3/18/2016

Los periodistas pal café. . . .



Mientras se intensificaba el conflicto ambiental entre la Ciudad de México (Cdmx) y el estado de México (Edomex), ya no sólo en cuanto a la mayor proporción de responsabilidad por la pésima calidad del aire metropolitano, sino ahora incluso en relación con los tiraderos de basura, el gobernador Eruviel Ávila aprovechó para soltar una iniciativa de ley para regular el uso de la fuerza pública en la Primera Entidad Federativa (PRIenFe) del país.
Emparentada con la ley bala del poblano Rafael Moreno Valle y con los intentos chiapanecos de Manuel Velasco, la mentada iniciativa mexiquense fue bautizada de inmediato como ley Atenco. Anoche se aprobó de manera exprés con el voto mayoritario de los priístas en la tierra aún bajo control político de quien formalmente la gobernó hasta septiembre de 2011, Enrique Peña Nieto.
La mención de San Salvador Atenco para referirse a la iniciativa del gobernador Ávila recuerda lo sucedido años atrás, cuando Peña Nieto ordenó el uso desproporcionado y delictivo de la fuerza pública contra opositores a la construcción de un aeropuerto federal en sus tierras. Aquella memorable represión generalizada fue asumida con tintes de orgullo por el entonces gobernador Peña Nieto, a tal grado que ese aire presuntuoso por lo sucedido en Atenco precipitó protestas en la Universidad Iberoamericana durante la campaña presidencial del priísta, que dieron pie a la formación del movimiento conocido como #Yosoy132.
La adecuación legal del espíritu represivo de Atenco a la difícil situación mexiquense incluye variantes y posibilidades que siempre facilitarán a los elementos de las instituciones de seguridad pública el reprimir con justificación jurídica. Por ejemplo, en el artículo 12 de esa ley se definen las circunstancias en las que alguien puede ser legítimamente reprimido. En realidad, es una norma con dedicatoria a la resistencia civil pacífica y a otras formas de protesta social.
Este es el abanico posible, según el mentado artículo 12, con comentarios o preguntas astilladas entre paréntesis: A) Que haya resistencia pasiva, es decir, cuando la persona no obedezca las órdenes legítimas (¿habrá un legitimómetro para decidir en medio de una manifestación cuáles son esas órdenes legítimas?) comunicadas de manera directa (¿a gritos, al oído, con señas o incluso con empujones o golpes?) por el elemento que previamente se haya identificado como tal y no realice acciones que dañen al mismo, a terceros o al elemento. B) Que haya resistencia activa, es decir, cuando la persona realice acciones con el propósito de dañarse (¿una huelga de hambre, coserse los labios, crucificarse?), dañar a un tercero, al elemento o a bienes propios o ajenos. C) Que haya resistencia agresiva, es decir, cuando la persona realice movimientos corporales que pongan en riesgo su integridad física, la de terceros o la del propio elemento (¿movimientos corporales riesgosos, como los que la policía gringa suele adjudicar a afroamericanos que terminan cosidos a balazos?) Y D) Que haya resistencia agresiva agravada, es decir, cuando las acciones de la persona representen una agresión real, actual o inminente que ponga en peligro la vida de terceros o la del elemento.
Con el artículo 15, “se considera que una asamblea o reunión es ilegal cuando el grupo de personas se reúnan con un fin ilícito, se encuentren armadas o cuando en la petición o protesta que se haga ante la autoridad se expresen amenazas para intimidarlas u obligarlas a resolver en el sentido que desean (no sólo es evidente que se pretende reducir el tono de las protestas públicas, sus proclamas y denuncias, sino incluso resultaría que con un infiltrado o un apasionado que pronunciara una amenaza a una autoridad o hiciera cualquier cosa que se entendiera como intimidación, se tendría la coartada para reprimir).
El artículo 16 constituye un homenaje a Poncio Pilatos, pues dice que la determinación de hacer uso de la fuerza, en el caso de asambleas, manifestaciones o reuniones violentas e ilegales, será tomada por el mando responsable del operativo, bajo su más estricta responsabilidad, debiendo informar de inmediato a su mando superior sobre tal determinación. De esta manera, nunca habrá un responsable político de alto nivel en caso de represión, heridas o muertes, sino solamente el expiatorio e inferior mando responsable del operativo.
En el sistema jurídico vigente es legítimo el uso de la fuerza pública por parte del Estado para enfrentar determinadas circunstancias y, en ese sentido, pueden ser positivos los esfuerzos bien intencionados que busquen regular el cumplimiento de esas obligaciones institucionales y así evitar excesos y abusos. Por ejemplo, el artículo 51 señala que el mando o elemento que tenga conocimiento de un exceso o uso ilegítimo de la fuerza está obligado a denunciarlo inmediatamente ante la autoridad competente. No se podrán invocar circunstancias excepcionales, tales como la inestabilidad política interna o cualquier otra situación pública de emergencia para justificar el uso de la fuerza contra los principios y responsabilidades.
Sin embargo, más allá de un articulado que en lo general trata de dar orden y funcionalidad a la actividad de los órganos de seguridad pública, se pasea el fantasma del espíritu represivo de Atenco, susceptible de invocación jurídica para enfrentar las protestas públicas y el activismo que van creciendo en esa entidad electoralmente estratégica.
Y, mientras el día de la cardenista expropiación petrolera suena a burla y conlleva luto ante la salvaje desexpropiación peñista, ya con firmas extranjeras listas para retomar la plaza perdida en 1938, ¡hasta el próximo lunes, con los jornaleros de San Quintín nuevamente en pie de lucha, a un año de su histórico paro laboral, con autoridades y empresarios gozosamente incumplidos en sus promesas a estos trabajadores agrícolas pertenecientes al México bárbaro!
Twitter: @julioastillero, Facebook: Julio Astillero, Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx



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No esperaron a 2018. Dos aspirantes a la Presidencia de la República: el gobernador del estado de Mexico, Eruviel Ávila, y el jefe del Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, se enfrentan en torno a la contingencia ambiental. En su necesidad de repartir culpas, Mancera dijo el martes pasado que las entidades cercanas a la capital poco hacen por reducir las emisiones de los vehículos que circulan en ésta. Irritó a Eruviel. Respondió que no sólo los autos contaminan, también la basura de la Ciudad de México. En el estado de México se depositan 8 mil de las 12 mil toneladas de basura que se generan a diario. Eruviel anunció que a partir de ya no le permitiría al gobierno capitalino depositar sus desechos. Pero otro gobernador, Graco Ramírez, de Morelos, accedió a que Cuautla se utilice como tiradero. La gente de la comarca, por supuesto, no está de acuerdo. ¿Qué tal si se olvidan de pleitos y se ponen a desquitar el estupendo sueldo que les pagamos?
¿Qué dicen los expertos?
El doctor Daniel Pérez Torres, profesor de la maestría de urbanismo de la UNAM, opina: La contingencia ambiental que se vive en la Ciudad de México es producto de diversas circunstancias: 1) crecimiento del parque vehicular, ya que el número de autos registrados en la Zona Metropolitana del Valle de México pasó de 3.7 a más de 8.7 millones entre 2005 y 2014 (con una tasa mucho mayor al crecimiento poblacional); 2) controles laxos en materia de emisiones móviles, problema que se acentuó luego de que la Suprema Corte de Justicia de la Nación avaló los amparos para que los vehículos particulares de modelos anteriores a 2007 pudieran acceder al holograma cero, con lo cual se sumaron alrededor de 1.4 millones de autos que antes no circulaban diario; 3) las condiciones atmosféricas de estos días que no propician la dispersión de los contaminantes.
Las razones anteriores son las propulsoras de la situación actual, además de las razones estructurales, entre las que sobresale el crecimiento urbano desordenado y fragmentado.
La crisis en la industria periodística
Guardian Media Group, la editora del diario británico The Guardian y su revista Observer, ha anunciado el cese de 250 empleados, 100 de ellos de la redacción, como parte de un plan de restructuración. Sin embargo, la reducción total de plazas será de 310, es decir, 18 por ciento de la plantilla. Tras las pérdidas operativas por cerca de 85 millones de dólares en el último año fiscal, buscarán que las bajas sean voluntarias. “Nuestro plan de acción tiene como objetivo: asegurar la integridad periodística y la independencia financiera de The Guardian”, informaron por correo electrónico a los trabajadores. Un artículo en la edición digital del diario subraya que el anuncio se produce tras un año difícil para la industria de los periódicos, debido a que firmas como Google y Facebook se llevan una enorme parte de los presupuestos publicitarios.



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Para avanzar hacia lo enunciado en el título de esta serie1 es necesario identificar: a) Puntos conceptuales comunes, y específicos o diferentes, de los tres conceptos. b) Principios conceptuales y de medición compartidos. c) Las conexiones bilaterales de los tres conceptos: desigualdad (D) con pobreza (P); D con desarrollo (DS), y DS con P. Empecemos por algunos aspectos específicos (diferentes) de los tres conceptos. Es necesario distinguir pobreza generalizada, pobreza de masas, o países pobres, por un lado, y pobreza de hogares o personas (llamémosle pobreza individual) en sociedades donde la pobreza no es generalizada. Una forma de esta distinción es hablar de países pobres, por un lado, y de pobreza individual (personas y hogares) por el otro.
Desigualdad es siempre un concepto relacional que supone una comparación con otras personas/hogares/grupos sociales. En cambio, pobreza puede ser vista tanto como un concepto no relacional, alguien puede ser concebido como pobre o no pobre sin considerar la situación de las demás personas/hogares de su sociedad (enfoque de pobreza absoluta) o bien como relacional (enfoque de pobreza relativa). Pobreza es siempre un concepto normativo (pues compara las condiciones de vida del hogar con lo que ellas deberían ser) mientras desigualdad suele referirse a una afirmación descriptiva en la cual algunas personas/hogares tienen menos de un atributo valioso que otras. En este caso está implícito que la igualdad consistiría en que todas las personas tuvieran la misma cantidad/calidad de ese atributo valioso (como ingresos). Desigualdad se aleja un poco de lo descriptivo cuando se relaciona el atributo valioso con alguna característica de la persona. Por ejemplo, requerimientos calóricos de la persona e ingesta de calorías. La igualdad consistiría entonces que el coeficiente ingesta/requerimientos calóricos fuese igual para todos. De manera general, la igualdad se ubicaría en la relación entre satisfactores y necesidades: Igualdad por unidad de necesidades.



El vodevil no deja de escalar posiciones en el ranking político nacional: primero cortó la cabeza de un alto funcionario del estado de México; poco después involucró a magistrados del mismo estado; después salpicó al gobernador de esa entidad y en seguida implicó a un secretario del gabinete peñanetista, al defenestrado director general de Pemex, y el aún director de la Comisión Federal de Electricidad. Pero en el más reciente capítulo, divulgado ayer, aparece directamente relacionada (¡sorpresa!) la mismísima casa presidencial, es decir, Los Pinos, Sociedad Anónima.
Se trata de la trasnacional española OHL y sus incuantificables cuan turbios negocios –políticos y económicos– mediante su oficina en México, a cargo del churumbel José Andrés de Oteyza, secretario de Patrimonio y Fomento Industrial (la Iglesia en manos de Lutero) del extinto presidente José López Portillo.
Y en el cuento de nunca acabar (un cuento que lamentablemente es una terrible realidad), de nueva cuenta se divulgó una grabación de las conversaciones telefónicas en la que participa Ignacio Bobadilla, funcionario de la Presidencia de la República, en plática amistosa con el ex funcionario, quien a petición del ahora ex directivo de OHL Pablo Wallentin presuntamente le habría proporcionado información sobre la agenda e invitados a un acto oficial del presidente Enrique Peña Nieto (La Jornada, Miriam Posada), no sin antes extenderle una generosa invitación (todo pagado) al hotel Fairmont, propiedad de la propia trasnacional y en el que se han hospedado prácticamente todos los funcionarios involucrados en el vodevil.
Lo más interesante de todo esto es que los poseedores de las grabaciones han ido dosificando la importancia política de la historia. Primero fue el secretario de Comunicaciones de Eruviel Ávila, Apolinar Mena, quien causó baja de ese puesto. Pero el disgusto le duró muy poco, porque apenas unos meses después este personaje fue nombrado secretario técnico del gobierno mexiquense, designación que le debe al mismo que lo defenestró, es decir, el góber chapeado.
En el orden al bato siguió la consejera jurídica del estado de México, Luz María Zarza, quien solícitamente se ofreció para interceder con los magistrados mexiquenses para que le quitaran las pulgas a OHL. Nada pasó, desde luego.
Y a casi un año de distancia, el respetable público, siempre atento al desarrollo del vodevil, se mantiene en espera de que el gobernador del estado de México, Eruviel Ávila, haga pública la investigación por él prometida en mayo de 2015 (cuando se destapó la cloaca) sobre las corruptelas de la trasnacional española y la participación de los funcionarios estatales. Diez meses después, a tal investigación ni la fecha le han puesto, siempre apostando al olvido.
Tras el escándalo iniciado en mayo pasado, Eruviel Ávila, paje particular de Enrique Peña Nieto, dijo: aún se desarrollan las investigaciones para determinar si OHL ha cometido algún ilícito en la operación y administración del Viaducto Elevado Bicentenario; en las indagatorias apoya la Secretaría de la Función Pública y dos despachos expertos en auditorías, de reconocimiento internacional. Los resultados serán públicos en cuanto terminen las indagatorias (La Jornada, Israel Dávila).
Pero como las grabaciones que encueran a OHL y a buena parte del poder político (siempre con perfume mexiquense) no dejan de divulgarse, la trama alcanzó el ámbito nacional y comenzó a involucrar a funcionarios federales, los cuales, obvio es, negaron cualquier relación. En ese tenor apareció el secretario peñanietista de Comunicaciones y Transportes, Gerardo Ruiz Esparza, y poco después Emilio Lozoya (Pemex) y Enrique Ochoa (CFE), quienes, con cara de angelitos, se lavaron las manos.
Nada se conoce de la investigación garantizada por Eruviel Ávila, y es así simplemente porque nunca la ordenó, como tampoco de la anunciada por el presidente de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, Jaime González Aguadé, aunque éste cuando menos tiene el pretexto de que ofreció divulgarla en los primeros tres meses de 2016. Es bueno conocer los plazos, porque al funcionario financiero sólo le quedan 13 días para hacerlo.



Si bien no pocas veces se ha insistido a los presidentes municipales en que no se involucren con la delincuencia organizada y que denuncien en caso de ser blanco de extorsiones, la realidad exhibe que el apoyo oficial recibido por quienes se atreven a quejarse no les devuelve la tranquilidad ni les permite trabajar libremente.
El alcalde de Pungarabato, Ambrosio Soto Duarte, había denunciado en los últimos meses del año pasado que estaba siendo extorsionado por criminales.
La Procuraduría General de la República le asignó escolta personal; más tarde se realizó una operación en la que participaron todas las fuerzas armadas; no obstante, alcaldes y representantes de la Tierra Caliente se aferran a la versión de que no hay resultados en el combate a la inseguridad.
Es más, han llegado a exigir la salida de la Policía Federal, acusándola de excederse con ciudadanos de bien.
Este miércoles Soto no resistió más. En un acto público, llorando, hizo pública su tragedia: Sigo siendo víctima de la delincuencia organizada.
El panorama de la inseguridad y la violencia, pese a operaciones y cambios de estrategias de combate, se mantiene inalterado.
Cientos, miles de soldados, marinos, gendarmes, policías federales, estatales y municipales patrullan las calles haciendo labor de prevención del delito y una vigilancia que la delincuencia burla fácilmente para perpetrar, día con día, asesinatos y secuestros.


Aunque su origen se remonta al siglo XIII, fue en el siglo pasado cuando se comenzó a llamar al tenis el deporte blanco. Tanto por jugarlo quienes pertenecían a la nobleza y la aristocracia como porque el uniforme que utilizaban era blanco, una tradición rota en muchos países cuando lo comenzaron a practicar otras clases sociales. Pero no en Inglaterra. En su torneo más famoso, el de Wimbledon, los competidores lucen prendas, no azules que se caen de morados, como escribió el poeta Carlos Pellicer, sino del blanco más puro.
A
En tiempos en que ciertas sustancias para mejorar el rendimiento son utilizadas por los participantes de diversos deportes, el tenis logró sortear varios escándalos. Ya no. Recientemente, María Sharapova, una de las grandes figuras de ese deporte, explicó en conferencia con los medios los motivos por los cuales había dado positivo en un control antidopaje luego de jugar el torneo más importante de Australia. Aunque dos grandes figuras, John McEnroe y André Agassi, confesaron haberse dopado, nunca sufrieron consecuencias. Pero sí Marin Cilic, campeón del US Open en 2014.




Filmar desde el rencor. Según consigna Javier Ocaña en su crítica en El País (26/11/15), la explicación que el propio cineasta Arturo Ripstein ofreció en Venecia de un cine, como el suyo, filmado desde el rencor, apenas sorprende si se revisan sus largometrajes realizados en colaboración con su guionista y compañera, Paz Alicia Garciadiego.
La calle de la amargura parece resumirlos todos, prolongando, de modo reiterativo, sus obsesiones temáticas y sus apuestas formales. Habría que preguntarse, sin embargo, si sólo se trata del rencor social que experimentan personajes invariablemente sumidos en la podredumbre y la miseria, o si es otro tipo de rencor el sentimiento muy íntimo y autodestructivo que también los conducen a la abyección absoluta.




A  pesar de la contingencia ambiental, la primavera en la Ciudad de México sigue a tope fiestero a punta de festivales y conciertos, sin más enemistad que la de las partículas tóxicas suspendidas en el aire. El Festival Nrmal resultó delicioso el fin de semana pasado en tercera edición capitalina, y demostró por qué sigue siendo el encuentro más propositivo y selecto en su género, en cuanto a emisiones auditivas frescas e inteligentes se refiere: Acid Mothers Temple, Slowdive, Health, Battles, A Place to Bury Strangers, Jenny Hval, Pierre Bastien, Kriedler, Los Pirañas, LAO, Grenda, alucinaron al respetable con sonidos que fueron de la sicodelia al dream-pop distorsionado, el noise, la experimentación poética, el pop-prog, la electrónica orgánica, el kraut oscuro.
Por otro lado, la longevidad hecha sabiduría endiablada y desfachatez ejecutada con gran maestría, con todo y talante empresarial, prendió fuego al Foro Sol los días 14 y 17 con la visita de los Rolling Stones, esa leyenda británica tan lejana a la naftalina y tan cerca de la encarnación sempiterna del blues-rock cínico y enamorado, lista para escupirnos que podremos morir todos por sobredosis de ozono, pero no de rocanrol.




Ayer, luego de que se anunció la suspensión de la fase 1 de contingencia ambiental en la Ciudad de México –decretada en días recientes por los elevados niveles de contaminación del aire–, el gobierno del estado de México informó que reabrirá en forma temporal sus depósitos a la recepción de residuos sólidos capitalinos. Cabe recordar que las autoridades mexiquenses habían decidido impedir el acceso de unas 8 mil toneladas de basura con el argumento de que de esa manera se evitaría la contaminación ambiental. Tal situación orilló a las autoridades de la CDMX a enviar 2 mil toneladas de basura a rellenos sanitarios de Morelos, lo que colocó a la capital ante el riesgo de una crisis sanitaria de gran escala que coincidió con los días más álgidos de contaminación ambiental. A esa situación, de por sí criticable, se sumó un bochornoso intercambio declarativo entre los ejecutivos mexiquense y capitalino: mientras Eruviel Ávila culpó a los desechos generados en la ciudad de México por la contaminación en su entidad, Miguel Ángel Mancera minimizó en forma poco responsable la restricción para que los camiones de basura accedan a los depósitos mexiquenses.

Rexpropiación petrolera
La histórica fecha del 18 de marzo, día de la expropiación petrolera realizada por el gobierno del general Lázaro Cárdenas del Río, está queriendo ser sustituida por la fecha de la rexpropiación petrolera, que corresponde al día en que la Cámara de Diputados aprobó la reforma energética, devolviendo a las transnacionales y a sus prestanombres locales los hidrocarburos de la nación.

Probablemente mientras usted lee estas líneas, Nestora Salgado ya está libre (escribo la tarde del jueves 17). ¿Será? Si es así, ¡qué buena manera de festejar el Día Internacional de la Mujer! Me queda claro que si la liberan es por el trabajo excepcional de sus abogados y por la decisiva intervención internacional que pidió su liberación al gobierno de México. Porque como sabemos, en México la justicia es una abstracción que no tiene qué ver con la experiencia diaria. Las autoridades se vieron obligadas cuando el Grupo de Trabajo sobre Detención Arbitraria de la Organización de Naciones Unidas concluyó que la detención y privación de libertad de la coordinadora de la Policía Comunitaria de Olinalá, Guerrero, fue ilegal y arbitraria, y que su proceso judicial fue injusto: Pareciera que la señora Salgado habría sido perseguida debido a su lucha por los derechos de la población indígena e incluso es un patrón que se ha observado en los últimos años (La Jornada, 3/2/16). El sistema judicial mexicano la trató como delincuente, se ensañaron al acusarla de 50 secuestros. Como autoridad local, lo que ella hizo fue defender a su gente de políticos infiltrados en el crimen organizado y en la trata de mujeres.

Una de las principales características del caos sistémico es la opacidad y la imprevisibilidad de los escenarios geopolíticos y políticos, globales y locales, fruto en gran medida de las transiciones en curso y de la superposición de diversos actores que influyen/desvían el curso de los acontecimientos. En suma, una realidad hipercompleja en la que es posible visualizar las grandes tendencias, pero no es tan sencillo comprender la coyuntura. En todo caso, una realidad resistente a las simplificaciones.

El libro Sentido contrario: vida y milagros de rebeldes contemporáneos, de Luis Hernández Navarro, publicado en su primera edición en 2007, y ahora reditado en 2015 (La Jornada Ediciones-Editorial Itaca), como los buenos vinos, resiste la prueba de los años, porque muestra las múltiples facetas, sensibilidades, oficios y profesiones de quien, sin proponérselo, se coló ya en el texto, que es el propio autor, aunque no se incluye su vida, y mucho menos sus milagros, más que de pasada en la portadilla. Precisamente, Hernández Navarro es otro de los insurrectos que luchan infatigables para que la amnesia del poder no triunfe sobre la memoria de quienes forman parte de su santoral laico o rojo, según término de Paco Ignacio Taibo II, otro de sus protagonistas. Su narrativa crítica, ya de antaño, a través principalmente de La Jornada; su práctica política, desde que andaba de revoltoso organizando sindicatos, la participación en el diálogo de San Andrés entre el EZLN y el gobierno federal mexicano; su comprensión de la autonomía indígena, poco frecuente en los intelectuales progresistas; el apoyo a la comuna de Oaxaca, el acompañamiento solidario al magisterio democrático de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de Educación, su capacidad de análisis crítico y riguroso de procesos sociales como el de las autodefensas, entre muchos otros, lo hacen uno más de esa pléyade de insurrectos contemporáneos.

Después de reflexionar mucho, de sufrir muchas presiones –incluso una carta abierta de Leonardo Boff– para que aceptara la invitación de Dilma Rousseff para integrarse a su gobierno, en el ministerio que le pareciera, Lula finalmente aceptó y va a formar parte del gabinete. La derecha no ha aguardado nada para acusarlo de querer rehuir las acusaciones que se le hacen, porque pasa a gozar del derecho de reponder únicamente ante el Supremo Tribunal Federal (STF).

Como explicaba el filósofo español don José Ortega y Gasset hay que ver en el relevo generacional uno de los motivos más poderosos que arrastra el cuerpo de la historia. –¿Qué fuerza tendrán los jóvenes en la elección de finales de año de Estados Unidos?– bien sabido es que para Ortega ahí estribaba el secreto de la pugna por el poder. (Ver Fernández Á. La sociedad española, ed. Nacional, Madrid).

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