6/03/2015

Los periodistas pal café. . .



Cuando menos en cinco estados se produjeron ayer actos violentos contra el proceso electoral. En el más candente de ellos, Guerrero, caravanas de vehículos militares blindados se encaminaban a puntos críticos, como la Normal Rural de Ayotzinapa, que a la vespertina hora de teclear el presente parte bélico-electoral estaba fuertemente vigilada por la Policía Federal. En Matamoros, Tamaulipas, aunque aparentemente ajeno al contexto electoral, se registró un atentado con artefacto explosivo en las oficinas del Poder Judicial de la Federación, con saldo de heridos.
Mención especial merece el que en Valle de Chalco haya sido ejecutado, en su oficina de campaña, un candidato a diputado federal por el Partido de la Revolución Democrática. Miguel Ángel Luna Munguía había sido diputado federal y presidente municipal en nombre del PRI, pero ahora militaba en el sol azteca. Un grupo armado entró al domicilio donde Luna se encontraba con algunos de sus colaboradores, preparando cierres de campaña, y le disparó directamente. En el estado de México se vive una violenta lucha política, en la que participan factores e intereses dispuestos a acciones extremas, con siglas de uno u otro partido utilizadas para encubrir rudas pugnas facciosas. En ese mismo Valle de Chalco, el jefe regional de Nueva Izquierda, Ramón Montalvo Hernández (también diputado federal) sufrió un atentado el 14 de abril del año pasado.
El Instituto Nacional Electoral, sin embargo, considera que la situación aún no es de emergencia, y uno de sus consejeros, Arturo Sánchez, declaró ayer que las elecciones no se van a hacer a la fuerza, pero tampoco queremos que por la fuerza se impida la organización de las elecciones (nota de Claudia Herrera y Alonso Urrutia en el portal de La Jornada). Es mendaz la postura del mencionado consejero, pues las elecciones sí se hacen a la fuerza e incluso, de estimarse necesario por las autoridades electorales, con el apoyo de la fuerza pública, dado que su realización no depende de la voluntad circunstancial de los concurrentes sino de un ordenamiento legal, discutible y sumamente mancillado, pero vigente.

Ese duelo de fuerzas en torno a lo electoral es disparejo, pero refleja el curso actual de la concepción de ciertos segmentos sociales respecto al sistema de partidos, campañas y elecciones. Los grupos que han irrumpido violentamente en el escenario de los comicios consideran que estos procesos sirven de muy poco o nada a la auténtica resolución de los problemas nacionales, y que a fin de cuentas acaban convalidando esa fachada de presunta representación popular. Del otro lado, todos los partícipes en el acuerdo electoral empujan desde sus trincheras, con los matices propios de su contexto, para sostener la continuidad de los procesos que no sólo les dan privilegios y prerrogativas en lo inmediato sino que, sobre todo, mantienen el mínimo barniz de legitimidad al sistema puesto en entredicho.
Con propaganda abundante, discursos e incluso el emplazamiento de fuerzas policiacas y militares, tal sistema promueve y defiende el ejercicio del voto porque de este momento individual de aparente libertad depende el discurso oficial que se convalida con la asistencia a las urnas, aunque los resultados globales hayan sido previamente condicionados y adulterados para que los poderes dominantes sigan adelante.
El choque entre la violencia antivoto y la defensa del ejercicio del sufragio debería presionar para que se realice oportunamente una reforma electoral verdadera para 2018, que suprima como factor determinante los ríos de dinero (tanto en asignaciones a partidos como en formas de hacer campañas), estimule auténticas candidaturas ciudadanas y otras formas de participación ajenas a la dictadura de los partidos, y despartidice y enaltezca los órganos electorales, tanto los ejecutivos (INE y las variantes estatales) como los jurisdiccionales (TEPJF y sus expresiones en los estados).
Por lo pronto, en esta ocasión, la suerte tramposa parece estar echada en favor del PRI y el Verde, más sus aliados menores, como el Panal, que juntos podrán tener el control desahogado de la próxima cámara federal de diputados, con un PAN maderista necesitado de fortalecer arreglos con Los Pinos para seguir combatiendo al calderonismo (Margarita Zavala va en busca de la presidencia nacional del partido de blanco y azul y de allí buscaría la postulación presidencial para 2018) y un PRD en similar condición de dependencia pactista con el PRI para seguir resistiendo ante el lopezobradorismo.
Lo que suceda el próximo domingo no tendrá, por desgracia para los partidos de oposición, sea cual sea el grado de ésta, consecuencias reparables en 2018 sino, muy probablemente, todo lo contrario. Si Los Pinos mantiene la hegemonía electoral, en un haiga sido como haiga sido de tres colores, blindará su postura para reproducir, corregidas y aumentadas, las estrategias más avasallantes que le permitan intentar a bayoneta calada sostenerse en el poder más allá de Peña Nieto. No será con votos como los saquen del poder, pero, en las condiciones actuales (con las leyes y procesos electorales del presente, manipulado y controlado todo, peores las condiciones electorales que en todas las ocasiones anteriores recordables, confabulados los medios, los árbitros y las fuentes de financiamiento) sí será con votos como se mantendrán en el poder.
Como arenga parece poco y como excusa resulta peor. Pero así pretendió salir el actual ocupante de Los Pinos del (otro) bache en que ha caído a partir de la suspensión indefinida de los mecanismos de evaluación a profesores conforme a la dizque reforma educativa. Cuatro palabras: hay que seguir adelante, ante reporteros que le pedían abundar sobre la mencionada suspensión. ¿Ya claudicó? ¿No hay preocupación, Presidente?, preguntaron reporteros a EPN, quien reviró: ¿Usted me escuchó que dijera eso? Dije, ¡hay que seguir adelante. Antes había propuesto a los periodistas: hay que hablar a la Secretaría de Educación, ahí tendrán todas las respuestas a ese tema. ¡Hasta mañana!, Twitter: @julioastillero, Facebook: Julio Astillero


Foto
Las familias más golpeadas por la violencia y la corrupción son las que mantienen funcionando económicamente la República. Se trata de la fábrica de pobres: millones de paisanos que desde Estados Unidos no dejan de enviar dinero a sus parientes. ¿Y el petróleo? En picada. Sería un despropósito culpar al gobierno de la crisis petrolera: es un fenómeno mundial. De lo que sí aparece como responsable –¿cómo podría ocultarse?– es de no haber creado un fondo de ahorro para cuando cayeran los precios. ¿Compró un seguro para que el descalabro no sea tan duro? Sí, pero ese no es un fondo, sino un negocio. Costó una millonada de dólares y ni siquiera cubre toda la producción. La gráfica es de una elocuencia indisputable. Una barra muestra el total de envíos de dinero (¡son divisas!) de nuestros paisanos, de enero a abril de este año: 7 mil 735 millones de dólares. La otra barra muestra lo que Pemex ha vendido de petróleo al extranjero en los mismos cuatro meses: 6 mil 678 millones de dólares. En concreto, en lo que va del año las remesas han rebasado al petróleo en más de mil millones de dólares, aun cuando en abril moderaron su crecimiento. Esa es la numeralia, pero atrás se encuentra una realidad viva: los pobres sostienen al país, con su carga de partidocracia corrupta. Y la paradoja: muchos votarán el próximo domingo para alargar su situación a cambio de un televisor o una tarjeta bancaria. Un pobre = un voto.
Algo aprendió Dilma
Sabido es que los funcionarios mexicanos son muy buenos gestores de préstamos internacionales. Tienen endeudado al país hasta el cuello. ¿Habrá tomado un curso intensivo con ellos la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, ahora que la tuvimos de visita? Porque Petrobras acaba de regresar a los mercados mundiales de capital tras el rechazo de los inversores por más de un año, colocando un bono Century por 2 mil 500 millones de dólares. Envuelta en el mayor caso de corrupción de la historia de Brasil, la petrolera anunció que el bono tiene vencimiento en 2115 y un interés de 8.45 por ciento. Se trata del primer bono denominado en dólares emitido por la compañía y se espera que ayude a restaurar la confianza. Petrobras es una de las empresas del ramo más endeudadas del mundo, aunque Pemex le ha pisando los talones. En América Latina sólo México ha podido emitir un bono similar a cien años. Sucedió en abril pasado y fue por mil 500 millones de euros (unos mil 620 millones de dólares).
Mochadero de gente en HSBC
HSBC tiene planes de recortar miles de empleos a escala global y alista un anuncio para la próxima semana, reportó este lunes Sky News, citando fuentes sin identificar. El presidente ejecutivo, Stuart Gulliver, expondría esos planes la semana del 9 de junio en una presentación a inversionistas, dijo el medio. HSBC, que declinó hacer comentarios sobre el tema, reduciría de 10 mil a 20 mil empleos, según Sky News. El número exacto aún no se ha definido. En febrero, Gulliver dijo que los negocios en Turquía, Brasil, México y Estados Unidos necesitan mejorar o ser vendidos. HSBC le dio a esas unidades entre uno y dos años para mostrar su valor antes de que sean propuestas soluciones más extremas, sostuvo Gulliver.
“Estamos involucrados por el momento en llamadas quincenales (…) sobre Brasil, México, Estados Unidos y Turquía, que son claramente los cuatro que presentan los mayores problemas en este sentido (su mejoría)”, apuntó en una teleconferencia luego de que HSBC reportó una caída de 17 por ciento en las ganancias antes de impuestos. Reuters informó en febrero que ING Group NV, BNP Paribas y Arab Banking Corp, con sede en Bahrein, presentaron ofertas para comprar la unidad de negocio de HSBC en Turquía.



Foto
James Rickards, anterior consultor de Wall Street y la Reserva Federal (la Fed), explaya que la Secretaría del Tesoro de Estados Unidos libra su guerra financiera asimétrica del siglo XXI a partir de su militarización de los hedge funds (fondos de cobertura de riesgo; http://goo.gl/7imhXp), lo cual plasmó su diseñador, el español-estadunidense Juan Zarate –anterior prominente funcionario tanto de la Casa Blanca como de la Secretaría del Tesoro– en su libro Guerras del Tesoro: el desencadenamiento de una nueva era de guerra financiera (http://goo.gl/rUVlDy).

Juan Zarate devela que desde hace mas de una década (sic), con la instrumentación de la Secretaría del Tesoro, Estados Unidos libra una guerra apalancada (sic) tanto por el sector privado como por sus bancos contra las redes financieras de sus enemigos, gracias a la globalización y la centralidad del mercado del dólar, lo cual forma parte intrínseca de la política exterior de Estados Unidos.
¿No existe más diferencia entre el Departamento de Estado y la Secretaría del Tesoro?
En una conferencia en el Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, abordé el tema del terrorismo financiero que practica Estados Unidos como nueva arma disuasiva de destrucción masiva (youtube.com).
A mitad de diciembre del año pasado, Estados Unidos intentó mediante su guerra geofinanciera –devaluación del rublo, desplome del petróleo, sanciones económicas y fuga de capitales– aniquilar a Rusia, que fue rescatada por China.
Hoy la Secretaría del Tesoro se encuentra a cargo del israelí-estadunidense Jacob Lew, quien designó al también israelí-estadunidense David S. Cohen como subsecretario para el Espionaje Financiero y el Terrorismo (http://goo.gl/AZHtda), función similar a la que opera su correligionario en la Secretaría de Hacienda del México neoliberal itamita: el polémico Alberto Bazbaz Sacal, acusado de sobornos y pupilo del defenestrado David Korenfeld Federman en la fétida Conagua (http://goo.gl/hmWMbc).



Cinco meses, cinco recortes al hilo a la expectativa de crecimiento económico en 2015, con lo que se confirma que la política económica emula la canción de los perritos, la cual fascina al gobierno peñanietista. Así, del 3.5 por ciento de avance estimado por los especialistas del sector privado al iniciar el año, al cierre de mayo ya sólo le quedaban 2.66 por ciento. Y restan siete meses con sus –todo indica– siete tijeretazos, de tal suerte que si mantienen ese ritmo, entonces al finalizar el año su mejor estimación rondaría 1.12 por ciento de incremento en el producto interno bruto.
Ayer por la mañana el inquilino de Los Pinos se desgañitaba en defensa de los empresarios como motor del desarrollo económico y social de México (¿¿¿???), por ser –según su novela rosa– hombres que arriesgan sus inversiones en favor de generar prosperidad para la nación (¡¡¡!!!), cuando, ¡zas!, que los meros meros especialistas del sector empresarial le regalaron otro recorte a la estimación de crecimiento económico para el presente año (que se suma a los tijeretazos practicados a lo largo de 2013 y 2014, más los cuatro primeros meses de 2015).
Dicho sea de paso, si la tesis gerencial de Peña Nieto es correcta y los empresarios, como dice, son el motor del desarrollo económico y social de México (algo así como la teoría foxista que pregona una democracia de, para y por los empresarios), entonces hay que reclamarles airadamente, porque resultaron peores que los gobiernos estatistas, su motor ni siquiera ronronea y mantienen en el suelo al país y sus habitantes.
El hecho, pues, es que del chorro de voz que Peña Nieto y Videgaray presumían al aposentarse en Los Pinos, a estas alturas sólo les queda un chisguete, y del falsete (musical) ni quien se acuerde. Treinta meses después de la puesta en escena del vodevil México en movimiento, la realidad ha impuesto, y de qué manera, el México en hundimiento, en vías de empeorar, y para hacerlo le restan 42 meses en la residencia oficial.
El Banco de México divulgó ayer los resultados de su Encuesta sobre las Expectativas de los Especialistas en Economía del Sector Privado, correspondiente a mayo de 2015, entre los que destaca que los 35 grupos de análisis y consultoría económica del sector privado nacional y extranjero aplicaron el uno, dos, tres boxístico, pues recortaron, de una vez, la expectativa de crecimiento económico mexicano para 2015, 2016 y 2017, con todo y motor empresarial, más las reformas estructurales que el país necesita (de entrada, réstele la educativa).
En diciembre de 2014 los citados especialistas pronosticaron un crecimiento económico de 3.5 por ciento para 2015, aunque para mayo redujeron tal estimación a 2.66 por ciento. En la primera de las fechas citadas adelantaban un avance de 4 por ciento para 2016, pero al cierre del quinto mes del presente año tal cálculo había disminuido a 3.32 por ciento. Y en el caso de 2017, el tijeretazo es de 4.18 a 3.75 por ciento.
Se esperaba (versión oficial) que ya con las reformas aprobadas, reglamentadas, activas y a todo vapor, la economía crecería por arriba de 5 por ciento anual, con ganas de retomar aquellos indicadores (6 por ciento y más de crecimiento anual) que el país registraba antes de que a alguien se le ocurriera dar un giro de 180 grados a la política económica, convertir la Presidencia de la República en mera gerencia del gran capital y dejar en manos privadas toda la actividad económica (la novela rosa del motor empresarial y de los hombres que arriesgan sus inversiones por el bien de la Patria, que tanto le gusta al inquilino de Los Pinos), la prosperidad de la nación y, de paso, el bienestar social. Pero cómo estará la realidad que el gobierno ni siquiera convence a sus socios naturales, cuyos especialistas en economía más parecen sastres que se la pasan recortando y recortando.



Veracruz es uno de los estados donde, a unos días de los comicios, sucedieron hechos de violencia que tuvieron como eje las instalaciones del desacreditado y trastabillante Instituto Nacional Electoral (INE).
Un grupo de encapuchados incendió parcialmente la tarde del lunes el módulo del Registro Nacional de Electores en Xalapa y la madrugada del mismo día supuestos anarquistas vandalizaron oficinas de la delegación de la Secretaría de Desarrollo Social, donde dejaron como huella la leyenda junio negro.
En el viaje, integrantes del Movimiento Magisterial Popular Veracruzano y del Consejo Indígena y Popular de Veracruz tomaron la sede del consejo distrital 11 en Coatzacoalcos, con la consigna de mantener vigente la lucha contra la reforma educativa y convocar al boicot a las elecciones.
En este ambiente, surgen voces desde el PAN por medio de su senador, Fernando Yunes Márquez, que exigen al gobierno federal usar la fuerza pública para evitar que grupos de maestros chantajeen y afecten la celebración del proceso electoral.
Detrás del escenario se hallan la incertidumbre económica, la inseguridad y el descrédito de la clase política local entre la población que observa, ¿pasiva?, cómo algunos candidatos provienen de cargos públicos donde dejaron una profunda impronta de corrupción y cinismo en el ejercicio gubernamental.



De aquellos tiempos en que las películas todavía se platicaban recuerdo que, si entusiasmado con alguna de esas narraciones, terminaba uno por asistir al cine a disfrutarlas visualmente, podían desilusionar o maravillar más aún de lo previsto, pero solían resultar siempre distintas a lo que el asimismo entusiasta narrador había contado.
Una vez me pasó lo en cierto modo contrario: Mónica Luna, dueña del hermosillense Luna Dance, nos contó –a dos jóvenes y a mí– detalladamente Después de hora, de Martin Scorsese, que así contada me deslumbró: era sin duda la misma pero otra película. Claro, Mónica había estudiado cine. Su formación la hacía percibir notoriamente aspectos que a un espectador común tienden a escapársele. Si es verdad que como hay memoria fotógrafica la hay cinematográfica, Mónica recordaba desde esta característica capacidad, quizá virtud.



Tras el escándalo de corrupción que sacude a la Federación Internacional de Futbol Asociación (FIFA), el suizo Joseph Blatter trató de aferrarse al cargo mediante una relección, pero ayer se vio obligado a reconocer que su posición era insostenible y puso su mandato a disposición; es decir, renunció, argumentando la necesidad del organismo de emprender una profunda renovación frente a los desafíos que no se detienen.

Se opone al voto nulo
Estoy en desacuerdo con la propuesta de anular el voto el 7 de junio por razones de mucho peso. La primera es que en los regímenes presidencialistas este tipo de elecciones legislativas intermedias sirven para evaluar al gobierno ejercido por el presidente de la República. No es cierto que todos los partidos sean iguales, uno encabeza al Poder Ejecutivo federal, en este caso el Partido Revolucionario Institucional. Si se anula el voto, Enrique Peña Nieto y su partido están a salvo del voto de castigo que podrían emitir los ciudadanos inconformes con su gobierno.

Renunciar a cambiar de gobierno combinando movimientos y votos es condenarse a sufrir el que tenemos. Por eso pienso que hay que votar. Aunque también es entendible y respetable el anulismo.

Cada elección es diferente y cada proceso electoral tiene particularidades. Pocas veces he percibido un proceso electoral tan espeso y cargado de reproches. Existe, como pocas veces en el país, una atmósfera de hartazgo e insatisfacción que se hacen nudos o se condensan en el proceso electoral que culminará el próximo 7 de junio. El grupo Reforma en un sondeo señala que casi 70 por ciento de su muestra está insatisfecha con la democracia y que 56 por ciento de los encuestados están preo­cupados porque México va por mal camino. México vive varias crisis que simultáneamente producen un estado de ánimo de descontento que afecta sin duda el ánimo electoral en puerta, pues, se han cultivado en un contexto de confrontaciones extrañas y circunstancias nuevas. José Woldenberg describe muy bien el entorno prevaleciente: Hay un halo de cansancio y malestar que acompaña al proceso electoral. Un sentimiento de hartazgo y lejanía. En México conviven muchos microclimas anímicos. Pero entre no pocas franjas parece existir un anillo de fastidio con la política, los políticos y los instrumentos que hacen posible a la democracia. El contexto nacional ayuda muy poco: una economía estancada; violencia desbordada; inseguridad; corrupción de la clase política, principalmente de los funcionarios públicos con tufos de intolerancia intransigente; una suerte de regresión por acallar voces críticas, como la Carmen Aristegui.

Interiorizarse en el sentido o el significado del voto ha sido durante el actual proceso electivo una tarea harto explorada, aunque también ingrata. Y lo ha sido porque las pretensiones de influir en el horizonte común se ven abrumadas por el enorme despliegue de las diversas campañas proselitistas. Intentar modelar la conducta ciudadana para que se abstenga o para que anule su papeleta, en cualquiera de las variantes que tales actitudes tienen, implica, además, innumerables derivadas políticas, partidistas, sociales, culturales, hasta cuestiones éticas. Evitar la redundancia argumental se presenta, entonces, como un asunto primordial de forma, gustos, estilo u oportuna originalidad si se atiende al uso eficiente del espacio público. Optar por difundir consejos –cuyas modalidades ya han sido experimentadas en demasía– corre también el riesgo de caer en lo que se entiende por el horrendo lugar común tanta veces visitado.
¿Que los gobiernos populares de América Latina estarían entrando en un fin de ciclo? ¿Que el poder desgasta?
El Museo de la Ciudad de México presenta una exposición extraordinaria de Enrique Climent (1897-1980), pintor valenciano que se exilió en México en 1939. En España, Climent era ya un pintor reconocido para cuando se exilió. Había sido profesor de pintura en Barcelona y había pertenecido a la tertulia de Ramón Gómez de la Serna en Madrid, donde también ilustró portadas para la revista Blanco y Negro, y había hecho carteles políticos durante la Guerra Civil. Después de atravesar el Pirineo a pie desde Barcelona, fue arraigado en Francia en un campo de concentración, como sucedió con casi todo el mar de refugiados de España. Fue rescatado luego de ahí y alojado en un castillo en el sur de Francia por ser uno de los pintores que Pablo Picasso había nombrado para ser protegidos de la inclemencia de aquellos campos. En 1939 fue de los que aceptaron la invitación que extendió el gobierno de Lázaro Cárdenas y emprendieron camino a México.
¿Cuáles son las enseñanzas de las crisis macroeconómicas de los pasados 20 años? Es el tema de un importante discurso pronunciado por Stanley Fischer (SF), vicepresidente de la Reserva Federal estadunidense y uno de los economistas más influyentes en el desarrollo de la teoría macroeconómica. Su discurso revela los estrechos límites al interior de los que se desarrolla el pensamiento macroeconómico neoclásico.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario