Avalada en comisiones, falta discusión en Congreso de Chile
El texto aprobado aceptó las tres causales, suprimió el deber de denuncia por parte del personal de salud, y en la causal de violación no supedita la prestación a la denuncia –cuestión ampliamente discutida–, sino que deja la responsabilidad al personal de salud de informar al Ministerio Público para que investigue.
Los plazos para interrumpir los embarazos se mantienen en 12 semanas para las mujeres mayores de 18 años y hasta 14 semanas en el caso de las menores de 14 años en la causal de violación, lo que significa cuatro semanas menos que el contenido del texto enviado por el Ejecutivo al comienzo de la discusión.
Además, se aclara sobre la causal de inviabilidad fetal que si el producto nace vivo, se brindarán los cuidados paliativos que correspondan, tanto en caso de parto como de interrupción del embarazo.
En el acto que realizó el gobierno por el 8 de Marzo, Día Internacional de la Mujer, la presidenta Michelle Bachelet señaló que “las mujeres tenemos derecho a tomar decisión, creo firmemente en eso”, cuestión relevante de este proyecto porque, por primera vez en la historia de Chile serían las propias mujeres –aunque solo en las tres causales– quienes determinarían si quieren proseguir o interrumpir un embarazo.
Aunque el aborto terapéutico estaba permitido en el país sudamericano desde los años 30 hasta 1989 –cuando la dictadura de Augusto Pinochet derogó este derecho–, la aplicación de esta interrupción requería la aprobación de una junta médica y no sólo de la voluntad expresa de la mujer o niña.
El proyecto presentado por el Ejecutivo es apoyado por la mayoría de la población, cuestión que se evidenció en la multitudinaria marcha por el 8 de Marzo, que reunió a unas 20 mil personas y en las que la consigna principal fue “derecho al aborto libre, seguro y gratuito”.
De hecho, el pasado miércoles varias organizaciones de mujeres y feministas publicaron un desplegado en un diario de circulación nacional, para exigir a parlamentarios oficialistas cumplir con el compromiso que implica el actual proyecto de ley de despenalización del aborto por tres causales.
Dentro de las mismas filas de La Nueva Mayoría han surgido voces en contra del proyecto comprometido por la presidenta en su campaña, como la de la demócrata cristiana Soledad Alvear, lo que ha provocado una división en el oficialismo.
Ante la arremetida conservadora, el desplegado titulado “Aborto: respeto a la dignidad y la decisión de las mujeres”, publicado en el diario La Tercera, mostró que existe un gran apoyo ciudadano para la despenalización del aborto por tres causales.
La declaración fue apoyada por organizaciones feministas y sociales, y por personalidades de la cultura, el periodismo y los medios masivos de comunicación. En total firmaron más de 2 mil 500 organizaciones y personas, lo que se suma a las 55 mil firmas reunidas por Amnistía Internacional durante la campaña “Chile no protege a las mujeres”, para legislar sobre el aborto en el país.
Para Carola Carreras, presidenta de Corporación Humanas, “este es un proyecto que responde a unos mínimos éticos, no es el proyecto que las organizaciones de mujeres y feministas hubiéramos querido, pero creemos que va a ser una avance. Revisar la ley altamente punitiva ha sido una de las cuestiones que los organismos internacionales constantemente le ha dicho al Estado de Chile, y esto en tres causales que son las más extremas”, señaló a SEMlac.
El proyecto de despenalización del aborto por tres causales: peligro
para la vida de la mujer, inviabilidad fetal y violación, fue aprobado
el pasado 10 de marzo por la Comisión de Constitución, previo aval de la
Comisión de Salud, y tras lo que será discutido en la Cámara de
Diputados.
El texto aprobado aceptó las tres causales, suprimió el deber de denuncia por parte del personal de salud, y en la causal de violación no supedita la prestación a la denuncia –cuestión ampliamente discutida–, sino que deja la responsabilidad al personal de salud de informar al Ministerio Público para que investigue.
Los plazos para interrumpir los embarazos se mantienen en 12 semanas para las mujeres mayores de 18 años y hasta 14 semanas en el caso de las menores de 14 años en la causal de violación, lo que significa cuatro semanas menos que el contenido del texto enviado por el Ejecutivo al comienzo de la discusión.
Además, se aclara sobre la causal de inviabilidad fetal que si el producto nace vivo, se brindarán los cuidados paliativos que correspondan, tanto en caso de parto como de interrupción del embarazo.
En el acto que realizó el gobierno por el 8 de Marzo, Día Internacional de la Mujer, la presidenta Michelle Bachelet señaló que “las mujeres tenemos derecho a tomar decisión, creo firmemente en eso”, cuestión relevante de este proyecto porque, por primera vez en la historia de Chile serían las propias mujeres –aunque solo en las tres causales– quienes determinarían si quieren proseguir o interrumpir un embarazo.
Aunque el aborto terapéutico estaba permitido en el país sudamericano desde los años 30 hasta 1989 –cuando la dictadura de Augusto Pinochet derogó este derecho–, la aplicación de esta interrupción requería la aprobación de una junta médica y no sólo de la voluntad expresa de la mujer o niña.
El proyecto presentado por el Ejecutivo es apoyado por la mayoría de la población, cuestión que se evidenció en la multitudinaria marcha por el 8 de Marzo, que reunió a unas 20 mil personas y en las que la consigna principal fue “derecho al aborto libre, seguro y gratuito”.
De hecho, el pasado miércoles varias organizaciones de mujeres y feministas publicaron un desplegado en un diario de circulación nacional, para exigir a parlamentarios oficialistas cumplir con el compromiso que implica el actual proyecto de ley de despenalización del aborto por tres causales.
Dentro de las mismas filas de La Nueva Mayoría han surgido voces en contra del proyecto comprometido por la presidenta en su campaña, como la de la demócrata cristiana Soledad Alvear, lo que ha provocado una división en el oficialismo.
Ante la arremetida conservadora, el desplegado titulado “Aborto: respeto a la dignidad y la decisión de las mujeres”, publicado en el diario La Tercera, mostró que existe un gran apoyo ciudadano para la despenalización del aborto por tres causales.
La declaración fue apoyada por organizaciones feministas y sociales, y por personalidades de la cultura, el periodismo y los medios masivos de comunicación. En total firmaron más de 2 mil 500 organizaciones y personas, lo que se suma a las 55 mil firmas reunidas por Amnistía Internacional durante la campaña “Chile no protege a las mujeres”, para legislar sobre el aborto en el país.
Para Carola Carreras, presidenta de Corporación Humanas, “este es un proyecto que responde a unos mínimos éticos, no es el proyecto que las organizaciones de mujeres y feministas hubiéramos querido, pero creemos que va a ser una avance. Revisar la ley altamente punitiva ha sido una de las cuestiones que los organismos internacionales constantemente le ha dicho al Estado de Chile, y esto en tres causales que son las más extremas”, señaló a SEMlac.
Por: Tamara Vidaurrázaga Aránguiz
Cimacnoticias/SEMlac | Santiago, Chile.-
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