Ciudad de México. La crisis que ha generado la pandemia de la COVID-19 ha hecho evidente que se necesitan liderazgos diversos e incluir a las mujeres jóvenes en la toma de decisiones.
En ello coincidieron las lideresas de movimientos sociales y políticas que participaron este 17 de septiembre en el diálogo virtual “Mujeres Líderes por la Igualdad Generacional”, organizado por ONU Mujeres como parte de los 25 años de la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer celebrada en Beijing en 1995.
El panel intergeneracional lo conformaron la directora ejecutiva de ONU Mujeres, Phumzile Mlambo-Ngcuka; la primera ministra de Islandia, Katrín Jakobsdóttir, la secretaria de gobernación de México, Olga Sánchez Cordero; la vicepresidenta de Costa Rica, Epsy Campbell, la fundadora del movimiento Me Too, Tarana Burke; la activista peruana Inés Yabar; la alta comisionada de las Naciones Unidas en Salud, Empleo y Crecimiento Económico, Alaa Murabit; la fundadora de “Juntos lo construimos”, Hajer Sharief; y la directora ejecutiva del Congreso Verde de Kenia, Anika Jane Dorothy.
Con la moderación a cargo de la fundadora del Programa de Mujeres y Políticas Públicas en la escuela Harvard Kennedy, Victoria Budson, las lideresas coincidieron que es necesario un liderazgo más diverso, que incluya a todas las mujeres, ahora que las desigualdades sociales y económicas se han exacerbado por la pandemia de la COVID-19.
La primera ministra de Islandia, Katrín Jakobsdóttir, aseguró que “cuando tenemos un liderazgo diverso, con mujeres y hombres, tomamos mejores decisiones”. En el mismo sentido, la vicepresidenta de Costa Rica, Epsy Campbell, mencionó que en respuesta a la pandemia se deben buscar premeditadamente las voces de todas las mujeres, incluyendo las jóvenes.
La defensora estadounidense, Tarana Burke, subrayó que no es suficiente tener mujeres en puestos de liderazgo, las que lleguen deben reflejar la diversidad de las mujeres e interesarles los Derechos Humanos. Como fundadora de la frase #MeToo, que se replicó en redes sociales para generar conciencia sobre el acoso sexual, Burke habló sobre el futuro del movimiento, dijo que en cinco años quisiera dejar de ser la protagonista para dar el lugar a las generaciones jóvenes.
“Cuando la gente me pregunta ahora cuál es mi visión sobre el movimiento Me Too en los próximos cinco años les digo, es ejercitar mi visión y entrenar a otra persona, yo no debo de ser la cara del movimiento Me Too en cinco años. Siempre estaré conectada con él como la fundadora, pero es un fracaso si después de cinco o diez años sigo hablando del movimiento, es un fracaso personal, político y como movimiento. Quienes nos hemos empoderado tenemos que movernos del camino, hacer espacio y tener la intención de crear esos espacios”.
Al respecto la alta comisionada Alaa Murabit enfatizó que es necesario mirar el potencial que tienen las niñas y jóvenes para influir en sus comunidades, mirar cómo se les representa y enseña. Ejemplificó que los datos muestran como a la edad de 5 años, 90 por ciento de las niñas creen poder estar en una posición de liderazgo, porcentaje que disminuye al 50 por ciento en la juventud.
“Hablamos mucho del liderazgo político de las mujeres pero lo encuentro difícil en varios de los países en los que trabajo, ir a hablar con las familias y decirles que su hija debería ser una integrante del parlamento, cuando su hija no puede decidir cuándo o si se va casar, o si tendrá o no hijos. Si no podemos decidir sobre nuestro propio cuerpo es poco sincero decir vamos a hablar de liderazgos políticos y económicos”.
La directora ejecutiva de ONU Mujeres Phumzile Mlambo-Ngcuka habló de la importancia de incluir a las juventudes en la respuesta a la pandemia y abordar las desigualdades sistemáticas que ha sacado a la luz.
“De la misma manera en la que no queremos que los hombres se consideren a sí mismos como el sujeto, y queremos ser parte de la toma de decisiones, es el mismo mensaje cuando hablamos de las mujeres jóvenes, es la misma acción. Algunos años atrás cuando estaba en el movimiento de mujeres a veces sentía que estaba luchando con el patriarcado y la discriminación por mi edad, al mismo tiempo. A veces veo avances en lo que hacemos ahora y honestamente creo que estamos haciendo todo para cambiarlo, pero les digo, si la COVID-19 no nos ha enseñado que esta es la última parada, si no hacemos cambios ahora, realmente vamos a cerrar el paso a un futuro más brillante”.
El diálogo estuvo organizado junto al gobierno de México y el Consejo de Mujeres Líderes Mundiales.
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