Me preocupa que la oposición transite de manera cada vez más veloz y evidente a vivir en la fantasía. Parece que la realidad política del país les incomodara. Les sacara ronchas.
Me preocupa porque nuestra democracia sería más sólida si tuviéramos una oposición con un adecuado diagnóstico de la realidad y del momento que atraviesa el país. Una visión cabal, astuta y artera, como un águila que se sabe volando sobre un desierto abrasador y fatigante, pero cuya tenacidad eventualmente le dará una presa.
Pero no. La oposición no tiene paciencia para el realismo. Lo suyo se ha convertido en soñar, engrosar números y crearse realidades alternas.
Muchas son las fantasías que abraza el PRI-PAN.
En el mundo opositor, las encuestas no sirven y no las debemos tomar en cuenta. El PRI-PAN va a ganar la presidencia, nos dicen, porque la participación electoral aumentará.
En el mundo real, sin embargo, los datos muestran que el aumento en participación solo favorece al PRI-PAN en CdMx. En el resto del país, cuando más gente vota, más votos tiene Morena.
En el mundo opositor se cree que López Obrador no aceptará su derrota. Al conocer los resultados que le darán la victoria a Xóchitl, Obrador llamará a un “Estado de excepción”, anulará la elección y eliminará a la Suprema Corte. Analistas (otrora considerados serios) han llegado a declarar que Obrador impondrá a su esposa.
En el mundo real, sin embargo, no hay una sola encuesta que indique que la oposición va a ganar o siquiera, va a perder por poco margen. Además, Obrador ha aceptado importantes derrotas electorales durante el sexenio, incluidas las de Coahuila, Durango, Nuevo León, San Luis Potosí, la cámara de diputados, senadores y la mitad de CdMx.
En el mundo opositor la Suprema Corte de Justicia está capturada por López Obrador pues el presidente impuso a 5 ministros.
En el mundo real no hubo imposiciones. Los 5 ministros fueron seleccionados conforme dicta la ley. Tres de los 5 han mostrado abierto rechazo a Obrador, y uno incluso ha marchado públicamente contra propuestas del presidente. Más aun, si de la selección de ministros se trata, quien más ministros controla es la oposición pues Calderón y Peña seleccionaron a 6 de los 11 ministros actualmente en funciones.
En el mundo opositor el poder legislativo está capturado por López Obrador porque Morena aprueba sus reformas sin cambiarle una coma.
En el mundo real Morena no tiene mayoría calificada en el congreso para reformar la constitución, ni nunca la ha tenido. Todas las reformas importantes del presidente, todas sin excepción, han sido aprobadas con la anuencia parcial o total de sus opositores. Esta es la misma forma en la que se ha cambiado la constitución desde 1988, cuando el PRI perdió la mayoría calificada para reformarla.
En el mundo opositor Morena ha capturado al INE imponiendo consejeros a modo y dejándolo en los huesos por recortes presupuestales.
En el mundo real, los consejeros del INE fueron electos por tómbola y sus calificaciones evaluadas por un panel de expertos, algunos de los cuales abiertamente apoyan a Xóchitl. Además, el INE sigue siendo uno de los institutos electorales mejor fondeados del mundo.
En el mundo opositor, López Obrador ha destrozado a los organismos autónomos convirtiendo a México en un país autoritario y retrocediendo años de avances democráticos.
En el mundo real, México sigue siendo uno de los países del mundo con más organismos autónomos y si bien la CNDH es presidida por una leal Morenista y faltan nombramientos en el INAI, el resto de los autónomos sigue operando mayormente sin contratiempos. La falta de nombramientos, por supuesto que es indeseable, pero es bastante común en todos los países que tienen autónomos. Lo que vemos en México no es una excepción, es la regla. No solo eso, en muchos países incluyendo la Unión Europea, ya se debate la ineficiencia de las autonomías y se han desaparecido varios autónomos por considerarlos antitéticos al espíritu de las democracias.
En el mundo opositor, Morena destruyó al país con su endeudamiento.
En el mundo real, México tiene una deuda aproximada de 49 puntos del PIB, una cantidad muy baja incluso si se le compara con el promedio de Latinoamérica que, de acuerdo con el Banco Mundial, es de 70 puntos del PIB.
Lo más preocupante es que, habiendo tantas razones ciertas y de peso para criticar a Obrador, la oposición haya decidido crear una plataforma de fantasía. Fantasías que se han repetido a coro unos a otros. Me recuerdan a las Barbies que desde el mundo de Barbie, bajo el cielo rosa y vestidas de rosa, se dicen “hola Barbie” y se contestan “hola Barbie” también.
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