Sobre los cambios de titulares en Milenio , escribió el viernes pasado el periodista Témoris Grecko.
Tras una reunión entre la titular de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano, Rosario Robles, y el director del diario Milenio, Carlos Marín, se cambió el título de la nota sobre “El (falso) éxito de la Cruzada contra el Hambre”, el
periódico publicó una “réplica” en primera plana, y la colaboradora que
había publicado el trabajo periodístico decidió renunciar.
Así lo reveló la reportera Karen Cota, quien denunció “condiciones de censura y nula libertad de expresión” por parte de Marín, “quien prefirió creerle a Robles Berlanga, que a los reporteros que le estaban dando una revelación periodística importante y necesaria”.
Robles fue, hasta agosto pasado, titular de la Secretaría de
Desarrollo Social (Sedesol); desde el inicio del sexenio de Enrique Peña
Nieto, impulsó dicho programa.
En Twitter, “Renuncié” y “Carlos Marín” se volvieron de los temas más
comentados la noche del martes, cuando Cota denunció los hechos.
Aquí el texto de Karen Cota:
El lunes 07 de marzo, Milenio DataLab publicó una
investigación que nos llevó 5 meses descubrir y verificar: “El (falso)
éxito de la Cruzada contra el Hambre” de la que directivos estaban enterados y el director editoral Carlos Marín, autorizó publicar.
El martes 8 de marzo, la señora Rosario Robles Berlanga, visitó a
Marín acompañada por funcionarios de SEDATU y el director me ordenó
entrar a una reunión con ellos para confrontar nuestra investigación.
Hizo hincapié en que todo sería “off the record”.
Consciente de que teníamos argumentos sólidos , un compañero del
equipo y yo defendimos punto por punto la investigación, lo que provocó
molestia, enojo y varios manotazos en la mesa de parte de los
funcionarios de Sedatu. Los asistentes fueron: Subsecretario Enrique
Gonzáles Tiburcio, Rocío Bolaños, directora de Difusión y otro asistente
que no se identificó. Mientras, Robles se encontraba en la oficina de
Marín. Lo sé porque la vi salir (la sala de juntas tiene pared de
cristal y da vista hacía la oficina del director editorial) y casi toda
la redacción la vio entrar.
Después Carlos Marín me llamó para decirme que publicaría en
primera plana el “desmentido” que tras escuchar mis argumentos decidió
llamar “réplica”. Puso a una reportera a escribir el documento que
atribuyeron a SEDESOL pero que argumentó SEDATU y que involucran una
encuesta de INEGI. En primera plana le atribuyeron al instituto que “La Cruzada sí funciona”
como si el órgano autónomo tuviera dentro de sus mandatos legales
evaluar la política pública. Hasta ahora INEGI no se ha pronunciado al
respecto, ni ha desmentido la “réplica”.
Tras el encuentro con Marín, bajé a mi oficina y me di cuenta que
había bajado nuestra publicación del Home de Milenio.com y después de
nuestra portada en la sección DataLab; también se borraron algunos tuits
y post de facebook. Algunos directivos convencieron a Marín que era un
error y lo volvió a subir, pero cambió el título y eliminó la palabra
“falso” lo que ocasionó un completo cambio al sentido del titular.
El jueves siguiente renuncié a un trabajo que amé y en donde
decidí dar toda mi alma para contribuir a mejorar la manera de hacer
periodismo. Siempre creí que había que ir a los medios y hacer tu mejor
esfuerzo, pero hoy firmé la renuncia formal.
Milenio DataLab se terminó porque quien debió defender nuestro
trabajo, no lo hizo. Esperó que aceptáramos trabajar bajo condiciones de
censura y nula libertad de expresión. Fue Carlos Marín, quien prefirió
creerle a Robles Berlanga, que a los reporteros que le estaban dando una
revelación periodística importante y necesaria para la reconstrucción
de la credibilidad de los que ahí trabajan, incluida la suya.
Hoy firmé mi renuncia en Milenio. Tras la censura que sufrió Milenio DataLab, no queda más que contar lo sucedido RT https://t.co/AZEIUuL6X1— Karen Cota (@karencotasoto) 16 de marzo de 2016
Estoy orgullosa del equipo que formé. Entre los 7 logramos revelar a partir de la data. Siempre les agradeceré que confiaran en mí.— Karen Cota (@karencotasoto) 16 de marzo de 2016
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