El gobierno de la Concertación tiene un excelente aparato de marketing para venderse hacia el mundo como socialista. / Entrevista a Tomas Hirsch
En público. Hirsch presentó su libro en la capital peruana ante un auditorio abarrotado.
En público. Hirsch presentó su libro en la capital peruana ante un auditorio abarrotado.
Yásser Gómez / Mariátegui
Tomás Hirsch Goldschmidt, ex candidato presidencial de Chile y Vocero del Humanismo para Latinoamérica, estuvo en Lima para presentar su libro El Fín De La Prehistoria, Un camino hacia la libertad, prologada por el Presidente de Bolivia, Evo Morales Ayma. Esta obra explora en las raíces de la violencia social, particularmente, de la violencia económica instalada en todas partes por la acción del capital especulativo internacional y sus consecuencias sobre las sociedades. Hirsch asegura que lo escribió desde la profunda rebeldía que le causa el maltrato hacia millones de personas en el mundo. Es un texto que nace desde la indignación, pero que también esta en la esperanza y la certeza profunda que esto en algún momento tendrá que cambiar.
El libro, es un atrayente diagnóstico para aquellos que deseen conocer la actual atmósfera latinoamericana, el libro consta de dos partes: en la primera, identifica a los principales responsables de la crisis que vive el mundo, sin dejar de proponer ciertos cursos de acción para corregir el rumbo. En la segunda parte, se intenta caracterizar lo que sería una sociedad verdaderamente humana, inspirada en los principios y propuestas del Humanismo Universalista.
La revista Mariátegui lo entrevistó para analizar la coyuntura política en América Latina.- Hace cuatro años estuvo en Perú el compañero Volodia Teitelboim -fallecido recientemente- .En una entrevista televisiva, cuando le preguntaron sobre el gobierno de la Concertación. Dijo que él quisiera que en Chile la derecha ganara las elecciones presidenciales, para que el mundo se diera cuenta que en su país sigue gobernando la derecha.
¿Estás de acuerdo?-
Volodia siempre fue un hombre muy sabio y agudo, él lo dijo muy claro cuando expresó esas palabras acá en Perú. En Chile sigue gobernando la derecha, absolutamente, el modelo heredado de la dictadura se ha mantenido y profundizado en estos años de democracia formal. Pero de un modo mucho más perverso, porque ha sido a través de un discurso -sobre todo hacia la comunidad internacional- de gobierno progresista, democrático e incluso "socialista", que no tiene nada que ver con la realidad que se vive en Chile y desde ese punto de vista lo entiendo. El que gobierne la derecha en Chile haría de algún modo más claro, evidente y explícito, lo que nosotros sabemos que está sucediendo, que es la derecha económica la que define las políticas, educacionales y en otros campos del quehacer nacional.-
Tomando en cuenta los últimos sucesos como el bombardeo al campamento de las FARC en Ecuador por parte del ejército colombiano, como parte del Plan Colombia y por otro lado el triunfo de Fernando Lugo en Paraguay
¿Cómo analizas la correlación de fuerzas entre EE.UU. y los gobiernos progresistas y movimientos sociales en América Latina?
- Es evidente que América Latina está viviendo un nuevo momento, que estamos en presencia del intento de los pueblos por encontrar nuevos caminos de liberación, justicia y verdadera democracia, pasaron las dictaduras y también están pasando los gobiernos comprometidos con el modelo neoliberal. Primero lo vimos en Venezuela, luego el despertar de Bolivia, el retorno en Nicaragua, como Ecuador se suma y ahora con mucha alegría lo vemos en Paraguay. Hay un nuevo momento que abre las esperanzas. Por cierto que a EE.UU. no le gusta y no está dispuesto a dejar que esto suceda tranquilamente y comienza a meter cuñas para impedir, para que su control hegemónico sobre la región se mantenga. Desde una mirada mezquina quizás, te puedo decir que afortunadamente EE.UU. ha estado bastante distraído, porque ha tenido que atender asuntos en otras latitudes, fruto de sus acciones terroristas en Irak y Afganistán. Eso ha permitido que Latinoamérica pueda avanzar por ahora, pero no debemos descuidarnos porque las acciones de Colombia, evidentemente fueron planificadas desde EE.UU. y la cúpula de George W. Bush. Con esta acción han pretendido desestabilizar un proceso de integración y de unidad que se está viviendo en la región.-
Las relaciones Perú - Chile cada cierto tiempo tienen roces ¿A qué se debe esto?-
Esto es parte de las oligarquías de los dos países. Las oligarquías no tienen fronteras, tienen sus intereses y son buenas socias, los vendedores de armas no tienen pasaporte y cada vez que Perú y Chile se acercan o que lo hacen Chile y Bolivia o El Salvador y Honduras comienzan a resolver sus dificultades, curiosamente aparece algún conflicto que lleva las voces fascistoides, armamentistas a llamar a la necesidad de protección y defensa y comienzan nuevamente los gastos en armamentos en los dos países. Así que no veo ninguna diferencia en estos irresponsables que pululan en los distintos países y gobiernos, impidiendo que los pueblos nos podamos unir.-
En el Perú cuando uno afirma que el gobierno de Bachelet es de derecha, es tildado de ultra o extremista de izquierda, que exagera. Pero nos puedes contar ¿Cuán pinochetista es el gobierno de la Concertación?-
La primera parte de tu pregunta es diferente a la segunda. No diría que es pinochetista el gobierno de Bachelet, pero diría que es un gobierno claramente comprometido con el modelo heredado de la dictadura, que es la profundización del modelo neoliberal. Que en realidad lo único bueno que tiene, es un excelente aparato de marketing para venderse hacia el mundo como socialista, progresista, superador de la pobreza, que no tiene nada que ver con la realidad nacional. El gobierno de Michelle Bachelet no tiene nada que ver con el de Evo, Rafael Correa, Ortega, Cristina Fernández ni si quiera con el de Lula.
Es un gobierno que ha servido para mantener el poder de las grandes multinacionales, que ha profundizado los tratados de libre comercio con EE.UU. y Europa, que le ha dado la espalda a la región y a la integración latinoamericana. Esa es la característica del gobierno, por más que ella pueda ser una persona que tiene su corazoncito en una formación socialista o de izquierda, que sufrió la dictadura sí, pero no basta con eso, para que uno pueda definirse como un gobierno progresista o de izquierda. Así que, quienes lo criticamos no somos de extrema izquierda, somos personas que tenemos una sensibilidad profunda por las necesidades de la gran mayoría de nuestro pueblo, que vive en la postergación y en la promesa permanente que esto se va a resolver y nunca se resuelve. -
¿Qué te dejó la experiencia de candidato presidencial por la alianza Juntos Podemos Más, donde incluso fue detenido por participar en diversas protestas?-
Me dejó una experiencia muy hermosa, de recorrer entero mi país y poder dialogar con tanta gente. La experiencia de la certeza profunda que es necesario el trabajo unitario de la izquierda política-social de nuestro país y de nuestro continente. Me dejó la certeza de que sólo, ningún país y ninguna organización puede producir las transformaciones que aspiramos, que necesitamos trabajar juntos con los aportes de las distintas organizaciones. Al mismo tiempo me dejó también un dolor muy grande, porque cuando uno recorre el país, va descubriendo el profundo maltrato que experimenta la gran mayoría de la población, gente de esfuerzo, de trabajo, gente honesta, que experimenta que nada del supuesto desarrollo y crecimiento del país les llega. Eso es muy doloroso.-
A propósito de que el prólogo de su libro lo escribió el presidente de Bolivia, Evo Morales ¿Cómo analizas su gobierno y las relaciones con Chile?-
El gobierno de Evo Morales me parece que es destacable en el proceso latinoamericano, porque no es habitual que un candidato, que promete un cambio luego lo cumpla. Y acá estamos en presencia de un presidente que en el primer año y medio de su gobierno, cumple con tener una Asamblea Constituyente, con la recuperación y nacionalización de los hidrocarburos, con realizar una reforma agraria, impulsar la justicia comunitaria, con devolverle los derechos a los pueblos originarios. Me parece muy destacable, en un momento en que cualquiera promete cualquier cosa y no cumple. Ahí tienes un ejemplo muy claro de un presidente que lleva adelante una revolución estructural y profunda a través de la no violencia activa. Un ejemplo que habría que atender y apoyar con mucho más fortaleza.
Por cierto, se enfrenta a una contra durísima de los sectores de la derecha económica boliviana que no quieren soltar ni una gota, de los beneficios que han tenido durante cientos de años, por lo mismo es tan importante la solidaridad, el apoyo y compromiso de las organizaciones del continente. Las relaciones con Chile han mejorado muchísimo, hay un diálogo permanente que no es sólo a nivel de gobiernos, sobre todo se ha ido efectivizando la diplomacia de los pueblos, de las organizaciones sociales, indígenas, los grupos académicos y universidades que están trabajando juntos. Existe el Comité de Reencuentro Chileno-Boliviano, el Puente Chileno-Boliviano de Jóvenes por el Mar, existen muchas iniciativas que ayudan a fortalecer una relación entre los pueblos y no sólo entre los gobiernos.
- ¿Una señal de eso fue la recepción multitudinaria del pueblo chileno en un estadio santiaguino?-
Fue espectacular, la organizamos entre distintos movimientos. Los humanistas estuvimos muy presente en la coordinación de esa actividad y el presidente Evo Morales, quedó -como decimos en Chile- frito, es decir, realmente sorprendido. No podía creer que habían ahí alrededor de 12 a 14 mil personas, que coreaban a viva voz: ¡Mar para Bolivia! Y luego, me tocó estar en Bolivia y ver como le relataba esto a estadio lleno al pueblo boliviano, conmocionadísimo. Creo que marca un deseo muy profundo, que está hoy creciendo entre los jóvenes chilenos.-
¿Cuánta libertad nos da el neoliberalismo?-
Evidentemente tenemos una tremenda libertad hoy para elegir lo secundario, pero ninguna para decidir lo primario. Este sistema social está quedando muy pequeño al ser humano, que es un ser que quiere más espacio, libertad, posibilidades, desarrollo y participación. Justamente el ser humano está creciendo, el ser humano es maravilloso, lo que no es tan maravilloso, es la forma de organización social que se ha venido dando y que tiene que encontrar nuevos derroteros.
Quiero que el ser humano pueda vivir en libertad y el sistema neoliberal coacta toda verdadera libertad de expresión, bajo un alero de términos muy hermosos como libertad para elegir, libre mercado, democracia, una serie de términos que no se condicen con la realidad cotidiana de las personas. Desde ese punto de vista es, que digo que vivimos en la pre historia, porque es un sistema de relaciones profundamente violento el que está primando.
- Tu pensamiento es que se pueden hacer transformaciones estructurales en el mundo sin violencia, incluso dices que ya no son necesarios los litros de sangre como proponía la revolución marxista ¿Algunos te podrían tildar de utópico?-
Esas personas deberían estudiar lo que significa utópico, que es sin lugar. Además soy ucrónico, es decir, quizás el humanismo no es de este tiempo, pero estamos trabajando para el futuro.
Mariátegui.
Mariátegui.
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