REPORTAJE
A punto de desaparecer si les niegan recursos
En
México, cada día 41 personas adquieren el Virus de Inmunodeficiencia
Humana (VIH); hasta 2017 unas 48.6 mil mujeres adultas vivían con el
virus, pero los esfuerzos de prevención y detección podrían venirse
abajo por la medida de Andrés Manuel López Obrador de no otorgar más
recursos públicos a las organizaciones de la sociedad civil.
Durante más de una década, el Centro Nacional para la Prevención del
VIH y el Sida (Censida) entregó recursos federales a las organizaciones
civiles para unir esfuerzos en la prevención, detección y atención de
las personas con VIH y otras infecciones de transmisión sexual (ITS). La
meta para 2020 es que se diagnostique al 90 por ciento de las personas
que viven con el virus.
De acuerdo con Censida, hasta el año pasado 65 por ciento de las
personas que se estima viven con VIH, conocía de su estado serológico,
los esfuerzos por detectarlo han permitido que el diagnóstico tardío
disminuya al 36 por ciento en mujeres y en hombres.
Sin embargo, la colaboración entre el gobierno y sociedad civil
frente al VIH se detuvo por la decisión del presidente de no transferir
recursos públicos a las organizaciones a fin de “terminar con la
intermediación, opacidad y corrupción”. Este año en el presupuesto de
egresos de la federación se etiquetaron 116 millones 525 mil 102 pesos
para dicha tarea.
El subsidio que repartía Censida desde 2006 por medio de una
convocatoria, lo empleaban las organizaciones en la compra de pruebas de
VIH y condones para prevenir la transmisión, así como en talleres para
que las personas con VIH se adhieran al tratamiento. Resultaba de suma
importancia, pues llegaban a sectores en los que las autoridades
gubernamentales no tienen incidencia.
Como ejemplo, está la organización que preside Georgina Gutiérrez
Alvarado, “Movimiento Mexicano de Ciudadanía Positiva”, dedicado a la
atención de mujeres y hombres que viven con VIH en situación de
reclusión, específicamente laboran en el Centro de Readaptación Tepepan.
En entrevista con Cimacnoticias Gutiérrez Alvarado sostuvo que si el
gobierno interrumpe las intervenciones que realiza la sociedad civil
para la detección, prevención y control del VIH, lo que está en juego es
la salud y vida de las personas.
La organización trabaja desde 1991 y han generado un espacio de
confianza en comparación con las instituciones de gobierno: son
expertas, sensibles y atienden a las mujeres de manera directa,
terminando con creencias como que morirán por la infección, contó
Gutiérrez.
El trabajo de Movimiento Ciudadanía Positiva dependía 100 por ciento
de los recursos que les otorgaba Censida, por lo que de no abrirse la
convocatoria, que normalmente se publica en febrero, la opción dijo
Georgina Gutiérrez, sería buscar otros fondos pero mientras los
consiguen se dejaría sin atención a las mujeres privadas de la libertad.
Según Censida los más de 115 millones de pesos que repartieron en
2017 a las organización civiles se destinaron a programas para la
detección del VIH, sífilis y otras ITS; intervención integral de
detección focalizada; programas para el ministro de insumos de
prevención; reducción de daños en personas usuarias de drogas;
prevención de la transmisión vertical del VIH y sífilis congénita y para
mejorar la calidad de vida de las personas con VIH.
La estrategia que se ha utilizado para combatir la epidemia de VIH es
la detección a tiempo de las personas e introducirlas inmediatamente a
un tratamiento, que en México es de acceso universal y gratuito, señaló
en entrevista el director de la organización Letra S, Alejandro Brito,
por lo que detener la convocatoria de Censida implica obstaculizar y
poner en riesgo esta estrategia.
De acuerdo con Brito por ahora Censida se encuentra en el dilema de
cómo utilizar los fondos y no perder el trabajo que realizan las
organizaciones pues la institución reconoce el trabajo que ha hecho la
sociedad civil.
El director de Letra S lamentó que el presidente haga tabla rasa
sobre la sospecha de corrupción en todas las organizaciones, pues
quienes concursan en la convocatoria de Censida rinden cuentas por medio
del Sistema de Monitoreo de Acciones en Prevención (SMAP) donde el SAT
valida las facturas y recibos, además de las revisiones anuales por la
Auditoría Superior de la Federación y del órgano interno de control de
la Secretaría de Salud.
Imagen archivo Cimacnoticias
Por: Hazel Zamora Mendieta
Cimacnoticias | Ciudad de México
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