Palabras para la Conferencia en Honor de Rosa Luxemburg
Alemania, enero de 2009
Mumía Abú-Jamal
30/12//08
Alemania, enero de 2009
Mumía Abú-Jamal
30/12//08
Si uno tiene que hablar sobre las reacciones a la reciente elección del Senador por Illinois Barack Obama a la Presidencia de Estados Unidos, todo quizás podría ser encapsulado en una sóla palabra, júbilo.
Porque si alguna vez una figura política voló sobre las corrientes de un alineamiento estelar, Barack Obama lo hizo.
El júbilo fué tanto nacional como internacional.
En mi medio siglo de vida, no puedo recordar una elección presidencial que haya suscitado una reacción política tán intensa -- en verdad, visceral!
Cuando uno piensa en el papel que jugó la izquierda en este espectacular evento político, tenemos que ver otra vez las alineaciones; no de las estrellas, sino de los electores, quienes se juntaron no sólo para elegir a Obama, si no también para cerrar la puerta a la mala política de la derecha norteamericana, representada por el actual Presidente, George W. Bush, y por sus presuntos herederos políticos en el Partido Republicano, el Senador John McCain, de Arizona, y la Gobernadora de Alaska, Sarah Palin.
Mientras la izquierda norteamericana fué parte integrante de la masa de votantes, la izquierda no atrajo ni dirigió a las fuerzas que eligieron a Obama. En verdad, la izquierda fué en muchas formas prisionera de esas fuerzas.
Esas fuerzas fueron jóvenes -- aquellos entre los18 y los 28 años, que se mobilizaron en formas jamás vistas; también fueron los afro-norteamericanos que votaron en números sin precedentes por el candidato que percibieron como uno de los suyos; añada a ésto a millones de mujeres, muchas de las cuales sintieron, francamente, que les habían faltado el respeto con la selección de Sarah Palin, que, siendo mujer, demostró una pasmosa falta de conocimiento y habilidad en asuntos políticos, especialmente dada la muy real posibilidad de que su compañero de fórmula, el Senador McCain, no pueda sobrevivir los rigores de la oficina presidencial.
Pero no podemos ignorar el importante segmento de aquellos que se sintieron traicionados o que les molestó el vuelco a la extrema derecha del Partido Republicano --que casi exclusivamente basó su campaña en la noción que Obama era "socialista", quién, según lo que la Gobernadora Palin decía constantemente, "anda con terroristas por todas partes."
Para aquellos más allá de nuestras fronteras, es necesario descodificar brevemente este lenguaje. El membrete"
socialista" es una forma un poco limpia, elegante, de "comunista", el más duro insulto en la política capitalista norteamericana, solamente superado por el término "terrorista," acuñado después del 11 de setiembre, (y llamando a Obama un "íntimo amigo" de terroristas, era como si se dijera que él es uno de ellos.)
La última referencia que acabo de mencionar fué sobre la supuesta amistad entre Obama y William Ayers, un profesor de Hyde Park quien, en los años de 1960, fué un destacado miembro del Weather Underground, movimiento de estudiantes opuestos a la guerra, que estaban contra el imperialismo, que se envolvían en actos contra la propiedad privada; y que apoyaban en aquellos tiempos los movimientos de liberación de los Negros.
En verdad, de cualquier modo que se le vea, es un hecho que Obama jamás fué un izquierdista.
En la edición de la Primavera de 2008 de El Intelectual Negro, (The Black Scholar), el profesor de estudios afro-norteamericanos, Charles P. Henry dice explícitamente éso, citanto tanto palabras del mismo Obama, como también una biografía política de él en el New York Times Magazine. (1)
Los comentarios de Obama que se citan son instructivos: "Los
Demócratas se han encasillado en los argumentos sobre Viet-Nam, lo que quiere decir que tú eres un Demócrata a-la 'Scoop' Jackson, o tú sospechas de cualquier acción militar. Y ése simplemente no es mi modo de ver las cosas." (2)
Las selecciones de Obama fueron ilustrativas de dos polos en el Partido Demócrata: el Senador Henry 'Scoop' Jackson estaba tan en favor de la guerra que lo llamaban, "El Senador de la Boeing" (3); Tom Hayden, por otro lado, era un estudiante activamente opuesto a la guerra y era miembro de Estudiantes por una Sociedad Democratica, S.D.S., de su nombre en inglés, Students for a Democratic Society. (Interesante: Obama jamás se refirió a sí mismo como un Demócrata a-la Jesse Jackson.)
Esto nos lleva a la siguiente cuestión sobre el papel del movimiento contra la guerra en Estados Unidos; en dos palabras, está moribundo.
Paradójicamente, ésto se puede trazar a las masivas demostraciones de la primavera de 2003 protestando la inminente Guerra contra Irak. Para millones del pueblo, ésta fué su primera y última experiencia en acciones de masa. Tristemente, la lección que aprendieron fué de su impotencia, no de su poder, porque Bush ignoró totalmente las protestas, agitó la retórica de guerra y desató la
Operación Choque y Susto.
Para muchos, no acostumbrados a demostraciones populares de protesta, este fracaso prematuro de detener la guerra los cegó a lo raro que estas protestas masivas representaban: nunca había visto la nación tales demostraciones de protesta antes que empezara la guerra. En ese momento, el pueblo era un Contra-Poder, pero se detuvieron demasiado pronto.
Para analizar más la cuestión de que si la elección de Obama representa el resurgimiento de la izquierda, o si el movimiento contra la guerra está creciendo necesitamos sólo recordar que Obama no ni izquierdista ni está contra la guerra. Los primeros momentos de su campaña electoral fueron explícitamente contra la Guerra en Irak. En la etapa final, sus anuncios hablaban de que era necesario el retiro de tropas de Irak para reforzar al ejército norteamericano en Afganistán. En verdad, dados los eventos que ocurren al tiempo que estas palabras son escritas, probablemente habrán en Estados Unidos, en las próximas dos semanas, más protestas denunciando la guerra relámpago de Israel contra Gaza, que las que han habido contra la ocupación norteamericana de Afganistán en los últimos dos años.
Eso, creo yo, resume brevemente el caso sobre donde estamos hoy.
Pero donde estamos no necesita determinar donde podemos ir. Porque el pueblo se mueve despacio y por saltos. Este fué, indudablemente, un salto gigante en la historia de Estados Unidos. Un día no imaginado por George Washington, Thomas Jefferson, Abraham Lincoln; y ni por John F. Kennedy.
Sin embargo, uno de los historiadores más respetados por los Negros norteamericanos, Vincent Harding, (autor del clásico, Hay Un Rio, [There is a River],) habló por muchísimos más que él cuando dijo: "Mis esperanzas están centradas en él, pero no sólo en él. Veo la energía que se ha acumulado en estos dos años de campaña electoral, y veo la posibilidad de que nos juntemos y comencemos a preguntarnos, en una forma muy seria, no por lo que Barack Obama va a hacer después, si no, ¿donde es que vamos a ir de aquí? ¿Cuál es nuestro papel como ciudadanos comprometidos, progresistas para continuar con el siguiente paso?"
Harding, amigo íntimo del Reverendo Doctor Martin Luther King, Jr., finalizó sus comentarios sobre la elección de Obama con esta buena sugerencia: "Quizás una democracia necesita más de organizadores de la comunidad que de comandantes
de ejércitos."(4)
Quizás así sea.
Parece que el Dr. Harding está sugiriendo que en vez de un imperio, necesitamos una república, porque si la historia nos enseña algo, éso es que las dos realidades son irreconciliables. En los días de la Roma antigua, la llegada del imperio representó el fin de la república.
En 193 de la era común, un africano se apoderó del trono de Roma. El emperador Séptimo Severo extendió el poder de Roma, y fortaleció su imperio. Sus hijos lo sucedieron en el trono y lo superaron en crueldad y brutalidad.
Ellos no trajeron cambio -- trajeron continuidad.
¿Será este imperio diferente?
Danke! Aus die Todeszelle,
Hier Sprecht Mumia Abu-Jamal.
Notas:
1. JamesTraub, "¿Es su Biografía Nuestro Destino
?" ("Is His Biography Our Destiny?"), New York Times Magazine, Noviembre 4, 2007, p.50-55.
2.Tom Hayden, "Un Pedido a Barack Obama", ("An Appeal to Barack Obama"), enviado a,
3. Chalmers Johnson, Justo Castigo: Los Ultimos Días de la República Norteamericana (Nemesis: The Last Days of the American Republic, New York: Metropolitan Books, 2006, p.211. Boeing recibió unos $20 billones de dólares en contratos militares en 2006.
4. Aly Wane, (compilación), "Momento Histórico: Pensadores Negros Reflexionan Sobre la Elección de Barack Obama", ("Historical Moment: Black Thinkers Reflect on the Election of Barack Obama"), Syracuse Peace Council's Peace newsletter (Enero, '09: #780), p.7.
Traducción libre del inglés enviado
por Fatirah, litestar@aol.com, hecha en
REFUGIO DEL RIO GRANDE, Texas, EE.UU.
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