OPINIÓN
El
pasado 10 de mayo, el pueblo Ixil conmemoró dos años de la sentencia
por Genocidio dictada por el Tribunal de mayor Riesgo A en el año 2013,
la cual sentenció a Efraín Ríos Montt por los delitos de genocidio y
delitos contra los deberes de humanidad en contra de la población Ixil
en los años de 1982 y 1983, por lo que fue condenado a 80 años de
prisión inconmutables por ser autor del asesinato de mil 771 indígenas
ixiles a manos del ejército.
Durante el juicio se escuchó la voz de testigos y testigas que narraron
las atrocidades cometidas por el ejército de Guatemala, fue gracias a
su lucha y trabajo que se logró probar la verdad. Resalta el testimonio
de las mujeres que, con valor, siguen hablando sobre sus historias y
cómo fueron víctimas de diversas agresiones durante el conflicto armado
interno. Ellas con su lucha siguen manteniendo viva la memoria y siguen
buscando justicia.
Muchas de ellas perdieron hijos, madres, padres, hermanos, abuelos.
Muchas de ellas sufrieron violencia sexual a manos del ejército de
Guatemala, tortura, desaparición forzada y esclavitud. Se enfrentaron
al terror, al miedo, a la impunidad, pero eso no sirvió para callar su
voz, para detener la verdad.
Es gracias a ellas que hoy podemos decir que en Guatemala sí hubo
genocidio. En sus cuerpos y vidas encontramos la resistencia de todo un
pueblo y la lucha por la justicia. Dos años después de la sentencia
cantan, gritan y siguen pidiendo justicia.
La sentencia fue anulada por la Corte de Constitucionalidad diez días
después de ser emitida: esto forma parte de los hechos de impunidad que
prevalecen en el sistema de justicia en Guatemala. No obstante para el
pueblo Ixil, la sentencia sigue vigente, como sigue vigente en sus
testimonios la historia que debe de contarse para que el terror no se
vuelva a repetir.
La voz de quienes ya no están sigue resurgiendo de las entrañas de la
tierra, sigue surgiendo en quienes dan su tiempo y su vida por mostrar
lo sucedido. El 10 de mayo del 2015, hombres y mujeres del pueblo Ixil
caminaron hacia el antiguo destacamento de Xolosinay en el municipio de
San Juan Cotzal, como una muestra de apoyo a las exhumaciones que aún
se siguen haciendo en el lugar donde se han encontrado los restos de
víctimas asesinadas por el ejército de Guatemala.
En ese lugar en donde muchas personas encontraron la muerte hombres y
mujeres ixiles aún buscan a sus familiares, piden justicia, pero
también reivindican la lucha de muchas y muchos que se atrevieron
hablar, a mostrar y esclarecer los hechos ocurridos en su territorio.
*Artículo retomado del Grupo Mujeres Ixchel
Fotos: Mujeres Ixchel/Cristina Chiquin
Por: Mujeres Ixchel
Cimacnoticias | Guatemala.-
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