Pedro Echeverría V.
1. En mi artículo de hace dos días me salió una frase interpretativa: “Mujica gobernó en el capitalismo pero vivió como anticapitalista”. Me han preguntado cómo explicar eso que parece contradictorio. La realidad es que todos los países del mundo (grandes, pequeños, desarrollados o subdesarrollados) mantienen una política y una economía capitalista desde hace 300 años, por lo menos. Todos hemos vivido englobados en esa forma de control; por más luchas o batallas que hemos librado contra ese sistema de dominación, parece que se prolongará muchas décadas más. Los tres países (Rusia, China y Cuba) que han hecho revoluciones anticapitalistas han fracasado por intervenciones directas del imperio y por inmadurez de los pueblos para adoptar un sistema más acorde a sus vidas.
2. Ni Francia y su revolución, ni la independencia de los EEUU, ni la bismarckiana unidad alemana, tuvieron que ver con el marxismo que aún no nacía; pero las revoluciones de Rusia en 1917, de China en 1949 y de Cuba en 1959 se hicieron en nombre del marxismo y se propusieron construir sociedades socialistas que no lograron “ni de chiste”. Rusia y su poderoso partido bolchevique, encabezado por Lenin, hicieron todo, pero el atraso del gigantesco pueblo ruso y la enorme propaganda contra la “revolución comunista”, desatada por una veintena de países capitalistas, sólo le permitió vivir unos cinco años. No fue la bronca Stalin/Trotsky después de morir Lenin en 1924, sino todo un contexto mundial. China tampoco pudo nada con sus masas campesinas, ni Cuba después de sus grandes expropiaciones.
3. Quizá estos tres países, producto de revoluciones armadas, con la fuerza y experiencia política de miles de dirigentes, pudieron hacer trasformaciones profundas. En los últimos 25 años, reflexionado sobre las llamadas izquierdas electorales de Venezuela, Brasil, Bolivia, Colombia, Chile –como escribe el especialista de movimientos sociales James Petras- no hay que guardar ninguna ilusión o esperanza. El sistema capitalista determina y manda; esos gobernantes que se autocalifican de izquierda, de estar a favor de los pobres, (Lula, Petro) nunca podrán dejar de estar al servicio del capital. El capitalismo cambia los gobiernos, ordena la economía, impulsa a los ciudadanos a trabajar, imponer las modas y formas de vida, consumir, modernizar todo.
4. El gobierno de Mujica en Uruguay no hizo nada importante, cambió cositas, pero fue igual a todos los gobiernos capitalistas; sin embargo, su anticapitalismo sí fue importante porque desde muy joven lucho por el cambio social; fue guerrillero 20 años, fue encarcelado 14 años y durante los últimos años ha continuado propagando su pensamiento anticapitalista. Ese sí ha sido un verdadero ejemplo de luchador social. Por ello en México se dice: hay quienes luchan contra el poder 10 años, son regulares; hay los luchan 20 años y está bien; pero hay quienes batallan toda la vida, que son los chingones, pero también ilusos. Los que nunca batallan contra el sistema capitalista son los millonarios, los gobernantes, los políticos y todos los que están a su servicio.
5. Anticapitalismo es estar contra la gran propiedad privada donde esta se encuentre; es luchar contra la desigualdad social; es batallar contra la explotación, los negocios y la acumulación de capital de empresarios y políticos; es condenar el consumismo y la enajenación; es combatir cualquier privilegio o lujo; apoyar la igualdad significa: que todos en edad tienen obligación de trabajar; que todos deben tener casa para vivir; alimentación segura para todos; servicios gratuitos de salud, educación, diversión, paseos. Todo ello sólo se podrá lograr viviendo en comunidades que colaboren en todos los campos para resolver problemas comunes. Se buscará desaparecer la propiedad, los salarios, las ganancias, a fin de que domine la gratuidad comunitaria. (22/VIII/23)
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