Migración
Son la mitad de quienes aspiran a un mejor nivel de vida
Por: Anaiz Zamora Márquez
Cimacnoticias | México, DF.-A consecuencia del naufragio y posterior incendio de una embarcación que transportaba migrantes de origen africano frente a la costa de la Isla de Lampedusa, en Italia, murieron al menos 49 mujeres y cuatro niños.
Así lo informó la Guardia Costera de la isla ubicada entre Sicilia y Túnez, al dar a conocer que se han rescatado en total 111 cadáveres de las aproximadamente 500 personas inmigrantes que viajaban en la embarcación (por lo que se espera que el número total de víctimas ascienda).
La cifra preliminar de mujeres que perdieron la vida confirma las estimaciones de Naciones Unidas y organizaciones civiles italianas, que aseguran que las migrantes representan el 50 por ciento de las personas que ingresan a la Unión Europea (UE) en busca de mejores condiciones de trabajo o huyendo de la violencia que viven en sus países de origen.
Medios internacionales afirmaron que las y los inmigrantes provenían de los países africanos de Somalia, Ghana y Eritrea, y que buscaban desembarcar en Sicilia, uno de los puntos de más recurrido acceso a la UE.
Organizaciones e investigadoras feministas italianas ya habían denunciado previamente las precarias condiciones de las mujeres migrantes –provenientes principalmente de África y Asia–, que llegan al país de la bota para establecerse ahí o dirigirse a otras naciones europeas.
“CONDENADAS A SER INVISIBLES”
La doctora María Parente, en su artículo “Mujeres en movimiento: la condición laboral de las mujeres migrantes en Italia”, sostiene que las mujeres que ingresan al país europeo en busca de mejores condiciones de vida corren el riesgo de ser víctimas de una doble discriminación: por su condición migratoria y su condición de género.
Al igual que en países de América Latina (como lo ha reportado Cimacnoticias), las migrantes del viejo continente se enfrentan a condiciones laborales precarias y desiguales al resto de la población, y generalmente se emplean como trabajadoras del hogar.
A decir de la investigadora, el peligro de estos trabajos es que las migrantes “están condenadas a la invisibilidad”, toda vez que al emplearse en ellos pertenecen a un ámbito “estrechamente privado”, por lo que no tienen las condiciones necesarias para denunciar actos de violencia o agresión.
Parente también advierte que en su mayoría las migrantes son jefas de familia en sus hogares de origen, pero abandonan a sus hijas o hijos durante el traslado y buscan nuevas formas de relación.
En general son madres jóvenes (con una edad promedio de 28 años con respecto a la media que registran las italianas que se convierten en madres a los 31).
Por su parte, la socióloga Elena Besozzi, de la Universidad Católica del Sagrado Corazón de Milán, sostiene que para 2012 la cifra de mujeres migrantes en Italia se estimaba en 500 mil, aunque destaca que si bien en su mayoría provienen de países africanos, también hay una cifra considerable de asiáticas (provenientes de China o Japón) que arriban al país.
La Fundación “Leone Moressa” estima que los salarios que perciben las migrantes son considerablemente inferiores a los varones migrantes, pues mientras ellos perciben en promedio mil 122 euros mensuales (19 mil 893 pesos mexicanos), las mujeres ganan 790 euros al mes (14 mil pesos mexicanos).
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