4/20/2025

Columnas y opinión del periódico La Jornada domingo 20 abril 2025

Tucker Carlson, confidente de Trump, devela la verdad explosiva del 11/9 con Curt Weldon
Mucho de lo que reveló el ex legislador republicano Curt Weldon (CW) en su ya histórica entrevista con Tucker Carlson (TC) – el mayor rating en EU y, de paso, uno de los principales confidentes de Trump, según James Carville, connotado consultor del partido demócrata, muy cercano a Clinton–, era más que conocido con exposiciones dispersas. Pero no es lo mismo que lo haya revelado en forma condensada en un video de 1 hora 24 minutos de duración (https://bit.ly/3RqzjF0) el legendario TC, lo cual desmonta toda la propagandística mendacidad hollywoodense y el encubrimiento de los principales multimedia, quienes vuelven a exhibir su miseria desinformativa.

Cabe señalar que desde el mismo Baby Bush, quien operó el montaje del 11/9, hasta todos los presidentes subsiguientes de EU –Obama y Biden– ocultaron la verdad de este hecho, que sirvió de coartada para las guerras en Afganistán e Irak. El mismo Trump 1.0 fue disuadido en no develar lo que excelsos investigadores se atrevieron a revelar poniendo en riesgo sus vidas. Pareciera que los gobiernos seudo-democráticos prefieren la mentira para poder gobernar con el fin de perpetrar sus malignos objetivos meta-presupuestales.

El investigador galo Thierry Meyssan, director de Réseau Voltaire y primer lugar del top ten de geopolíticos globales, había expuesto en su clásico libro “La Gran Impostura (https://bit.ly/3Yy5Aha)” que nunca existió el atentado de un avión yihadista a las instalaciones del Pentágono –lo cual le valió exiliarse en Líbano y Siria– después de haber recibido amenazas de asesinato de parte de la CIA.

Algo que poco se sabe y fue revelado por un servidor es que el montaje del atentado al Pentágono sirvió como pretexto para encubrir el faltante contable (de la confesión misma del entonces Secretario de Defensa, Donald Rums- feld) de US $2.3 billones (trillones en anglosajón) que fueron mágicamente esfumados por el contralor y rabino (sic) jázaro – khazar en inglés– Dov Zakheim (https://bit.ly/3QqemJr), miembro del siniestro grupo The Vulcans, dirigido por Condy Rice. No es lo mismo los magros faltantes del Pentágono en 2001 que los acumulados 19 años después cuando se han esfumado ¡US $35 billones (trillones en anglosajón, https://bit.ly/415QO2N)!

Igualmente, un servidor había señalado la asincronía del derrumbe de la tercera torre demolida por la tarde, con las también derribadas por la mañana Torres Gemelas (https://bit.ly/4im4trS). Según TC, después de 20 años en el Congreso, CW estaba a punto de convertirse en el Jefe del Comité de Servicios Armados de la Cámara cuando puso en tela de juicio la precisión (sic) del reporte del 11/9.

Comenta TC que en represalia, la administración Bush envió agentes federales a la casa de su hija, que concluyó con su carrera política. TC expone que a sus 77 años el republicano CW decidió decir la verdad del 11/9 de 2001. Este último fue legislador por Pennsylvania de 1987 a 2007(¡20 años!) y fungió como vicepresidente del Comité de los Servicios Armados y del Comité de Seguridad del Hogar Camaral, así que le tocó de primera mano enterarse de los intríngulis del 11/9 de 2001.

El connotado director y actor de cine Mel Gibson (MG), nombrado embajador especial en Hollywood por Trump 2.0 –mismo puesto acreditado a los actores Jon Voight y Sylvester Stallone (https://bit.ly/42hodbx)– califica la entrevista como el mayor escándalo en la historia de EU. Tres edificios colapsaron como si estuvieran programados para ello. No dos, sino tres. Hasta este día, nadie ha explicado cómo el edificio 3 se derrumbó aún sin que ningún avión lo golpeara. MG revela que “las torres fueron diseñadas para soportar impactos de aviones. Los bomberos hablaron de explosiones dentro de los edificios (https://bit.ly/4cCbEex)”.

Lo destacado es que Trump 2.0 hasta ahora haya guardado silencio sobre el explosivo video de TC en su entrevista con CW cuando su primer círculo informativo y un exlegislador republicano lo hayan dado a conocer en el contexto de su guerra de las tarifas que ahora se ha centrado contra China.

http://alfredojalife.com, facebook: AlfredoJalife

El espectáculo visual de la Ópera de Pekín
La Ópera de Pekín, también conocida como Jingju, es mucho más que teatro cantado, como cualquier aficionado a este género pudiera imaginar; es una experiencia artística de gran impacto visual que combina música, canto, danza, acrobacia junto a diferentes estilos teatrales chinos enraizados en una profunda tradición cultural.

Los movimientos estilizados convierten cada escena en un incomparable espectáculo visual. Sus orígenes se remontan a finales del siglo XVIII, durante la dinastía Qing. Los actores usan elaborados maquillajes que indican el tipo de personaje a representar: los buenos, los malvados, los valientes, los cómicos y más.

Los trajes son verdaderas obras de arte, con gran riqueza cromática; la tradición indica que han de ser bordados a mano y los actores requieren generalmente de apoyo a la hora de prepararse para entrar a escena.

El profuso maquillaje también impacta al público occidental y en alguno de los teatros como el Liyuan, se permite entrar antes de la función para observar a los actores durante el proceso de preparación antes de salir al escenario. El maquillaje tiene también su propio significado, de acuerdo con los colores; por ejemplo, el rojo representa la lealtad, el blanco a la traición o el negro para la valentía.

En este pequeño teatro que se encuentra en un lujoso hotel se han adaptado las condiciones para que el turista pueda comprender el desarrollo de la obra mediante la proyección de subtítulos en inglés. Con capacidad para mil personas, ofrece también lugares con mesas donde el espectador puede disfrutar de bebidas y algunos bocadillos durante la función. Fue fundado en 1956 y en 2002 se documentan trabajos de renovación.

A diferencia de la ópera occidental, en que el escenario forma parte de la historia representando dramas humanos, historias de amor o tragedias, la Ópera de Pekín pone énfasis en los actores y su indumentaria narrando historias tradicionales chinas, mitología, leyendas, episodios de guerras o aspectos de las enseñanzas de Confucio, el filósofo que creó la doctrina del confucianismo, nacido en 551 aC, quien desarrolló un código moral basado en valores como el respeto o la bondad.

El canto puede resultar un tanto extraño para el público occidental con sonidos muy agudos y nasales. A diferencia de la ópera occidental, la de Pekín utiliza una orquesta compuesta principalmente por instrumentos tradicionales chinos como el jinghu (violín chino), gongs y tambores que se adaptan a los ritmos del canto y las actuaciones.

Aunque está profundamente arraigada en la historia china, la Ópera de Pekín ha sabido adaptarse al mundo moderno, incluyendo elementos contemporáneos sin perder su esencia. Como su nombre lo indica, no sólo se presentan espectáculos en esta ciudad. Las diversas compañías de teatro viajan por todo el país y las que cuentan con recursos también realizan giras internacionales para difundir uno de los pilares de la milenaria cultura. La Ópera de Pekín fue inscrita en 2010 en la Unesco como herencia intangible de la humanidad.

Mario Vargas Llosa, un taurófilo tan famoso como colonizado
Decía el poeta y aficionado a la tauromaquia Alí Chumacero: uno de los problemas taurinos de México es que los que saben de toros no saben escribir y los que saben escribir no saben de toros. Aludía a la runfla de columnistas y publicronistas que, sin mayor estilo literario, mangoneaban la fiesta de toros y que, desde la segunda década del siglo pasado, cobraban a tanto la línea, lo que fue condicionando y degradando la apreciación taurina en el país, contribuyendo a su gradual debilitamiento, por si alguien suponía que la crisis de la fiesta era reciente.

Si se mueren famosos, talentosos y poderosos, que no nos muramos el resto, solía repetir un pintoresco voceador. Ahora le tocó al fecundo novelista peruano-español Mario Vargas Llosa (Arequipa, 1936-Lima, 2025), nacionalidad ésta que adoptó luego de su descalabro electoral como aspirante a la presidencia de su país, en 1990, y Premio Nobel de Literatura en 2010. A diferencia de Gabriel García Márquez, quien no obstante acudir a las plazas buen cuidado tuvo de no presumir de su afición, sabedor del voraz coloniaje de España en los países taurinos de Latinoamérica, Mario se instaló en ferviente defensor de la fiesta brava… española, sobre todo tras su pregón taurino en la Feria de Sevilla de 2000.

Esta aparente apertura sevillana excluye, sin embargo, todo cuestionamiento de la fiesta brava y menos de las ventajosas modalidades que adopta en las dependientes naciones latinoamericanas, centrada en la idea de elogiar esa complacida tradición y defenderla a rajatabla, más que de revisarla con bases para su eventual sobrevivencia en tiempos de un extraviado humanismo a la alza.

En aquel pregón, Vargas Llosa alardeaba: “Perú ha mantenido muy viva la afición taurina que llegó con la primera oleada de conquistadores… Desde entonces ha habido toros y afición por ellos en Lima, ciudad que, desde 1766… tiene una preciosa plaza de toros, la Plaza de Acho, la segunda más antigua del mundo”… Pero de la tauromaquia en su versión española como expresión identitaria de peruanidad, nada. La importancia en España del peruano Raúl Acha Rovira, nacido en Buenos Aires en 1920, de algún otro y, 80 años después, del torero más taquillero de la actualidad, Andrés Roca Rey (Lima, 1996), de ninguna manera reflejan la muy viva afición taurina de que hablaba el multipremiado narrador.

Su óptica derechista, su condición de criollo cosmopolita y los múltiples premios otorgados en la península, impidieron a Vargas Llosa denunciar la penosa realidad taurina de su país y del continente encubierto, donde acomplejadas élites de empresarios boyantes organizan sus principales ferias con figuras españolas y la exclusión de toreros locales, a ciencia y paciencia de unas autoridades sin idea, de una crítica acomodaticia, de agrupaciones taurinas impotentes para darle un giro a esa tradición –de coloniaje– profundamente arraigada en cada país de la región, y de una afición habituada a la dependencia, reduciendo su seña de identidad a sumisos proveedores de plazas, ganado, público, dinero e indignas reverencias a los diestros importados.

Ante lo extranjero, ¿a qué atribuir la falta de autoestima, en lo taurino y en lo demás, de los hombres de Latinoamérica? Este acomplejado concepto de sí mismos, en todos los estratos, ¿obedece a un anhelo de primermundismo taurino incapaces de proporcionarnos, a los propósitos comerciales de un sector, a una tauromafia orquestada desde Madrid? Afortunadamente Vargas Llosa fue un prolífico escritor imaginativo, que si hubiera visto la realidad de sus novelas como vio la de los toros…

EDITORIAL
La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) rechazó ayer los intentos del gobierno ultraderechista de Daniel Noboa de involucrar a México en sus maniobras para imponer un Estado totalitario en Ecuador. Horas antes, Quito se declaró en alerta máxima ante el ficticio traslado de sicarios desde México para ejecutar un atentado contra Noboa a sólo unos días de que se proclamó ganador en una muy dudosa segunda vuelta electoral. Por ello, la cancillería desmintió tajantemente la reiterada e inescrupulosa creación de narrativas en comunicados oficiales o filtraciones de documentos oficiales, que aludan a México como fuente de supuestos actos delictivos o situaciones internas en ese país.

No es la primera vez que Noboa agrede a México para impulsar su agenda política interna. El 3 de febrero pasado, sólo unos días antes de la primera vuelta de los comicios, impuso aranceles de 27 por ciento a todos los productos importados desde México. En un discurso calcado, palabra por palabra, del empleado por el presidente estadunidense Donald Trump, acusó a nuestro país de abusar de Ecuador por tener una balanza comercial favorable, y dijo que la tarifa estará vigente hasta que México acceda a firmar un tratado de libre comercio en términos que resulten satisfactorios para su administración. De manera significativa, busca que se levanten las barreras a las exportaciones ecuatorianas de plátano, un cultivo controlado por su familia que le valió a su padre, el hombre más rico del país y cinco veces frustrado candidato presidencial, el mote de Rey del banano. Para los ciudadanos ecuatorianos estas acciones son la enésima confirmación del uso del poder público para el enriquecimiento personal que es la razón de ser del noboato, pero para México sus bravatas resultan poco menos que risibles: el valor total de las exportaciones mexicanas a Ecuador equivale a lo que se envía a Estados Unidos en menos de ocho horas.

La animadversión de este personaje contra nuestro país se debe a que México no ha colaborado en la cacería contra sus adversarios políticos y se ha mantenido firme en su tradición de asilo humanitario. Por este motivo, el 6 de abril de 2024, Noboa ordenó la invasión de la embajada mexicana en Quito y secuestró al ex vicepresidente ecuatoriano Jorge Glas, quien contaba con la protección del derecho internacional y se encontraba bajo resguardo mexicano. Por esta violación a la soberanía nacional, la cancillería anunció el rompimiento de las relaciones diplomáticas.

En un sentido más profundo, Noboa ha dirigido su inquina contra México porque la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo se encuentra en las antípodas de su servilismo a Washington, de su explotación de la guerra contra el narco como fachada para la cancelación de libertades y, en general, de todo lo que representa su gobierno: el secuestro del Estado por parte de una oligarquía corrupta, represora y profundamente antinacional. Debe recordarse que Noboa ha gobernado de manera ininterrumpida bajo estado de excepción, es decir, con las garantías individuales suspendidas; ha clasificado a las bandas delictivas como grupos terroristas –otra medida de negación de derechos humanos– y ha criminalizado a las víctimas de la violencia de Estado, como los cuatro niños que fueron levantados y asesinados por 16 soldados mientras jugaban futbol en el barrio Las Malvinas de la ciudad de Guayaquil. Asimismo, ha entregado a Washington las islas Galápagos para que instale ahí bases militares terrestres marinas y aéreas, en lo que simboliza no sólo el carácter cipayo de las derechas latinoamericanas, sino su compromiso con la destrucción de la biodiversidad y los últimos reductos de la vida silvestre.

Con lo dicho, sólo queda saludar la firmeza mostrada por el gobierno mexicano frente a las agresiones de un régimen que se desliza de manera peligrosa desde el autoritarismo hacia el totalitarismo, así como expresar solidaridad al pueblo ecuatoriano en este pasaje tan oscuro de su historia.

Bernie Sanders y la resistencia en EU

El senador por Vermont, EU, Bernie Sanders (socialdemócrata), encabezando mítines por varias regiones del país, ha hecho una serie de planteamientos interesantes sobre la composición del gobierno de Donald Trump, de multimillonarios para multimillonarios, lo contrario a un gobierno del pueblo, por el pueblo, para el pueblo con el que soñaba Abraham Lincoln. La oligarquía estadunidennse llevó a la presidencia a Trump, por ello, se debe la clasificación del actual gobierno, que conduce hacia el autoritarismo y hacia la derogación de la libertad de expresión, con señales de fascismo y represión, la cancelación de derechos de las mayorías en salud, educación, cultura, etcétera.

En las giras que realiza el senador, denunciando la situación política, económica y social en Estados Unidos, sus llamamientos han tenido creciente asistencia del pueblo estadunidense que resiste.


La lucha de clases se intensifica y están frente a frente; combatir la oligarquía y a su presidente debe estar acompañado de una plataforma de izquierda revolucionaria, es decir, hacia la emancipación de la explotación capitalista. La oligarquía podría moverse hacia un lado o radicalizar la lucha que encabeza; la clase trabajadora de la ciudad y el campo debe tomar su papel de vanguardia, impulsando hacia una transformación social que los lleve a lo diferente para no quedar en lo mismo.
Luis Langarica A.

Prosperidad en América Latina
Formemos la patria grande,
es proyecto ineludible;
demostremos que es posible
que la justicia comande
como el pueblo la demande.
Latinoamérica unida
puede ser favorecida
en incontables aspectos
y lograr ver sin pretextos
prosperidad compartida.
Guadalupe Martínez Galindo

Demandas de la CNTE se pueden atender, opina
Celebramos que se considere a nuestra Presidenta como una de los mandatarios más influyentes del mundo, reconocemos todas las acciones que están impactando en el bienestar del pueblo pero no estamos de acuerdo con lo manifestado el 15 de abril: No alcanzan los fondos para cubrir las demandas de la CNTE.Disculpe, señora Presidenta, pero sí hay dinero para financiar las demandas de los profesores, pensionados y jubilados del país.Todo es tener voluntad política y mirar en dónde están esos recursos, y están ahí, en las Afore, Fobaproa, en el rescate de las mil 200 empresas paraestatales robadas al pueblo mediante la privatización; están en decomisar las grandes fortunas que fueron amasadas durante los gobiernos priístas y panistas y en establecer un impuesto a las grandes fortunas de los mexicanos.¡Imagínese!, lo robado por los presidentes, sus equipos, los diputados, senadores de los gobiernos de ex presidentes como Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo, Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto.¡Imagínese! Lo robado por los empresarios que no pagaron impuestos durante tantos años.¡Imagínese! si se aplicara un impuesto de 5 por ciento a las grandes fortunas. Disculpe, señora Presidenta, pero ahí están los recursos para financiar las peticiones de profesores, pensionados y jubilados de México.Todo es tener voluntad y, con la ley en mano, enfrentar a todo ese poder fáctico existente en nuestro país.
Francisco Muñoz Apreza,

Aclaración sobre nota de la UAM Azcapotzalco
Agradecemos la cobertura brindada sobre la aprobación del instructivo de seguridad en la Universidad Autónoma Metropolitana, unidad Azcapotzalco, pero consideramos necesario puntualizar lo siguiente: el problema no radica en sancionar conductas ya reguladas, sino en la incorporación de nuevas disposiciones que vulneran derechos fundamentales.El instructivo faculta a autoridades para intervenir en actividades académicas, culturales y políticas con base en criterios ambiguos, permite la vigilancia de redes sociales bajo el pretexto de delitos digitales, y habilita sanciones colectivas sin garantía de debido proceso.Estas medidas contravienen los artículos 6, 9 y 14 constitucionales, así como la Ley Federal del Trabajo y los principios de autonomía universitaria.No se trata de desconocer la necesidad de seguridad, sino de rechazar su uso como mecanismo de control ideológico.Solicitamos ejercer nuestro derecho de réplica para que esta postura también tenga lugar en el debate público.
Asamblea Estudiantil UAM unidad Azcapotzalco, Itzel Citlali Castellanos Pliego

No dejemos de hablar de Palestina
La agresión sionista sigue causando víctimas palestinas inocentes, por ello te esperamos hoy, en el Ángel de la Independencia de las 12 a las 14 horas., para manifestar nuestro repudio al genocidio provocado por Benjamin Netanyahu y el Estado israelí, apoyado por el gobierno estadunidense.
Arturo Robledo, José Librado, Rogelio Rueda, Javier Bautista, Guillermina Torres, Víctor Vera, Daniel Rossell, Columba Jiménez, Silvia Ramos, Ignacio Hernández, Raúl Amezcua, Francisco Rosas, Josefina Mena, Gilberto García. .

Se buscan lectores
Los invitamos a una sesión más de Se buscan lectores. Para comentar: Relatos africanos, de Doris Lessing. Se abordará todo eI libro. Jueves 8 de mayo a las 19 horas, (horario de la Ciudad de México).
ID de la reunión: 305 518 6688.Zoom: https://cutt.ly/oeFlcawK.Código de acceso: galatea24.Anfitrión: Maestro Julio Castañeda. Convocan: UACM, Programa Galatea y Lectores en activo.

En 2020 apareció Capitalism Alone, del destacado economista político Branko Milanovic. Ahí pasa revista a los últimos siglos y acaba postulando una tesis de gran calado y visión: por primera vez en la historia de la humanidad, hay una sola forma de producción: el capitalismo. Podría tratarse de una versión más, sin duda consistente e ilustrada, de lo que ha empezado a entenderse como una nueva fase de la globalización, una vez desplegada una crisis que no pocos la consideran como final de lo que conocimos como la híper globalización o globalización neoliberal.

Branko asume la implantación desplegada a lo largo del siglo por los poderes del globo y apunta una hipótesis con la que habrá que lidiar, no obstante la irrupción del malabarismo protecionista de Trump y su banda, también de ambición globalista, pero por otras vías y modos.

La posibilidad de convertir en objetivo global la superación del trilema expuesto años antes por Dani Rodrik (La paradoja de la globalización, España, Antoni Bosch editor, 2022), se vuelve bruma, y la recomposición hegemónica postulada por Trump y su paranoia no parece tener como desembocadura sino el uso desfachatado de la fuerza real y virtual.

Hoy, más que el trilema entre soberanía, democracia y globalización, que postulara el profesor de Harvard, lo que vivimos es una encrucijada que, para muchos, es un callejón sin salida. Lo que se ofrece, desde la cumbre trumpiana, es una suerte de sumisión soberana que no tiene que ver con un ejercicio racional de la soberanía, como ha sugerido la presidenta de la República, tampoco con el pronto disfrute de una globalidad generosa, como se nos ha prometido desde hace ya más de tres décadas.

Qué lejos parece estar el mundo –y nosotros con él– del camino reformador más inspirado en el pensamiento neoliberal, convertido ayer en fórmula política e ideológica de alcances universales. Recuérdese cómo esa construcción ideológica marcó una época de promociones con un propósito maestro: la construcción de un mercado mundial unificado que, al coronarse con una democracia liberal comprometida con los derechos humanos daría fin a una historia dominada por las ideologías y abriría el camino a una sociedad internacional destinada a la prosperidad y el respeto universales.

No cuajaron esas imaginerías, y poco se recuerdan aquellas bravatas de la primera ministra Thatcher o el presidente Reagan cuando anunciaban la buena nueva: no hay más camino que el nuestro, el del neoliberalismo militante. El Estado, dirían jubilosos, no es la solución, es el problema.

Hoy, frente al fantasma del proteccionismo que ha empezado a recorrer y a apoderarse del mundo, los mexicanos tenemos que asumir que hemos estado en falla en una de las asignaturas clave sobre la relación entre comercio y crecimiento: no nos planteamos la necesidad de interiorizar las indudables ganancias del comercio exterior que con el tratado irrumpían. Se dejó a la magia del mercado, con la mínima intervención estatal, tal siembra de dichas potencialidades y ahora tenemos que reconocer los magros resultados que, en términos de desarrollo, nos ha traido la globalización.

No puede culparse a esa globalización por el estancamiento estabilizador que hemos vivido en lo que va del siglo. Fueron la aldeana obsesión estabilizadora y la renuncia al Estado como fuerza articuladora del cambio necesario en las finanzas, la inversión y la política industrial, los vectores del no desarrollo mexicano, y es en esa matriz donde hay que empezar para remontar las iras trumpianas y ofrecer a la sociedad mejores panoramas.

Ahí vamos a encontrar los nucleos duros cuya superación progresiva es condición sin la cual nuestros arcanos sueños de modernidad y prosperidad seguirán durmiendo en los arcones de la (mala) memoria mexicana. Y ninguno de esos nudos se va a superar negándolo, como tampco el bienestar anhelado por millones se volverá realidad decorando bardas y discursos con esa bendita palabra, ¡bienestar!

En la emergencia hemos perdido una oportunidad para afinar nuestras reflexiones. Tanto en el Plan Nacional de Desarrollo como en el Plan México se soslaya el reto acumulado de 30 años de un crecimiento socialmente insatisfactorio y se deja de lado la tragedia de una inversión pública y privada por debajo de las más elementales angustias colectivas. El trabajo y sus deformaciones salariales y precariedad institucional se atiende como un asunto sectorial más, cuando por demografía y presencia masiva debería estar en el centro del discurso nacional.

Este breve y apresurado inventario de carencias y omisiones tiene que volverse el principio de una reflexión nacional cuyos puntos de llegada sean la reforma del Estado, empezando por la financiera y la construcción de un nuevo pacto social para el desarrollo con democracia y justicia social. No hay de otra, porque allá afuera espantan.

En tiempo reciente, Jorge Veraza ha vuelto sobre la polémica en torno a la figura de Eulalia Guzmán y el año de 1949 respecto a la figura de Cuauhtémoc. La biografía de esta personalidad, siguiendo el detallado trabajo de Fabiola Bailón, puede mirarse en una continua alternancia entre compromiso político y actividad educativa y científica. Punto de quiebre personal e institucional, la comisión en Ixcateopan también abrió para Guzmán una década de participación política en las variadas vetas del antimperialismo.

Los hallazgos en Ixcateopan, Guerrero, surgieron múltiples efectos más allá de la discusión científica y las pugnas institucionales que Veraza ha vuelto a narrar. También abrió intersticios sugerentes en la mirada de las izquierdas, que, si bien ya habían adoptado una reinterpretación de la historia nacional, pudieron llevar esta comprensión hasta el proceso de invasión de 1521.

Por ejemplo, en octubre de 1949 la revista Teoría del PCM, editada por su Comité Central, presentó en su número 8 un grabado de Cuauhtémoc, describiéndolo como “Símbolo de las luchas por la independencia y la libertad del pueblo mexicano contra los invasores (…) y ejemplo constante para los patriotas que actualmente combaten contra el imperialismo yanqui”.

Los poetas y militantes del Partido Obrero Campesino Hernán Laborde y Alexandro Martínez Cabrero, a su vez, evocaron en verso a Cuauhtémoc. El primero lo hizo de manera celebratoria a la figura de la científica, escribiendo: Dijo Eulalia y dijo bien: / Cuauhtémoc ya no es un mito; / desde hoy, para su pueblo / se convierte en héroe vivo. Tras desplegar estrofas en clara seña antimperialista, concluía: Si les gusta mi corrido / a la gloria de Cuauhtémoc /vengan a gritar conmigo: / ¡Viva Eulalia y Viva México!

A su vez, Martínez Camberos, en Levántate Cuauhtémoc (1951) senteció: el pueblo, como tú, está postrado / mas no muerto, ni hollado, ni rendido; / hizo un alto tan solo en su camino, / una tregua nomás en el combate. / ¡Levántate, Cuauhtémoc! Sin embargo, el punto máximo de este efecto político fue el inicio de la campaña de Vicente Lombardo Toledano a la Presidencia el 13 de enero de 1952. La gesta electoral del teziuteco inició en Ixcateopan, con un discurso titulado Padre Cuauhtémoc, donde el candidato se extendió tanto sobre la historia nacional en clave antimperialista como sobre las necesidades y urgencias de las tierras comunales y las necesidades de los pueblos indígenas.

El compromiso de Guzmán también se vio intensificado en variadas iniciativas. Por ejemplo, en 1950 y 1951 formó parte del Comité Mexicano por la Paz que irrumpió como una reacción ante la perspectiva de un nuevo conflicto bélico. En el llamamiento público a realizar un gran congreso que detuviera la guerra y alentara la paz fue oradora junto a Lombardo y Pablo Neruda. Aquel planteamiento se transformó en un Congreso Interamericano por la Paz, al que también se adhirió. Amén de esta incursión, Guzmán fue una de las voces críticas ante el primer gran episodio de macartismo trasnacional que significó la captura y expulsión de México del líder comunista estadunidense Gus Hall en octubre de 1951. Junto a otras personalidades firmó desplegados exigiendo el respeto a la Constitución y la posibilidad que ésta daba del derecho de asilo.

En 1952 hizo parte de la comitiva que partió hacia la recién fundada República Popular China para participar en la Conferencia de Partidario de la Paz de los pueblos de Asia y el Pacífico. Aquella reunión fue de gran importancia, no sólo porque permitió la acumulación de fuerzas del bando antimperialista que encontraba en la consigna de la paz un puente con el socialismo, sino que también permitió que Pekín se convirtiera en una vitrina para la forja de renovados ideales socialistas. Guzmán y otros participantes de aquel acto protagonizarían más tarde el lanzamiento de la Asociación de Amistad con China Popular. También formó parte del comité de solidaridad con Cuba, teniendo un papel protagónico en los festejos realizados por la izquierda nacional-popular del centenario de José Martí en 1953, mismo que fue un espacio para la denuncia de la deriva del gobierno golpista que había accedido al poder en la isla un año antes.

En los siguientes años escribió en el boletín Mujeres mexicanas, en donde sintetizó en pocas palabras su investigación crítica sobre Hernán Cortés y textos suyos circularon en la revista Cultura Soviética. Finalmente, en 1961 Eulalia Guzmán fue partícipe de la Conferencia Latinoamericana para la Solidaridad y la Emancipación Económica, impulsada por el general Lázaro Cárdenas, y más tarde de la fundación del Movimiento de Liberación Nacional, en donde convergieron las izquierdas nacional-populares y las socialistas.

La constelación de este recorrido nos recuerda el intenso compromiso que tuvieron las y los científicos mexicanos en las décadas de 1940 y 1950 en favor de la soberanía nacional, rasgo distintivo de su esfuerzo y ejemplo valioso para nuestro tiempo.

* Investigador de la UAM. Autor del libro Pensamiento agrario radical mexicano

Poner aranceles, de acuerdo con el capricho, el humor o con quien le hable al oído, ha resultado más fácil que deportar migrantes. A cada decreto presidencial de Trump le siguen decenas de demandas y juicios en las cortes, lo que no pasa con los aranceles.

Para empezar, la orden ejecutiva que reforma el derecho de suelo, o de nacimiento, ya fue cuestionada por anticonstitucional y sigue el proceso legal hasta llegar a la Corte Suprema, donde Trump tiene la mayoría y espera ser recompensado por los favores no devengados, a los que supuestamente tiene derecho.

Los migrantes, a lo largo de décadas, han ganado derechos en las cortes; muchas leyes estatales han sido derogadas por anticonstitucionales, como la proposición 187, de hace 30 años, en California, que dio pie otras muchas leyes estatales, la mayoría cuestionadas, porque en teoría el tema migratorio es federal y no estatal.

Una demanda importante que cambió el rumbo de la historia para los migrantes centroamericanos y otros en general fue el juicio de Jenny Lissette Flores, salvadoreña de 15 años, que estuvo detenida por meses, con adultos y con revisiones corporales diarias. Una demanda colectiva llegó a un acuerdo en 1988 (Flores Settlement Agreement, FSA), que establece una serie de condiciones para el cuidado de los menores; favorece la reunificación familiar, su liberación sin demoras, y que deben ser entregados a sus padres o tutores, entre otras medidas.

Este acuerdo ha sido cuestionado en diferentes instancias, incluso en la Corte Suprema y, sobre todo, ha sido el foco de ataque de Mr. Trump y sus secuaces. Lo que llevó al extremo de encerrar a niños en jaulas y separarlos de sus padres.

No obstante, el acuerdo Flores permitió un cambio radical en el patrón migratorio, que pasó de ser una migración laboral a una familiar, de menores no acompañados y de solicitantes de refugio. Los migrantes con familia sólo tenían que cruzar la frontera, dejarse capturar por la patrulla fronteriza y acogerse a las leyes vigentes. Esto llevó a la crisis humanitaria de 2014 con Obama y luego al incremento de los flujos migratorios de haitianos, venezolanos, cubanos y nicaragüenses, que podían acogerse al recurso de parole humanitario.

Ahora enfocan sus ataques a la medida de Joe Biden conocida como CBP ONE, que otorgaba el ingreso a los que utilizaran la aplicación y fueran aceptados para que los jueces analizaran su caso. Este acuerdo se logró, en parte, por la sugerencia de López Obrador de que se tenían que abrir vías legales para el ingreso, y funcionó. Bajaron los cruces subrepticios y cerca de un millón pudieron aplicar a esta vía de ingreso, pero ahora los que se acogieron a la medida están siendo amenazados y los obligan a autodeportarse.

Muchos migrantes que ingresaron con algún tipo de protección legal, humanitaria, pudieron cambiar de estatus o tienen sus casos en trámite; entre ellos muchos que tienen orden de deportación, pero que apelaron y cuyo caso se tramita en los juzgados.

No obstante, se han dado muchos otros en que los migrantes son llamados a las oficinas para ver su caso y tienen que optar, por recomendación de sus abogados, entre ir a la cita o pasar a la ilegalidad, porque a muchos que acuden a ver el avance de su trámite, los deportan. Es el caso de muchos matrimonios mixtos, entre ciudadanos e indocumentados, que llevan años tramitando su situación. Éstos iban a ser favorecidos por una orden ejecutiva de Biden, pero la hizo al cuarto para las 12 y luego perdió la elección.

Otra medida sacada de la manga es la obligación que tienen los indocumentados de registrase ante las autoridades de la Migra en línea, y si ésta no se lleva a cabo, el castigo puede ser mayor. Esto se utilizó durante la Segunda Guerra Mundial, en el caso de los alemanes y japoneses; obviamente, para reprimir a unos y meter a otros en campos de concentración. Es algo que en otros tiempos se consideró vergonzoso y anticonstitucional, pero que ahora no tienen vergüenza en resucitarlo. Veremos cuántos migrantes se registran.

La batalla legal de alto nivel se da en caso de Kilmar Ábrego García, salvadoreño que fue injustamente deportado, con los del Tren de Aragua a una cárcel de El Salvador, y con orden expresa del juez de no hacerlo y en abierto desacato. La Corte Suprema apoyó al juez local de manera unánime, pero la administración Trump no se da por enterada, no responde y evade el asunto.

El asunto es grave. De no hacerlo quedará en desacato, pero forma parte de la estrategia de Trump para desacreditar a los jueces que se oponen a sus dictámenes.

El campo migratorio está minado. Ahora la cacería va en sentido inverso, y el presidente está atacando a los jueces que se le oponen y a los magistrados y abogados que, de una u otra manera, apoyan a los migrantes o simplemente cumplen con lo que dice la legislación.

En la fiesta de Jesús de Nazaret, la niña Marcela fue encarcelada por órdenes de Lorenzo, presidente de la asociación civil Certeza y justicia para los pueblos originarios de Cochoapa el Grande. El suegro la acusó de infidelidad. Presentó como prueba el celular de la menor, donde encontró algunas fotografías de Samuel, el supuesto amante. Los encerraron en la misma celda para evidenciar sus amoríos. Al quinto día citaron a los padres de Samuel y a la madre de Marcela para negociar su libertad. Lorenzo, apelando a los usos y costumbres, se erigió como juez y salió en defensa del esposo. Zeferino, hermano de Lorenzo, planteó la disolución del matrimonio de su hijo.

Marcela, huérfana de padre, fue obligada a casarse a los 14 años. El suegro pagó 200 mil pesos como parte de la dote. Esta compra indigna sometió a la niña a largas jornadas de trabajo. No tuvo oportunidad de estudiar. Desde pequeña acompañó a su madre a los campos agrícolas de Sinaloa para contratarse como jornalera. Su hermano mayor tuvo la fortuna de cruzar la frontera y trabajar en Nueva York. Para su mamá es una bendición que su hijo sostenga a la familia.

Marcela representa a decenas de niñas indígenas que son víctimas de matrimonios forzados en la Montaña de Guerrero. Crecen en la indefensión total. Truncan su desarrollo y las esclavizan de por vida. Los hombres mayores deciden cuándo y con quién casarse. Las autoridades municipales se coluden con los padres y los suegros. Las síndicas de Metlatónoc y Cochoapa el Grande entran al negocio como defensoras de los suegros que se sienten ofendidos por las esposas desobedientes. Las citan para reprenderlas y encarcelarlas.

La violencia que padecen es irrefrenable y la sobrecarga de trabajo, interminable. Su silencio y sumisión es lo único que valoran; sin embargo, los problemas se complican cuando se rebelan. Los asesores de las síndicas se encargan de amedrentarlas. Cuando las niñas no se arredran al encarar al marido golpeador, llaman a sus padres para exigirles el dinero que recibieron del suegro.

Les va peor cuando acuden a la fiscalía regional de Tlapa. La indiferencia, el despotismo y el trato discriminatorio truncan su afán de justicia. En lugar de encontrar cobijo, experimentan el desprecio por ser indígenas. La violencia que sufren las niñas es como una moneda de cambio. Le ponen precio al delito y quienes pierden son las víctimas.

Los matrimonios infantiles son redituables para el fiscal de asuntos indígenas. El dominio del idioma Ñu savi no es para darle mayor impulso a las investigaciones, sino para sacar la mejor tajada con las dos partes. Sabe que la gente de la Montaña teme a la justicia ladina y que prefieren arreglarse con el Ministerio Público, en lugar de enfrentar una carpeta de investigación por trata de personas.

Las autoridades del estado se han desentendido de las alertas por violencia feminicida (2017) y por agravio comparado (2020). La alerta violeta, que sólo se activa con el 911, es inoperante. Las desapariciones de niñas y mujeres son irrefrenables. Los matrimonios forzados, que se multiplican en las comunidades más pobres de la Montaña, no son un problema que preocupe a los gobernantes, porque no los ven ni los sufren. El mayor interés de los presidentes municipales son sus ganancias y su confort; sin embargo, en los ayuntamientos está la apuesta para prevenir la violencia contra las mujeres e inhibir los matrimonios forzados.

Las autoridades estatales están rebasadas. Hay un gran abismo entre las instituciones del estado y las comunidades indígenas. La Secretaría de Educación tiene sumidas en el analfabetismo a las niñas que sólo aprenden a cortar leña, a cultivar la tierra y a cuidar los chivos. La Secretaría de Salud ha dejado que la niñez indígena cargue con las enfermedades de la pobreza. Las muertes maternas no se registran porque las niñas madres mueren en los pisos de tierra. La Secretaría de la Mujer está lejos de los lugares donde las niñas son obligadas a casarse. La fiscalía estatal está presta para iniciar carpetas de investigación, pero contra las madres acusadas por abandono de sus hijos y del marido.

Marcela pagó cara la osadía de no regresar con su pareja. El delegado Lorenzo condicionó la libertad de los menores requiriendo la cantidad total de 700 mil pesos. De forma arbitraria determinó que los padres de Samuel paguen 450 mil pesos y que la madre de Marcela repare el daño con 250 mil. Cada parte firmó el compromiso de entregar el dinero el 30 de abril. Si no cumplen, Lorenzo decidirá el castigo que les impondrá. Sabe que en Cochoapa nadie llegará a defender a las niñas; en cambio, él dispone de policías y cárcel para imponer su ley.

Marcela huyó de Cochoapa porque sabe lo que le espera. Teme que a su madre la detengan. Luchará para ponerla a salvo. Tendrá que endeudarse para pagar el costo de su libertad.

Los agravios que padecen las niñas indígenas en el municipio más pobre de México son inconmensurables. Sufren en la soledad de las montañas los estragos del machismo y la indolencia de las autoridades. Los matrimonios forzados se modernizan: varios padres acuerdan los matrimonios de sus menores hijas con jóvenes que trabajan en Estados Unidos. Los coyotes tienen la encomienda de pasar a las niñas para cumplir los deseos de su futuro cónyugue.

Un caso deleznable aconteció en el estado de Texas. Las autoridades estadunidenses identificaron al papá de una niña de Cochoapa el Grande que vendió a su hija menor por 18 mil dólares a un joven de la comunidad. La niña fue forzada a vivir con la persona que no conocía. El juez ha ordenado su detención y la muchacha, que espera un bebé, quedó bajo resguardo del gobierno antimigrante de Trump.

* Director del Centro de Derechos Humanos de La Montaña Tlachinollan

Era uno de los nombres con los que se referían al jitomate en el viejo continente. Reacios a consumirlo a su llegada en el siglo XVI, al advertir que en las cortes reales era altamente apreciado, se popularizó y marcó muchas de las cocinas de esa región.

Es el cultivo mexicano que más ha permeado en las culturas culinarias de todo el mundo. Además de su delicioso sabor y versatilidad, se le atribuyeron propiedades afrodisiacas, lo que seguramente influyó para que se le nombrara manzana de amor y en algunos lugares, de oro.

Sin embargo, poco se sabe que es originario de México. La planta apareció en Sudamérica, pero su domesticación se produjo en nuestro país. Los mexicas lo nombraban xictomatl, palabra náhuatl que quiere decir fruto con ombligo. Innumerables pueblos de Mesoamérica lo utilizaban en su cocina desde mucho antes de la llegada de los españoles. Se calcula que se domesticó alrededor de 500 aC.

El notable fray Bernardino de Sahagún, en su magna obra Historia general de las cosas de Nueva España, hace una detallada relación de todos los tipos de tomates que se vendían en los mercados y habla de los platillos que preparaban con ellos.

La investigadora Cristina Barros menciona que entre las comidas que se servían en la mesa de Moctezuma estaban el chilcuzmulli xitomayo, que quiere decir mole de chile amarillo con tomates; el chiltecpinmullio, mole hecho con chile piquín y tomates, así como el guiso llamado tomáhuac xohuilli patzcallo, que era una cazuela de peces pardos con chilli bermejo y tomates y con unas pepitas de calabaza molidas. Termina con la cazuela de ciruelas no maduras con unos pececillos blanquecillos con chilli amarillo y tomates. Maravillosamente, muchos de esos platillos aún se cocinan.

En la Historia natural de Nueva España escrita hacia 1570 por Francisco Hernández, médico de la corte de Felipe II, describe el modo en que normalmente se preparaban lo jitomates: “Se hace de ellos, molidos y mezclados con chilli, una salsa muy agradable que mejora el sabor de casi todas las viandas y alimentos y estimula el apetito. Su naturaleza es fría, seca y algo picante. […] Nacen en cualesquiera regiones, pero principalmente en las cálidas, ya espontáneamente, ya cultivados.”

México se considera el centro mundial de diversificación del jitomate, con una amplia variedad de colores, tamaños y sabores; por mencionar algunos: bola, cereza o cherry, pera, saladet. Solamente de este último hay más de 30 variedades comerciales.

En el centro y sur de nuestro país, además del rojo que llamamos jitomate, se utiliza mucho el tomate verde o de cáscara, que en el norte se le conoce como tomatillo.

Por cierto, el jitomate no es verdura. Botánicamente está clasificado como una fruta, ya que nace del ovario de la planta con flores, junto con sus semillas dentro de él. Son altamente nutritivos, una fuente de vitaminas, antioxidantes y minerales.

En las zonas urbanas se han reducido a muy pocas variedades, entre los que destacan el guajillo y el de bola; el saladet y el cherry son variedades comerciales de más reciente aparición.

Sin embargo, en diversas poblaciones de Guerrero y de Oaxaca, por ejemplo, se encuentran todavía variedades arriñonadas, y en Oaxaca los tomates de la Costa y el tomatillo, con su particular sabor que brinda un sazón especial a determinados platillos. Es importante conservar esas especies para que no se pierda la rica diversidad de la cocina mexicana.

Increíblemente, el ignorante y desquiciado señor que gobierna Estados Unidos pretende ponerles un arancel de 21 por ciento, con lo cual, los más perjudicados van a ser los consumidores de ese país, que tendrán que pagarlo más caro. México seguirá exportando porque asegura nuestro gobierno que el jitomate nacional no tiene sustituto.

Como muestra de la profunda adopción de nuestro jugoso fruto en las cocinas del mundo, hoy vamos a comer al tradicional Casino Español, en Isabel la Católica 29.

Vamos a comenzar con unos clásicos de la comida ibérica: jamón serrano acompañado de pan-tomate, que consiste en rebanadas gruesas de pan, frotadas con tomate rallado, ajo y aceite de oliva. Después, un gazpacho, que es una sopa fría de jitomate con sus tropezones –indispensable en la época de calor–, y ya puede seguir con un solomillo a la piedra, pulpos a la gallega o una suculenta paella. De postre, la leche frita.

Mario Vargas Llosa murió el domingo 13 de abril de 2025, 13 años después de la desaparición de Carlos Fuentes, 11 años después de la de Gabriel García Márquez y 41 años después del parisino Julio Cortázar nacido en Argentina que amamos todas las mujeres que aspiramos a ser La Maga. Vargas Llosa era el último de los exponentes del boom latinoamericano.

Llega un momento en la vida en que una se da cuenta de que los únicos personajes públicos, los únicos creadores, hombres y mujeres, que destacan en cualquier campo son los que atraen la pasión pública tanto por su creación como por su vida. Los demás, los diletantes, los amateurs, los que se dispersan, los que no logran concentrar la atención ni abrir un surco en el campo de la literatura, nos dejan una irremediable sensación del tiempo perdido que tanto ponderó Marcel Proust. Por eso, hablar con Mario Vargas Llosa en París (y después en México) resultó muy gratificante, aunque la mejor conversación se dio cuando lo conocí en París, en 1955, con la tía Julia. Todavía oigo el tono con el que me dijo: He sufrido lo indecible con esta novela, a propósito de La ciudad y los perros, y tuve la certeza de que el Vargas Llosa de La ciudad y los perros era un poseído.

A su lado, Alejo Carpentier –que muchos han proclamado el mejor novelista latinoamericano– escogía sus palabras y exotizó nuestro continente para que Europa lo descubriera y lo amara. Carpentier fue un extraordinario guía en nuestra selva, mientras este muchacho de 29 años incendió al viejo continente. Así lo conocí en París, cuando escribía como obseso a lado de su tía Julia, a quién nunca vi.

En ese encuentro en la embajada de México en París, Vargas Llosa habló de prisa y luego me dio cita en algún café, cuyo nombre olvido. La entrevista habría de publicarse en una plaquette que no encuentro en el librero. La ciudad y los perros llamó la atención y a raíz de ese triunfo, Vargas Llosa abrió las compuertas de su gran talento. Varguitas (como él decía que lo llamaban) olvidó el mísero pain au chocolat en el café de la esquina y los programas radiofónicos que le permitían vivir en París como también habría de hacer vivir más tarde el mexicano Fernando del Paso, quien escribía José Trigo.

En ese 1954 lo entrevisté por primera y única vez, porque en México sólo lo volví a ver en una cena que le ofrecieron Alfonso García Robles, Premio Nobel de la Paz en 1982, y su esposa peruana, Juanita de Szyszlo (hermana del pintor Fernando de Szyszlo).

–Déjame que te cuente mi nueva novela: La casa verde. ¿Para qué regodearse en lo antiguo como un trompo que gira sobre sí mismo?– sonrió.

Cuando algo lo entusiasmaba, antes de continuar, Mario sonreía y las palabras felices ya estaban prendidas a sus labios antes de que las dijera. Las acompañaba con una alegría que preludiaba un aluvión atropellado y dichoso en una voz más bien baja. Sus dos dientes superiores descansaban en su labio inferior, como los del Conejo de la Suerte y reía fácilmente. Vargas Llosa era guapo y lo sabía, era alto como su amigo mexicano Carlos Fuentes y, en cierto modo, buscaba la aprobación como suelen hacer los jóvenes inteligentes en pos de un interlocutor a su medida. ¿No estás de acuerdo? ¿No te parece? ¿Cuál es tu opinión? Muchas de sus afirmaciones terminaban en un ¿no? muy latinoamericano.

Vargas Llosa siempre dejó la puerta abierta a la polémica, y vaya que polemizó con grandes pensadores; esperaba las palabras del otro y las requería con la mirada. Su rostro joven, frágil, con el inevitable bigote latinoamericano, era el de un hombre guapo. No tenía dinero o tenía poquito, pero eso a nadie le importaba, a nadie. Lo único que importaba era el nacimiento de La ciudad y los perros y su próxima novela que no se haría esperar: La casa verde.

–Esa segunda novela la comencé apenas terminé La ciudad y los perros, hace ya cuatro años. Es una suma de experiencias muy distintas de diferentes épocas de mi vida en medios y en lugares totalmente antagónicos que se han fundido en un todo muy vasto. Yo no sé si en realidad ha salido sola o se ha estado trabajando como quien se da de cabezazos contra la pared. La novela transcurre en dos lugares del Perú, en Piura, que es una ciudad del sur de Perú, donde viví de chico, que está en el desierto rodeada de arenales. Y el otro lugar es una factoría de la Amazonia peruana, el Alto Marañón, donde hay una misión de religiosas españolas. Estos son los dos asientos de la novela.

“Te voy a contar, si quieres, un poco la primera historia, la de Piura. Cuando yo estaba chico, en Piura, en el quinto año de primaria, uno de los mitos fascinantes para nosotros en el colegio era un burdel en las afueras de la ciudad, en pleno desierto, exactamente al otro lado del río. Era una construcción rústica de madera pintada de verde. Las casas en Piura no tienen color, son grises u ocres, el color verde resultó bastante insólito. Nosotros le decíamos ‘la casa verde’, y, claro, cuando yo tenía 10 años, pues no me acerqué nunca allí, pero me acuerdo que íbamos a mirar esa casa con sus luces que ejercía una atracción semidiabólica para nosotros. Yo volví a Piura cinco años después, cuando estaba en quinto de media, y la casa verde todavía existía y su poder de atracción no había desaparecido. Para mí seguía siendo algo muy extraño, muy enigmático.

“En esa época, yo ya iba a burdeles, y entonces descubrí lo que era la casa verde por adentro, una cosa muy, muy extraña. Era una sola habitación muy grande con puertas alrededor y había una orquesta compuesta por tres individuos: un arpista medio ciego y muy viejo, un guitarrista que además cantaba y un hombre muy musculoso y fuerte que tocaba el tambor y los platillos. Y esos tres personajes yo los he dejado en la novela con los nombres que tenían en Piura. Como no los conocí nunca, no cuento su vida, pero la máscara si la he transferido tal cual, porque ejercía un poder de fascinación para mí muy curioso. Y era una casa muy extraña. Allí estaban ‘las’ habitantes, como les dicen en Piura a las prostitutas; entonces, llegaban los clientes y salían al arenal a hacer el amor, al arenal, no a la arena debajo de las estrellas, porque en Piura casi nunca llueve, no. Era una cosa poco poética y terrible por otra parte. No había cuartos.

Esta historia es uno de los motores que impulsan mi ficción: una de las cinco historias que se entrelazan en el transcurso de la novela. Otra es de un barrio extraño y curioso en pleno arenal, de gente muy pobre, de cabañas de paja y de caña brava, donde había muchas chicherías y picanterías.

–¿Qué son las picanterías?

–Son unas chozas donde se hacen esos platos criollos que pican, ¿no?, y se vende chicha y todo eso. Ese barrio era una especie de corte de los milagros. Yo, cuando leía las novelas de Dumas, La corte de los milagros de París, no podía dejar de pensar en la Mangachería, porque también era refugio de delincuentes, y por otra parte era un barrio con una personalidad propia muy fuerte. Uno de los orgullos de la Mangachería era no haber permitido jamás que entrara una patrulla de la guardia civil al barrio. Otra cosa muy pintoresca es que existía la leyenda falsa de que en una de esas cabañas había nacido un dictador del Perú, el general Sánchez Cerro, que fue un gran asesino, y en torno a cuya figura se creó un partido semifascista, Unión Revolucionaria, que aún existe, aunque Sánchez Cerro murió hace años. Y por fidelidad a la figura de ése individuo, Sánchez Cerro, que, según se creía era uno de los suyos y todos los mangaches eran urristas. Así pues, este barrio de hombres y mujeres muy humildes en Piura era el único baluarte que tenía ese partido de extrema derecha peruano llamado Unión Revolucionaria. En una época, su secretario general sacó a los cholos mangaches a desfilar por la ciudad con camisas negras y unas polainas que parecían botas. O sea que, fíjate, Elena, cómo estaba lleno de elementos pintorescos y tentadores este barrio, ¿no? Es otro de los motores de La casa verde, y por eso escribí 40 años de la historia de Piura vistos a través de la casa verde.

Después de esta primera conversación en París, seguí viendo a Vargas Llosa con mucho gusto y él siguió contándome de Santa María de Nieva, en la amazonía peruana. Quise sentirme muy latinoamericana y lo logré a través del entusiasmo en la voz del premio Nobel 2010.

Vargas Llosa y yo nos saludamos con una antigua simpatía, así como ahora me despido de él con tristeza, porque lo considero uno de los grandes escritores de nuestro continente.

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