Pedro Echeverría V.
1. Eso de tener a gobernantes como héroes es cargar también con sus
crímenes, sus desfalcos y su ideología. Yo –a pesar de que no fueron
gobernantes y sí me enseñaron mucho Marx, Bakunin, Flores Magón y el
Che, no cargo con ellos ni les hago homenajes; sólo los respeto por sus
teorías y prácticas en defensa de los explotados. Desde que en 1976 me
convencí de las teorías libertarias he buscado demostrar que no existen
los dioses, héroes, naciones, patrias, banderas, himnos, pensamiento
único; que hay que combatir todo poder del Estado, gobierno, partidos,
dirigentes, empresas, clero, escuelas, universidades, familia. Ser y
sentirse libre de prejuicios es difícil, pero ayuda a pensar por cuenta
propia. Nadie es totalmente libre ni podrá serlo porque luego te impones
tareas de manera autogestiva; pero en el caso del periodismo, la
escritura y la investigación, no te encuentras atado o comprometido con
algún poder y se puede gozar de una amplia libertad.
2. Esto de “adorar y festejar a santos y héroes” me ha parecido muy
de religiosos y políticos. En México la derecha tiene a sus héroes y les
hace homenajes (los conquistadores españoles, Iturbide, Alamán, Santa
Ana, Díaz, Madero, Vasconcelos, Gómez Morín, Alemán Valdez); los
llamados progresistas festejan a los suyos (Morelos, Gómez Farías,
Juárez, Zapara, Villa, Cárdenas) También los “intelectuales” –cuando se
hacen distinguidos formando grupos y se acostumbran en los estrados y
las fotos- cuentan con séquitos de seguidores. Ya lo decía Plejanov en
“El papel del individuo en la historia” acerca de los grandes personajes
a quienes no les bastó saber, sino que necesitaron propagar su obra en
los cenáculos sociales. ¿Será necesario que después de poner el huevo
haya que cacarearlo luego? Estamos en el capitalismo donde todo es
mercancía.
3. En la primaria me enseñaron que Benito Juárez fue el indígena
pastorcito de ovejas que llegó a presidente de la República en 1857;
esto con el fin de demostrar que cualquiera puede llegar a gobernar el
país. Pero nunca me enseñaron en la escuela el significado de las clases
sociales y la lucha de clases y que Juárez al encomendarse con una
familia rica de la ciudad sería el uno por mil de los que llegaron a la
universidad de Oaxaca, obtuvieron un título y se rodeó entre sectores de
la clase dominante. Después de él nunca más un indígena pudo ascender
en la pirámide de los grandes políticos; nunca podrá porque para hacerlo
hoy es requisito se “hijo de papi”, haber estudiado en el ITAM,
Tecnológico de Monterrey, o cualquier universidad privada o de los EEUU.
Pero, ¿gobernó Juárez con pensamiento indígena o como cualquier
gobernante de la burguesía?
4. Benito Juárez nació el 21 de marzo de 1806. Fue presidente de la
República de 1857 hasta su muerte en 1872, y es la personalidad más
importante del liberalismo mexicano. La derecha del país lleva más de un
siglo odiándolo, combatiéndolo, porque en 1859 lanzó las Leyes de
Reforma y de nacionalización de las tierras en manos de la Iglesia y los
militares. En aquellos años no sólo despertó odio, sino que sus
enemigos desataron una gran guerra civil contra su gobierno, misma que
provocó y preparó la intervención de tres potencias extranjeras
(Francia, España e Inglaterra), la invasión francesa y el imperio de
Maximiliano. Con el liberalismo y la acumulación la burguesía comenzó a
construir el México capitalista. Es importante subrayar que en esta
campaña la escuela pública enseña aplaudiendo las luchas de Juárez y los
liberales y, por el contrario, la escuela privada propaga como heroica
la lucha de los conservadores contra Juárez.
5. El liberalismo es la lucha de la burguesía –clase subordinada en
la época feudal- por la libertad política, administrativa, comercial y
cultural La burguesía industrial opinaba con harta franqueza que la
función primordial del Estado era salvaguardar las relaciones de
propiedad ya plasmadas, el libre negocio de la burguesía, la libre
competencia entre los empresarios, el libre mercado, donde el juego de
las fuerzas espontáneas engendra la armonía general de los intereses.
Esa libertad era el principio básico del liberalismo. Pero el
liberalismo tuvo su historia. Dice el pensador Bobbio que “el
liberalismo clásico era antiautoritario, aunque no necesariamente
democrático. Fue en su choque con el socialismo cuando ese liberalismo,
por conveniencia más que por naturaleza, se convirtió en democrático y
puso atención a los daños que podía causar en lo social el libre
mercado”. Así que Juárez fue un avanzado y hasta revolucionario de su
época.
6. Los liberales mexicanos buscaban construir una sociedad moderna,
por encima de un sistema feudal o semifeudal. Los liberales eran
entonces los más “avanzados” de la época puesto que buscaban romper la
estructura económica, social, política de la que se había valido la
monarquía y la iglesia. Pero aquellos liberales –los más avanzados,
puros o radicales- no podían ver con mayor profundidad los problemas y
entendían la modernización como la “acumulación originaria de capital”,
que Marx explicó en su voluminosa obra, El Capital. Desafortunadamente,
para avanzar por el camino la nueva burguesía terrateniente laica y su
gobierno, al expropiar las tierras de la iglesia y de los militares,
también expropió las tierras comunitarias de los indígenas. La nueva
burguesía quería dar vida a todas las tierras en “manos muertas” para
lograr el progreso y la modernidad capitalista, pero expropió también a
miles de indígenas miserables.
7. Ya lo explicaba Bonfil Batalla: “El problema mayor, para (los
liberales), es la lucha (indígena) contra el reparto de las tierras
comunales. Los liberales (y esto comienza con los borbones) sacralizan
la propiedad individual. Para ellos el verdadero ciudadano es el
propietario y la tierra la propiedad básica… No hay otro camino para el
engrandecimiento de las naciones, piensan los liberales (o mejor: copian
los liberales) que el trabajo individual basado en el interés
individual. Así las cosas, la propiedad comunal de la tierra en las
comunidades indias resulta ser un obstáculo que debe removerse de
inmediato”. Más claro, ni el agua. Sobre todo hoy que el neoliberalismo
ha penetrado profundamente para defender la propiedad privada individual
y acabar con cualquier política social en educación, salud, vivienda,
etcétera. El liberalismo juarista fue la base ideológica del
neoliberalismo privatizador y oligopólico.
8. Y hubo levantamientos campesinos para reclamarle a Juárez y a sus
liberales; incluso durante su gobierno se estableció en varios lugares
“estado de sitio y suspensión de las garantías individuales” para
combatir las rebeldías. Hubo rebeliones campesinas en Sonora, Veracruz,
Tehuantepec, pero de los más conocidos fue el de Julio César López
Chávez que se levantó en Chalco, Estado de México, para reclamar por las
tierras expropiadas a los indígenas y fue brutalmente reprimido. Luego
de las leyes agrarias de desamortización (1856), Nacionalización (1859) y
Colonización y Deslinde (1883) ya durante el porfirismo, resurgió el
gran latifundismo laico de la nueva burguesía mexicana y extranjera. Sin
embargo Juárez, nuestro héroe liberal, siguió siendo más grande –a
pesar de sus errores- porque derrotó a los conservadores y comenzó a
instalar al México moderno, al México capitalista que hoy domina en el
país.
9. Si Hidalgo es el “padre de la patria”, Juárez es el padre del
liberalismo, de la separación de la iglesia y del Estado, así como del
anti intervencionismo. Juárez todavía puede servir como campeón de la
democracia burguesa, como instrumento contra la iglesia que no ha
descansado buscando recuperar todo su poder, contra la derecha panista y
la escuela confesional, contra el intervencionismo yanqui en México y
en el mundo, pero al socialismo, a las ideas de igualdad y a la
izquierda, no le sirve. Ha sido el PRI, sobre todo aquel PRI
nacionalista de los 30 y los 70 los que tuvieron a Juárez como anillo en
el dedo. No debe olvidarse que Juárez perteneció al liberalismo de
libre competencia, incluso al liberalismo revolucionario que luchaba
radicalmente contra la vieja sociedad feudal, pero después de 150 años
aquel liberalismo revolucionario se transformó en gran burguesía
dominante o capitalismo enemigo de los trabajadores.
10. “Bomberito Juárez”, como muchos le llaman en México, es un pilar
de nuestra historia nacional que al parecer es de la mismo estatura que
Morelos, Flores Magón y Zapata. Hay que recordarlos en cada oportunidad
para analizar lo que cada quien representó. Lo que no podemos hacer, y
esto con nadie, es tenerles veneración como si hayan sido seres míticos.
Los grandes héroes, para serlo tuvieron que ser personajes humanos con
aciertos y defectos, así como somos cada uno de nosotros. Hay que dejar
que los muertos entierren a sus muertos y nosotros –si queremos decidir y
pensar por cuenta propia- debemos liberarnos de nuestras pesadas cargar
que siempre nos acompañan. Rompamos las camisas de fuerza que el
capitalismo, el liberalismo y falso socialismo han buscado imponernos y
comencemos a mirar las cosas tal cual son sin olvidar la carga
ideológica que desde que nacimos nos aprisiona. (17/III/16)
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