Gustavo Leal F.*
Además del ahorro obligatorio,
los trabajadores pueden ahorrar voluntariamente en Siefore básicas y
adicionales. En las primeras, la comisión está incorporada al cargo
anual que hace la Afore y cuyo promedio es 1.02 por ciento, mientras que
en las segundas, el costo oscila de 0.98 a 1.3 por ciento. Sólo cinco
de las 11 Afores ofrecen Siefores adicionales. Ellas manejan 60 mil
millones de pesos de ahorro voluntario y han obtenido 700 millones de
pesos de ingresos vía comisiones. ¿Qué explica esta diferencia?
Para Carlos Ramírez, presidente de la Consar: existe
una razón de peso para ello: las Siefore de ahorro voluntario compiten con otros fondos de inversión de una casa de bolsa tradicional. Están arriba de 1 o 1.5 por ciento. En las Siefore de ahorro voluntario hemos dejado una competencia libre; que cada una determine el nivel de comisiones que considere adecuado( Reforma, 20/12/17).
O sea: el ahorro voluntario resulta más caro que el obligatorio, sin
que ninguno garantice pensiones dignas, a pesar del uso financiero de
esos recursos del trabajador.
Frente al debate chileno y ante la demanda social de revisar de raíz
el modelo Afore, la calificadora Fitch Ratings asume que la comisión no
debe ser el
únicoimpulsor para elegir administradora de fondos. Debe considerarse la relación –de mediano/largo plazo– entre el porcentaje de la comisión, cantidad-calidad de los servicios y, sobre todo, los rendimientos de las Siefore (básicas y adicionales) en que se encuentren los recursos para así
optarpor la mezcla
favorable( El Economista, 10/1/18).
Para Fitch, la pregunta es: ¿qué
otrasmedidas se podrían aplicar para que el
costo corresponda a la naturaleza del fondoque realiza las inversiones y
norepercuta sustancialmente en la pensión?
La experiencia chilena muestra, según Fitch, que los trabajadores optan por las administradoras caras
en vista del balance costo-beneficio: son preferibles las gestoras que suelen generar retornos altos, pese a que cobran más, que las que tienden a producir rendimientos bajos aunque sean más baratas.
Además de las diferencias entre los rendimientos reales netos que
pagan las administradoras chilenas y mexicanas –allá se cobra sobre el
flujo, mientras que aquí lo hacen sobre el saldo– y cuando un trabajador
pierde su empleo, en Chile no le cobran comisión. Aquí, se sigue
cobrando sobre el saldo de la cuenta individidual.
Una opción para México, prosigue Fitch, consisistiría en establecer comisiones
diferenciadas, no sólo por Afore, sino también por Siefore, de acuerdo con la estrategia y clase de activos de las carteras, según el perfil del trabajador.
Para la calificadora, eso es lo que hacen las
operadorasde fondos al especificar comisiones diferentes para cada uno de los portafolios en función del objetivo características y estrategias particulares –e incluso entre las series de un mismo fondo– según la clase y prototipo del cliente y los montos que
cada quién disponga. Fitch considera que se
entiendeque a mayor complejidad de recursos humanos y tecnológicos –dado el tipo de instrumento que se pueda adquirir–
mayores el costo para la Afore. Por tanto, se esperaría que la magnitud del
cobro, tenga relación con la sofisticación del portafolio del rendimiento pretendido.
Y así, en el caso de las Siefore básicas, cuatro (entre 36 años y menores), tres (entre 37 y 45 años) por ejemplo, que
puedenexplotar de forma activa su
régimenamplio en atención a afiliados más jóvenes, podrían implicar
cargos más altosque la dos (entre 46 y 59 años) y la uno (entre 60 años y mayores) de máximos
acotadosy configurados para clientes mayores.
El Sistema de Ahorro para el Retiro, también cuenta con la Siefore
Básica 0, para la población más cercana al retiro, que le falten dos
años para pensionarse y con 63 años cumplidos, dotada de límites más
restrictivos al riesgo.
Al
diferenciarlos costos por tipo de cartera, los afiliados
pagaríande manera escalonada y proporcional según los requerimientos, características y expectativas de su Siefore básica, dice Fitch.
Respecto a las Siefore adicionales de ahorro voluntario, con
comisiones más caras, la calificadora concluye que a portafolios con
estrategia orientada a retornos altos y activos complejoscorresponden comisiones
más altas.
Hay que recordar que, en noviembre de 2006, la Comisión Federal de
Competencia sugirió asignar la administración de todas las cuentas
individuales a
una Afore única, independiente de las otrasvía
licitación públicabasada en comisiones. Éstas serían uniformes para todo y se determinaría como un porcentaje del saldo un monto fijo por cuenta. El debate nacional que se ha abierto en relación con las comisiones bancarias podría, sin duda, enriquecerse con las que aplican las Afore.
*Universidad Autónoma Metropolitana Xochimilco
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