbata que realiza ejercicios sobre la cuerda floja o el alambre, según el diccionario de la RAE), Andrés Manuel López Obrador ha dejado sueltos algunos hilos discursivos que ahora sus adversarios tratan de jalar, tratando de quitarle su red electoral de protección. Contrastadas las posturas suavizantes del empresario Alfonso Romo (quien busca tranquilizar a los hombres del gran capital) y de impulsores de Morena, como el escritor Paco Ignacio Taibo II (quien ha recordado los compromisos programáticos del joven partido en cuanto a revertir dicha reforma), el candidato tabasqueño ha pronunciado palabras de congruencia con la esencia de ese partido que, a la vez, han inquietado a grandes negociantes.
Ese tema, y el del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México, están siendo entretejidos en una prenda para consumo propagandístico que retoma el postulado de que AMLO es un peligro. Ayer, Juan Pablo Castañón, presidente del Consejo Coordinador Empresarial, llamó a López Obrador a dialogar sobre ese tema: Queremos discutirlo a profundidad, técnicamente, pero no desde el punto de vista de estado de derecho, porque ese está claro: los contratos se deben de honrar (... ) Y los demás temas también, porque tanto el aeropuerto como la reforma educativa, la energética, tienen beneficios importantes y además retos que hay que afrontar.
Astillas:
Luego del mal ejemplo de Miguel Ángel Mancera, haciendo chicanas para brincar del gobierno de Ciudad de México a una candidatura a senador por el PAN, utilizando a Chiapas como plataforma, ahora el gobernador de esta entidad, Manuel Velasco, aprovecha para postularse como candidato a senador por el partido Verde… Dice el consejero presidente del INE, Lorenzo Córdova, que no hay que temer: el convenio con Facebook, asegura, no implica que esta empresa se vaya a apropiar de datos electorales, como hizo en otros países Cambridge Analytica, firma que ya está presente en el escenario mexicano, esperando que los funcionarios locales le den permiso o no de hacer lo que ha hecho en otros países… ¡hasta mañana!
Twitter: @julioastillero, Facebook: Julio Astillero, Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx

Foto
¿Recuerdan cómo entró el capital internacional a la otrora pujante banca nacional? Era un territorio prohibido para la inversión extranjera. Primero reformaron la ley para abrirle una ventana que tenía como límite 49 por ciento del control. Luego se modificó y le abrieron las puertas al 100 por ciento. El presidente de la Comisión Nacional de Hidrocarburos, Juan Carlos Zepeda, no es nada original. Propone que el gobierno coloque una participación minoritaria de Pemex en la Bolsa Mexicana de Valores que pueda ser adquirida por inversionistas privados, nacionales y extranjeros. El siguiente paso, aunque no lo dice, sería el que fue dado en el sector bancario. Zepeda ha tenido a su cargo la licitación de los contratos petroleros, probablemente siente ñañaras cuando el puntero en la campaña presidencial, Andrés Manuel López Obrador, sostiene que serán revisados uno a uno. Serán honrados los lícitos, los ilícitos no. Peña Nieto dijo en 2012, antes de ser electo, que Pemex debería emular la colocación de acciones de Petrobras. Aparentemente no hay relación, pero en Petrobras está la raíz del escándalo Odebrecht. Independientemente del partido político, independientemente del gobierno (...) no hay otra alternativa para hacer que Pemex tenga éxito, dijo Zepeda y añadió que Pemex se seguirá deteriorando si no levanta capital en el mercado. En efecto, seguirá deteriorándose si continúa en manos de los Romero Deschamps y los Emilio Lozoya, más no en manos de mexicanos honestos. La producción de crudo de Pemex ha caído desde unos 3.2 millones de barriles diarios en 2004 hasta alrededor de 1.9 millones actualmente, dijo Zepeda, añadiendo que Pemex podría superar el pico previo de producción con más inversión. Capital no falta. Hay miles de millones de dólares en las reservas del Banco de México.
Otra alza de la tasa de interés
Los funcionarios de la Reserva Federal, reunidos por primera vez bajo la dirección de su presidente Jerome Powell, subieron ayer la tasa de interés referencial en 25 puntos básicos, a un rango de 1.50 por ciento a 1.75 por ciento. Fue el sexto aumento desde finales de 2015. También pronosticaron tres incrementos más este mismo año. En las próximas semanas, este aumento afectará a las tarjetas de crédito, las hipotecas de tasa variable, los préstamos para automóviles y otras líneas de crédito que no tienen tasas fijas. Los ahorradores también podrían obtener una mayor ganancia en sus cuentas de inversión. El alza moverá al Banco de México a subir su propia tasa. Es de 7.50 por ciento. Pero no por la misma razón. Allá lo hacen porque el empleo registra niveles récord, los salarios son buenos, los consumidores están gastando mucho y la Reserva Federal quiere atajar la inflación.
Casas de empeño
Están a la vista las vacaciones de Semana Santa. No tener dinero nunca fue obstáculo para salir de vacaciones. ¡Un Acapulcazo! De regreso, pues al Montepío. Según datos de la Fundación Dondé, existen cinco productos que son los que más empeñan los mexicanos para salir del apuro. En primer lugar se encuentran las motocicletas y los autos, en segundo los celulares, le siguen las joyas, las consolas de videojuego y finalmente, televisiones y pantallas. México se ha convertido en uno de los países más redituables para el negocio, se estima que existen aproximadamente 10 mil 506 casas de empeño, de las cuales la Profeco sólo tiene registradas 6 mil 861, las demás son piratas. Cada día unos 111 mil mexicanos empeñan alguna prenda y 25 por ciento no las vuelve a ver. Durante 2015 y 2016 extendieron alrededor de 13 millones de créditos por medio de 18 instituciones formales, las cuales pueden llegar a cobrar una tasa de interés de entre 52 y 88 por ciento por un préstamo de 6 mil pesos.

En enero de 1977, al comienzo mismo del sexenio lopezportillista, se creó la Coordinación General del Plan Nacional de Zonas Deprimidas y Grupos Marginados (Coplamar), con el objetivo –según presumía– de articular acciones que permitan que las zonas rurales marginadas cuenten con elementos materiales y de organización suficiente para lograr una participación equitativa de la riqueza nacional.
Eran tiempos en los que la economía crecía a una tasa anual de 6 por ciento y, como resultado del boom petrolero, México se disponía a administrar la abundancia (JLP dixit). El asunto terminó en un sonado fracaso, con creciente pobreza y en medio de una crisis de proporciones pantagruélicas.
Pero a Los Pinos arribó la nueva generación de políticos (léase la tecnocracia) y dispuso que el combate a la pobreza comenzaba con Solidaridad (el programa social insignia del salinato, puesto en marcha en diciembre de 1988), que sería (en palabras del propio CSG) el balance moral de la modernización. De allí en adelante sólo cambió de nombre (Progresa con Zedillo, Oportunidades con Fox y Calderón y, desde 2014, Prospera con Peña Nieto.)
Así es: el mismo programa, con distintos nombres y los mismos resultados, porque cada día hay más pobres, peores empleos, menores salarios reales y la economía a duras penas crece 2 por ciento a tasa anual como promedio de las pasadas tres décadas y media, aunque desde la esfera oficial incorporan más y más indicadores en su febril intento de bajar la pobreza, así sea en la estadística. Y el balance moral de la modernización da grima.
La nueva generación de políticos acumula 35 años en el poder (de la mano de la cúpula económica-financiera), y oficialmente cada día se gasta más en combatir la pobreza (aunque no siempre el recurso llega a los jodidos; cualquier duda, favor de preguntar a Rosario Robles), por mucho que los mexicanos cada día estén más fregados, en vía de empeorar.
Han transcurrido tres décadas desde que Carlos Salinas dio el banderazo de salida a Solidaridad, y 26 años a par-tir de la creación formal de la Secretaría de Desarrollo Social, institución de la que han sido titulares 14 funcionarios (entre ellos tres que resultaron ser candidatos a la Presidencia de la República: el priísta Luis Donaldo Colosio, la panista Josefina Vázquez Mota y el tricolor que no es tricolor José Antonio Meade).
Tres décadas, pues, y de plano no pueden con el paquete, de tal suerte que cada día empeora el balance moral de la modernización. En el gobierno hacen fiesta porque los indicadores oficiales de pobreza bajan un poco, pero enmudecen cuando crecen a paso veloz (como sucedió en el calderonato).
En fin, sirva lo anterior para dar entrada al Informe de Evaluación de la Política de Desarrollo Social 2018, elaborado por el Coneval y divulgado ayer por esa misma institución, del que se toma la siguiente numeralia.
Los datos sobre pobreza muestran un panorama mixto. Entre 2008 y 2016 aumentó en 3.9 millones de personas; al mismo tiempo 2.9 millones dejaron de estar en situación de pobreza extrema. Lo anterior es resultado, por un lado, de la reducción de la mayoría de las carencias sociales, aunque las necesidades de acceso a la seguridad social y a la alimentación todavía son altas y, por otro lado, el ingreso de los hogares ha tenido una trayectoria errática.
La carencia por acceso a los servicios de salud tuvo la mayor reducción entre 2008 y 2016 (alrededor de 24 millones de personas), seguida de la relativa a calidad y espacios de la vivienda (5 millones de personas menos). La necesidad de acceso a la seguridad social disminuyó en 4.1 millones de personas, pero todavía 68.4 millones la registran. La falta de alimentación prácticamente no tuvo cambios en este periodo, producto de un incremento entre 2008 y 2010 y, posteriormente, de una reducción de casi la misma magnitud entre 2010 y 2016. Hace dos años había 24.6 millones de personas con esta carencia.
Entre 1992 y 2016 el ingreso promedio ha tenido fluctuaciones que no han permitido mejoras permanentes en el bienestar de los hogares. Las crisis económicas en este periodo, entre otros factores, se han traducido en un crecimiento económico promedio anual de 2.4 por ciento, lo que representa sólo 1.3 por ciento en términos per cápita.
A nivel de los hogares, si bien el poder adquisitivo del ingreso laboral se incrementó 8.6 por ciento entre 2014 y 2016, éste se redujo 10.6 por ciento entre 2005 y 2017. A esto se suma que el alza inflacionaria reciente, que en 2017 alcanzó 6.77 por ciento, ha provocado una disminución en el poder de compra de los hogares de 2.5 por ciento en ese año. Aunado a lo anterior, la desigualdad en la distribución del ingreso se ha mantenido elevada y no se observan factores económicos, como una mejora en la productividad, que permitan suponer un cambio en esta tendencia.


Tras el escándalo por el trasiego de datos de usuarios entre Facebook y la consultora Cambridge Analytica, que los utilizó para influir en resultados comiciales en diversos países, el consejero presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), Lorenzo Córdova Vianello, salió en defensa del convenio que esa institución estableció con la empresa de Mark Zuckerberg a principios del mes pasado para capacitar a funcionarios electorales en el manejo de esa red social, difundir “productos cívicos diseñados para incentivar la participación (…), un botón de Elector Informado con información sobre el proceso electoral y recursos para poder localizar sus casillas y conocer sus horarios de apertura”, así como para utilizar un sistema que supuestamente permitiría combatir las noticias falsas.

Alto a la violencia de género en la UNAM
Ante los repetidos actos de violencia contra mujeres estudiantes, académicas y trabajadoras de la UNAM, los integrantes del Seminario de Educación Superior de esta Universidad, expresamos nuestra indignación y repudiamos estos acontecimientos. Exigimos a las autoridades den la máxima prioridad a la atención y solución de esta problemática, así como el apoyo a las víctimas de estas agresiones. Demandamos que se establezca un diálogo abierto con las estudiantes, académicas y trabajadoras para la elaboración de protocolos adecuados y la definición de estrategias preventivas eficaces. La violencia de género, en cualquiera de sus manifestaciones, es inaceptable.

Con la paciencia infinita de quien arma los más complejos rompecabezas, Miroslava Breach Valducea recogió y ordenó, día a día, las piezas del puzle informativo chihuahuense. Convertida por necesidad del oficio en una especie de corresponsal de guerra, sus notas, reportajes y columnas periodísticas documentaron la dolorosa historia social de las pasadas dos décadas de su estado natal.
En el momento actual, México necesita de un cambio real en su economía para combatir el sentimiento creciente de ansiedad y frustración que prevalece en un amplio sector de la población. Los mexicanos enfrentamos una caída constante en nuestro nivel de vida, una inestabilidad aguda sobre la permanencia en nuestros empleos, la decadencia de servicios públicos, de los índices de salud y de la seguridad pública, y en general una tensión y un desgaste que muy pocos han podido evitar.
El octogésimo aniversario de la Expropiación Petrolera fue conmemorado por el gobierno en una apresurada ceremonia que ocupó 65 minutos en la agenda del presidente Enrique Peña Nieto el viernes 16 de marzo –menos de un minuto por año transcurrido. Una escenografía ad hoc, erigida tras el presídium y frente al busto del presidente expropiador, casi ocultándolo de la vista de los invitados, bien seleccionados para aclamar la perorata del presidente desnacionalizador, que se extendió por 14’ 24’’. (Su texto íntegro no se recoge, por cierto, en la página web de la Presidencia, pero puede verse en youtube.com.)
La clase política mexicana ha demostrado tener un instinto de conservación inigualable. No sé de qué otra manera pueden interpretarse estos múltiples movimientos migratorios que llevan a un distinguido miembro del partido X a mudarse al partido Y, sin mediar argumento ni mayor explicación. Se me ocurre que piensan que no hay razón para quedarse en el Titanic ahora que ven llegar el gigantesco iceberg del voto en contra del partido al que han pertenecido por décadas. En el fondo deben pensar lo que muchos electores, con un pequeños matiz: Todos los partidos son iguales. Da lo mismo estar en uno que en otro.
En ocasión del Día Mundial del Agua se imponen algunas reflexiones sobre su ingobernanza tanto a escala internacional como en nuestro país.
Si buscáramos un modelo de crecimiento, el europeo es mucho mejor que el de Estados Unidos. Así lo sugiere el estudio reciente titulado Informe sobre la Desigualdad Global 2018. Y la apreciación no es sólo para el periodo de Trump sino para el de los anteriores, desde el gobierno de Reagan (casi cuatro décadas).
Es ampliamente conocido que la administración federal elevó sustancialmente la deuda pública. Medida como proporción del PIB pasó de 37.2 por ciento, en 2012, a 48.7, en 2016. En 2017 disminuyó esta proporción a 46.2, pero no como resultado de alguna clase de control, sino gracias a los remanentes de operación del Banco de México. La deuda pública sin estos recursos provenientes de Banxico hubiera crecido más de 13 puntos del PIB, lo que es impactante, sin que la economía se beneficiara mínimamente de este endeudamiento adicional. La deuda pública externa representa 37 por ciento del total, consecuentemente la interna equivale a 63 por ciento.
Quién sabe a estas alturas si habrá cumbre, después de la renuncia de Pedro Pablo Kuczynski, hasta ayer presidente de Perú y anfitrión de la cita. El perrito obediente cae envuelto en un monumental escándalo de corrupción y compra de legisladores que deja al país sumido en la incertidumbre. Eso sí, continúa en cualquier circunstancia la política estadunidense de subversión y derribo contra los gobiernos revolucionarios y progresistas de la región. En este espacio hemos documentado la arremetida de Washington contra Venezuela, que dura 15 años. La designación al frente de la política exterior del imperio del ex jefe de la CIA Mike Pompeo, íntimo del senador cubanoestadunidense Marco Rubio, permite presumir un recrudecimiento de la hostilidad yanqui contra las revoluciones bolivariana y cubana y, en general, contra cualquier gobierno que intente una política exterior independiente en nuestra región.
Recordaba Octavio Paz en uno de sus ensayos, que él hablaba con Remedios Varo de la alquimia, con Alice Rahon de Merlin, con Wolfgang Paalen de los canales secretos que unen al hermetismo con la física contemporánea y con Leonora Carrington de los druidas.

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