TRANSGRESORAS
Por: Lucía Lagunes Huerta*
Nos
recibe en su segunda casa, en uno de sus jardines, desde donde puede
seguir a distancia lo que se está elaborando. Con “un ojo al gato y
otro al garabato”, combina recuerdos e instrucciones para la producción
de un nuevo programa, comparte generosamente la experiencia acumulada a
lo largo de 37 años de trayectoria.
Es parte de las pioneras, cuando contar a las mujeres que participaban
en la producción radiofónica de Radio Educación era con las manos, y
sobraban dedos, es también la creación de una pasión, de su pasión por
la radio, es Laura Elena Padrón.
Creció con la radio primero como radioescucha y después como parte de
ella, con el contacto de diversas organizaciones fue adentrando en los
derechos de las mujeres que hasta el día de hoy continúa proyectando en
su segunda casa, Radio Educación, y en sus proyectos como productora de
teatro .
Laura Elena Padrón es una mujer de convicciones, defensora de los derechos de las audiencias y de la libertad de expresión.
Es una convencida de que la radio debe ser de calidad, de respeto a las
audiencias y por supuesto donde las mujeres cuenten con espacios no
sólo en el decir, sino en el hacer, que sean protagonistas todo el
tiempo en todos lados.
–Lucía Lagunes Huerta (LLH): ¿Qué te lleva en la vida a la radio?
–Laura Elena Padrón (LEP): Mira, a mi madre y mi padre les encantaba
oír radio, entonces esa fue una costumbre que adquirí desde chiquita y
les encantaba oír música, programas a mi madre sobre todo. Oí “La
Tremenda Corte” como 10 o 15 veces de camino a la escuela y eso me fue
motivando, a acercarme mucho a la radio.
“Mi papá sábados y los domingos ponía la radio, teníamos una consola de
onda corta y era muy padre oír la radio en distintos idiomas y escuchar
otra música que no era del país. Luego llegue a la Facultad y ahí
descubrí Radio Educación en 1977.
“En el 79 estudiaba y trabajaba en Canal 11, luego de un rompimiento en
el equipo de noticias con Pablo Marentes, salgo del Canal. Es mi
primera experiencia como trangresora, digamos, de los medios, donde
digo ‘yo no estoy de acuerdo con lo que está sucediendo’.
“Un amigo de la familia me conecta con Álvarez Lima y llego aquí a
Radio Educación. Pensaba: ‘Yo quiero hacer eso que están haciendo
ellos’. Era muy distinto de lo que están haciendo en las otras radios.
Éramos cinco mujeres, entre ellas, Paty Kelly, Felícitas Vázquez y Pita
Cortés.
“Empecé de cero, de ser asistente y de ‘ve por los cafés’. Una de las
ventajas que tenía es que me gustaba mucho oír música y que leía mucho.
Terminé rápido la carrera y empecé a proponer cosas, y de lo primero
que hice fueron las radionovelas como asistente, y luego ya hice un
programa con Mario Díaz Mercado sobre música brasileña.”
–LLH: ¿Nunca dejaste la radio?
–LEP: Nunca. Bueno, sólo una vez que la hice de jefa de prensa en la
ENEP Iztacala. Entonces nace mi hijo y llegan las gentes de Sipam
(Salud Integral Para la Mujer); ya teníamos un comité.
“Y empiezo a hacer el programa “Dejemos de ser pacientes” con las de
Sipam. En realidad yo había estudiado género, venía de una familia tan
grande y tantos hermanos, que siempre había el ‘yo no quiero hacer esto
y yo no quiero hacer aquello’, defendiendo lo que yo creía.
“Fue muy interesante cómo fuimos creciendo como grupo; nosotras les
dábamos talleres de radio y ellas nos daban talleres de género. El
programa se volvió muy importante, digamos con una presencia fuerte y
Sipam ganó mucho con eso, y creo que todo el equipo de Radio Educación
también.
“Para mí fue una escuelota. De ahí hicimos varios programas, por
ejemplo “Mujer civilizada e instruida busca futuro”, en el que se
jugaba con los estereotipos; con él en 1994 ganamos un premio en la
Primera Bienal de Radio, en la categoría de Radio Drama, que era de las
más peleadas.”
RADIO EDUCACIÓN, UN PARTEAGUAS
–LLH: ¿Como es hoy Radio Educación? ¿Dónde lo ves con respecto a las mujeres y las otras radios?
–LEP: Radio Educación sigue produciendo lo que ninguna otra radio;
llega a nivel nacional que es muy importante, no por la señal de AM,
sino porque ha dotado de contenidos durante muchos años a radios de
todo el país.
“Radio Educación empezó a hacer programas de sexualidad que no se
hacían en ningún lado, sigue haciéndolos; creo que tenemos la limitante
de AM y seguimos peleando FM, pero los formatos siguen siendo novedosos
en algunos casos.
“Hay algunos compañeros que se han especializado en alguna cosa y
siguen haciendo lo mismo; a otros nos gusta experimentar y seguimos
inventando cosas, seguimos intentándolo y ganando premios afuera y
capacitándonos.
“A través del micrositio en internet, donde hay podcast, llegamos a
muchísima gente; sólo el año pasado hubo 300 mil descargas de nuestros
contenidos, eso te habla de que están bien hechos, bien trabajados, son
novedosos.
“El año pasado hice una serie sobre diversidad sexual, “En el jardín de
las orquídeas”; lo hice en streamer; nos oían en Europa, Asia y
Australia.”
–LLH: ¿Nunca quisiste entrar a la radio comercial?
–LEP: Fíjate que sí he hecho cosas en la radio comercial, no’mas que no
me gusta. Sí se pueden hacer cosas, creo que mucha gente que ha estado
aquí trabajando se ha ido a la radio comercial y hace las cosas
distintas.
–LLH: ¿Cuáles fueron las limitantes por las cuales no te quedaste ahí?
–LEP: Porque no es mi nicho. Digamos que estoy muy a gusto aquí; el
Comité Técnico de Evaluación (de Radio Educación) te permite presentar
proyectos y proponer cosas nuevas; cada año puedes hacer cosas nuevas
si de veras lo quieres hacer.
“Si
tu proyecto es bueno, novedoso, tiene calidad y es propositivo, va a
pasar; tengo casi siete años metiendo un proyecto o dos al año, nuevos,
distintos, novedosos y que causan impacto, son series pequeñas.
“Hay programas que tienen 25 años y hay series cortas que realmente
causan un impacto que vale la pena escuchar, por ejemplo ‘Dejemos de
ser pacientes’; hice una serie que se llamó ‘10 de los 20’, que eran 10
mujeres de los años 20; tuvo mucho éxito; quería hacer todo el siglo
pero el INAH dijo: ‘Ya no hay dinero para eso’.
“Luego hice ‘Murmullo de sirenas’, que fue un programa delicioso en la
madrugada, que eran mujeres haciendo música. Cada vez propones y haces
cosas distintas y tengo años haciendo cosas así; tengo programas que
llevo 10, nueve, 15 años, pero siempre estoy haciendo cosas distintas.”
–LLH: Cuando llegas a Radio Educación, ¿qué tuviste que superar? ¿Fue fácil para ti llegar al mundo masculino?
–LEP: Masculino en el área técnica, porque en el área creativa lo
hacemos más mujeres, y en esa época estaba más equilibrado, pero sí
había el celo de “nosotros iniciamos el cambio en la radio, y ustedes,
a ver chamaquitas qué traen”.
“Desde el momento que me dieron la plaza yo dije: ‘Me voy con el
sindicato; eso me ayudó mucho a abrirme puertas porque dijeron esta
chava si sabe lo que quiere, no va andar bandeando y así es, siempre he
estado de este lado, y no es que sea el enemigo, es que hay que
defender nuestros derechos. Entonces siempre hay un jefe o director o
directora gandaya, a quien hay que ponerle sus altos. ¿No?
“Pero eso me permitió de alguna manera empezar a abrir puertas para
aprender de otras y de otros, pero no fue fácil. Los operadores eran
tremendos: ‘Tú qué me vas a venir a decir a mí’. Eso era una red muy
machista y ahora nos encontramos y somos carnalitos porque tenemos
treinta y tantos años de convivir todos los días.”
“Todo
el tiempo estamos pidiendo trato igualitario; no siempre se da. Por
ejemplo, aquí en Radio Educación se da el Premio José Vasconcelos cada
año. Llaman a cuatro personas para otorgar el premio y no hay ninguna
mujer, y en el presídium sólo está Bety Solís.
“Creen que nada más los hombres construyeron esta emisora y, perdón,
pero la mayoría somos mujeres. Somos más mujeres que hombres. Nada más
te digo, Felícitas hizo la asociación de trabajadores de Radio
Educación antes del sindicato, pero a ella no le dan el premio.”
CIMACFoto: César Martínez López
Cimacnoticias | México, DF.-
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