Los de abajo
En el preámbulo de
las elecciones en el estado de México, consideradas el gran laboratorio
de los comicios federales y el parámetro más importante de las fuerzas
partidarias, decenas de organizaciones y colectivos indígenas y
campesinos, de derechos humanos, del magisterio y de defensa del
territorio dieron a conocer un manifiesto en el que renuncian a
seguir siendo bastión del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
El manifiesto es un llamado a la organización y a la resistencia en
la cuna de los actuales dueños del PRI y de buena parte del país, una
entidad en la que también el resto de los partidos políticos ha visto
crecer sus cacicazgos.
Renunciamos a ser acumulación de capital político, advierten quienes han visto desfilar en sus municipios a casi todos los colores del esquema institucional. Por eso, señalan en el manifiesto titulado La voz de quienes resisten en la periferia se enciende,
alzamos la voz para comenzar un fuerte proceso de información y resistencia.
Los que nacimos en el estado de México sabemos lo que es (sobre)vivir
en la herradura que cobija, alimenta y ofrece agua y aire a la capital
del país. Sabemos lo que es trasladarnos durante dos o tres horas y
llegar a reposar a una ciudad dormitorio. “Somos quienes trabajan en los grandes corporativos, en las colonias gentrificadas
y de alto valor comercial; quienes limpiamos los hogares, las oficinas,
quienes hacemos brotar la comida del campo”, explica el documento
signado por el Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra de Atenco y
Texcoco, la Coordinación de Pueblos en Defensa de la Energía Eléctrica,
Defensores de los Bosques de Temoaya, Familiares de la presa y presos
políticos de Tlanixco, el Frente Popular 9 de Junio en Defensa de los
Recursos Naturales de Coyotepec, Magisterio Mexiquense Contra la Reforma
Educativa y el Pueblo indígena Otomí de San Francisco Magú, entre
muchas otras.
En el estado de México, añade el manifiesto que circula para
que más organizaciones e individuos se adhieran, se juntan todos los
factores que definen la periferia. Aquí, en el laboratorio de la ley Eruviel, “la seguridad es un estado de sitio en las calles y la política es un gobierno narco-asesino-corrupto-feminicida”.
Todo esto es la vida creada por el PRI; padre de la forma de hacer
política, oficial y clandestina, en esta entidad en la que todo pasa por
sus manos y está hecho a su modo”.
Por eso, advierten, ante la aplanadora, la organización.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario