Jueces Corruptos
Desestima la justicia acoso sexual y laboral
Presentan denuncias ante relatora de la ONU
Exponen varios casos durante una conferencia de la funcionaria
Al escuchar a las empleadas federales que afirmaron ser víctimas de
abuso laboral y sexual, la relatora especial de Naciones Unidas sobre
Violencia contra la Mujer, sus Causas y Consecuencias, Rashida Manjoo,
sostuvo que es obligación del Estado investigar y sancionar a los
responsables. En la imagen, con el coordinador de Derechos Humanos de
la presidencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Carlos
Pérez VázquezFoto Guillermo Sologuren
Jesús Aranda
Periódico La Jornada
Viernes 11 de julio de 2014, p. 2
La
Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), el Consejo de la
Judicatura Federal (CJF) y la Policía Federal (PF) quedaron en
evidencia por su falta de compromiso en el combate al acoso laboral y
sexual, luego de que trabajadoras de estas instituciones denunciaron
ser víctimas de abuso ante la relatora especial de Naciones Unidas
sobre Violencia Contra la Mujer, sus Causas y Consecuencias, Rashida
Manjoo, quien, asombrada, escuchó los testimonios.
Haciendo acopio de valentía, las mujeres tomaron la palabra en el
auditorio José María Iglesias de la sede del máximo tribunal para
denunciar que las autoridades no atienden las demandas de acoso laboral
o sexual, ignoran las quejas, llaman
chismosasa las denunciantes o las censuran porque, dicen, sólo pretenden afectar a sus superiores.
Admiten funcionarios que sí existen denuncias
Después de lo sucedido, funcionarios judiciales
reconocieron la existencia de denuncias por acoso sexual y laboral ante
las Comisiones de Equidad de Género de la SCJN y del CJF que han
derivado, incluso, en la no ratificación de un magistrado y un juez que
fueron denunciados por acosar a mujeres que laboraban en los órganos
jurisdiccionales que encabezaban.
Además, hubo quien comentó que las denuncias presentadas ante la relatora de la ONU no fueron más que
la punta del icebergde un problema que está lejos de solucionarse.
Invitada a ofrecer una conferencia magistral sobre Violencia contra
las mujeres, la funcionaria de la ONU dijo, después de escuchar a las
denunciantes –quienes aprovecharon el tiempo de preguntas y respuestas
para dar su testimonio–, que no podía responder concretamente sobre lo
dicho por las quejosas, pero recordó que
el Estado tiene la responsabilidad de investigar, sancionar y remediar estas situaciones; la responsabilidad es dual, debe proteger los derechos de las víctimas.
Asimismo debe
castigar a los perpetradores, no sólo a quienes directamente violan los derechos, sino también a los oficiales que no cumplen con su deber de proteger a la víctima. Aseveró que “no deberían presentarse casos de acoso sexual, si los estados y las instituciones estuvieran actuando con la debida diligencia; esto es parte de su acción, veo que hay un enorme reto…”
“Soy
acosada, fastidiada desde hace año y medio, trabajo aquí, en la Suprema
Corte de Justicia de la Nación, en las áreas administrativas; pensaba
pedir discretamente audiencia con usted (dijo dirigiéndose a Carlos
Pérez Vázquez, coordinador de Derechos Humanos y Asesoría de la SCJN),
pero creo que la cobardía hay que dejarla fuera. Soy madre de un hijo
con parálisis cerebral, me han acusado de que uso a mi hijo para faltar
y ya no puedo trabajar así. Me toman como la loquita de la oficina, me
aíslan, me discriminan (…) me están haciendo un expediente para
correrme y yo lo único que pido es que me cambien de adscripción para
seguir trabajando, porque soy madre soltera”, indicó Esther Flores.
Una joven alzó la mano, pidió la palabra y relató que como
secretaria proyectista también sufrió acoso del juez Alfredo Rafael
López Jiménez en el juzgado noveno de distrito de Iguala, Guerrero, y
que a pesar de que denunció el hecho y perdió a su bebé con tres meses
de embarazo, por el estrés que sufría, la autoridad no le dio la razón.
Y no sólo soy yo, hay muchas personas que también están sufriendo acoso laboral y sexual, y pareciera que el Poder Judicial de la Federación lo permite.
Sólo tratan de afectar a sus mandos, les dicen en la PF
Después habló una policía federal, quien denunció que no
existen protocolos para investigar, con perspectiva de género, las
denuncias de acoso sexual. Lamentó que con la complacencia del
comisionado general de la PF, Francisco Galindo Ceballos, la
institución se niegue a investigar las denuncias de acoso laboral y
sexual, y que cuando han recurrido a los órganos internos de vigilancia
les digan que las mujeres que denuncian son
unas chismosas, que lo único que buscan es afectar y quitar a su mando superior con comentarios sin fundamento.
También señaló que las mujeres que se han quejado de acoso fueron
enviadas a Michoacán y Tamaulipas, a pesar de que pidieron no ser
trasladadas porque no tenían con quién dejar a sus hijos, y que la
respuesta que les dio su mando fue:
Si la libras allá, te regresamos.
La mujer dijo que si en el ámbito federal, como la Corte, el Consejo
de la Judicatura y la Policía Federal, se dan éstos abusos, qué no
pasará en el ámbito local.
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