CIDH emite medidas cautelares para 10 comunidades
“No
entienden nuestra situación ninguna de las autoridades, no quieren
saber que estamos sufriendo como mujeres, niños… creen que ya no existe
el problema”, denunció María, una de las mujeres indígenas de la
comunidad de Chalchihuitán que desde noviembre de 2017 se tuvo que refugiar en los montes de los Altos de Chiapas por el ataque de grupos paramilitares.
A 4 meses de que más de 5 mil personas de las comunidades indígenas
tzotziles de Chalchihuitán y Chenalhó se vieron obligadas a huir a los
montes de Chiapas para protegerse de los grupos paramilitares, María
recordó esta mañana en conferencia de prensa que el problema no ha
cesado, permanecen en condiciones inhumanas, con enfermedades
respiratorias y digestivas, falta de alimentos, medicamentos y reciben
agresiones con disparos de arma, sin que el gobierno les proteja.
En su lengua tzotzil, María, quien permanece desde noviembre de 2017
en un campamento, brindó su testimonio de las condiciones que atraviesan
a cuatro meses del ataque de grupos armados por la disputa del
territorio que divide Chalchihuitán y Chenalhó: “Hemos sufrido mucho,
padecemos hambre, se han muerto varios compañeros”, dijo.
Mientras traducían su testimonio, la mujer relató cómo el miedo sigue
instalado en las comunidades por la presencia de grupos armados que les
impiden retornar a sus hogares. “No podemos regresar a vivir a nuestras
casas, cuando queremos verlas, cuando miran el humo por el fuego,
vienen a espantarnos y querer matarnos”, dijo.
Esta situación continúa a pesar de que el gobierno chiapaneco aseguró
que desde el 2 de enero de 2018 un 65 por ciento de la población
desplazada había retornado a sus comunidades y había intensificado los
patrullajes en ellas para garantizar la seguridad de las personas,
además de brindarles servicios médicos, “despensas” y campamentos
seguros.
“El gobierno y el presidente municipal –Martín Gómez Pérez- creen que
ya no tenemos sufrimiento, el problema cuando salimos corriendo con
nuestros hijos es que no podemos pero ellos no pueden caminar rápido”,
dijo María y pidió al gobierno de Chiapas se le dé una pronto solución a
este conflicto agrario que lleva más de 45 años según la población.
CIDH EMITÉ MEDIDAS CAUTELARES
La conferencia fue organizada esta mañana por las organizaciones
civiles que han documento y demandado protección para las personas
desplazadas; el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas
(Centro Frayba), la Campaña Popular Permanente Contra la Violencia de
Género y el Feminicidio en Chiapas y Melel Xojobal AC.
El 24 de noviembre de 2017 la Comisión Interamericana de Derechos
Humanos (CIDH) recibió la solicitud de medidas cautelares que presentó
el Centro Frayba para la protección de los derechos de las personas
indígenas de Chalchihuitán y Chenalhó “por el riesgo de agresiones,
hostigamiento y amenazadas por parte de grupos armados”.
Después de un análisis y recolección de información que reportó el
Estado mexicano, la CIDH consideró que las acciones gubernamentales para
mitigar al grupo de personas armadas, como el desarme voluntario y el
fallo del Tribunal Unitario Agrario del 13 de diciembre de 2017, que
favoreció el reparto de tierras al municipio de Chenalhó, no habían sido
suficientes.
Ante ello, el pasado 5 marzo emitió las medidas cautelares número
882-17, en las que demandó la protección de 10 comunidades:
Chalchihuitán, Cruzton, Tzomolto’n, Bojolochojo’n, Cruz Cacabanm,
Tulantic, Bejelto’n, Pom, Chenmut y Kanalumtic.
Además del testimonio de María, estuvo presente el Comité Autónomo de
Familias Desplazadas de Chalchihuitán –conformado tras el conflicto-
quienes hicieron un llamado al gobierno de Chiapas para garantizarles:
agua potable, salud, un plan de regreso para los desplazados, desarme de
los grupos paramilitares, reconocerlos como desplazados forzados
internos, paz y reparación integral de los daños.
De acuerdo con información de las organizaciones civiles a raíz de
este conflicto han fallecido 11 personas (desde recién nacidos a
personas mayores), tras vivir en la intemperie y climas extremos de frío
continúan con enfermedades respiratorias, digestivas y problemas de
estrés.
Imagen retomada del portal Chiapas Paralelo | Mujeres desplazadas de Chalchiuitán.
Foto: Ángeles Mariscal
Por: Hazel Zamora Mendieta
Cimacnoticias | Ciudad de México.-
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