[VIDEO] Tortura, chantaje, amenazas, probable homicidio… Guadalupe Juárez narra la historia de sus hijos presos en penal de San José El Alto, Querétaro (nota de Francisco Félix)
Adrián Ramírez, Presidente de la Liga Mexicana en Defensa de los Derechos Humanos, señaló que el hilo conductor en toda esta historia es el proceso de corrupción
Francisco Félix | julioastillero.com
Tortura, malos tratos, amenazas, chantaje. Es parte del calvario que denuncia la señora María Guadalupe Juárez, “Juanita”, quien narra la historia de sus hijos, presos. Un recuento de abusos en la que aparecen autoridades de distintos niveles, inmiscuidas en actos de corrupción, omisión y complicidad. Una de tantas historias que ocurren todos los días en nuestro país y quedan en el anonimato y la impunidad.
En 2001, Álvaro y Alfredo, los hermanos Gavidia Juárez, fueron acusados de homicidio en riña, después catalogado como homicidio calificado, y sentenciados a penas de 42 y 34 años, respectivamente, en el penal de San José El Alto, Querétaro. Inicialmente, las cosas estaban bien, según narra la señora “Juanita”. Al poco tiempo, entró como director del penal Rigoberto Quintanar Guerrero quien meses después mandó llamar a la señora para hacerle una propuesta, luego de ver que se relacionaba con muchos internos y les daba consejos.
Según denuncia la señora, Quintanar le propuso vender droga en el penal, junto con sus hijos, aprovechando que tenía facilidad de palabra y relación con muchos internos; a cambio, sus hijos tendrían comodidades y buenos tratos. La señora se negó inicialmente y, tras platicar con sus hijos, ellos coincidieron en la negativa, lo cual molestó bastante al funcionario, quien amenazó a la señora. A partir de entonces, según narra, “empezó el calvario” para sus hijos, que fueron segregados y castigados con prácticas de tortura, como permanecer durante meses sin ver la luz, totalmente en el encierro de una celda.
La señora Juárez narró que fue a ver al entonces gobernador de Querétaro, el priista José Calzada, quien envió a funcionarios y a gente de derechos humanos al revisar el penal. Tras darse cuenta de que había tortura, ordenó realizar algunos cambios que mejoraron la vida de los presos. Posteriormente, en la campaña de 2015, gente del equipo de campaña del panista Francisco Domínguez se acercó a la señora Juárez para prometerle ayuda en el caso de sus hijos, a cambio de apoyo en actividades proselitistas. Sin embargo, la señora Juárez contó que, tras la llegada del panista al poder, se incrementaron los actos de tortura en contra de sus hijos.
La señora Juárez narró que, luego de lo anterior, los directivos del penal volvieron a insistir en el trato que le habían ofrecido antes, para que vendiera droga junto con sus hijos al interior del penal, a lo cual ella volvió a negarse. La tortura para sus hijos continuó hasta que, el pasado mes de agosto, le entregaron muerto a uno de ellos, diciendo que se había suicidado; sin embargo, después, se enteró de que su hijo había llegado muerto al hospital y no tenía evidencias de ahorcamiento, por lo que se abrió una carpeta de investigación.
Al respecto, Adrián Ramírez, Presidente de la Liga Mexicana en Defensa de los Derechos Humanos, señaló que el hilo conductor en toda esta historia es el proceso de corrupción. Advirtió cómo, desde la propia dirección del penal, se plantean procesos de degradación hacia las personas internas. Finalmente, lamentó que casos como este sean cotidianos y se acompañen de la estigmatización de los presos, en un vsistema en el que no se generan las condiciones para una reinserción social.
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