Pedro Echeverría V.
1. No sorprende a nadie el inmenso ruido que se ha desatado y extendido en México porque los legisladores –siempre arrastrados tras el poder- volvieron a aprobar leyes sobre telecomunicación en beneficio de Televisa. Desde 1960, hace más de 50 años, la empresa de TV, Televisa, ha gozado de todos los privilegios por el gran poder que tienen en política los medios de información. Han enseñado a los políticos que "si no salen en TV es como si no existieran" y con ello ha impuesto su monopolio.
2. Por otro lado se defiende que deberían haber muchas más empresas de televisión para competir libremente con Televisa, pero nada se dice en qué se beneficia el pueblo. Nadie habla de la orientación programática al que el capitalismo obliga. ¿Para qué queremos más empresas que nos sigan metiendo publicidad, telenovelas, deportes y orientaciones consumistas e individualistas de las que estamos hasta la madre? Lo mismo: ¿Para qué queremos más escuelas y horas de clase si los programas son pura basura?
3. Quizá deban crearse canales especializados: uno sólo de deportes, otro sólo de telenovelas, otro para publicidad (para que no interrumpa otros canales), otro de sexo y droga, otro para conciertos de música clásica, otro de cine mexicano, otro de cine yanqui-europeo, otro de noticiarios, otro de análisis económico y político, por último de comentarios de libros. Cada quien escogería su canal y lo cambiaría de acuerdo a sus deseos. Pero soportar la publicidad y demás basura es estar loco.
4. Dice la empresa Forbes que el mexicano Carlos Slim (el dueño de Teléfonos y otras mil empresas) es el hombre más rico del mundo y que Emilio Azcárraga sólo está en el sexto lugar de los multimillonarios; pero su poder de mando e influencia es muy superior a Slim porque Televisa es la empresa de telecomunicación en español más grande del mundo y en México la tenemos hasta el fondillo. Frente a Slim sólo se arrodillan dos o tres legisladores; frente a Azcárraga, el 98 por ciento de ellos se arrastra ante él.
5. Gobierno, PRI, PAN, Televisa, imponen su poder hoy; sin embargo llevan muchas décadas -más de 50 años- estableciendo su absoluto dominio. Los gobiernos del PRI dominan desde 1929 con otros nombres (PNR, PRM, PRI) por ser los "herederos" de la Revolución Mexicana 1910/17 y ser ellos mismos quienes continuaron dirigiendo el proceso de la Constitución y los primeros gobiernos. Con el PAN hubo un arreglo: estar dos veces en la Presidencia para demostrar que no pueden o que son lo mismo.
6. Que no se olvide que el PAN nació en 1939 contra el gobierno de Lázaro Cárdenas porque éste tomó el camino del nacionalismo necesario en aquel momento: decretó la expropiación petrolera, nacionalizó ferrocarriles, expropió latifundios, "socializó" la educación, recibió en México a los exiliados españoles y al revolucionario ruso León Trotski. El PAN fue subsidiado por el gobierno desde entonces convirtiéndose en un partido de presión hasta que en 1988 el presidente Carlos Salinas negoció su crecimiento.
7. Los gobiernos del PRI desde los años cuarenta se han burlado de la llamada derecha del PAN y del sinarquismo, así como de la llamada izquierda electoral (PPS, PST, PCM) dándoles a cada cual "atole con el dedo", es decir, otorgándoles subsidios económicos y algunos cargos con buenos salarios para que se porten bien. Los sectores radicalizados –los que no se han dejado engañar, pero tampoco han crecido- desde los años sesenta por lo menos, han sido reprimidos, encarcelados y asesinados.
8. Sólo el movimiento de los trabajadores en las calles puede acabar con el monopolio televisivo y obligar a que otros competidores presenten proyectos de programación diferentes. Recuerdo que cuando la APPO tomó la televisora en Oaxaca en 2006, abrió de par en par la puertas y su pudieron hacer muchas entrevistas al pueblo y pasar programas construidos por los de abajo. Pero dado que la TV sólo sirve para ganar millones de pesos en beneficio de los grandes empresarios, el gobierno y el ejército la protegen. (9/VII/14)
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