3/18/2016

CNTE, seamos radicales, pero busquemos la unidad en nuestras luchas anticapitalistas




1. Segunda vez que los líderes charros del SNTE, el particular Díaz de la Torre, su secretario general, hacen declaraciones en defensa de la educación pública. En esta ocasión señala: “Detrás de las tendencias privatizadoras y comercializadoras de la enseñanza estatal está la organización empresarial Mexicanos Primero, en particular su presidente, Claudio X. González, quien no sólo atenta contra el gremio magisterial, sino contra la escuela pública. Resalta que el sector educativo requiere presupuestos multianuales para garantizar la inversión, no sólo en infraestructura, capacitación y formación continua de docentes, también para cubrir los incrementos salariales de quienes alcancen buenos resultados en las evaluaciones, ya que de lo contrario, advierte, existe el riesgo de que la expectativa que generó la reforma educativa no se cumpla”. 

2. Soy radical y al mismo tiempo blandengue; tengo la convicción que al capitalismo, su Estado y su gobierno deben ser destruidos y en los movimientos de masas lucho por ello; pero ante nuestros estancamientos y falta de avances por décadas, suelo pensar en políticas de alianzas que nos den más fuerzas. Por ello ante las declaraciones de Díaz de la Torre y sus charros, por segunda vez he pensado que la CNTE debe abrir una mesa de diálogo buscando “unidad y lucha” con el fin de frenar no sólo al derechismo empresarial de los fascistas declarados, sino también el derechismo del gobierno cuya misión es cortar cabezas de los luchadores sociales. Siempre me ha parecido mucho más fácil adoptar un posición de todo o nada, y yo he caminado muchísimo por ella, pero aunque difícil pienso que hay que abrirse para negociar cuando se trata de beneficiar a los trabajadores. 

3. Lo mismo me pasa con el sistema de partidos: He combatido con todas mis fuerzas y principios contra los gobiernos, el PRI, el PAN, el PRD; pero cuando el lópezobradorismo se ha manifestado a favor de los trabajadores he apoyado. ¿Cómo no luchar por la unidad de la CNTE con el zapatismo, los estudiantes, obreros electricistas, mineros, petroleros, telefonistas, Atencos, de Mexicana y otros, incluso con los de Morena? La CNTE necesita agrupar a “especialistas en negociación” bajo sus principios de educación pública, gratuita, laica y contra la represión: ahí está Pérez Rocha, Alberto Híjar, Luis Hernández, Hugo Aboites, Gil Antón, Ángel Barriga, la misma Poniatowka y otros distinguidos intelectuales que podrían ayudar. Negociar con los charros del SNTE es muy difícil por su dependencia total del gobierno y sus amenazas, pero nada se pierde con probar, 

4. El maldito gobierno de Peña Nieto llegó con el objetivo de desaparecer a la Coordinadora (la CNTE) cortándole la cabeza; pero puso la muestra para intimidar metiendo a la cárcel a su aliada Esther Gordillo por no disciplinarse. Dado que su primer secretario de la SEP –Chuayffet- no pudo, lo sustituyó con el “hijo de papi” (Nuño) para actuar contra la CNTE como un facho de primera línea que, dada su profunda ignorancia en educación, grita que sólo platicaría con quien de antemano se someta a sus órdenes. Obvio, minutos después de las declaraciones de del líder Díaz del SNTE (el Sindicato), sonó el teléfono para regañarlo y al mismo tiempo prohibirle algún contacto con la Coordinadora (la CNTE); pero antes que se descompongan más los problemas del país el millón y medio de maestros debe recuperar su presencia para salvar la educación pública. 

5. La educación en México nunca ha estado “secuestrada” por los maestros. Lo que sucedió durante muchas décadas –quizá desde que se fundó el Sindicato (SNTE) en 1943, es que ante la incapacidad total en educación de los gobiernos dejaron que en el DF, los territorios y todos los estados de la República dominen los gobernadores y los líderes espurios a cambio –y es lo más importante- de que el PRI los controle en el sistema electoral. ¿Cuántos cientos de gubernaturas ganó el PRI gracias al trabajo político de los maestros? Ese sindicato, desde el gobierno de Ávila Camacho (1940-46), impuso junto a los gobernadores a todos los funcionarios y líderes del magisterio. La educación ha estado secuestrada y sigue así, pero porque los gobiernos han impuestos en la secretaría de Educación a personajes tan ignorantes que han dejado gobernar a los líderes. 

6. Los caciques de los tres períodos del Sindicato desde 1943: Robles Martínez, Jongitud Barrios y Esther Gordillo se han burlado de los funcionarios de la SEP porque muchos de ellos ni conocían el país, ni sabían cuántas escuelas y maestros hay, ni conocían las palabras “pedagogía”, “didáctica”. Esos funcionarios –como todos los demás- sólo eran amigos del presidente dispuestos a apoyarlo en todo. Por ello doña Esther –cacique del SNTE desde la década de los ochenta- se burlaba de ellos sean del PRI o del PAN y aprovechaba para fortalecer su clan. Este personaje se hizo de muchas propiedades, pero lo importante para ella fue aprovechar su fuerza para organizar el partido Nueva Alianza y ocupar los más altos cargos en el país. Peña, Chuayffet, Nuño y sus seguidores en los medios hablaron se “secuestro” de la educación, pero no dijeron que por ellos mismos. 

7. Pero sigo pensando que algo se puede avanzar si somos capaces de negociar con los charros y los políticos cuando muestran cierta desesperación. Al mismo tiempo que exigimos “mesas de diálogo” en Gobernación, debemos exigir diálogo con los líderes del Sindicato, con Nuño, con López Obrador y con las organizaciones que pueden ser fuerzas de apoyo. La CNTE nació en las calles y tiene que seguir siendo el mejor lugar para crecer; pero además tiene que aprender a negociar con otras fuerzas valiéndose de un gran equipo de negociación con enorme prestigio que lo apoya. Obvio lo primero es hacer crecer sus batallar independientes, pero debe estar también atento en las coyunturas que se abran que ayuden a avanzar sus luchas. Por ello digo que muchas veces me hago ilusiones –un poco blandengue- en las luchas políticas y sindicales que he vivido por más de 50 años. 

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