6/04/2015

Los periodistas pal café . . . .


La intensidad y la persistencia de la protesta pública corresponden con puntualidad a los niveles de desatención de políticos y autoridades a problemas existentes. Por ello resulta desproporcionado, e incluso propiciatorio de un clima favorable a la represión de esas protestas, pretender la adjudicación de responsabilidad de ellas solamente a una especie de vocación masoquista de ciudadanos deseosos de andar en las calles agitando o a conspiraciones facciosas que en caso de haberlas no encontrarían condiciones para desarrollarse si el propio sistema no las creara.
Las protestas están allí, crecen y llegan a desbordarse porque el aparato de gobierno y las formas de representación popular no están funcionando más que para beneficio de las propias camarillas de poder, orillando a muchos ciudadanos a asumir que sólo por la vía de las marchas y las movilizaciones (como opciones aún relativamente pacíficas) pueden aspirar a tener atención mediática y política y ciertas expectativas de resolución positiva.
En Oaxaca y en Guerrero se ha llegado a extremos delicados. En la entidad donde ha dejado transcurrir el tiempo Gabino Cué, hubo trastornos en la operación aeronáutica que significaron la cancelación de varios vuelos programados, luego que grupos de profesores intentaron tomar las instalaciones del aeropuerto oaxaqueño. En la ciudad de México, dirigentes de la sección magisterial de Michoacán adelantaron que el domingo de las elecciones podrían tratar de cerrar el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México y, además, de instalarse en el Zócalo capitalino. Y en Guerrero se produjo un enfrentamiento entre policías federales y activistas y familiares de los 43 desaparecidos de Ayotzinapa, a quienes se impidió manifestarse y protestar en vísperas electorales.
El estremecimiento social continuo no pareciera generar en la clase política dominante mayores sobresaltos que los necesarios para torear, dividir, desacreditar o lanzar tales disonancias al archivo muerto. Lo mismo puede verse en Durango a centenares de ejidatarios que llevan más de un mes plantados día y noche en una caseta de peaje en Coscomate, en demanda de que el gobierno federal les pague con justicia sus tierras expropiadas para construir una súper carretera rumbo a Mazatlán, que a decenas de miles de personas en todo el país recorriendo oficinas policiacas y judiciales en espera de información y atención respecto de familiares desaparecidos, masacrados o tramposamente procesados.
El aparato gubernamental (en sus tres niveles), las instancias legislativas (federal y estatales), el Poder Judicial (en sus distintos ámbitos jurisdiccionales), los organismos autónomos (CNDH, Inai, tribunales e institutos electorales, entre otras fachadas simuladoras) y las formas de construcción de la representación política (partidos, campañas, elecciones) no han producido a la fecha más que un evidente agravamiento de las dolencias nacionales, hasta llegar a una situación crítica extrema, una de cuyas expresiones es la lucha cívica y social en las calles, incluso con métodos desbordados.
Para enfrentar esos brotes de insurrección cívica y política los poderes institucionales no han podido ejercer con plenitud y eficacia las artes de la política y, a falta de los frutos sanos del diálogo y la negociación, han delegado la contención y, de alguna manera, la resolución, a policías federales regidas por criterios militares y a los propios cuerpos castrenses, devaluando el poder político de las autoridades civiles y creando riesgosos escenarios que en minutos podrían crear tragedias.
Las elecciones son, sin embargo, el punto central de la atención pública nacional en esta primera semana de un mes que algunos grupos han pretendido denominar Junio Negro. Ayer mismo sesionó el Consejo General del Instituto Nacional Electoral para desahogar asuntos pendientes y seguir a la busca de soluciones en entidades como Oaxaca y Guerrero, por razones de insurgencia de corte político y gremial, y en otros lugares donde el poder del crimen organizado está adoptando decisiones y haciéndolas cumplir.
Entre otros puntos, el despeje dominical de incógnitas electorales permitirá avizorar el futuro de personajes como Andrés Manuel López Obrador y su partido, Morena (en función de las abiertas aspiraciones presidenciales del tabasqueño); de Manlio Fabio Beltrones y su candidata en Sonora, Claudia Pavlovich (en función de la posibilidad del zar legislativo de convertirse en presidente nacional del PRI), y de Felipe Calderón y su corriente, que pretende recuperar el poder en el blanquiazul o buscar alternativas casi independientes.
En un plano político e ideológico terriblemente disminuido, con la voracidad de las camarillas como determinante para las postulaciones partidistas, y en un nivel de descrédito social mayor que nunca, el proceso electoral apenas aporta algunos chispazos de interés. Será importante ver, por ejemplo, el desenlace de la fuerte embestida de poderes chuchos y pinoleros unidos contra Ricardo Monreal en la delegación Cuauhtémoc (si gana, el zacatecano será precandidato cantado a la jefatura del gobierno capitalino en 2018 o a la presidencia de Morena). Y el tamaño de la ofensiva en Jalisco contra Enrique Alfaro (aspirante a presidir Guadalajara, pero cabeza de una corriente que participa con buenas expectativas de triunfo en varios de los principales municipios de esa entidad), contra quien se ha desatado una guerra sucia personalizada, con el payaso Lagrimita como cuña instalada para invocar más adelante causales de anulación porque a éste no se le garantizó equidad en la contienda al rehabilitarlo intencionalmente a última hora.
Y, desde luego, lo que suceda con la segunda carta del PRI en Nuevo León, Jaime Rodríguez, un independiente que mucho serviría al sistema para demostrar en México y el extranjero que el sistema político mexicano es democrático y abierto a la participación y el triunfo de cualquiera, el Cabrito Dream ya antes mencionado en esta columna que, por hoy, hasta este punto llega. ¡Hasta mañana!
Twitter: @julioastillero. Facebook: Julio Astillero, Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx

Foto
¿Les temblaron las corvas? ¿No quisieron desafiar al Poder Ejecutivo? Son los funcionarios mejor pagados de la burocracia y se supone que deberían actuar apegados a la ley y al derecho. Pero 10 de los 11 ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación decidieron no atraer el caso Carmen Aristegui; la dejaron a la suerte que corra en los litigios que se ventilan en tribunales de menor jerarquía. Los abogados de la periodista habían solicitado al máximo tribunal que atrajera el recurso de queja promovido por MVS contra la decisión del juez federal Fernando Silva García de conceder la suspensión definitiva en el amparo con el que Aristegui combatió jurídicamente su salida del noticiero. Pensar en el regreso de Carmen a MVS es pensar en lo imposible. Por añadidura, su contrato en condiciones normales terminará en diciembre. Vale la pena recoger el nombre de los ministros que evadieron un asunto que hubiera podido quemarles las manos: Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, José Ramón Cossío, Jorge Mario Pardo Rebolledo, Olga Sánchez Cordero, Arturo Zaldívar, Alberto Pérez Dayán, José Fernando Franco González, Margarita Luna Ramos, Eduardo Medina Mora y Juan Silva Meza.
La ‘‘manita de gato’’
¿Qué pasó con el equipo contratado por el gobierno federal para dar una ‘‘manita de gato’’ a su imagen en el extranjero (tal vez requiere el gato completo, pero esa es otra historia)? Lo encabeza Paulo Carreño, ex encargado de la imagen de Citibank-Banamex. El diario Financial Times como que no está enterado de su labor. Acaba de dar otro rayón a la imagen. Sugiere en su edición digital que el Mexican moment que hace unos meses era elogiado por las reformas estructurales acometidas en el país comienza a despedir el tufo de un cadáver. El diario se refiere a la decisión del gobierno de suspender la evaluación a maestros a tan sólo unos días de las elecciones intermedias, y señala que ‘‘es una apuesta política que podría socavar y no aumentar su maltrecha credibilidad. Este es un gobierno horrorizado por el corto plazo’’, dice Carlos Elizondo, citado por el rotativo. ‘‘Es un signo de debilidad’’. ¡Y para que lo diga Carlos! Recientemente fue designado por Peña Nieto como miembro independiente del consejo técnico de Pemex. El periódico explica que el gobierno decidió actuar ante la posibilidad de un boicot a los comicios en los que se elige a 500 diputados, 17 congresos locales, nueve gobernadores y más de 300 alcaldes. ‘‘La suspensión de la evaluación magisterial fue interpretada ampliamente por varios grupos de la sociedad civil como que el gobierno cede ante el chantaje, y también como una sentencia de muerte para una reforma que ya estaba costando trabajo aplicar en cuatro estados’’, dice.
Un libro, un caso oscuro
Hoy será presentado el libro Colosio y Ruiz Massieu 20 años después, de Humberto Hernández Haddad. La obra recopila las memorias del autor como cónsul general de México en San Antonio, Texas. Tuvo conocimiento de datos importantes sobre ambos políticos. Lo acompañarán los investigadores Ernesto Villanueva, José Arturo Ortiz Peña, Francisco Martínez Mendoza y Alejandro del Palacio Díaz. La cita es a las 18 horas en la Casa del Tiempo de la Universidad Autónoma Metropolitana, en General Pedro Antonio de los Santos 84, colonia San Miguel Chapultepec.
La rueda de la fortuna
El tablero de los multimillonarios del mundo no deja de moverse. De acuerdo con el índice Bloomberg, Amancio Ortega superó a Warren Buffett y es ahora el segundo hombre más rico del mundo después de Bill Gates. El fundador de tiendas Zara aumentó su fortuna 17 por ciento este año y acumula 71 mil 500 millones de dólares. La brecha entre los primeros puestos es estrecha; la fortuna de Buffett está calculada en 70 mil 200 millones de dólares. Bloomberg atribuye el ascenso de Ortega a un aumento de 8 por ciento en las ventas de las tiendas de ropa Inditex, que comprende las marcas Zara, Bershka, Pull& Bear y MassimoDutti. Este movimiento desplazó, al menos por ahora, a Carlos Slim hasta la cuarta posición, con una fortuna de 68 mil 300 millones de dólares. Estas estimaciones diarias varían y tienen algunas diferencias con la lista original, la de Forbes, en la que Slim mantiene el segundo lugar con 77 mil millones de dólares, seguido de Buffett y Ortega. Sea cual sea su posición, no les falta dinero para el desayuno.

Los autodenominados dirigentes de esta República de discursos, reformas y modernizaciones fallidas deben rendir tributo a quienes el propio modelo económico que defienden a capa y espada (el camino correcto, cacareado de Miguel de la Madrid a Enrique Peña Nieto) expulsó de su tierra, porque a estas alturas el ingreso por remesas de la paisanada supera al obtenido por la exportación de petróleo (no se consideran las narco divisas, que no son pocas).
Tantos trabajadores expulsaron y tanto se deterioraron los gobernantes y su modelo económico, que en los primeros cuatro meses de 2015 el ingreso por remesas superó en alrededor de 12 por ciento al captado por la venta externa de oro negro (el cual, gracias a la reforma energética, ahora será compartido con el capital privado nacional y foráneo).
Como siempre, el siempre atinado inquilino de Los Pinos erró el tiro al asegurar que “son nuestros empresarios los motores del desarrollo económico y social de México, porque si no fuera por (sus) inversiones (…) no estaríamos generando esta dinámica económica que deseamos tenga el país, porque es el detonante del desarrollo social y del bienestar que queremos para las familias mexicanas… (Son el) motor del desarrollo económico y social de México, por ser hombres que arriesgan sus inversiones en favor de generar prosperidad para la nación”. Y se quedó tan tranquilo.
Pues bien, un punto útil para el análisis es que en el transcurso del siglo XXI y sin restricción alguna los motorizados empresarios han exportado capitales (léase invertido fuera de las fronteras nacionales) más de 272 mil millones de dólares (alrededor de 25 por ciento del producto interno bruto, PIB, a precios actuales), y contando, con un crecimiento económico de 2 por ciento como promedio anual, lo que no precisamente fortalece el discurso oficial de que arriesgan sus utilidades para la prosperidad de la nación, de donde han obtenido todo el dinero que han sacado.
Del otro lado, y en el mismo periodo, los millones de expulsados de su tierra han inyectado a la economía mexicana más de 280 mil millones de dólares (de igual forma cerca de 25 por ciento del PIB), con todo y que el gobierno, los empresarios motorizados y el modelo económico los obligaron –precisamente por falta de oportunidades, ausencia de prosperidad en su país de origen y desconchinflada dinámica económica– a dejar su tierra natal para buscar la vida fuera de sus fronteras. Por si fuera poco, gobierno, empresarios y modelito económico armaron otro jugoso negocio basado en la precariedad de esos mismos expulsados, es decir, el trasiego electrónico de remesas y las exorbitantes comisiones que cobran.
Así, en lugar de fungir como animado vocero oficial de las actividades empresariales, por intrascendentes que éstas sean (como en el reciente caso de la inauguración de un centro comercial), el inquilino de Los Pinos tendría que poner manos a la obra para mejorar las condiciones laborales y sociales de la paisanada en el vecino del norte, evitar la expulsión de mexicanos de su propia tierra por razones económicas y mejorar sustantivamente el entorno casero (no el de la casa blanca) para quienes aquí permanecen, pues los empresarios (y con esa lógica se mueven) buscan utilidades, mejor mientras más abultadas, y no en convertirse en motores de causas que ni lejanamente les interesan.
Sólo hay que imaginar a los zares de la minería Germán Larrea (el de Pasta de Conchos), Alberto Bailleres y Alonso Ancira, más Carlos Slim, Emilio Azcárraga, Ricardo Salinas Pliego, Roberto Hernández, la viuda de Eugenio Garza Lagüera y demás multimillonarios marca Forbes, o de plano los dueños de Higa o OHL arriesgando sus utilidades para la prosperidad de la nación. Ni Walt Disney, pues.
Pero bueno, de acuerdo con el grupo financiero BBVA-Bancomer (un conglomerado financiero que sin duda alguna también arriesga sus utilidades para la prosperidad de la nación, las remesas enviadas por los trabajadores mexicanos que laboran en Estados Unidos se convirtieron en la principal fuente de divisas para el país, al superar los flujos de inversión extranjera directa. Ese flujo de divisas seguirá creciendo este año y los subsiguientes (La Jornada, Roberto González Amador).
Esa misma fuente detalla que “en promedio, el ingreso de inversión extranjera directa es de entre 20 mil millones y 22 mil millones de dólares al año, y para 2015 se anticipa que las remesas que reciban las familias mexicanas alcancen los 25 mil millones de dólares. No es bueno ni malo en sí mismo que el país reciba más divisas por remesas que por inversión extranjera directa… Es una radiografía”. Y entre enero y abril de 2015 el saldo acumulado por remesas fue de 7 mil 735.8 millones de dólares.

 De seguro ya lo saben, pero igual les platico: a quienes tenemos el lenguaje como materia prima de nuestra chamba nos resulta muy graciosa esa contraposición infundada que establecen algunos entre acción y palabra, entre discurso y praxis, como si el hablar no fuera parte del hacer, como si la formulación verbal o escrita no fuera, en sí misma, acción concreta.
Se suelen usar las expresiones bla, bla, bla o palabrería para referirse a un discurso mentiroso, y algunos se apegan a la creencia rústica de que la comunicación, por sí misma, no sirve para nada.
Malas noticias para ellos: resulta que La Ilíada, el Ágora de los griegos, la Declaración de Independencia, el Manifiesto del Partido Comunista, el decreto de la expropiación petrolera de 1938 o el famoso discurso de Martin Luther King de 1963 en Washington (“ I have a dream...”) son, en rigor, 100 por ciento palabrería; que la civilización es un edificio de palabras y que el bla, bla, bla, oral o escrito, es el único componente tangible de la filosofía, la historia, el periodismo y la poesía, y el elemento predominante en la política, el conocimiento científico, la religión, la sicología y la enseñanza, entre otras.
Al margen del espinoso tema de la capacidad lingüística del resto de los animales, ocurre que los humanos somos bichos eminentemente verbales y que hemos llevado el lenguaje a niveles de complejidad en los que no hay delfines ni abejas ni perros. Es más: en buena medida la construcción del lenguaje es indistinguible de la construcción de la especie misma, o sea que los humanos nos hicimos a nosotros mismos a punta de articular, forjar palabras, fabricar vínculos entre ellas, hacer que rimaran o que dijeran dos cosas distintas al mismo tiempo y, en un tiempo muy posterior, plasmarlas en garabatos que nos dieron una portentosa memoria extendida y compartida. Si hablando nos hicimos, hablar es hacer. Pero como nos sentimos muy poquita cosa y somos seres con un marcado complejo de inferioridad, el evangelista Juan, en nombre de todos nosotros, le cedió al Altísimo la patente del invento:


La siderúrgica Altos Hornos de México anunció ayer la reducción en 20 por ciento de su plantilla laboral, lo que implicará el despido de 4 mil 500 empleados; la suspensión de inversiones por 3 mil 900 millones de pesos, y el descenso de 20 por ciento en sus programas de producción, como consecuencia de la drástica caída de precios del acero –calculada en 40 por ciento, en los cinco meses pasados– y de factores internos que restan competitividad a las siderúrgicas del país.

Para Carlos Payán, salud y RS
Salud, Carlos, por tu premio, y gracias por tu mensaje para nuestro oficio en esta rebelde tierra ensangrentada.

La suspensión de la evaluación a los profesores de educación básica marca un punto crítico en la sucesión de desencuentros entre la compleja realidad educativa y la singular visión del régimen peñanietista. Y, si bien en estas líneas se está muy lejos de reclamar la reposición del proceso de evaluación referido o de esperar respuestas consistentes de quienes no han sabido conducir la educación nacional, sí sorprende que el magno esfuerzo que llegó a la modificación del texto constitucional en 2014, sea llanamente achicado un viernes por la tarde.

Hace unos días se celebró en el Centro de Conferencias de la ciudad de Estocolmo, Suecia, la reunión del Comité Ejecutivo Internacional de IndustriALL Global Union, con la asistencia de miembros y representantes de más de 140 países. Los asuntos que abordamos fueron sumamente interesantes, con acciones y propuestas específicas para impulsar el crecimiento, reducir la desigualdad y sentar las bases de un verdadero desarrollo con menos injusticias y mayores oportunidades para la clase trabajadora y la población del mundo.

En los últimos días se han intensificado las acciones para impedir la realización de la jornada electoral del próximo domingo, anunciadas durante meses como mecanismo de presión para conseguir otros cambios, en particular las demandas levantadas por la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación como parte de la impugnación global a la reforma educativa aprobada en 2013. Al contrario de los anulistas que expresan su desencanto negativamente sin salir del marco electoral, en este caso nos topamos con exigencias políticas y gremiales de grupos que, no satisfechos con declarar que no hay condiciones para elegir, se empeñan en probar la irrelevancia de ese derecho, lo cual es un grave retroceso en la lucha democrática secular por garantizar elecciones libres sin quebrantar la autonomía de los movimientos sociales.

Bien dijo Luis Hernández Navarro en su artículo del martes pasado: “El fantasma de la violencia atraviesa las próximas elecciones, aun antes de que se efectúen. Muy poco habrá en ellas de ‘normalidad democrática’”.

Las imágenes de adolescentes ociosos, las filas de desempleados; la expansión del mercado informal; la emigración a Estados Unidos; el tratamiento con frecuencia brutal por parte de la policía de los migrantes centroamericanos, y más en general, la violación de los derechos humanos, que parece haber adquirido entre nosotros carta de naturalización, nos lleva a preguntarnos, ¿cómo llegamos a este clima de agresividad que sólo puede existir en un mundo carente de razón y de palabra? ¿Dónde se quedaron las escuelas y los maestros que tenían que haber educado a estas generaciones de mexicanos que no cuentan con la red de protección que proporciona la educación, o que desconocen las reglas básicas de civismo? Sospecho que muchos de ellos nacieron y crecieron en los años de crisis económica, de políticas de austeridad y de recortes al gasto público, de medidas que devastaron el sector educativo. Si a éstas les sumamos los costos de las alianzas entre dirigencias sindicales y líderes partidistas, obtendremos una respuesta a nuestra pregunta acerca de la educación nacional, que poco tiene que ver con educación.

Hace unos días, a finales de mayo, el Grupo Nuevo Curso de Desarrollo (GNCD), de la UNAM, dio a conocer una serie de propuestas de política económica para hacer frente a la actual situación económica y social de México. En esta entrega apostillo algunas de ellas.

La pregunta es muy legítima pues después de dos años de diálogos (secretos hasta el 17 de diciembre y públicos a partir de ese momento), han ocurrido evoluciones muy favorables si las comparamos con la situación de hostilidad mutua que tiñó las relaciones entre los dos países desde enero de 1959 y hasta la fecha antes mencionada. Solamente durante las dos semanas anteriores ocurrieron dos acontecimientos muy importantes: la sección de intereses y futura embajada de Cuba en Washington pudo abrir una cuenta bancaria al recibir la entidad operadora una licencia del Departamento del Tesoro; más trascendente aún: Cuba fue excluida de la lista de países patrocinadores del terrorismo, que aparte de no haber justificación válida para que un país se arrogue el derecho de elaborarla unilateralmente, en todo caso, no existió nunca razón moral ni legal para incluir a La Habana.

En los días finales de un largo proceso de negociación, parece que persisten las dificultades para lograr un acuerdo mutuamente benéfico para Grecia y para la troika que resuelva el problema de la deuda griega. El lunes, inesperadamente se reunieron en Berlín las cabezas de la troika, Merkel, Hollande, Juncker, Draghi y Lagarde, buscando alcanzar un acuerdo que pueda presentarse al gobierno griego, que no parezca un ultimátum y que pueda ser aceptado. Por su parte, Tsipras entregó a sus acreedores una propuesta que de no ser aceptada provocaría consecuencias desastrosas.

Están en marcha las negociaciones internacionales de dos acuerdos supuestamente de libre comercio: el Transatlantic Trade and Investment Partnership (TTIP) y la Asociación Trans Pacífica (ATP). El primero es entre la Unión Europea y Estados Unidos y el segundo entre esta nación y 11 países de la Cuenca del Pacífico, entre otros, México. Tienen la misma orientación y cierran la pinza sobre gran parte del mundo.
En La clave Morse, Federico Campbell se siente imposibilitado para revivir su infancia, incapaz de expresar lo que para él fueron sus padres, imposibilidad de trazar su propia genealogía, aunque haya intentado hacerlo muchas veces, o casi siempre, en muchos de sus diversos textos. Son sus hermanas, entrevistadas por él, por el periodista, las que hablan de los padres, aunque sus personalidades y las del narrador se hayan encubierto con nombres falsos, diluyendo así el pacto autobiográfico. El narrador se asombra, como todos lo hacemos, de que las mismas o las aparentemente mismas vivencias de la infancia hayan sido vividas de manera tan diversa por cada uno de los hermanos. En verdad, el ejercicio al que se somete el verdadero periodista es el de desaparecer para que los otros aparezcan y hablen. ¿Y acaso no es un periodista fantasma el que escribe la falsa historia que habrá de difamar a Álvaro Ocaranza en otra de sus obras, Pretexta o el cronista enmascarado.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario