TikTok pide 60 mil millones de dólares
La lista de los 650 y los que no firmaron
Imágenes de una fantasía imposible:
el presidente del Consejo Coordinador Empresarial exige al gobierno de la Ciudad de México que desaloje el campamento de los agitadores del grupo Frena que han ocupado la avenida Juárez; la Canaco estima un impacto negativo de 8 mil millones de pesos y perderán su empleo alrededor de 3 mil 900 personas; el Consejo Mexicano de Negocios advierte que la irrupción afecta negativamente el plan de inversiones en infraestructura que espera presentar la semana próxima al Presidente de la República; la Coparmex exige que los alborotadores sean desalojados del campamento por la fuerza pública, ya que violan los derechos constitucionales de libre tránsito y comercio. Obviamente eso no ha ocurrido y lo más probable es que tampoco pasará. Sin embargo, sí sucedió en julio y agosto de 2006, cuando miles de ciudadanos acamparon en Paseo de la Reforma como protesta contra el fraude electoral que privó del triunfo a Andrés Manuel López Obrador. El entonces presidente del CCE, José Luis Barraza, hizo un llamado a no participar en la manifestación y a reconocer el resultado de la elección que favorecía a Felipe Calderón porque de otro modo se asustarían los inversionistas. Al año siguiente Calderón lo premió con la entrega de la presidencia de Grupo Aeroméxico, el cual quebraría tiempo después. Se advierte una cierta melancolía por el poder y el dinero en los dirigentes del sector privado y las componendas con el gobierno. Ninguno ha sido premiado por la actual administración y uno hasta la chamba perdió: Gerardo Gutiérrez Candiani, también ex presidente del CCE, a quien Peña Nieto había creado exprofesamente la desaparecida Autoridad Federal para el Desarrollo de Zonas Económicas.
TikTok pide más
La compañía china ByteDance Ltd. busca el pago de 60 mil millones de dólares por la venta de una parte accionaria de la app
TikTok. Se interesan en su compra Oracle y Walmart, una vez que han
recibido la aprobación del presidente Donald Trump. Probablemente valía
una tercera parte antes de que la vetara y exigiera que sólo podría
permitir su operación si se
americanizaba. Según Trump, representa un peligro para la seguridad nacional, como Huawei, también china. Oracle y Walmart tendrían el derecho a comprar 12.5 por ciento y 7.5 respectivamente bajo el acuerdo que ganó la aprobación trumpiana. Las dos compañías estaban dispuestas a pagar 12 mil millones de dólares. Después de que Microsoft hiciera una propuesta para una compra completa del servicio, ByteDance se inclinó por la oferta de Oracle y Walmart en la que mantendrá una sólida participación mayoritaria.
Los 650y los que no firmaron
La lista de los
650 intelectualesque se quejaron de que no hay libertad de expresión en México –¿entonces cómo publicaron el desplegado en varios periódicos?– forma parte de un listado mayor, sólo que la mayoría de los convocados se negó a autorizar que fuera utilizado su nombre. Recibieron por correo electrónico una invitación en la que no aparecía el nombre de todos los
abajofirmantesy a muchos les pareció sospechosa. Fue enviada a miles de personas, en su mayoría profesores universitarios e integrantes de centros de estudio e investigación. El rechazo fue contundente en los estados de la República: universidades privadas como la Iberoamericana y el Tec de Monterrey, así como la UNAM, la UAM y el IPN. Dice en Twitter Christian Nader (@ExoSapiens):
Entre el ocio y la curiosidad (aunque supuse cuál sería el resultado de la pesquisa), revisé los antecedentes de casi todos los firmantes del documento emitido por el comunicólogo Aguilar Camín y el ingeniero Krauze para defender sus empresas e intereses. Conclusiones: un gran porcentaje de los firmantes pertenecen al círculo de protegidos, empleados, socios de dichos individuos o los voceros (rostros) de otros medios. También al ITAM y egresados de universidades extranjeras. Enrique Krauze, Héctor Aguilar Camín y Claudio X. González deben estar agradecidos por los reflectores que les regaló la mañanera presidencial.
Frenados y desplegados
Provocación de ultraderecha
Ironía: miniplantón en vialidad
Porfirio botaría a Ebrard de Morena
Lo primero que ha
de decirse es que no está a discusión el derecho de los ciudadanos
mexicanos a manifestarse conforme a sus convicciones políticas. El
propio Presidente de la República, quien ha sido un usuario frecuente de
formas pacíficas de protesta, aseguró ayer que cuidará y garantizará el
ejercicio de las libertades cívicas.
En referencia a los pocos cientos de personas que decidieron acampar
en la capitalina avenida Juárez, al no serles permitido hacerlo en la
Plaza de la Constitución (lo cual, a juicio de este tecleador, es un
error de gobierno que les regala visibilidad y argumentación), Andrés
Manuel López Obrador afirmó que
ellos deben saber que tienen todas las garantías para manifestarse, que no van a ser molestados, que se van a poder quedar ahí en sus casas de campaña, como nosotros lo hicimos.
Y, así como antes lo había hecho con el calderonismo promotor de un
nuevo partido político, AMLO se permitió darles consejos de
perseverancia y congruencia, incluso en el hecho de que los líderes
duerman en el propio plantón, como el tabasqueño lo hizo en 2006 (aunque
ayer mismo la principal figura de los acampados se retiró de la
manifestación de protesta por sentirse mal de salud, según informaron
sus allegados).
Planteado lo anterior, ha de decirse también que carecen el grupo
llamado Frena (Frente Nacional Anti-AMLO), y en especial su turbio
dirigente Gilberto Lozano, de respetabilidad política y cívica, en tanto
no son sino expresiones de un aventurerismo de ultraderecha que de
manera insistente monta provocaciones en busca de magnificar
mediáticamente su radicalizado discurso simplista que denuncia
dictaduras comunistas en curso y una catástrofe nacional por culpa del
obradorismo al que abiertamente busca derrocar a la brevedad.
Tan desproporcionados son los argumentos de Frena y su tremendista
dirigente que no han logrado conjuntar una base social de explícito
apoyo, al grado que durante semanas han organizado protestas en
automóviles con decenas de participantes o, en el mejor de los casos, un
par de cientos de vehículos, de tal manera que la aparatosidad rodante
disimulara la muy reducida cuantía de manifestantes.
Al lenguaje ideológicamente a destiempo que usan los frenistas, y a
esa desaforada búsqueda de la exaltación confrontacional de su dirigente
Lozano (personaje de la baraja política del empresariado regiomontano
al que sirvió como empleado ejecutivo, también al servicio durante un
tiempo del gobierno de Vicente Fox) ha de sumarse la pública utilización
de símbolos e himnos religiosos y rezos en vía pública, en estampas de
neocristerismo entre tiendas de campaña de estreno para la ocasión.
Deseosos de instalarse en el Zócalo capitalino, aunque por lo pronto
sólo han podido quedarse en una avenida del Centro Histórico, los
frenados constituyen un complemento, de faena en calle, de la
movilización en desplegado que han organizado antiobradoristas como
Enrique Krauze y Héctor Aguilar Camín. No hay simetría intelectual ni
política entre ambos esfuerzos, los frenados y los desplegados, pero a
fin de cuentas convergen en propósitos.
Un elemento de inevitable ironía histórica es de advertirse en el
hecho de que los frenados hayan quedado en una colocación que la derecha
satanizó en 2006: el bloqueo de una importante vialidad chilanga. La
diferencia está, además de las motivaciones políticas, en el volumen de
activistas y simpatizantes movilizados y en el entorno social que, a
diferencia de 2006, cuando era ampliamente favorable al obradorismo a
pesar de la molestia vial, ahora es adversa al aventurerismo provocador
de ultraderecha.
Y, mientras más de 28 mil académicos, profesionistas y ciudadanos en
general habían firmado en la mañana de este domingo un desplegado de
respuesta a los 650 promovidos por el kraucaminismo, ¡hasta mañana, con
Porfirio Muñoz Ledo advirtiendo que botaría de Morena a Marcelo Ebrard y
de pasada a Mario Delgado!
Explotación laboral
Tuvieron que pasar
centurias para que los derechos más elementales de los trabajadores del
país fueran plenamente reconocidos; hasta que, en 1917, la nueva
Constitución General de la República estableció un cambio fundamental en
nuestra historia laboral, al introducir, en su artículo 123, las
garantías y el marco jurídico protector y justiciero que fue,
evidentemente, señero y visionario.
Este extraordinario avance, más lo señalado en el artículo 27 de la
Carta Magna –que definió las reivindicaciones de las tierras y de los
fundos comunales de la población indígena originaria, que les habían
sido arrebatados por el liberalismo del siglo XIX–, constituyeron los
dos pilares esenciales y la justificación ideológica de la Revolución
Mexicana.
Es indispensable tener en cuenta que en esos momentos la mayoría
abrumadora de la población nacional era primordialmente campesina y
trabajadora; indígena y mestiza; en pobreza absoluta y, más de 95 por
ciento de ella, carente de toda educación.
Años después, y para consolidar los principios constitucionales
laborales, se promulgó la Ley Federal del Trabajo de 1931, que fue
reformada en mayo de 1970, para reglamentar, en forma más precisa, todos
los derechos de los trabajadores, estableciendo mayor protección para
ellos; ratificando, así, el gran cambio de 1917 que en su momento fue
encauzado por el presidente Lázaro Cárdenas, con el apoyo del general
Francisco J. Múgica. Para, con ello, dar sentido reivindicador y
justiciero a una revolución que estaba perdiendo aceleradamente su
destino y legitimidad.
Ese profundo cambio social, bajo el patrocinio y conducción del poder
público, llevó al movimiento obrero y fundamentalmente a los grandes
sindicatos, al igual que a las principales centrales campesinas, a
convertirse en estructuras dependientes del gobierno y de su partido
único; dando con ello las bases sustentantes de la dictadura perfecta, a
la que estuvimos sometidos durante casi un siglo.
Dentro de ese marco tan contradictorio y en materia de justicia
laboral, el modelo de las juntas de Conciliación y Arbitraje,
dependientes del Ejecutivo, fue una regresión para los derechos sociales
de la base obrera del país, convirtiéndolos en objeto de negociación y
arbitrio políticos y económicos, como si fueran una mercancía. Esto no
puede justificarse, ni ética ni legalmente, porque la justicia para los
más necesitados y los más desprotegidos debe aplicarse por tribunales
jurisdiccionales autónomos, con absoluta rectitud jurídica y en el
ámbito del derecho público, que no es negociable.
Ése ha sido el doble juego tradicional del sistema político mexicano
que genera derechos, pero al mismo tiempo los restringe; proclama
justicia, pero igualmente la retrasa, la subasta o la niega, y que abre
espacios para la reivindicación social, pero inmediatamente los sujeta
al poder político y a la corrupción, para así poder manipularlos,
creando las grandes trampas históricas del poder público que han
inhibido el desarrollo y la madurez política de este país.
Esa pendular y retardataria realidad cotidiana que hemos vivido se
volvió a expresar, a partir de las pasadas décadas de los 80 y 90,
através de su programa gubernamental entreguista que desmanteló el
proyecto productivo nacional y que también provocó el crecimiento
incontrolable de la informalidad laboral, que ha ido ganándole
territorio a la legalidad y a la formalidad. Es así como en este
momento, de aproximadamente 57 millones de trabajadores en todo el país,
31.3 millones son informales, por lo que carecen de toda protección.
Hoy, 55 por ciento de las fuerzas laborales de toda la nación no
cuentan con la protección de la ley; para ellos no hay horarios, tampoco
días de descanso; no reciben prestaciones; no tienen acceso a la
seguridad social ni derecho a retiros. Para ellos no hay más que trabajo
y explotación. Hemos vuelto, gracias a la modernidad globalizadora, a
la servidumbre laboral de la Colonia y del siglo XIX.
Afortunadamente, éste es el momento en que tal situación puede
cambiar para lograr el apoyo legal que merecen los trabajadores que
están siendo explotados; cumpliendo así con una deuda histórica y una
necesidad urgente de justicia elemental. Y para ello es necesario
propiciar, a la brevedad posible, lo siguiente:
– Es indispensable integrar a todos los trabajadores en un solo
sistema legal obligatorio, que sea equitativo y se aplique sin
excepción. Para así acabar con la discriminación, absolutamente
injustificada, a la informalidad laboral.
– Tanto los derechos como las obligaciones de la totalidad de los
trabajadores deben quedar perfectamente definidos, por razones de
justicia social plena y, también, para apoyar las necesidades de
progreso económico y productividad que el país demanda con urgencia.
– En el ámbito de justicia laboral, es impostergable implementar los
tribunales especializados ya aprobados, integrándolos con juristas
expertos en la materia.
Todo lo anterior no solamente es una obligación de moral social y de
ética colectiva, es también el único camino para impulsar el crecimiento
económico y para proteger a toda la población trabajadora de su
regresión y de la pérdida acelerada de sus derechos y de sus niveles de
vida, lo cual ya es intolerable.
¡Qué increíble suerte de los que ni a misa van!
La ignominia del avión presidencial
El día 16, mientras
veía desde mi casa el minidesfile conmemorativo (pues esta vez ni nadie
me invitó a Palacio ni tampoco tuve que trabajar allí, como solía
hacerlo durante algunos años), mi teléfono comenzó a timbrar como en los
viejos tiempos.
Con diferentes entradas, amigos de trato frecuente y otros que tenía
tiempo sin saber de ellos, me expresaban su afectuosa felicitación por
la noticia que acababan de recibir y, ¡por supuesto!, mucho les
alegraba. Increíble que una sola persona hubiera comprado dos de los
billetes ganadores del sorteo del avión.
Las preguntas eran casi las mismas: ¿Había adquirido los boletos en
el mismo sitio? ¿En razón de qué juicios, conocimientos, pálpitos,
adivinaciones, algoritmos, consultas a la ouija, visiones, conjuros,
mandas, oraciones, juramentos había escogido los números?
No faltaron señoras que con voz sentenciosa me amonestaban:
Vamos a ver si así se te quita lo descreído y regresas a tus comportamientos de adolescente. ¡Tan creyente que eras!Otra, con cierto dejo de rencor/resabio me dijo:
¡Eres un favorecido inmerecidamente! ¡Qué increíble suerte de los que ni a misa siquiera van!
Cuando cometí el error de negar enfáticamente mi inusitada fortuna,
dejé plenamente convencido a todo el mundo de mi exorbitante suerte, y
le di la razón al viejo Ripley de
aunque usted no lo crea.
Entonces el interrogatorio cambió de rumbo y se volvió agresivo:
¿Y ahora con tanto dinero de golpe y a tu edad, qué piensas hacer? ¿Cómo afectará tu corta existencia?(lo de corta se refiere al futuro no al pasado). Todavía no tomo una decisión definitiva –contestaba: escribí a Tenzin Gyatso, decimocuarto Dalai Lama, solicitándole me permita cambiar mi actual código postal: 01060 al que corresponda a su residencia en la India: Mc Leod Garij.
También, aclaré, puedo trasladarme a algún monasterio del Tíbet
(territorio autónomo) y abrazar la religión budista hasta el fin de mis
días.
Otra cosa que me tienta es cambiar a dólares mis pesos del premio y
trasladarme a Estados Unidos e invertir esos cuantos dólares, en el
final de la campaña del candidato republicano. Si en aquel país tengo el
mismo tino político que en éste, el señor Donald Trump perdería la
elección y yo habría ayudado a salvar de una hecatombe a México y a la
humanidad en su globalidad.
Pero bueno, lo que yo quería comentar con ustedes era la breve
explicación que les di a mis nietos sobre el papelito que les obsequié y
que les daba derecho a participar en el sorteo organizado por el
gobierno del presidente López Obrador, y en el que el premio era nada
menos que un gran avión, uno de los más poderosos, lujosos y caros que
había en todo el mundo. Los propietarios de ese avión éramos los
mexicanos, todos los mexicanos. No los negociantes encabezados por
Felipe de Jesús y la casta militar que le arrendó, a muy alto precio una
casaca militar a la que ni siquiera le atinaron en la talla, pero, eso
sí lo marcaron cómica y vergonzantemente para toda su escuálida vida.
Hoy, frente a las insidias sobre los resultados de la rifa de la
vergonzante aeronave, renuncio a relatar la plática con mis nietos sobre
el significado de los boletos que puse en sus manos. Ya lo entenderán.
Decidí mejor repetir una información que algunos medios dieron a
conocer sobre el uso que Peña Nieto dio a esa ignominia del avión
presidencial: realizó 83 viajes en el avión de la insolencia. Estos
costaron 313 millones de pesos. En un solo viaje a Nueva York, por 36
horas, se erogaron 11 millones de pesos de nuestros bolsillos. Y la
ignominia: los gastos para que el señor Peña pudiera tener erecto su
copete.
Datos demoledores no desconocidos, pero desgraciadamente no
suficientemente recordados los mencionaré una y otra vez. Y luego,
simplemente de conocerlos demos nuestra informada y razonada opinión:
¿El juicio sobre estas conductas es procedente? Sigamos hablando y
actuemos en consecuencia.
México. Agroalimentos básicos 2019
Cifras del 2o Informe
de Gobierno (2020) indican que la producción total de los cuatro granos
básicos (maíz, trigo, frijol y arroz) fue en 2019 de 31.6 millones de
toneladas (mt), cantidad prácticamente igual a la de 2018, aunque -5.6%
inferior a la de 2016, el mejor de los años recientes (Gráfico 1).
Agregando a esta producción (31.6 mt), las importaciones realizadas
de los cuatro granos (22.2 mt) y restando la exportación de éstos (1.6
mt), tenemos un consumo total aparente de 52.1 millones de toneladas en
2019, de las cuales el 42.5% fue importado. Este último indicador de la
dependencia alimentaria mejora respecto del 43.9 de 2018 pero empeora
contra el 39.8 de 2016.
En 2019 la producción de maíz aumentó 0.2% en relación a 2018, y la
de trigo 10.2; en sentido opuesto, la producción de frijol se redujo
-26.5% y la de arroz -13.6%. Comparando con 2016, la producción de maíz
en 2019 fue -3.6%, la de trigo -16.0, la de frijol -19.2, y la de arroz
-3.5%.
En el túnel neoliberal, cuando prevaleció el criterio de que
autosuficiencia y seguridad alimentaria eran principios obsoletos y que
resultaba mejor importar que producir, la producción de alimentos
básicos (salvo el maíz) se estancó o declinó (Gráfico 2). Así, mientras
la población creció 66.5% entre 1985 y 2019, sólo la producción de maíz
creció más rápido (93.1%), mientras que decayeron la de trigo (-37.8%),
la de frijol (-3.6), y la de arroz (-69.6%).
Integración latinoamericana
La Jornada: 36 aniversario
La mayoría de las economías,
especialmente las subdesarrolladas, han basado sus planes de
crecimiento en el modelo exportador impuesto por la globalización, el
cual ha resultado exitoso pero sólo para los grandes consorcios que
concentran dicha actividad, mientras que sus respectivas naciones
mantienen en la lona los niveles de bienestar para el grueso de su
población.
La globalización promueve la interdependencia económica –léase mayor
dependencia de las naciones subdesarrolladas–, pero la pandemia ha
impuesto sus propias reglas, de tal forma que parece inevitable que tal
modelo pase a retiro por el desplome mundial y la tendencia
internacional de privilegiar y consumir lo
hecho en casa.
De hecho, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe
(Cepal) pronostica que en 2020 el comercio exterior de la región se
desplomará 23 por ciento respecto de 2019, una proporción ligeramente
mayor a la registrada en la crisis de 2008-2009 (21 por ciento). El
panorama, pues, no resulta nada atractivo.
Aun así, la Cepal considera que para América Latina una de las
posibilidades para sortear la crisis económica de mejor manera es la
integración regional que permita
reducir costos logísticos internos y generar servicios de valor agregado para mantener su competitividad. Estas acciones deben implementarse de forma coordinada con otras medidas económicas y sociales para favorecer una recuperación económica con beneficios sociales y ambientales. En el caso de la infraestructura y la logística, son cruciales cuatro elementos: inversión, interoperabilidad, integración regional e inteligencia logística.
Para el organismo especializado de la ONU
no es posible ignorar las señales que apuntan a una marcada reconfiguración de la geografía económica global y específicamente a una mayor relevancia de las regiones. Por ende, profundizar la integración regional debe ser un componente esencial de cualquier estrategia de salida de la crisis. Dado el rol crucial que el mercado regional tiene para las exportaciones de manufacturas y para las pequeñas y medianas empresas exportadoras, emprender acciones coordinadas que propendan a la reactivación del comercio intrarregional permitirá atenuar la pérdida de tejido empresarial y la reprimarización (privilegiar el capital financiero) de la estructura productiva y las exportaciones con que América Latina y el Caribe emergerá de la pandemia.
La integración regional, apunta la Cepal,
debe desempeñar un papel clave en las estrategias de salida de la crisis en América Latina y el Caribe. Avanzar hacia el establecimiento de un mercado integrado de 650 millones de personas proporcionaría a los países de la región un importante seguro frente a perturbaciones de oferta o de demanda generadas fuera de ella. Asimismo, permitiría alcanzar la escala requerida para fortalecer industrias estratégicas como la farmacéutica y la de insumos médicos, así como promover redes de producción e investigación compartida entre países y subregiones. Esto reduciría la vulnerabilidad de la región ante interrupciones del suministro como las producidas durante la pandemia. Por otra parte, en un escenario de debilitamiento del multilateralismo, una mayor concertación regional es indispensable para generar un diálogo que dé pie a una mayor igualdad con los principales actores de la economía mundial.
La pandemia podría reforzar dos tendencias que ya se perfilaban: la
primera, hacia un menor nivel de interdependencia productiva, comercial y
tecnológica entre las principales economías mundiales, en particular
entre Estados Unidos y Europa, por una parte, y China, por otra. La
segunda, hacia un comercio mundial con menor nivel de apertura, más
permeado por consideraciones geopolíticas y de seguridad nacional.
Las rebanadas del pastel
Se dice fácil, pero el hecho de cumplir, contra viento y marea, los primeros 36 años de publicación ininterrumpida refrenda que La Jornada
es la más bella del periodismo nacional. ¡¡¡Salud!!!, larga vida y un
fuerte abrazo para la comunidad jornalera, para todos nosotros.
Editorial
Una filtración reciente de documentos secretos del gobierno de Estados Unidos sobre el uso de los servicios bancarios para lavar dinero procedente de organizaciones criminales sirvió de base para que el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, por sus siglas en inglés) elaborara y diera a conocer un fundamentado trabajo acerca del tema.
Luto por Rossana Rossanda, la “ragazza del siglo pasado”
Ayer murió Rossana Rossanda, la ragazza del siglo pasado. Así tituló su autobiografía. Tenía 96 años de vida intensísima. Intelectual comunista, escritora y periodista, fundó el diario Il Manifesto en 1969, después de ser inhabilitada como exponente mayor de la izquierda crítica del Partido Comunista italiano. Il Manifesto se habría de convertir en uno de los faros más potentes de la izquierda italiana.
México, el país epítome del desequilibrio regional y la desigualdad social que observó el explorador Alexander Humboldt a principios del siglo XIX, no ha cambiado sustancialmente. Más propiamente, mejoró sus indicadores globales, pero las asimetrías, lejos de diluirse, se profundizaron. La apuesta no puede ser ahora agudizar esas diferencias en los ritmos del desarrollo.
Una de las más profundas cuarteaduras en el sistema electoral estadunidense ocurrió en los comicios del año 2000. Es paradigmática la diferente interpretación que las autoridades de la materia del estado de Florida hicieron sobre la forma en que algunas boletas de votación fueron marcadas, lo que obligó a los representantes de los candidatos a un litigio que duró más de una semana. El conflicto escaló hasta la Suprema Corte de la Nación, que a final de cuentas otorgó la presidencia a George W. Bush. Para decirlo en pocas palabras, Bush no ganó las elecciones, pero un evento no previsto en el proceso obligó a que se aplicara un parche para subsanar una de sus tantas fallas. La Suprema Corte actuó como elector supremo, y todo el proceso electoral dejó una estela de insatisfacciones y dudas sobre su integridad y confiabilidad.
“La libertad de expresión está bajo asedio en México”, afirman personajes como Enrique Krauze, León Krauze, Denise Dresser, Jorge Castañeda y Héctor Aguilar Camín, quienes tienen acceso permanente a las pantallas de televisión, frecuencias de radio y páginas de periódicos y revistas. El chiste se cuenta solo, ya que los organizadores del desplegado Esto tiene que parar, publicado el pasado jueves, 17 de septiembre, no han sufrido persecución alguna, sino que hoy siguen difundiendo sus invectivas antiobradoristas con la misma libertad de siempre.
El miedo siempre ha formado parte de los arsenales bélicos. Ha sido, desde tiempo inmemorial, un arma muy eficaz, que incluso puede ser letal.
En su afán de reconquistar la hegemonía global, y en particular de ahuyentar los capitales chinos de América Latina, su tradicional zona de influencia, el gobierno de Estados Unidos puso en marcha la Corporación Financiera de Desarrollo Internacional (DFC, por sus siglas en inglés) e impuso en el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) a Mauricio Claver-Carone, un anticastrista de línea dura que se desempeñaba como asesor especial de Donald Trump en asuntos del hemisferio occidental en el Consejo de Seguridad Nacional.
El norte del estado de Chihuahua vive ahora un gran problema por el cumplimiento que nuestro país debe dar al tratado firmado en 1944 con Estados Unidos, en el cual se fija la distribución de las aguas internacionales de los ríos Colorado, Tijuana y Bravo desde Fort Quitman, Texas, al Golfo de México. En el documento citado se afirma que daríamos a nuestro socio comercial agua de la cuenca del río Bravo, mientras él nos la cedería del Colorado. Cabe señalar que recibimos más de cuatro veces la cantidad de agua que aportamos al vecino del norte. En octubre de 2017 la Comisión Internacional de Límites y Aguas firmó un acuerdo, vigente hasta 2026, por el cual se actualizó el tratado, comprometiéndose México a pagar con agua a Estados Unidos su apoyo por más de 23 millones de dólares para el revestimiento de canales, vasos reguladores, mejoramiento del sistema de riego, creación de humedales, entre otras obras, en Mexicali, Baja California.
Por distintas circunstancias éste es un momento oportuno para repensar la idea propuesta por Milton Friedman hace exactamente 50 años en un artículo publicado en la revista del New York Times. Se trata de La responsabilidad social de la empresa es incrementar sus ganancias.
Un gran tour de force de Alfred Hitchcock en altamar de principio a fin, Bote salvavidas (Lifeboat), también llamada Náufragos y A la deriva, plantea la elocuente y simpática parábola de un universo cerrado, que para Sartre es llanamente el Infierno en su pieza A puerta cerrada, curiosamente simultánea a la cinta de Hitchcock, estrenadas ambas en 1944.
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