Fortalecer lucha feminista y defensa de la libertad de expresión
Los
objetivos del Capítulo J de la Plataforma de Acción de Beijing, sobre
mujer y medios de comunicación, deben estar al centro de la política y
la economía global, lo que se va a conseguir con la investigación y
empuje de activistas, académicas y periodistas.
Así concluyó ayer en el Centro Cultural España, en esta capital, el Foro
Internacional Género, Medios, Tecnologías de la Información y la
Comunicación, y Periodismo, al que convocaron la Universidad Nacional
Autónoma de México (UNAM) y Comunicación e Información de la Mujer
(CIMAC).
Para cerrar una jornada de dos días en la que se hizo un balance a
propósito de los 20 años de la Plataforma de Acción de Beijing, expertas
en género y medios de comunicación concretaron el compromiso de generar
información estadística para alimentar políticas públicas, y reformar
las normas que rigen actualmente los medios de comunicación.
Además, acordaron valerse de esos medios para colocar al centro de las
más amplias discusiones sobre política y economía global el derecho de
las mujeres a informar y estar informadas, a fin de evitar que éste siga
siendo un tema exclusivo del análisis de género.
Margaret Gallagher, promotora de la Global Aliance on Media and Gender,
de la UNESCO, planteó el desafío de alcanzar transformaciones de mayor
escala ya que –aseguró– no basta con tener más mujeres en los contenidos
de los medios de comunicación y al interior de la industria, sino que
el objetivo central es lograr en el mundo un modelo económico más
democrático.
La investigadora especializada en género y medios de comunicación apuntó
que las alianzas globales de mujeres periodistas e investigadoras son
la punta de lanza para que el derecho de las mujeres a la información
esté en las cumbres y foros mundiales políticos y económicos, a pesar de
que los gobiernos lo eviten.
Llamó a fortalecer la lucha feminista con otros movimientos de la
sociedad civil en materia de libertad de expresión, economías
democráticas y gobernanza, para visibilizar que el derecho de las
mujeres a formar parte de los medios de comunicación y las nuevas
tecnologías beneficia todos los ámbitos de la vida humana.
Gallagher pidió apoyar a las jóvenes, quienes con planteamientos
“radicales” están ocupando puestos gubernamentales para transformar las
estructuras tradicionales del poder, ya que su incidencia política
abrirá paso para convertir en argumentos los aportes que ya hicieron las
feministas.
“El objetivo total es estar al centro de la construcción de políticas en cinco años”, aseguró la experta.
Aimée Vega Montiel, vicepresidenta de la International Association for
Media and Communication Research, agregó que la investigación en materia
de género y medios de comunicación funciona como una herramienta
política fundamental para informar a las personas tomadoras de
decisiones.
A esto sumó la necesidad de generar nuevos conceptos y marcos teóricos
que aborden la realidad de las mujeres en un ambiente comunicativo cada
vez más complejo.
En este tenor, una alianza académica mundial también es imprescindible
para comparar datos por país y priorizar temas comunes, organizar grupos
de trabajo y desarrollar estudios de género en las políticas globales
de comunicación, las estructuras de poder, libertad de expresión, las
redes sociales y el activismo feminista.
A fin de rescatar la trayectoria de los movimientos sociales y las
luchas feministas del pasado, Carolyn Byerly, experta en género e
industrias mediáticas, propuso rastrear, organizar en patrones y
teorizar sobre historias de éxito de acción ciudadana en materia de
libertad de expresión y democracia.
Ya que –añadió– se necesita una acción fuerte, una ciudadanía femenina
que demande sus derechos y que exija información a los gobiernos.
En tanto, Lucía Lagunes Huerta, periodista y directora de CIMAC, fue
enfática al observar que las mujeres no pueden ser sólo sujetas de la
investigación, sino que necesitan ser parte activa de la agenda
política, ya que ellas necesitan financiamiento para capacitarse,
organizarse e investigar.
Hasta ahora las periodistas no son prioridad en la agenda política, no
se reconoce su especialización y en los medios de comunicación no
cuentan con condiciones laborales que les permitan seguir informando,
resaltó Lagunes.
“Queremos seguir siendo periodistas pero también queremos tener una voz
propia en los espacios donde se toman las decisiones”, dijo, y exigió
que se agreguen metas específicas en los Objetivos de Desarrollo
Sostenible sobre género y medios de comunicación que, además, hagan
visibles las demandas de las comunicadoras indígenas.
Al cierre, Anita Gurumurthy, directora ejecutiva de IT for Change en la
India, destacó la urgencia de agregar a esta discusión una agenda
digital bien nutrida, ya que los medios digitales “no son un apéndice de
los medios de comunicación”.
También observó la necesidad de discutir temas polémicos como los
derechos de autor en internet, la regulación de las páginas web, usos de
internet diferenciados por clases sociales, y la vigilancia de los
Estados por estas vías.
El reto –remató la activista– es que el movimiento feminista salga de su
“zona de confort” y construya teorías sobre la agenda digital, que
muestren cómo en este plano se sigue reproduciendo la “geografía de la
desigualdad”.
El foro fue auspiciado por la UNESCO, la Red Nacional de Periodistas
(RNP), ONU-Mujeres, la International Association for Media and
Communication Research, la Asociación Mexicana de Investigadores de la
Comunicación, la Comisión de Derechos Humanos del DF, y el Consejo
Nacional para Prevenir la Discriminación.
*Con motivo del 20 aniversario de la Red Nacional de Periodistas, CIMAC
realizó el informe “Condiciones laborales de las y los periodistas en
México”.
CIMACFoto: César Martínez López
Por: Angélica Jocelyn Soto Espinosa
Cimacnoticias | México, DF.-
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