LABORAL
Ante falta de opciones laborales y de estudio
CIMACFoto | César Martínez López
Por: Guadalupe Cruz Jaimes
Cimacnoticias | México, DF.- Ante la falta de oportunidades de educación y empleo, la proporción de adolescentes urbanas dedicadas al trabajo doméstico no remunerado aumentó de 59.3 a 63.6 por ciento de 2000 a 2010, reportó el Consejo Nacional de Población (Conapo).
En el análisis “La situación demográfica de México 2011”, el Conapo indicó que el incremento también esta relacionado con la incorporación de las menores de 20 años de edad a la vida conyugal y reproductiva.
Así, en el mismo periodo que creció el número de adolescentes urbanas dedicadas a los quehaceres domésticos, se registró un “modesto” descenso de mujeres de este grupo de edad que se ocupan en estas tareas en las áreas rurales, al bajar de 40.7 a 36.4 por ciento.
Aunque cuando se mide la ocupación de las jóvenes rurales (de 15 a 29 años) en esta actividad, el análisis refiere que de 2000 a 2010 la proporción se ha mantenido en 32 por ciento.
Entre los motivos por los que las adolescentes y jóvenes (no unidas) se dedican al trabajo en el hogar no remunerado destacan las escasas oportunidades para que continúen sus estudios y las dificultades para incorporarse al mercado de trabajo.
De igual modo, refiere que en los hogares en los que las madres tienen un empleo remunerado, la responsabilidad del cuidado del hogar recae en las personas más jóvenes, sobre todo en las mujeres, quienes de forma “recurrente” interrumpen sus trayectorias académicas para ocuparse en las tareas domésticas.
La proporción de jóvenes que se dedican al trabajo doméstico se incrementa con la edad por el inicio de su vida conyugal y reproductiva. En 2010, 4 de cada 10 adolescentes estaban unidas, mientras que 85 por ciento de las mujeres de 25 a 29 años se encontraban en ese estado civil. La primera unión, sobre todo entre las adolescentes, está ligada a un embarazo previo.
En México, la edad mediana de la primera relación sexual es a los 18 años; la mitad de las mujeres en 2010 ya vivía con su pareja desde los 19 años de edad, y la misma proporción tuvo a su primer hijo a los 20 años.
La investigación de Conapo indica que las jóvenes madres dedican la mayor parte de su tiempo al cuidado de sus hijas e hijos pequeños, limitando su actividad al ámbito doméstico.
El documento refiere que la educación es un factor que debería impactar en la postergación de la primera unión y la maternidad, al tiempo que debería facilitar la incorporación de las jóvenes al mercado del trabajo, pero no ha sido así.
Y es que pese al incremento de jóvenes con secundaria completa y con educación media superior y superior, muchas de ellas deben ocuparse en las tareas del hogar una vez que forman una familia.
La proporción de personas de 25 a 29 años de edad con educación media superior y superior aumentó de uno de cada 10 en 2000 a uno de cada cinco en 2010.
La instrucción escolar es insuficiente para que las jóvenes unidas se incorporen al mercado de trabajo remunerado porque para hacerlo requieren ser relevadas en las tareas del hogar.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario