1. Lo que sigue no parece ser una novedad, más bien se repite, o es la regla, en casi todo el mundo: los países, las regiones o los estados agrícolas, siempre o casi, aportan toda su riqueza y producción del campo para sostener la industrialización y el desarrollo de las grandes ciudades. En México, después de la Segunda guerra, comenzaron a retirarse las inversiones en el sector agrario para ubicarla en las grandes ciudades; el campo comenzó a ser abandonado tanto por la población como en inversiones productivas y en servicios (salud, educación, asistenciales) para atender los nuevos centros urbanos. Estos procesos de industrialización se desarrollaron en el DF, Estado de México, Jalisco y los estados de la frontera con los EEUU; en tanto que los estados con grandes riquezas naturales (petróleo, agua, bosques), los del Sur, fueron saqueados y abandonados a su suerte. Por eso debería decirse que hay dos México: el que tiene una economía moderna con altísimos ingresos y el México del 70 por ciento de los habitantes que han llegado a las ciudades o que se quedaron en el campo en la miseria, a "vivir del milagro".
2. Guerrero, Oaxaca y Chiapas mantienen, desde siempre, una gran identidad. Si borraran sus fronteras artificialmente trazadas, conformarían un solo estado con alrededor de 10 millones de habitantes en su mayoría indígena, negro y mestizo. Esos tres estados mexicanos vecinos, al sur de la República, son los que, al parecer, mantuvieron mayor resistencia ante la conquista y coloniaje español; asimismo han permanecido muy aislados del capitalismo occidental y siguen resistiendo a la brutalidad modernizadora que ha querido borrarles su cultura. Desde hace más de 500 años son los estados más explotados, más miserables y más perseguidos del país por su rebeldía. Y, precisamente, esta valentía, resistencia e independencia, los convierte en las poblaciones mexicanas con más alta dignidad. Mientras nuestros estados del Norte han sufrido el capitalismo brutal impuesto por "el modo de vida yanqui", al perecer beneficiados por la modernidad del consumismo y la droga, en el sur los ingresos económicos son miserables pero la vida parece ser mucho más rica en calidad.
3. Esa resistencia a la dominación (que nació hace siglos) es la que ha dado fuerza y consistencia a las grandes luchas de los guerrerenses Jenaro Vázquez, Lucio Cabañas y otros dirigentes que desde la Costa Grande y sierra de Guerrero sostuvieron grupos guerrilleros de resistencia en los años 70. Así como Guerrero, los estados de Oaxaca y Chiapas han albergado guerrillas (FPR, EZLN) aunque, al mismo tiempo, son estados de gran lucha social de profesores, indígenas y campesinos. Políticamente han sido entidades controladas por el caciquismo del PRI que se ha valido de las amenazas y los asesinatos; aunque en los últimos tiempos el PRD ha crecido por corrupciones del PRI. Sería muy raro que el panismo, por ser partido abiertamente empresarial, llegara a tener clientela política en esa región. Las batallas de los pueblos en esos tres estados hoy son vanguardia del movimiento de oposición nacional, por eso me ha causado alegría recibir comunicados de esas regiones y comentarlos cuando he tenido elementos para hacerlo.
4. Acabo de recibir un comunicado de los compañeros de Xochistlahuaca, Guerrero que acaban de dar una gran batalla contra el ejército, disfrazado de policías federales de la AFI, que pretendía destruir su radio campesina comunitaria. Más de 300 vecinos y vecinas impidieron ayer por la mañana que policías de la AFI y funcionarios de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) desmantelaran la estación de radio comunitaria Ñomndaá (La Palabra del Agua), que transmite en el 101.1 de frecuencia modulada (FM). Los policías federales dañaron el cableado del transmisor central y el sistema de cómputo donde se alojan los archivos de audio. Eran decenas de policías federales armados los que irrumpieron en la cabina de la radio con el propósito de clausurar y confiscar el equipo de transmisión con el argumento de que se trataba de una orden judicial, quizá derivada de la denuncia penal que interpuso la SCT en 2005 ante la falta del permiso oficial para transmitir.
5. Al mismo tiempo los Guerrerenses (así como lo hacen los oaxaqueños y chiapanecos defendiendo sus derechos) desde octubre de 2003 han desatado movilizaciones para detener la hidroeléctrica La Parota. Más de 3 mil campesinos iniciaron las protestas contra la represa ubicada cerca de Acapulco. El gobierno pretende inundar más de 590 viviendas y una gigantesca extensión de tierras. Los pobladores saben que más de 20 mil habitantes de 13 poblados ubicados en 3 municipios del estado de Guerrero tendrían que abandonar sus lugares. De estos terrenos ejidales y comunales el 76% de su población se dedica a la actividad agrícola. El embalse cubriría 13,728 mil hectáreas de superficie. La capacidad del embalse es tres veces menor que la Presa La Angostura; dos veces que la Presa Malpaso; pero cuatro veces más grande que la de Chicoasén; y más grande que la presa proyectada de Itzantún, todas ellas en Chiapas. La batalla en defensa de los derechos de los pueblos de La Parota se ha convertido en lucha nacional.
6. En Oaxaca y Chiapas, además del intenso saqueo de recursos petroleros, madereros y acuíferos, no han dejado de presentarse persecuciones contra los indígenas, campesinos y luchadores sociales de esas regiones. Quizá el estado de Guerrero sea el que menos ha propagado sus luchas si lo comparamos con las batallas del EZLN que se conocen en todo el mundo y por ello han recibido una enorme solidaridad, y las luchas de los compañeros de Oaxaca, de la APPO, con un gran reconocimiento nacional e internacional, cuyo prestigio crece más cada día. Los compañeros de la región han realizado reuniones amplias para informar y tratar de coordinar protesta; sin embargo es urgente que la nación toda conozca lo que está sucediendo en esos estados que resisten contra la explotación capitalista y buscan no perecer por miseria y hambre. Construyamos una red efectiva de información para contrarrestar toda la desinformación y las calumnias de los medios.
7. Parece que la izquierda social mexicana no está madura aún para dar luchas unitarias; seguir insistiendo en ellas quizá sea querer acelerar artificialmente una maduración que debe ser natural. Infortunadamente esa división en las luchas sociales le ha permitido a la clase en el poder, a su ejército y policías, reprimir con brutalidad, encarcelar y asesinar indígenas, campesinos y luchadores sociales. La batalla del pueblo de Xochistlahuaca, de La Parota en Guerrero, las luchas del EZLN en Chiapas defendiéndose del gobierno y la de la APPO oaxaqueña contra un mal gobierno local y nacional, tienen que encontrar algunos puntos de unidad con otras batallas que se dan en el país, para evitar que sean derrotadas. No esperemos que llegue el ejército con el pretexto del combate al narcotráfico, tal como ha sucedido en varios lugares, para que aplique la "ley fuga", es decir, invada nuestros hogares y asesine a nuestra familia en él. ¿Acaso creemos que el Plan México o "Iniciativa Mérida" no se aplicará?
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