Expertos explican que quien invalida su sufragio favorece a todos los partidos a la hora de repartir dinero, 'pluris' y spots en radio y tv
CIUDAD DE MÉXICO (CNNMéxico) — ¿Anularás
tu voto para expresar rechazo a los partidos políticos? Piénsalo de
nuevo, porque al final podrías beneficiarlos a todos por igual.
Invalidar tu sufragio no solo no es eficaz para manifestar repudio a
los partidos, sino que, por el contrario, los favorece con más spots, dinero público y asientos plurinominales, en específico a los más grandes, advierten especialistas electorales.
Para estas elecciones, los partidos cuentan con uno de los niveles
más bajos de aprecio entre los mexicanos, de acuerdo con encuestas.
Parte del repudio se debe a las cantidades millonarias de dinero
público que reciben para su funcionamiento y para hacer campañas: para este año suman más de 5,350 millones de pesos en recursos federales.
Otras fuentes de repudio son los escándalos de corrupción de
políticos de todas las tendencias, y el que la ciudadanía esté en
desacuerdo con las decisiones administrativas y legislativas que toma
la clase gobernante.
Algunos ciudadanos plantean el voto nulo —invalidar la boleta o
depositarla en blanco en la urna— como válvula de escape para esta
inconformidad, estrategia que los expertos en materia electoral
consideran una mala idea.
Roberto Duque, académico de la Universidad Nacional Autónoma de
México (UNAM), explica que una “trampa” en la “retorcida” ley electoral
mexicana hace que, a mayor número de votos nulos, mayor financiamiento,
legisladores plurinominales y tiempos gratis en radio y televisión para
los partidos que conservan su registro.
“Es un bumerán: el ciudadano que está inconforme y quiera castigar a
los partidos políticos lanza el golpe anulando su voto, pero cuando la
autoridad electoral haga el cálculo para las cuestiones que más les
importan a los partidos, que es el dinero y el poder, se le regresará a
ese ciudadano el golpe porque los partidos que mantengan el registro
van a estar regocijados”, dice en entrevista.
Esta paradoja, explica Duque, se da por que el Instituto Nacional
Electoral (INE) descarta todos los votos nulos para calcular el reparto
de beneficios a cada partido.
Al no ser considerados los votos nulos, éstos se van “al basurero”,
indica Duque. La “ayuda” extra que el voto nulo da por igual a todos
los partidos que conserven su registro ocurre cuando el INE recalcula
los porcentajes de voto para definir financiamiento, plurinominales y
tiempos oficiales.
Porque la bolsa no varía: sin importar cuántos votos nulos haya este
año, los partidos se repartirán el mismo presupuesto disponible, el
mismo número de asientos en el Congreso, y el mismo tiempo en medios
electrónicos.
Y, al quitar los votos invalidados o emitidos para partidos que no
alcancen el registro y para candidatos independientes, queda más para
los partidos que conserven su registro.
Para explicar el punto, Duque lanzó la campaña #NoTeAnules, en la
que a través de un video retoma la más reciente elección intermedia
(2009) para ejemplificar cómo el partido con mayor votación vio crecer
el valor de su participación.
El ganador pasó de 36.9% en la elección a 39.6% en el “pastel” de
los beneficios, en tanto que las demás fuerzas políticas registraron
ganancias de entre 2 y 0.1 puntos porcentuales.
Checa el video aquí, y sigue leyendo.
Lo ideal, desde el punto de vista del académico, sería que los
inválidos se consideraran en la votación total, de modo tal que los
sufragios anulados deliberadamente influyeran en la designación de
recursos.
Que mientras más votos en blanco hubiera, menos recursos recibieran los partidos, expone el académico de la UNAM.
“Es un incentivo para que los partidos políticos mejoren su oferta,
que hagan una política más de pros que de contras, que dediquen sus
energías a pensar mejores formas en las que México puede salir
adelante, y no estar enlodándose los unos a los otros en estas campañas
que están pagadas con dinero público y con tiempo aire para spots en radio y televisión por los cuales no pagan”.
Votar, la opción por ahora
Entonces, ¿qué queda para quienes tienen ánimo anulista? Además de
exigir que la legislación cambie para dar valor legal al voto nulo, lo
único que les resta a los ciudadanos es participar, comentan
especialistas.
Movimientos como el que encabeza el poeta y activista Javier
Sicilia plantean "refundar" al sistema político a través de la
organización civil, sin métodos violentos, para lo cual propusieron
"boicotear" las elecciones.
Pero también surgió otro tipo de boicot, el de la Coordinadora
Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), cuyos integrantes se
oponen a la elecciones porque las consideran "una farsa" y para
presionar a las autoridades en la cancelación de la reforma educativa,
que la consideran violatoria de sus derechos laborales.
Óscar de los Reyes Heredia, director del Departamento de Derecho del
Tecnológico de Monterrey Campus Santa Fe, llama a romper con el círculo
vicioso del voto nulo y el abstencionismo ante la decepción con el
actual sistema y actores.
“La participación ciudadana no debe acabarse simple y sencillamente
porque el voto nulo no tendría efectos, sino que hay que buscar todos
los mecanismos hasta hacer conscientes a los partidos políticos de
seleccionar entre sus candidatos, no al más popular, sino a quien
coloca como su más alta aspiración el interés general (...) Hoy más que
nunca tenemos que estar presentes como sociedad civil”, abunda en
entrevista.
El especialista plantea que quienes impulsan esta opción mejor
presenten una reforma legislativa a través de una iniciativa ciudadana
para, al menos, hacer conscientes a los legisladores de la necesidad de
mejorar su relación con la ciudadanía.
“Que se den cuenta de que ya nos dimos cuenta. Ese ya es un avance”, menciona en el mismo sentido Duque.
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