3/15/2025

En todo el mundo la libertad de expresión de las mujeres está siendo amenazada

 

-Precariedad, censura, discriminación y violencia, la realidad de las periodistas en el mundo

Nueva York.- La autorregulación de medios, la inteligencia artificial, la brecha digital, precariedad laboral, discriminación de género, censura y vigilancia, y la violencia al interior de las redacciones ponen en peligro la libertad de expresión de las mujeres en el mundo, según concedieron mujeres periodistas y expertas en comunicación durante el foro “Sección J: Salvaguardar los derechos digitales y de comunicación de las mujeres en Beijing+30”.

Paralelo al 69 periodo de sesiones de la Comisión sobre la Condición Jurídica y Social de las Mujeres (CSW69) que se lleva a cabo en esta Nueva York, en un foro especial se compartieron los resultados del Proyecto de Monitoreo Global de Medios (GMMP, por sus siglas en inglés) como evidencia del poco avance en el capítulo J La mujer y los medios de difusión a 30 años de la Plataforma de Acción de Beijing (PAB).

En la discusión, representantes del Asia, África, Medio Oriente y América, coincidieron en la amenaza permanente en la que las mujeres ejercen la libertad de expresión.

Sarah Macharia, coordinadora global del GMMP señaló que, en 1995 cuando se realizó por primera vez el análisis de noticias global, las mujeres aparecían en 17 de cada 100 y en 2020, la sexta y más reciente ocasión en que se realizó el monitoreo, se incrementaron 8 puntos porcentuales: “si se continúa con este lento avance, tardaremos 67 años en lograr la igualdad en los medios, es decir que de cada 100 noticias en 50 se nombre a las mujeres” mencionó.

Uno de los retos más importantes en esta agenda son las políticas para regular los medios, ante esta ausencia, se ha dejado la posibilidad de incluir a las mujeres en la autorregulación de las empresas periodísticas.

Amie Joof- Col, coordinadora del GMMP en África, quién estuvo presente en Beijing durante la creación de la Plataforma de 1995, reconoció que ahora hay una mayor incorporación de las mujeres en los medios; sin embargo, aún prevalece el mito de que el trabajo técnico es para los hombres y se encuentran nuevas amenazas como los que involucran el uso de la inteligencia artificial.

En relación, Vietnam, Hang Pham, coordinadora del monitoreo en Asia, destacó las posibilidades y nuevas oportunidades que brinda la tecnología para el trabajo periodístico de las mujeres, no obstante, la brecha digital de género, la precariedad laboral y, ahora, la discriminación de género se mantiene como una realidad algorítmica de las plataformas.

La representante de Women Media and Development (TAM) cuyo trabajo radica en Palestina y participante del GMMP en Oriente Medio, denunció el uso de los medios para cubrir el genocidio y controlar la narrativa sobre el conflicto, así como herramientas de control al censurar los testimonios de las mujeres y usarse para la vigilancia de las periodistas, por lo que llamó a responsabilizar a cada país por el genocidio y romper con el silencio respecto al conflicto.

Durante su intervención, quien escribe, en representación de Comunicación e Información de la Mujer A. C. (CIMAC) y coordinadora del GMMP para la región de América Latina, destacó dos principales resultados de esta zona geográfica.

Por un lado, aunque en América Latina es una región en donde más se ha avanzado para incluir a las mujeres en los contenidos noticiosos, se debe al trabajo de las defensoras de los derechos políticos de las mujeres que luchan para lograr legislaciones por la paridad política.

De tal manera que, a mayor representación política, mayor presencia mediática; sin embargo, los medios de comunicación no han transformado la representación estereotipada y sexista que hacen de las mujeres en sus publicaciones.

Por otro lado, el avance de América Latina, también es resultado de los aportes de las mujeres periodistas. De acuerdo con el GMMP, las noticias producidas por mujeres cuestionan dos veces más los estereotipos de género, la desigualdad y la violencia que viven las mujeres, es decir que son las periodistas las defensoras de la libertad de expresión y el derecho a la información de la sociedad.

En este papel transformador, es necesario revisar en qué condiciones las mujeres ejercen el periodismo donde destaca la precariedad laboral, la brecha salarial de género y la violencia al interior de las redacciones y fuera de ellas.

De acuerdo con la documentación de CIMAC, durante 2024, 204 mujeres periodistas fueron violentadas en cuyos casos se expresa la marca de generó tanto en las causas, las formas y los impactos de esta violencia en su vida personal y profesional. Destacan los casos de mujeres que han tenido que desplazarse para salvaguardar su vida y los casos de feminicidio.

En este panorama, por el rol transformador de las periodistas aún frente a la violencia que viven, se hace necesario incorporar un objetivo de seguimiento al Capítulo J. “Erradicar la violencia contra las periodistas”.

Entre las recomendaciones emitidas por CIMAC para México, resalta la responsabilidad establecida en la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia de vigilar que los medios de comunicación no reproduzcan una mirada estereotipada de las mujeres ni la violencia contra ellas. Así como cumplir con el compromiso de PAB de apoyar financieramente al periodismo feminista.

Blessing Oladunjoye, originaria de Senegal, presentó los hallazgos del análisis sobre misoginia en los contenidos de redes sociales, compartió que las violencias en línea tienen un alto impacto en la vida de las víctimas como la depresión, ansiedad e incluso el suicidio y preocupa aún más el silenciamiento de las mujeres periodistas al saberse amenazadas.

Para cerra la discusión, Aimée Vega Montiel, representante de la Alianza Global de Medios y Género (GAMAG) concluyó sobre la urgencia de tomar acciones en esta agenda, para ello, GAMAG está colaborando en la elaboración de una Ley Modelo de Violencia Digital para América Latina.

A 18 años de la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia

 

.-Ciudad de México.- Este 2025 se cumplieron 18 años de la elaboración de La Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia (LGAMVLV) la cual nació para dar respuesta a la violencia contra las mujeres en México. En ella, no solo ha incluido los feminicidios sino distintas violencias que no se nombran y mecanismos para combatirlas, por ello te traemos un recuento sobre su historia e importancia en la lucha feminista.

De acuerdo con Marcela Lagarde y de los Ríos, antropóloga y feminista mexicana, en su texto ‘Por los derechos humanos de las mujeres:
la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia’ esta ley surge de la prevalencia de violencia contra las mujeres solo por su género.

Datos del INEGI señalan que, entre 1999 y 2005 más de 6 mil niñas y mujeres fueron asesinadas en todo el país, lo que se tradujo a 4 asesinatos por día o 1 asesinado por cada 6 horas.

Por años, la violencia feminicida fue documentada de forma parcial o aislada y no como una problemática sistemática por instancias como universidades, instituciones de gobiernos, organizaciones de la sociedad civil, centros de investigación y derechos humanos.

Otro de los problemas que existieron fue la falta de recopilación de datos sobre violencia de género, puesto que tanto instituciones gubernamentales como organizaciones de la sociedad civil manejan distintos criterios generando información inconsistente y minimizando la gravedad del problema, señaló Marcela Lagarde.

Comenzando con que, la violencia contra las mujeres no siempre es reconocida como tal, en muchos casos de desestima bajo el argumento de que «toda la sociedad es violenta y puede ocurrirle a mujeres u hombres».

La exclusión legal de las mujeres y la discriminación institucional agravan el panorama. En muchas ocasiones las víctimas eran persuadidas para no denunciar o enfrentar a un sistema que minimiza sus quejas gracias a una cultura patriarcal que impide «el desarrollo de una verdadera conciencia legal en la sociedad», una problemática que persiste en nuestros días.

Pese a los esfuerzos por investigarla, para Marcela Lagarde no puede ser sistemática porque la violencia contra las mujeres no es homogénea porque cada una tiene relaciones desiguales respecto a los hombres, instituciones civiles y al Estado.

Por ello, en 2006 el movimiento feminista hizo alianzas con legisladoras como la priista Diva Hadamira Gastélum Bajo, la antropóloga y legisladora perredista, Marcela Lagarde y la perredista Angélica de la Peña Gómez para impulsar la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia (LGAMVLV).

Esta fue aprobada en abril de 2006 por la Cámara de Diputados y rarificada por el Senado hasta diciembre del mismo año. El 1 de febrero de 2007, la LGAMVLV fue publicada en el Diario Oficial de la Federación y desde entonces el Estado tiene la obligación de aplicarla para defender a las mujeres y que ellas pudieran gozar de sus derechos, así como hacer frente a la violencia de género y sus diferentes modalidades.

Ejes que aborda la LGAMVLV

La ley está basada en instrumentos internacionales como la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW) y la Convención de Belém do Para. Responde a recomendaciones de organismos internacionales que han señalado la falta de justicia e impunidad en casos de violencia de género en México.

Actualmente, la LGAMVLV reconoce diferentes modalidades de violencia contra mujeres como:

física (agresiones que causan daño corporal), sexual (abuso, acoso y cualquier forma de violencia con connotación sexual), psicológica (actos que dañan la autoestima y bienestar emocional de la víctima), económica (control financiero y limitaciones económicas interpuestas por el agresor), patrimonial (daño o retención de bienes y recursos de la mujer), familiar (ejercida por algún miembro de la familia), comunitaria (Violencia ejercida por la sociedad, incluso acoso callejero y trata de personas), laboral y educativa (discriminación en el trabajo o la escuela), institucional (actos de discriminación y negligencia por parte de instancias gubernamentales) y feminicida (la forma más extrema de violencia que culmina en asesinato de la mujer).

Asimismo, incluye un mecanismo llamado Alerta de Violencia de Género contra las Mujeres (AVGM). Es una acción gubernamental de emergencia para atender situaciones críticas de violencia feminicida.

Esta alerta obliga a las autoridades a tomar medidas inmediatas para investigar casos, proteger a las víctimas y castigar a las personas responsables. También incluye medidas de protección como campañas de sensibilización y acciones para garantizar la seguridad de las mujeres en comunidades de alto riesgo.

Hasta 2025, se han contabilizado 26 Alertas de Violencia de Género contra las Mujeres (AVGM) en 24 entidades de la república: Baja California, Campeche, Chihuahua, Chiapas, Ciudad de México, Colima, Durango, Guanajuato, Guerrero, Jalisco, Estado de México, Michoacán, Morelos, Nayarit, Nuevo León, Oaxaca, Puebla, Quintana Roo, Sinaloa, San Luis Potosí, Sonora, Tlaxcala, Veracruz y Zacatecas

La LGAMVLV establece tres Medidas de Protección y Atención a Víctimas: emergencia, que implica alejar al agresor del hogar de la mujer y restringir su contacto con ella; preventiva, para evitar la reincidencia del agresor; y civiles, incluye la suspensión de visitas de las hijas e hijos y la obligación de pensión alimenticia.

Para garantizar la implementación efectiva, se estableció un Sistema Nacional para Prevenir, Atender, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres encargado de coordinar las acciones de prevención, atención y sanción de las violencias de género en donde se involucra a instituciones gubernamentales y establece la importancia de la transversalidad y la perspectiva de género.

Cada estado debe crear un sistema similar con acciones articuladas entre los tres niveles de gobierno (federal, estatal y municipal) y elaborar un Programa Integral que establezca estrategias para erradicar la violencia, con énfasis en la educación en derechos humanos y la capacitación de funcionarios públicos.

En cuanto a los medios de comunicación, su papel es crucial en la lucha contra la violencia de género, por lo que, la Ley establece que deben evitar la reproducción de estereotipos de género y la normalización de la violencia contra las mujeres. Se busca que promuevan campañas educativas y contenidos que fomenten la igualdad de género y el respeto a sus derechos humanos.

Para extender el conocimiento sobre la violencia de género, la Ley ordena la creación de un Diagnóstico Nacional y Banco Nacional de Datos para la recopilación objetiva de los casos de violencia en el país con la finalidad de elaborar políticas públicas eficientes e identificar patrones de violencia.

Para hacer efectiva la Ley, se necesita una designación presupuestaria, Marcela Largade apunta que depende de la voluntad política y del financiamiento adecuado para las acciones que se derivan de ella.

Su importancia radica en la creación y mantenimiento de refugios para mujeres víctimas de violencia, capacitación de personal en instituciones de justicia, implementación de campañas de sensibilización y fortalecimiento de los sistemas de protección y atención a víctimas.

Sin la asignación de recursos, muchas disposiciones de la Ley quedan en papel sin provocar cambios reales en la vida de las mujeres.

El cambio de paradigma

¿Qué significa la LGAMVLV para las mujeres? Para Marcela Lagarde, se trata de un cambio de paradigma en la legislación mexicana y un avance significativo en la defensa de sus derechos humanos, ya que no solo se reconoce que sí existe violencia contra ellas por su género, así como sus diferentes modalidades. Sino también se emplean mecanismos de acción para combatirla.

Históricamente, los derechos y políticas públicas se han consolidado desde una visión androcentrista invisibilizando así a las mujeres o catalogándolas como sujetas secundarias en el marco normativo. La llegada de esta Ley rompe con el esquema y coloca en el centro a las mujeres reconociendo la violencia de género como un problema estructural.

La visión que incorpora la LGAMVLV obliga al Estado a intervenir directamente para garantizar la seguridad, acceso a la justicia y reparación del daño.

Asimismo, implementa la transversalidad de género en donde es necesario en enfoque de género en todas las acciones del Estado, comenzando con la formulación de políticas públicas, capacitar a los servidores públicos y en la asignación presupuestaria.

Al final, Marcela Lagarde apunta que, el objetivo principal de esta Ley no solo es proteger a las mujeres, sino cambiar las relaciones de poder y establecer condiciones de igualdad sustantiva entre mujeres y hombres para ir reduciendo la violencia hasta que ellas ejerzan plenamente sus derechos.

Desechar el falocentrismo en el sexo: La búsqueda de autonomía sobre nuestro cuerpo

 

.-Ciudad de México.- La teórica feminista Celia Amorós describió en 1994 que el cuerpo y la sexualidad de las mujeres ha sido controlado a través de normas morales, leyes sociales e instituciones como el matrimonio, todas creadas por el sistema patriarcal. Dentro de este paradigma, la sexualidad femenina ha sido objeto de dependencia; sólo obtener el placer a través del otro y la exaltación constante de la relación penetrativa, derivado de esto, nace el debate de la opresión sexual, el falocentrismo y el mito de que el destino biológico – sexual de la mujer es, única y exclusivamente, la penetración.


En aras de ampliar el debate, Cimacnoticias conversó con la sexóloga Brisa Armenta para deshilar la idea de cómo las mujeres pueden desafiar las normas tradicionales del placer sexual y encontrar la liberación más allá de la cultura impuesta del falocentrismo. Y es que, la discusión también apunta a una búsqueda de autonomía e incluso, en un arma de autodefensa para erradicar la violencia no consentida durante el sexo.


Uno de los apuntes esenciales, dice la especialista, es la idea de que el placer sólo se centraliza en los genitales, cuando el placer sexual puede llegar desde distintos espacios como el tocamiento; nombrar esto también es promover una sexualidad más diversa, particularmente, si se habla de aquellas personas que tienen alguna disfunción – discapacidad que, con frecuencia, son colocadas como asexuales, cuando en realidad, el placer llega desde conocer nuestro cuerpo.
Entre otras de las ventajas prioritarias está el consentimiento para las mujeres jóvenes, pues implica hacerles saber que hay más alternativas que sólo el acto sexual, especialmente, para aquellas que aún no desean dar ese paso, pero sí gozar del erotismo.

¿Por qué resulta un desafío quebrar estar normas sexuales?


Para Brisa Armenta, además de lo ya mencionado sobre desgenitalizar el sexo, es fundamental que se pueda concebir distinto el placer y que este es extensivo, es decir, que no empieza, ni termina sólo con la penetración; implica una revolución de vivir en contacto con el cuerpo y con la claridad suficiente de qué es el placer.


¿Cómo se puede lograr esto?: La educación sexual inclusiva y feminista es un elemento importantísimo, es hablar de la diversidad sexual y del orgasmo de las mujeres. Es necesario que se promueva la autonomía y la agencia de las mujeres, [tenemos que] dejar de creer que el otro debe darnos placer y más bien, buscar el propio.


En «Niñas en el 8M con la primera mujer presidenta: ¿En dónde estamos fallando?» Cimacnoticias entrevistó a Juan Martín de la Red Tejiendo Infancias quien apuntó a un fenómeno generalizado que ha documentado la organización: La violencia en los primeros actos sexuales. El activista refirió que, la edad promedio de inicio de vida sexual es a los 15 años y la mayoría de las adolescentes refirió que fue un primer contacto violento.


El especialista acotó que, de acuerdo a lo documentado por la red, los primeros contactos con el sexo de los adolescentes hombres es a través de la pornografía; videos, en extremo, violentos donde se fuerza la penetración, la dominación y el sexo sin preservativo. En relación con esto, las mujeres se relacionan a través de un espacio de sumisión donde es su pareja quien lidera los encuentros sexuales.
Sobre esto, la sexóloga sostiene que, de aquí deviene la importancia de una educación sexual feminista donde las jóvenes tengan el poder de la autonomía de saber en dónde quieren ser tocadas, cómo, qué les produce placer y lo más importante: Que el sexo no es penetración, ni violencia.


En añadidura, Brisa Armenta recuerda que, con frecuencia, se desconoce que el tipo de placer es proporcional a la diversidad de mujeres, es decir, no todas las mujeres alcanzarán el placer a través de lo penetrativo, por el contrario, se debe recordar que muchas mujeres no gozan de la penetración, por el contrario, les resulta incómodo y/o doloroso, sin embargo, como el sistema ha instaurado que la única manera de consumar el acto es a través del coito, muchas de ellas, se ven forzadas a complacer a su pareja, aun cuando la práctica les resulte violenta o dolorosa.

«Saber que existe la diversidad de las mujeres y con ello, en su placer, particularmente cuestionar estos valores culturales que se tienen alrededor del placer sexual y cómo al final esto de tener una educación falocéntrico nos limita a tener control de nuestros cuerpos, nos hace creer que dependemos de algo penetrativo, aunque muchas mujeres no gustan nada de la penetración y están constantemente haciéndolo porque es lo que se espera de ellas, aunque no tengan placer.»

La teórica feminista Marcela Lagarde ha sustentado que el cuerpo de las mujeres persigue una ideología de dominación; es un cuerpo predestinado a ser poseído, ocupado y apropiado a los hombres. Aún, cuando ya existe una «valoración social negativa» a la violencia contra las mujeres, los valores patriarcales se filtran a muchos otros espacios de la esfera privada donde esta asimetría se ha normalizado, una de ellas, es la sexualidad.

De esto se desprende la idea de que reconocer el placer y el autoerotismo no es sólo una revolución individual, sino todo un cambio de paradigma que impulsa la autonomía desde la adolescencia y sería freno a las violencias que se experimentan en los primeros encuentros sexuales. Como ya se apuntaba, una educación sexual con un enfoque feminista sería una de las claves.

Olga Nelly Estrada e Irma Ochoa de la Universidad Autónoma de Nuevo León, recuperan a Rosario Castellanos en «Ficciones, realidades y utopías de la liberación sexual de las mujeres», quien sostiene en «Mujer que sabe Latín» que, “no es equitativo, luego no es legal, que uno sea dueño de su cuerpo y disponga de él libremente, mientras el otro se reserva ese cuerpo no para sus fines, sino para que en él se cumplan procesos ajenos a su voluntad. En estos procesos ajenos subyace la construcción cultural de las mujeres de ser seres-para-otros. En este caso, para reproducir vida y cuidarla, o ser seres sexuales-para-dar placer a otros.

Despojarse el falocentrismo: Una práctica de autocuidado por la salud sexual


¿Qué pasaría si se despojara la penetración como único valor del sexo? Para Brisa Armenta, esto nos daría la oportunidad de que el placer sexual es individual y diverso. Una primera herramienta que, incluso, pone en jaque los valores patriarcales de la sumisión – dominancia en el sexo.
En un idóneo, las mujeres, desde la adolescencia, explorarían su cuerpo, serían consciente de los límites de su cuerpo y hasta dónde, otras personas, deben trasgredir sus territorios. Sabrían que el placer no emana de otros, sino de ellas mismas; no habría complacencias de ser para otros, sólo la imperante necesidad del goce propio y por supuesto, un arma poderosísima: El consentimiento.

Fuente: Cimac foto

«[El sexo sin penetración] nos da la oportunidad de saber que el placer sexual es individual: no buscarías iniciar tu vida sexual tan temprano por querer experimentar, pues si una mujer viviera primero un contacto sexual acorde a su edad, podría conocerse, saber sus límites de su cuerpo para cuando decida llevar esto a la práctica con otra persona, pueda tener las herramientas emocionales para relacionarse, especialmente, el consentimiento.
[También] permitiría que no exista esta urgencia por llegar a tener placer penetrativo cuando hay miles de opciones más para vivir nuestra libido de manera independiente, esto sumaría un montón, porque no nos meteríamos en violencias que pueden surgir cuando somos muy jóvenes, nos permitiría cuidarnos emocionalmente, tener mayor madurez y eso nos sumaría bastante, sobre todo, en temas de violencia y salud sexual»

A estas alturas, se deben nombrar prácticas frecuentes que representan la coerción, como el stealthing, la práctica de retirar el preservativo durante el encuentro sexual sin el consentimiento de la otra persona; representa la violencia y una amenaza a la salud reproductiva, teniendo como principal víctima, a las mujeres. En México esta práctica no ha sido legislada para considerarla dentro del Código Penal Federal como un acto de agresión sexual, sin embargo, en muchos otros países, como España, esta práctica puede implicar medidas de cárcel.


Sobre esta misma línea de vulnerabilidad en la que oscila la penetración como causa última del sexo heterosexual; la violencia de la pornografía y las prácticas de stealthing, se recuerda que son las mujeres quienes tienden a vivir los mayores picos de VPH, usualmente, contagiado por su pareja de hecho. Cifras que se recrudecen entre las adolescentes y mujeres en contextos de violencia, analfabetismo y pobreza.


Según la investigación «Infección por virus del papiloma humano» de la Gaceta de Oncología de la UNAM, existe una disparidad importante donde la región del norte cuenta con menores tasas de mortalidad a causa del cáncer cervicouterino derivado del VPH, mientras que el sur, destaca con una tasa de hasta 17.5 de tasa de mortalidad; 10 puntos porcentuales más que el norte.
Además, las mujeres al sur de México tienen una mayor incidencia de infección del VPH tipo 16 (con mayor probabilidad cancerosa) así como los serotipos 58 y 18.


De estas prácticas y teniendo como prioridad la salud sexual, resulta necesario que educación sexual coloque al centro las prácticas penetrativas y, por el contrario, tenga como eje rector impulsar el consentimiento, la libertad de los cuerpos y la autonomía de las mujeres a través de la exploración, el autoerotismo y el goce de su placer bajo una bandera concreta: No se depende de nadie para gozar de nuestra libido.

El sexo sin penetración es un paso desafiante que cuestiona el falocentrismo patriarcal, pero también, que se retribuye en un autorreconocimiento del poder del cuerpo como territorio, permite atenderlo, escucharlo y habitarlo desde la empatía, la compasión y el amor.

De acuerdo con la Segunda Fase de Estrategia Nacional para la Prevención del Embarazo en Adolescentes 2021- 2024, el 14.7% de las mujeres de entre 20 y 24 años tuvieron su primer encuentro sexual entre los 10 y los 14 años, a causa de convencimiento, manipulación o abuso; un síntoma del despojo violento que se ejerce contra la el cuerpo de las adolescentes.
La autopropiedad del cuerpo es uno de los ejes más importantes para la liberación, según expone la teórica feminista Josefina Brown. Reconocer el placer, decidir sobre el sexo, la maternidad, la autoexploración, la masturbación, la planificación familiar, las relaciones sexoafectivas, priorizar la salud sexual y elegir cómo se conducirá nuestra corporeidad en el mundo, es un acto político.

«El control del cuerpo y la capacidad de las mujeres para decidir sobre sí mismas, es visto como el elemento que permitiría la emancipación de las mujeres. La sujeción del cuerpo de las mujeres a complejos mecanismos de prohibiciones, es punto nodal sobre el cual se asienta el dominio patriarcal. Es un cuerpo mucho más social que el de los varones, por cuanto, el cuerpo de las mujeres resulta apropiado por el esposo, la familia, la iglesia, el Estado» (Josefina Brown en Mujeres y ciudadanía en Argentina: debates teóricos y políticos sobre los derechos NO reproductivos y sexuales)

Y a todo esto, ¿cómo lograr el sexo sin penetración?, la sexóloga Brisa Armenta responde: Existen practicas diversas que nos pueden producir placer, desde el sexting seguro, el tocamiento por encima de la ropa, hay miles de juegos con exploración sensorial donde hay que explorar los sentidos, eliminando, por ejemplo, el sentido de la vista, colocando una venda en los ojos para activar el resto del cuerpo y esto se pueden hacer diversos juegos, pasar cosas por ahí como plumas, tocar, besar. También existen otros juegos sexuales, entre este está el bondage, juegos con cera, cosas como comida o fruta, es muy diverso que se puede hacer en pareja que va más allá de la penetración, concluye la especialista.

Tener una Presidenta sí influye en que las cosas sean distintas

 8M en pie de lucha

Tener una Presidenta sí influye en que las cosas sean distintas

Rompe con siglos de exclusión en la política: analistas

Expresan preocupación por cierto retroceso del feminismo y avance de gobiernos de ultraderecha
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▲ Guadalupe Taddei, presidenta del INE; Rosa Icela Rodríguez, secretaria de Gobernación, y Claudia Zavala, consejera del instituto electoral, en una ceremonia alusiva al 8M.

Por varias razones, este Día Internacional de la Mujer (8M) será diferente, pues por primera vez una mujer, Claudia Sheinbaum Pardo, ocupa la Presidencia de México. También este 2025 se cumplen 30 años de la Declaración y Plataforma de Pekín, que marcaron un punto de inflexión para la agenda de igualdad de género, exponen académicas, activistas y feministas.

En contraste, en diversas partes del mundo gana terreno la ultraderecha, que amenaza los derechos logrados por el feminismo, añaden.

La llegada de Sheinbaum Pardo al cargo más alto del país rompe con siglos de exclusión patriarcal en la esfera política; este hito trasciende lo simbólico, plantea Aleida Azamar Alonso, profesora e investigadora de la unidad Xochimilco de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).

Precisa a La Jornada que desde los primeros meses de mandato, la Presidenta emprendió acciones a favor de las mujeres mediante reformas constitucionales tendientes a fortalecer políticas contra la violencia de género y a favor de la equidad laboral y salarial y la igualdad sustantiva. La presencia de una Presidenta sí influye en que las cosas sean distintas, sostiene.

Celia Arteaga Conde, coordinadora del doctorado en estudios críticos de género de la Universidad Iberoamericana, coincide en la relevancia de que este sea un 8M con una mandataria que nos ha invitado a las universidades a trabajar de manera conjunta. Nos ha insistido en poner a las mujeres, infancias y adolescencias al inicio de la agenda, y nos ha dicho que si antes no habíamos sido tomadas tan en cuenta, ahora lo seremos.

Aterrizaje

Resalta que lo interesante será cómo eso se va a aterrizar en políticas públicas y cambios mucho más efectivos, y añade que habrá que seguir recondándole, como ella también lo ha dicho, cuáles son los temas fundamentales, como el del cuidado, y que también la universidad viene trabajando rumbo al 8M.

Sin embargo, a tres décadas de la cumbre mundial de Pekín, Iris Santillán Ramírez, profesora-investigadora en el Departamento de Derecho de la UAM Azcapotzalco, expresa su preocupación porque algunas estudiosas comienzan a identificar una especie de retroceso del feminismo, cuya esencia es derrocar el sistema patriarcal, el cual jerarquiza a las mujeres en razón de su sexo y su género.

Sin duda ha habido un avance muy importante, pero también he de reconocer que en los años recientes también hay un riesgo, porque existen mujeres que se identifican como feministas, pero debe reconocerse que no tienen muy claro qué significa serlo.

Hay jóvenes feministas que a veces no tienen el conocimiento sólido desde la teoría ni la esencia de este movimiento. Ciertamente hay muchos feminismos, pero todos tienen en común reconocer que históricamente las mujeres hemos estado en situación de inequidad y discriminación, y por lo tanto de maltrato y violencia, y lo que se busca es la igualdad de derechos y oportunidades para todas las personas y, por supuesto, para las mujeres.

Aunado a lo anterior, alerta, avanza el capitalismo feroz, que afecta principalmente a las mujeres, y el conservadurismo, lo cual deja en claro que siempre existe la posibilidad de involución. Ejemplo de ello son los gobiernos de Donald Trump y Javier Milei, entre otros.

Las narrativas influyen y se contagian, añade Elizabeth Mosqueda, del Consorcio para el Diálogo Parlamentario y la Equidad, quien identifica que el avance de gobiernos de ultraderecha y antiderechos nos pone en una situación coyuntural de riesgo a las mujeres.

Maribel Luna Martínez, enlace de incidencia política y social de Católicas por el Derecho a Decidir, subraya que las amenazas globales también son algo que nos interpela como movimiento feminista diverso en México. El 8M también es un día para salir a las calles y movernos al unísono con nuestras compañeras, feministas de otros países cuyos derechos están amenazados, como nuestras hermanas argentinas.

Asegura que habrá presencia importante en el contexto del 8M porque hay muchísimas demandas vigentes en relación con los derechos de las mujeres en México, pero a escala global también, y reconoce que es importante el hecho de que simbólicamente haya también cambios importantes a niveles social y político relacionados con que haya una mujer representando a México.

Y justamente sobre lo que ha asegurado Sheinbaum Pardo de que con ella llegamos todas, Artega Conde opina que el planteamiento es interesante, pero habrá que ver cómo se concreta.

Para la ecofeminista Azamar Alonso es claro que esa frase se está cumpliendo porque ha creado programas, presentado propuestas de ley y creó la Secretaría de las Mujeres; tenemos avances. Sin embargo, reconoce que hay muchos retos que probablemente no queden resueltos en este sexenio, porque son aspectos que se arrastran desde hace mucho tiempo.

Foto Cuartoscuro

Carolina Gómez, Alexia Villaseñor y Laura Poy

 Periódico La Jornada
Sábado 8 de marzo de 2025, p. 2

8M, más allá de las vallas

 Daniela Barragán

Los cambios no se dan por arte de magia; no basta con que una llegue para que todos los problemas se solucionen y por eso se requiere de una movilización política muy activa para lograr conquistar los derechos que merecemos. Ante ese escenario, las vallas en la Ciudad de México son lo de menos y sorprende que periodistas, políticos y activistas centraron sus críticas al Gobierno actual por la colocación de éstas para pro

sinembargo.mx

Este es el primer Día de la Mujer en México bajo el Gobierno de una mujer, Claudia Sheinbaum Pardo.

Es la primera vez en que hay 13 mujeres gobernadoras.

Una mujer preside el Poder Judicial.

En este momento hay mujeres que por primera vez ocupan oficinas de Gobierno, desde la esfera Federal hasta en los estados y en los municipios. Pasa lo mismo con el sector privado. Muchas están llegando y las que ya llegaron están afianzando esas posiciones que garantizan que esos espacios nunca más vuelvan a cerrarse para ninguna.

Nuestra realidad es distinta y por lo tanto, nuestras exigencias deben replantearse ante una gran posibilidad de que se materialicen. Los cambios no se dan por arte de magia; no basta con que una llegue para que todos los problemas se solucionen y por eso se requiere de una movilización política muy activa para lograr conquistar los derechos que merecemos. Ante ese escenario, las vallas en la Ciudad de México son lo de menos y sorprende que periodistas, políticos y activistas centraron sus críticas al Gobierno actual por la colocación de éstas para proteger monumentos. El movimiento de mujeres y feminista debe replantear sus prioridades. Las vallas no gustan a nadie, pero se colocan desde hace más de seis años para proteger de pintas. Bueno, las expresiones rebeldes deberán renovarse y quienes optan por ellas deberán hacerse la pregunta de si tienen el efecto político que esperan o el que tuvieron hace cinco o cuatro años.

En nuestro contexto actual dejo 10 puntos urgentes que, desde mi perspectiva, deberían ser tomados por las mujeres para exigir a las y los funcionarios, los cumplan. A mi consideración, son asuntos más urgentes que hablar de vallas, un asunto que ni siquiera es reciente. Son puntos que amplían la exigencia central del “Nos queremos vivas” porque también nos queremos con seguridad social, con acceso a la justicia, con buenos salarios y con calidad de vida.

1. Revisar las alertas de violencia política de género. En México hay 377 municipios con alerta de violencia de género en 22 estados. Año con año se destinan recursos para cumplir con distintas estrategias para disminuir la violencia contra las mujeres en zonas que están identificadas como focos rojos. Las acciones van desde revisar el alumbrado hasta la implementación de talleres para que las mujeres aprendan alguna actividad u oficio y puedan aspirar a una independencia económica.

No hay una revisión exhaustiva de cómo se gasta ese recurso, por lo que resulta urgente que se empiece a exigir cuentas a los estados y municipios para garantizar que el dinero se ejerza de manera adecuada.

2. Las fiscalías estatales y los ministerios públicos son, desde hace años, el infierno para las víctimas y sus familias. Son el primer tope para el acceso a la justicia. Hay sitios en los que se desconoce el protocolo mínimo para las víctimas de violación. Tiene que haber, por lo menos, una adecuada capacitación y además una limpia de funcionarios ya que persiste una corrupción altísima.

3. Exigir que los jueces actúen con perspectiva de género y frente a la elección de éstos, evidenciar a quienes tengan señalamientos de violencia contra las mujeres.

4. Continuar con la política de programas sociales focalizados en reducir la brecha entre hombres y mujeres. En México, el 36.3 por ciento de la población vive en la pobreza y la mayoría son mujeres. La pobreza se agudiza si son mujeres indígenas, jóvenes o con alguna discapacidad.

5. La aprobación de la reducción de la jornada laboral. Hombres, y mujeres tienen pobreza de tiempo y tienen derecho al descanso. En el caso de las mujeres, los datos muestran que el trabajo en el hogar es prácticamente otra jornada laboral.

6. La Presidenta Claudia Sheinbaum prometió que el Sistema Nacional de Cuidados sería una realidad en su Gobierno y debe cumplirlo. Según el Coneval, las horas promedio semanales que las mujeres dedicaron a las tareas de cuidado de otras personas del hogar superaron en 11.5 a las dedicadas por los hombres a la misma actividad en 2020 a nivel nacional. Se trata de un trabajo no remunerado que impide que las mujeres no se inserten en el mercado laboral y las vuelve dependientes económicas de otros.

7. La brecha salarial entre hombres, y mujeres es una realidad y debe reconocerse y erradicarse. De acuerdo con el Coneval, el ingreso laboral real promedio de los hombres ocupados fue de 8 mil 137.81 pesos, mientras que el de las mujeres fue de 6 mil 450.51 pesos. Es decir, el ingreso de los hombres ocupados fue aproximadamente 1.3 veces mayor al de las mujeres.

8. Es urgente mejorar el sistema de salud público. Lo conté en otra de mis columnas, pero en las citas de seguimiento de embarazo, lo único que se hace es escuchar los latidos del bebé con un aparato que en Amazon cuesta mil 300 pesos, lo que es insuficiente para detectar alguna malformación. Es sólo un ejemplo personal. La gama de atención a la salud de las mujeres es muy amplia y se requiere más dinero, más campañas y más observación.

9. Continuar con la lucha por la despenalización del aborto en todo el país y por educación sexual en todas las escuelas.

10. Es urgente que el movimiento se aglutine frente a la organización de la ultraderecha no sólo en México, sino en todo el continente. Los derechos de las mujeres, a diferencia de otros, son reversibles. Lo vimos en Estados Unidos que echó para abajo el acceso a la interrupción del embarazo. La ultraderecha es misógina y no descasará hasta someternos, por lo que es necesario hacerle frente de manera directa.

Son 10 puntos y me quedo corta. Ante estos pendientes, unas vallas alrededor del Palacio de Bellas Artes, son lo de menos.

Daniela Barragán

Es periodista por la UNAM, con especialidad en política por la Carlos Septién. Los últimos años los ha dedicado al periodismo de datos, con énfasis en temas de pobreza, desigualdad, transparencia y género.

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Discurso oficial y movilización de las mujeres

Magdalena Gómez

La problemática de género es una asignatura internacional a la cual los estados de los diversos países no han logrado darle la certeza que históricamente han demandado las mujeres. El 8 de marzo es la fecha definida en ese ámbito y, como bien se aclara desde los movimientos, no es para celebrar, es para reafirmar la exigencia. En nuestro caso hubo movilizaciones en la mayor parte de las entidades. Me centraré, sin embargo, en la Ciudad de México, porque marca contrastes entre los polos oficial y de los movimientos a tener en cuenta.

La Secretaría de las Mujeres presentó ese día una cartilla sobre los derechos de las mujeres que será distribuida masivamente y entendemos traducida a algunas lenguas indígenas. Conocer los derechos es sin duda importante, pero ello, bien lo sabemos, no basta para que éstos se cumplan. Más tarde, la Presidenta de la República, Claudia Sheinbaum, desde una ceremonia en el patio de Palacio Nacional, con asistencia de algunas mujeres indígenas y ministras de la Corte afines, así como funcionarias y bajo la premisa y a la vez consigna de no más violencia contra las mujeres, ni un feminicidio más, ni un golpe más, ni un maltrato más, ni una palabra violenta más contra las mujeres mexicanas, anunció 10 acciones de su gobierno para fomentar la equidad de género.

Destacan la reinstalación de las guarderías cerradas por la administración anterior; la construcción de 200 centros de cuidado infantil, la apertura de una sala dedicada a mujeres, en Palacio Nacional; la entrega de 150 mil títulos agrarios y darles prioridad en el programa nacional de vivienda. A tales acciones no se les puede plantear objeción en sí mismas; sin embargo, resulta indispensable conocer la estrategia que dé sustento a la afirmación de no más violencia y ni un feminicidio más, cuando ese lacerante problema aún no parece tener freno, o bien conocer el proceso sobre la entrega de 150 mil títulos agrarios, que ha sido una añeja demanda ante la exclusión de las mujeres en esa materia, porque las referidas a instituciones y proyectos de políticas públicas es más sencillo suponer la posibilidad cierta de que se cumplan.

La presidenta Sheinbaum encargó a la secretaria de las Mujeres, Citlalli Hernández, organizar foros en el país para recopilar propuestas que ayuden a hacer realidad las reformas constitucionales relacionadas con la equidad de género que se han aprobado. Sobre todo, las encaminadas a erradicar la violencia contra las mujeres. Nos preguntamos si, ante una problemática estructural para garantizar el cumplimiento de derechos ya formalizados, son los foros el escenario para recibir propuestas y si quienes asistan a los mismos tienen el consenso para las mismas. No es cuestión de democracia participativa, lo es de Estado para que se haga cargo de garantizar el cumplimiento de los derechos.

En marcado contraste, tras una multitudinaria marcha de mujeres organizadas y no, reafirmaron con energía sus demandas y exigencias más sentidas. La Coordinación 8M, organizadora de la marcha, en el mitin central aseguró que para hacer realidad las frases gubernamentales, de que es tiempo de mujeres y llegamos todas, las acciones han de ir más allá del discurso, de lo contrario será un postulado falso. Se celebra la llegada de una presidenta, pero no se escucha a quienes exigen respuestas. Criticó el ­hecho de que la impunidad sea mayor a 99 por ciento, ya que sólo hay resolución en 6 por ciento de los delitos. Por esa razón en los casos de feminicidio y desaparición el trabajo de investigación lo asumen las familias. Las madres buscadoras, que no están dentro de las que dicen que llegaron, fundaron ese día el frente Luciérnagas, integrado por familias que llevan años luchando por justicia para sus hijas desaparecidas y asesinadas, denunciaron frente a Palacio Nacional que para los juzgadores nuestras hijas son sólo carpetas de investigación, pero para nosotras son seres amados que con sus ausencias se llevan a toda la familia.

Hay una dimensión que se está dejando de lado y es la de la formación desde la educación formal en los distintos niveles sobre el combate al patriarcado, en lo que Pablo Latapí insistía refiriéndose a la formación en valores. ¿Qué lugar ocupa esta temática en el currículo de quienes estudian para maestros? Sin duda, la campaña contra la comida chatarra en las escuelas es importante, pero hay ausencia de un proyecto educativo para combatir el machismo desde la infancia y cómo llegar a la conciencia de las familias cuyas madres en muchos casos han naturalizado los roles de género que las subordinan y afectan su dignidad. Por supuesto, hay que combatir la impunidad y sancionar a quienes ejercen violencia y asesinan mujeres por ser tales, pero ¿qué plantea el Estado para promover una cultura de respeto a la mujer? Es urgente reducir lo que Rodolfo Stavenhaguen llamó la brecha de implementación de los derechos.

Derechos laborales, mujeres con discapacidad y madres buscadoras: 3 sentencias históricas de la SCJN

 

En un mapeo breve, se recuerda la sentencia por la despenalización del aborto a nivel nacional, cuando se reconoció que es inconstitucional mantener vigentes artículos que criminalizan la interrupción del embarazo y aunque el avance para la despenalización federal ha sido paulatino, hoy se puede hablar de que la marea verde ha alcanzado a más del 50% de nuestro territorio.

Sobre estas mismas sentencias, también es prioritario nombrar la sentencia Mariana Lima, impulsada por la activista Irinea Buendía que exige que toda muerte violenta de mujer -aunque se presuma suicidio-, debe ser investigada por las autoridades como un feminicidio hasta que se compruebe lo contrario, esto, como una ofensiva para abolir malas prácticas y pobres investigaciones que clasifican erróneamente el feminicidio como homicidio o suicidio.

Estos avances son un necesario en la agenda y que, con frecuencia, es un conocimiento no socializado; las mujeres desconocen las sentencias de la SCJN y que las blindan contra la violencia, la segregación y la discriminación. Por ello, desde esta necesidad de nombrar algunas de las herramientas claves a favor de los derechos laborales, reparación a madres buscadoras y por la autonomía de las mujeres con discapacidad, Cimacnoticias recopila las siguientes sentencias.

Mujeres embarazadas con discapacidad

En 2020, la Corte resolvió que es inconstitucional restringir el tiempo para la interrupción del embarazo a mujeres con discapacidad, particularmente, cuando es producto de violencia sexual, además, se demanda a las autoridades sanitarias identificar las necesidades específicas de cada caso.

Esta histórica sentencia se logró luego de que, en el estado de Chiapas, el Hospital General de Tapachula le negara la atención a una adolescente con parálisis cerebral para interrupir su embarazo, producto de una violación sexual. En respuesta, la Primera Sala tomó el caso y se concluyó lo siguiente:

Los operadores de justicia deben identificar situaciones de poder y género, cuestionar los hechos y desechar estereotipos o prejuicios de género y siempre visibilizar situaciones de vulnerabilidad o discriminación.

Asimismo, la SCJN sostiene que las mujeres con discapacidad tienen las mismas capacidades para decidir qué hacer con su cuerpo y qué vida quieren vivir, por lo que manda a construir políticas públicas que erradiquen el modelo social que les impide a las mujeres con discapacidad vivir con dignidad y autonomía.

En el caso particular de las mujeres con discapacidad severa, la SCJN sostiene que siempre se debe velar por el interés supremo de su estado de salud y jamás exponerlas a un estado de gestación y parto. En nuestro país, no se puede obligar a ninguna mujer con discapacidad severa a dar a luz, pues la sentencia refiere que, en sí mismo, el embarazo conlleva una serie de afectaciones en su desarrollo físico, mental y social como víctima de una agresión sexual- representa además de un alto riesgo para la salud física y psicológica e incluso para su vida.

La Corte sostiene que, forzar a estas mujeres a continuar un embarazo constituye una revictimización, pues no tuvo la oportunidad de decidir autónomamente, sin coerción, ni violencia y con consentimiento pleno; negarles la interrupción del embarazo perpetúa una discriminación estructural que responde a una condición estereotípica en la que se asigna a la mujer la función primordial de procreación.

A los servicios de salud, la SCJN resolvió que están obligados a prevenir razonablemente los riesgos asociados con el embarazo y con el aborto inseguro, lo que, a su vez, abarca tanto una valoración adecuada, oportuna y exhaustiva de los riesgos que el embarazo representa para la restauración y protección de la salud de cada persona, como el acceso pronto a los servicios de aborto que resulten necesarios para preservar la salud de la mujer embarazada. En caso de negar el servicio asociado al aborto o bien, colocar barreras que limiten el acceso, constituye en actos de discriminación y una violación directa al derecho a la igualdad ante la ley.

En añadidura, no se puede aplicar el principio de «hasta las 12 semanas de gestación», pues derivado de las condiciones de vulnerabilidad, muchas mujeres con discapacidad desconocen que presentan un embarazo producto de una violación, por lo que es discriminatorio exigirles que acudan a servicios de salud sólo dentro de cierto límite de tiempo; esta norma no puede contemplar un plazo único para todas, pues existen distintas interseccionalidades y afectaciones, por ejemplo, para menores de edad, mujeres indígenas o con discapacidad. Las 12 semanas vulnera los derechos de los grupos vulnerables, por lo tanto, no es aplicable para las mujeres con discapacidad; no pueden, ni deben enfrentar ninguna pena por abortar fuera de este plazo.

Mujeres trabajadoras del hogar

En 2018 y gracias a la lucha de las mujeres, se logró un amparo directo en la Suprema Corte de Justicia de la Nación que permitió resolver que, excluir a las trabajadoras del hogar del seguro social es discriminatorio y con ello, se creó un régimen que garantiza sus derechos laborales y prestaciones.

Consultando el amparo directo 9/2018 se encuentra que la Segunda Sala consideró inconstitucional que las personas empleadoras no inscriban a las trabajadoras domésticas ante el Instituto Mexicano del Seguro Social, pues no existe ninguna razón constitucionalmente válida, ni razonable para que la Ley IMSS excluya a este sector; el régimen es obligatorio.

La SCJN reconoció que, alejar a este sector del seguro social, afecta desproporcionadamente a la mujer pues 9 de cada 10 empleadas del hogar son mujeres. Además, resolvió que se deben extender condiciones de trabajo adecuadas, erradicar las jornadas extensas, bajo salario y trabajo forzado; el Estado está obligado a garantizar un trabajo digno para todas.

En añadidura, el amparo sostiene que se deben proporcionar, como mínimo seguros de riesgo de trabajo; enfermedades; maternidad y guarderías; invalidez y vida; retiro con cesantía en edad avanzada y vejez.

Además, debe tomar en cuenta las particularidades de este trabajo, pues muchas de ellas, prestan sus servicios para distintas casas que, usualmente, no están establecidos en contrato, por ello, exige que todo patrón esté inscrito ante el SAT y debe extender, por carácter obligatorio, un contrato particular para las personas trabajadoras que laboran en su hogar.

En la capital mexicana, las personas que realizan trabajo doméstico remunerado representan el 7.74% de la población, es decir, 166 mil 552, de este universo, 135 mil son mujeres y 31 mil hombres, según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleos.
El 99.2% de este grupo labora sin contrato, el 98.3% sin acceso a instituciones de salud y el 71.3% sin prestaciones, sostiene el Centro de Apoyo y Capacitación para Empleadas del Hogar (CACEH).

Hay que apuntar que la capital reformó en 2019 la Ley del Trabajo y Ley del Seguro Social que reconoce el trabajo doméstico y exige la afiliación a todos los derechos laborales; una ley tardía, cuando se encuadra a la historia de vida de Eulalia quien llegó a la capital a mediados de los años 90s.

Otro apunte importante es el género, pues según recupera el CACEH en su Informe sobre la Situación de los Derechos de las Personas Trabajadoras del Hogar en la Ciudad de México, a pesar de que la mayoría de la fuerza laboral doméstica está compuesta por mujeres, son ellas quienes reciben menos beneficios laborales que sus congéneres; tienen menos prestaciones, vacaciones y no reciben aguinaldo.

Trabajo de las madres buscadoras y su reparación

En 2020, la Corte reconoció la labor de las madres buscadoras de personas desaparecidas y también, estableció que la reparación del daño va más allá de lo económico y debe incluir políticas de prevención.

Recordar esta sentencia resulta coyuntural, particularmente, con el reciente hallazgo del Rancho Izaguirre en Teuchitlán, Jalisco, que pasará a la historia contemporánea como uno de los episodios más oscuros que evidencian el peso de la crisis forense, el narcotráfico y las omisiones del Estado que se recarga sobre el trabajo de las mujeres buscadoras quienes ponen el cuerpo para la localización e investigación de personas desaparecidas en todo el país.

Un aproximado de 400 pares de zapatos, docenas de prendas de ropa, pertenencias y restos óseos humanos fueron encontrados por la colectiva Guerreros Buscadores que, a la fecha, se encuentra realizando transmisiones en vivo a través de sus redes sociales donde las buscadoras muestran las prendas encontradas y las clasifican por tallas para una mejor identificación.

¿Cuál es la reparación que deben recibir estas personas buscadoras de sus seres queridos?, ¿debe estar estrechamente relacionada a un valor monetario? Según la SCJN, el Estado debe hacer más que eso; debe garantizar la no repetición y asegurar a las madres buscadoras una reparación integral.

El amparo que reconoce las medidas de reparación se dio luego de que, en Oaxaca dos hombres fueran detenidos arbitrariamente en un retén militar; ambos fueron llevados al Campo Militar Número 1 de la Secretaría de la Defensa Nacional en la Ciudad de México; a la fecha, se desconoce su paradero.

En septiembre del 2013 una de las hijas y la hermana de los desaparecidos llevaron el caso a la Corte, exigiendo respuestas y esclarecimiento en la investigación, así como el reconocimiento de los derechos de las víctimas indirectas de la desaparición forzada.

En respuesta, se logró un amparo favorable en contra de la Secretaría de la Defensa Nacional por la desaparición forzada, privación de la libertad y ocultamiento de información sobre el paradero de las personas desaparecidas; y la desaparición forzada como violación múltiple a los derechos humanos y los deberes de respeto y garantía, por la participación de servidores públicos que intervinieron en los hechos y dependen de dichas instituciones.

Esta sentencia se hizo extensiva a nivel federal y sostiene que los familiares de las personas desaparecidas tienen derecho a la reparación integral del daño, la cual debe concretarse a través de medidas individuales tendientes a restituir, indemnizar y rehabilitar a la víctima, así como medidas de satisfacción de alcance general y garantías de no repetición, lo cual no es una concesión graciosa, sino el cumplimiento de una obligación jurídica, pues esta reparación constituye a su vez una de las fases del derecho de acceso a la justicia.

En añadidura, reconoció el trabajo de las madres buscadoras, sosteniendo que tienen el derecho a una búsqueda segura, por lo que el Estado tiene la obligación de desarrollar e implementar todos los mecanismos e instrumentos requeridos para salvaguardar el trabajo de este grupo, pero también, para encontrar, identificar y preservar los restos de las víctimas en condiciones de dignidad. La Corte sostuvo en su sentencia que la búsqueda de las madres buscadoras no cesará hasta que exista certeza de la suerte o el paradero de la persona desaparecida.

«Las autoridades deben determinar, con certidumbre reparatoria y dignificante, la suerte o paradero de las personas desaparecidas para abatir la angustia y zozobra de sus personas cercanas como estándar de cumplimiento de esos deberes y como estándar de satisfacción de los derechos a la verdad y la justicia.», sostiene la sentencia.

La SCJN reconoce en la sentencia que el único responsable de emprender las acciones de búsqueda y localización de las personas desaparecidas es el Estado quien, además, debe partir, siempre, desde la presunción de que la persona se encuentra con vida. Y refiere que, el hecho de que existan las madres buscadoras además del sufrimiento es una violación misma a sus derechos humanos, pues una desaparición sacude la vida de las familias, implica alteraciones drásticas en los proyectos de vida, el desvanecimiento de sus sueños y la pérdida de propósitos individuales.

Por ello, la Primera Sala exige en su sentencia al Estado que toda familia de persona desaparecida tiene el derecho a conocer las circunstancias de la desaparición de sus seres queridos, quiénes son los responsables y su estado actual. Además, la sentencia exige que las víctimas siempre deben tener acceso a servicios médicos, pues muchas de las madres buscadoras enfrentan problemas de salud a consecuencia de la desaparición de sus seres queridos; la garantía a la salud mental también es una responsabilidad del Estado que está forzado a acompañar a las personas buscadoras en caso de depresión.

Si no actuamos ya, tardaremos 300 años para lograr la igualdad: ONU Mujeres

 

Hasta ahora, ningún país ha logrado la igualdad de género. Si no actuamos ya, tardaremos 300 años para lograr la igualdad y 137 años en erradicar la pobreza extrema de las mujeres a nivel global.

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  • En México, por cada 3 mujeres que brindan cuidados, sólo un hombre lo hace.
     
  • La tasa de participación de las mujeres en el mercado laboral se reduce de 56.6% a 50.3% cuando tienen que cuidar a infancias o a personas con discapacidad.

Ciudad de México.- A 30 años de la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing, este 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, la ONU hace eco del compromiso de los países para hacer realidad los derechos, la igualdad de género y el empoderamiento de todas las mujeres y niñas. Hasta ahora, ningún país ha logrado la igualdad de género. Si no actuamos ya, tardaremos 300 años para lograr la igualdad y 137 años en erradicar la pobreza extrema de las mujeres a nivel global.

En el mundo, la sobrecarga del trabajo de cuidados en las mujeres es uno de los principales obstáculos para avanzar en la igualdad de género; las mujeres dedican el triple de tiempo que los hombres a estas actividades. En México, existen 23.8 millones de mujeres de 15 años y más que brindan cuidados en el hogar y en otros hogares, comparado con 7.9 millones de hombres en esta labor.  Esto impacta en la participación de las mujeres en el mercado laboral, que se reduce del 56.6% al 50.3% cuando tienen que cuidar a infancias o a personas con discapacidad. 

Si queremos alcanzar la igualdad sustantiva, necesitamos:

  • Redistribuir las responsabilidades de los cuidados para reducir la sobrecarga en las mujeres e incrementar el bienestar de todas las personas. Invertir en espacios y servicios de cuidados inclusivos, seguros y accesibles, incluyendo una vivienda adecuada, para todas las mujeres y sin discriminación, como una inversión redituable para transformar las economías de los países.
     
  • Eliminar toda violencia contra mujeres y niñas: que la política de “violencia cero” contra las mujeres y las niñas reciba el financiamiento e impulso que asegure su implementación efectiva, incluyendo el acceso a servicios fundamentales de respuesta a la violencia sin discriminación ni obstáculos, y con el fin último de garantizar su derecho a vivir una vida libre de violencias. En México, 7 de cada 10 mujeres han experimentado violencia al menos una vez en su vida.
     
  • Garantizar paridad en espacios para la toma de decisiones: la participación de las mujeres en la política es esencial para lograr mejores resultados; llevar la voz y las soluciones creativas de todas las personas es el punto de inicio para lograr los mejores resultados.
     
  • Poner a mujeres y niñas al centro de las soluciones climáticas: garantizar su acceso a la propiedad, a trabajos verdes y a oportunidades de liderazgo hacia un futuro sostenible, así como diseñar políticas públicas de adaptación al cambio climático con enfoque de género.  Sólo 55 países integran medidas con perspectiva de género y sólo 23 las reconocen como agentes de cambio.
     
  • Generar empleos formales y de calidad para las mujeres: la igualdad de género y el empoderamiento económico de las mujeres son cruciales para el desarrollo sostenible de los países. Cerrar las brechas salariales y eliminar la doble o triple jornada que afecta a las mujeres es fundamental para alcanzar la igualdad.
     
  • Cerrar la brecha digital: que la tecnología deje de ser un medio de exclusión y sea una fuerza para alcanzar la igualdad.

Las mujeres y las niñas constituyen la mitad de la población mundial y, por lo mismo, la mitad de su potencial. Además, está demostrado que el empoderamiento de las mujeres estimula la productividad y el crecimiento económico.

Avances por la igualdad de género en México

En 2024, México eligió a Claudia Sheinbaum como la primera Presidenta de la República en su historia. Además, el país ha alcanzado la paridad política en los poderes legislativos federal y locales, donde las mujeres ocupan el 50% o más de los puestos de representación. El número de estados gobernados por mujeres incrementó de 9 a 13, lo cual es significativo, considerando que, antes de 2018, México sólo contaba con 7 mujeres gobernadoras.

Por su parte, el paquete de reformas en igualdad sustantiva promovido por la Presidenta marca un antes y un después en la defensa y garantía de los derechos humanos de las mujeres en México.

Llamado a la acción

Este 8 de marzo, el lema “Para todas las mujeres y niñas: derechos, igualdad y empoderamiento”, convoca a todos los sectores y personas a tomar acciones decisivas para impulsar la igualdad de género a favor del desarrollo sostenible para todas las personas.

Desde Naciones Unidas, hacemos un llamado a los gobiernos, a las organizaciones de empleadores y de personas trabajadoras, al sector privado, a los organismos internacionales y de cooperación, a los medios de comunicación y a la sociedad, a: 

  • Exigir y apoyar políticas públicas que promuevan la igualdad de género, participando en iniciativas que impulsen el acceso de las mujeres, en toda su diversidad y sin discriminación, a educación, empleo, liderazgo y a vidas libres de violencia.
     
  • Promover la participación de mujeres en todos los sectores, desde la política hasta la ciencia y la economía, apoyando su presencia en espacios de liderazgo y toma de decisiones.
     
  • Impulsar la reorganización de los cuidados, implementando estrategias y acciones que fomenten la corresponsabilidad en los cuidados entre mujeres y hombres y dentro de las familias, los centros de conocimiento, los centros de trabajo, las comunidades y las instituciones del Estado.
     
  • Visibilizar y amplificar las voces de los movimientos de mujeres y activistas que trabajan por la igualdad de género, el empoderamiento de las mujeres, la prevención y la eliminación de todas las formas de violencia contra las mujeres y las niñas.

Marzo, el mes más peligroso para las defensoras mesoamericanas: IM-Defensoras

.-Ciudad de México.- De acuerdo con Iniciativa Mesoamericana de Mujeres Defensoras de Derechos Humanos (IM-Defensoras), el mes de marzo se ha consolidado como una época en el año donde repuntan las agresiones en contra las defensoras de derechos humanos debido a la fuerza y visibilidad que cobran las diversas luchas de mujeres alrededor del Día Internacional de la Mujer.

Datos de IM-Defensoras muestran que en todos los meses de marzo dentro de los años 2020 a 2024, se han registrado 3 mil 845 agresiones contra 633 defensoras y 63 organizaciones que defienden derechos humanos en México, Honduras, El Salvador y Nicaragua. Esto representa el 13% del total de las agresiones documentadas en este periodo.

Gráfica elaborada por Iniciativa Mesoamericana de Mujeres Defensoras de Derechos Humanos (Im-defensoras)

Tan solo en marzo de 2024, se contabilizaron 923 agresiones contra 123 defensoras y 2 organizaciones o grupos que de igual manera representó el 13% de las 7 mil 345 agresiones registradas en el conjunto del año.

Las agresiones tuvieron como principal objetivo a las defensoras de derechos de las mujeres a una vida libre de violencia (26%), de la tierra y el territorio (23%), de la participación política (15%) y de la libertad de expresión (15%). Además, IM-Defensoras identificó discriminación por razones de género en más de la mitad de las agresiones documentadas.

Agresiones en ciudades, comunidades y territorios digitales

A nivel regional, Im-defensoras identificó 651 agresiones vinculadas a acciones colectivas como violencia física, psicológica y verbal (130), hostigamientos (51), amenazas (53) y ataques por manifestarse pacíficamente (40). En México se encontraron 324 agresiones colectivas en contra de defensoras y periodistas.

Particularmente, en Zacatecas un grupo de manifestantes fueron víctimas de uso excesivo de la fuerza, detención arbitraria, robo, amenazas de desaparición, tortura y tratos crueles e inhumanos perpetrado por fuerzas policiales estatales y municipales. Además de la violación del derecho a libertad e integridad personal, el caso se mantiene en la impunidad, violentando gravemente el derecho de acceso a la justicia de las víctimas.

Para la organización, estas agresiones buscan desarticular el poder colectivo de las defensoras, generar afectaciones que limiten su derecho a manifestarse pacíficamente e infundir miedo para que se abstengan de participar en movilizaciones futuras. Identificaron, por ejemplo, a autoridades policiales que al agredir físicamente también expresan “a ver si vuelves a marchar” o “¿dónde están tus amigas?” indicaron.

Desde Honduras hallaron agresiones contra defensoras de la tierra y el territorio, incluyendo amenazas e intimidaciones, órdenes de desalojo forzoso y desplazamiento interno de comunidades que ejercen su legítimo derecho a vivir con dignidad y recuperar tierras ancestrales o comunitarias. En pequeñas comunidades registraron criminalización, desaparición y feminicidios.

En El Salvador, la defensora y lideresa del Movimiento Salvadoreño de Mujeres (MSM) Rosa Elvira Flores Martínez fue encontrada sin vida y con indicios de violencia en el Cantón Los Lagartos, municipio de San Julián, departamento de Sonsonate. Ese mismo mes, la defensora Verónica Delgado fue detenida de forma arbitraria debido a las restricciones impuestas por el gobierno salvadoreño en 2022.

La violencia contra las mujeres defensoras no termina en los espacios físicos, sino que ha crecido en espacios digitales. En marzo de 2024, se acumularon 272 agresiones digitales contra defensoras y organizaciones o grupos que provinieron principalmente de desconocidos en redes sociales, lo que se traduce a 1 de cada 3 agresiones durante este mes en Mesoamérica.

Entre ellas destacan la divulgación de hechos falsos (49), cuestionamiento o puesta en duda del liderazgo (46), ridiculización (34) y odio viral (33), las cuales buscan desprestigiar a quienes se manifiestan presencial o virtualmente en el marco del 8 de marzo.

Fue en Nicaragua que, el 64% de las agresiones durante este periodo se perpetraron en espacios digitales. Estas acciones continúan perpetuando la violencia contra ellas, quienes en su mayoría y han sido desterradas o forzadas al exilio.

Dentro de las agresiones destacan discursos de odio relacionados a la orientación sexual de las defensoras nicaragüenses como «sexo cambiado”, “tú eres lesbiana no cabes acá”, así como expresiones estigmatizantes sobre su activismo «instrumento del diablo”, “activista abortista”, “plaga comunista”, “femiloca, “feminazis”, “basura progre”, entre otros.

El regreso de la ultraderecha, el contexto actual

Este año, IM-Defensoras observaron el auge de un contexto global donde el autoritarismo está ganando espacios generando desigualdad al atacar al movimiento feminista con discursos de odio, fascismo, xenofobias y ataques lesbofóbicos.

Recordemos que, la extrema derecha defiende una visión conservadora y promueve políticas que limitan derechos individuales a favor de un orden tradicional basado en la identidad nacional, la religión y la autoridad de Estado.

Entre sus principales características se identifica el ultraliberalismo, ultraconservadurismo, patriotismo, racismo, xenofobia, negación al cambio climático y sobre todo su oposición a ideologías progresistas como los derechos de las mujeres.

De acuerdo con Mantilla -socióloga feminista, maestra en estudios de la mujer e investigadora social- en entrevista para Cimacnoticias, se trata de una resistencia al cambio civilizatorio en donde hay mayor conciencia sobre los derechos humanos, el racismo, el clasismo y la violencia contra las mujeres. 

Por ello, IM-Defensoras apuntó que la lucha por nuevos mundos posibles y la defensa de los derechos conquistados se ven amenazadas por narrativas anti derechos que utilizan diferentes expresiones de violencias para limitar nuestro actuar en nuestras ciudades, nuestras comunidades y el territorio digital, por lo qu3e se deben tomar acciones para combatirlas.

«Ahora más que nunca es fundamental que las voces de las mujeres y disidencias sexo-genéricas resuenen en las calles y territorios digitales, dejando claro que no estamos dispuestas a retroceder en ninguno de los derechos conquistados y que nos mantenemos firmes, tercas, rebeldes y cuidándonos juntas en el camino de defender lo ganado y seguir avanzando hacia la conquista de nuevos derechos» -Iniciativa Mesoamericana de Mujeres Defensoras de Derechos Humanos (IM-Defensoras)