Mujeres Cautivas
Primera parte
Por: Teresa C. Ulloa Ziáurriz*
Este
23 de septiembre se conmemoró el “Día Internacional contra la
Explotación de la Prostitución Ajena y otras Formas de Explotación
Sexual” que fue declarado en Daka-Bangladesh en 1999, en el evento
“Organizándonos Globalmente contra la Explotación Sexual”, Conferencia
Mundial de la Coalición contra el Tráfico de Mujeres
(CATW-Internacional), conferencia en que nació la CATWLAC.
Se eligió esta fecha porque el 23 de septiembre de 1913, en
Argentina, fue sancionada la Ley 9143 conocida como “Ley Palacios”,
primer instrumento jurídico en el continente que penalizó la explotación
de la prostitución de mujeres y niñas y se le otorgó este nombre en
honor al diputado socialista que la propuso e impulsó.
Y justo hoy, alguien llamó mi atención sobre un artículo de opinión
de Lisa L. Thompson, publicado en el portal “The Hill”, titulado “Las
Negociaciones del TLCAN pueden hacer que la violencia sexual sea el
producto número uno de exportación/importación”.
El pasado 24 de diciembre de 2016 --nos dice -- fue la noche en que
mi hija de 16 años Desiree Robinson fue asesinada por el hombre que la
compró para servicios sexuales en el portal Baackpage.com.
Era el testimonio de Ivonne Ambrose, madre de Desiree al Comité del
Senado en septiembre de 2017 que marcó un cambio fundamental de
dirección en el centro de gravedad en lo que había sido una batalla
perdida para las y los defensores contra la trata sexual para enmendar
la sección 230 de la ley de las comunicaciones (CDA).
El desgarrador relato de Ambrose sobre la explotación sexual de su
hija y su muerte sin sentido, despojaron a todos los legisladores que la
escuchaban de la posibilidad de fingir de que existían algunas
plataformas de Internet con el único propósito de sacar beneficio
económico de la venta de personas para el sexo.
Además, debido a interpretaciones perversas de la Corte de la sección
230, esas plataformas estaban protegidas de la responsabilidad civil o
del enjuiciamiento penal — incluso si facilitaban, públicamente y con
conocimiento, la trata sexual, pero en este caso, la víctima era una
niña y esa niña fue asesinada.
Sin embargo, la historia de Ambrose y las de otras madres cuyas hijas
se convirtieron en objetos sexuales públicos en las zonas de tolerancia
en línea, no le preocupaban a nadie. Tomó varios meses más de esfuerzo
implacable antes de que el Congreso aprobara FOSTA-Sesta, el paquete
legislativo que modificó el CDA para restablecer el derecho de acción
civil de las sobrevivientes y facultar a los fiscales para llevarlos a
responder ante la ley penal.
Y ¿por qué? pues muy simple, porque en la batalla para la aprobación
de la Ley FOSTA-Sesta, las activistas contra la trata y la explotación
sexual se enfrentaron cara a cara con los gigantes tecnológicos.
Los gigantes tecnológicos se oponían a la reforma, sin ninguna
responsabilidad social, entre ellos Google, la Asociación de Internet,
cuyos miembros son Facebook, Amazon, Microsoft y muchos otros y sus
fundaciones sin fines de lucro como la Fundación de la Frontera
Electrónica (EFF) y Engine.
Buscando preservar la ventaja competitiva sobre las empresas de
ladrillo y mortero que le otorgó la sección 230, los gigantes
tecnológicos se oponían a la reforma de la CDA que veían como una
amenaza a sus ganancias. Como explicó el profesor asociado de la
Facultad de Derecho de la Universidad de Fordham, Olivier Sylvain: ...
las ganancias en este contexto también son el botín de un régimen legal
que absuelve a los intermediarios en línea que no quieren ver el daño
que los usuarios terceras partes que albergan y reutilizan para obtener
ganancias comerciales. Son los beneficios de una protección legal que no
gozan muchas otras entidades en otros campos legislativos.
En otras palabras, fue en propio interés de Craven que el sector
tecnológico se opuso a enmendar el CDA, mientras explotaba la bandera de
la libertad civil con afirmaciones que FOSTA-Sesta ponía en peligro la
libertad de expresión e incluso el futuro de Internet. Sin embargo, ¿qué
hay de las libertades civiles de Desiree Robinson? ¿Qué hay de su
libertad de expresión? ¿Qué hay de su futuro?
Sin dejarse intimidar por su derrota en la reforma FOSTA-Sesta, los
gigantes tecnológicos han emprendido una batalla en distintos frentes
contra la reforma tratando de preservar e incluso expandir la sección
230 que les daba garantías y protege sus ganancias. En junio, la EFF
demandó que FOSTA-Sesta fuera declarado inconstitucional, juicio que
tardará tiempo en resolverse.
Desde que se iniciaron las discusiones del TLCAN, la Asociación de
Internet ha liderado la defensa de la antigua sección 230 y ha
cabildeado para que se incluya en el TLCAN. En caso de que tuvieran
éxito, exportarían la "inmunidad" del sector
tecnológico de inofensivos intermediarios a México y posiblemente a
Canadá.
Después de los 7 casos de feminicidio acaecidos a jóvenes que
anunciaban en “Zona Divas” y ahora en “Sugar Baby” tenemos que
recordarle al gobierno de México y al Senado de la República que la Ley
General para Prevenir, Sancionar y Erradicar los Delitos en Materia de
Trata de Personas sanciona las exhibiciones públicas y privadas y los
anuncios de contacto sexual son delito y se llaman publicidad ilícita o
engañosa, por lo que no se puede aceptar que los gigantes tecnológicos
quieran exportar la violencia sexual y la impunidad para seguir
incrementando sus ganancias a costa de las mujeres y la niñez mexicana o
de otros países en vías de desarrollo al TLCAN.
Dándonos cuenta del actuar de los gigantes tecnológicos y los grandes
intereses económicos que han defendido, podemos decir que si tienen
éxito en el TLCAN, las perspectivas de que un lenguaje similar se repita
en futuras negociaciones comerciales con otros países son altas. El
resultado sería: la exportación global de inmunidad penal y civil para
sitios web que faciliten la trata con propósitos sexuales.
Tal realidad no sería nada menos que un Apocalipsis para la trata con
propósitos de explotación sexual.La rentabilidad del mercado de la
prostitución depende de la entrega de "los bienes" a
aquellos que buscan comprar personas para su uso sexual. Para ello, las
plataformas basadas en Internet hacen que la "prostitución
comercial" sea tan fácil como comprar un automóvil usado.
Ahora, si a través de acuerdos comerciales, los operadores de sitios
web que suministran a personas para la explotación sexual en todo el
mundo reciben inmunidad para operar, los esfuerzos para frenar la trata
sexual nacional o internacional serán exiguos en el mejor de los casos.
*Directora de la Coalición Regional contra el Tráfico de Mujeres y
Niñas en América Latina y el Caribe, (CATWLAC por sus siglas en inglés).
Twitter: @CATWLACDIR
Imagen retomada del portal imagenesactual.com
Cimacnoticias | Ciudad de México.-
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