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El fallecimiento de la economista, profesora y legisladora hace hojear páginas correspondientes al giro trascendente, aunque de trayecto largo, que dio el país con Cuauhtémoc Cárdenas y Porfirio Muñoz Ledo (y la fallecida, por citar los nombres más relevantes) al romper la hegemonía priísta, exhibir sus hechuras descompuestas y generar una alternativa, el Partido de la Revolución Democrática, que buscó dos veces más la Presidencia de la República con el ingeniero michoacano y, desfondado por la aparición de Morena, alcanzó Palacio Nacional en 2018 con López Obrador.
Con Cárdenas retirado de la actividad partidista y electoral, que no de la política, Muñoz Ledo ya fallecido (seis años atrás él fue seleccionado para traspasar la banda presidencial de Enrique Peña Nieto a López Obrador, en otro gesto simbólico que, sin embargo, no resistió el paso del tiempo, pues el gran tribuno terminó como adversario del máximo líder morenista) y la muerte de Ifigenia Martínez, esas páginas históricas merecen una justa evaluación como contribuyentes (más allá de distanciamientos y discordias) del arribo de esa izquierda partidista al poder.
Reputado como rudo estratega partidista y político de decisiones fuertes, Manlio Fabio Beltrones prefirió quedarse a medias, atado al estilo antiguo del priísmo en el que ha militado durante cinco décadas: rechazó que el Tribunal Electoral Federal hubiera aprobado que Alito Moreno siguiera como dirigente del PRI, pero no rompió con dicho partido (acaso a falta de opción definida a la cual saltar: ¿MC?, ¿el Verde como puerta trasera de Morena que es?)
En todo caso, Beltrones recicló lenguaje naftaleno y se adhirió a la nostalgia de caracterizar al tricolor como epopeya en curso que se habría roto apenas al confirmarse este jueves reciente la relección del citado Alito. Sin embargo, no renuncia expresamente, sino que solamente se mantiene separado y deslindado
de la dirigencia en un marco de poco impactante suspenso autoasignado.
Astillas
En la cruda planicie de las batallas y los reacomodos
internos, habrá de verse si para presidir la mesa directiva de San
Lázaro avanza el grupo de Ricardo Monreal, empujando al vicepresidente
Sergio Gutiérrez Luna para que quede en definitiva, o llega alguien con
mayor etiqueta claudista, por ejemplo Alfonso Ramírez Cuéllar, quien
pudo haber sido coordinador del grupo de Morena en la Cámara de
Diputados, pero acuerdos corcholateros cedieron el cargo al
zacatecano Monreal y dejaron en la vicepresidencia al ex líder de El
Barzón, nacido igualmente en Zacatecas… También se habla de Olga Sánchez
Cordero, ministra en retiro de la Corte, aunque pesa en su contra
(entre otros factores) el hecho de haberse ausentado de la votación
clave sobre la reforma judicial argumentando estar enferma (Monreal,
puntilloso, dijo al ser preguntado sobre esa ausencia tan sugerentemente
elusiva: es su conciencia; si así fuera, allá ella
)... Otras
versiones hablan de Dolores Padierna para presidir la citada mesa
directiva de los diputados, aunque dicho perfil no parece el más acorde
con los tiempos de cambio, más que de continuidad impugnable, en la
clase política 4T… Y, mientras la presidenta del INE busca saltarse a
juzgados y Corte al recurrir al Tribunal Electoral Federal para que
éste, con supeditada mayoría 4T (la presidenta, Mónica Soto, más los dos
Felipes; tres de cinco), autorice el proceso electoral judicial de
2025, ¡hasta mañana!
X : @julioastillero, Facebook: Julio Astillero, juliohdz@jornada.com.mx
lucha de clasesno fue en las aulas universitarias, ni siquiera en los seminarios que sobre marxismo impartía Vidal Solís a un grupo seleccionado de singulares jóvenes trotskistas y a otros tantos oyentes que aún no estábamos totalmente convencidos. Aprendí que las clases no solamente existen sino que éstas son la base y la estructura misma que hace posible la existencia de la sociedad contemporánea. Vean ustedes si me faltó objetividad en mi raciocinio: año con año, los creyentes de Coahuila hacían una peregrinación para honrar a la Virgen de Guadalupe. En el tren Regiomontano que partía de Nuevo Laredo pasando por Monterrey, Saltillo, San Luis Potosí y Querétaro hacia el Distrito Federal, venía yo compartiendo una angosta y corta banquita con un rubicundo señor que ocupaba las tres cuartas partes del asiento común. Enfrente, una amplia matrona acompañada de una adolescente tempranera a la que, con desgano, instaba a quitarnos de encima a sus críos de los que parecía hermana mayor. Los sanitarios eran dos, uno para cada sexo (en esos tiempos sólo había dos), así que las colas eran tan largas como un ferrocarril (valga la simplona comparación). Yo había comprado un boleto de segunda para el viaje Saltillo-DF, cuyo costo era de 35 pesos. Por más
aspiracionistay puberto que fuera, entendí, de pronto, que la existencia de clases era un hecho incontrovertible y que estaba a mi vista (y de los otros sentidos). Además de la segunda categoría que yo habitaba, existían la de primera, la primera especial y en la cúspide, algo que se llamaba pullman y, por supuesto, el exclusivo bar al que su negativa de ingreso no necesitaba de los actuales cadeneros, bastaba con mostrar los costos de las bebidas: una cerveza era el precio de una opípara comida corrida en cualquier restaurancito de baja estofa. No me quedó duda alguna: la nuestra era una sociedad clasista. ¿Dudas, cinismo o devoción a este respecto?
Cuando conversé mi decisión de venir solo a la capital y a esa edad, repito, puberta, recibí toda clase de consejos y advertencias. Las opiniones sobre los lugares emblemáticos de la capital variaban, pero una constante era el Zócalo de la gran ciudad. Los amigos que prepararon mi arribo vivían en el centro pues estudiaban medicina e ingeniería, así que mi primera casa se ubicó en plena Lagunilla, a unas cuadras de Garibaldi, de la Arena Coliseo de los cines Venus y Río, que pregonaban su aroma a sexualidad galopante en varias calles a su alrededor; de la Plaza Santo Domingo y sus evangelistas que tienen decenas de años escribiendo para los iletrados cartas de amor, odio, añoranza o despecho, según la solicitud del abajofirmante.
De los sitios recomendados el primero que visité fue el Zócalo.
Cuando desde Madero o Cinco de Mayo di la primera vista a esa enorme
planicie pavimentada, casi pierdo el equilibrio: jamás había visto nada
igual y mi pensamiento, limitado a lo poco que conocía, de inmediato
sacó la natural comparación, ¿en cuántas de estas plazotas cabrá mi
pueblo? Mi madre había colgado en el zaguán de la casa fotos del mitin
en nuestra plaza mayor, convocado para anunciar al pueblo la heroica
expropiación del petróleo mexicano. No sé qué tan cierto es el apotegma
freudiano de que infancia es destino,
pero no dejo de asistir a todas las celebraciones de este hito del pueblo mexicano de nuestros días.
De este tema: los diferentes zócalos que he vivido, seguiremos hablando pero, por ahora, contra mi costumbre, permítanme una sugerencia: adquiera a la brevedad un ejemplar del libro autoría de Humberto Musacchio, titulado El Zócalo. Se emocionarán, se interesarán, y querrán saber más al respecto. Les dejará la grata sensación que se experimenta cuando se sale de ver una joya fílmica o de saborear un vinillo como de la segunda ronda en las Bodas de Canán. Las imágenes y los pies de grabado son otro acierto. No inducen, sino que exponen para que el veedor piense, sienta y se regocije.
Iba aquí en el texto de la columneta, cuando me dieron la noticia del
fallecimiento de la maestra Ifigenia. Faltaría a la verdad si digo que
me sorprendió. La esperaba en cualquier momento pero, ciertamente, no en
éste. Cuando la vi recibir la banda presidencial del Presidente y
entregarla a la Presidenta, pensé: hay Ifigenia para rato. Pasé por alto
que los tiempos de ella siempre fueron otros: los del cumplimiento del
deber, de los compromisos vitales que asumía. Por eso, acabada
internamente, decidió que sus últimos momentos fueran la rúbrica final
para darnos una última enseñanza : El que no vive como piensa, corre el peligro de pensar como vive
. Esta no fue nunca la opción de la maestra Ifigenia –la bella Pilli– de la preparatoria.
Propuesta: Que todas las fracciones parlamentarias que lo consideren de justicia, propongan a la asamblea inscribir en los muros de honor el nombre de Ifigenia Martínez.
En el primer caso más de 200 personas en Carolina del Norte han perdido la vida por el efecto del huracán. Muchos de ellos fueron literalmente arrastrados por las corrientes ocasionadas por las lluvias. Otros más, por el derrumbe de sus casas construidas en sitios de alta peligrosidad. Lo más relevante es que durante más de una década las iniciativas del partido demócrata tratando de hacer más eficientes las normas de construcción y evitar, o cuando menos paliar, la destrucción causada por éste y otros fenómenos naturales, han sido rechazadas. La mayoría republicana en el congreso del estado ha cerrado filas con los constructores a cambio de patrocinar sus campañas de relección. En el fondo están de por medio las pingües ganancias de los constructores de vivienda. Insisten en que, de elevarse los códigos de construcción, impactarían en el costo de la vivienda cuya necesidad se ha multiplicado en años recientes. La paradoja es necesaria: más vivienda, pero para ello bajar los estándares de seguridad a costa de la seguridad de sus moradores.
La segunda paradoja es la huelga de estibadores que exigen un aumento en sus salarios y un alto a la mecanización de los puertos. No hay que ir muy lejos para ver que la huelga crearía un cuello de botella en las importaciones que tendría un impacto inflacionario, parecido al que se derivó de la pandemia. Después de obtener un sustancial aumento salarial, la unión de estibadores suspendió la huelga, pero no sin advertir que la reanudará en enero para exigir que se detenga la mecanización.
En el primer caso está la necesidad de vivienda que sólo se puede resolver si el Estado concede a los desarrolladores el derecho a especular con un bien tan necesario. En el segundo, los estibadores, además, recordarnos los albores del desarrollo industrial y el ludismo como medio para detenerlo. Los beneficios del desarrollo tienen resultados paradójicos y desestabilizadores, como los que demuestran estos dos casos. Una vez más dan la razón a quienes durante años han insistido en la disfunción del sistema en el que vivimos. En la actual coyuntura electoral actual ambos casos pudieran tener repercusiones inesperadas.
No somos iguales
, gustaba de repetir el ex presidente Andrés
Manuel López Obrador en cuanta oportunidad tenía; sin embargo, en
materia de seguridad o, si se prefiere, de operatividad de las fuerzas
del orden –Ejército, Marina, Guardia Nacional y las corporaciones y
policías que se acumulen–, éstas no mostraron un eficiente y puntual
desempeño que permitiera a la ciudadanía confiar en dichas fuerzas,
cuyos abrazos por orden superior, lejos de disuadir a la delincuencia y
disminuir sus acciones, la estimularon. Del narcotráfico, ni hablar.
Detrás de estas dudosas políticas de seguridad otro factor iguala al
régimen lopezobradorista con los anteriores: una religiosidad convertida
en ideología, sus personales creencias y su voluntarioso manejo
político, más o menos disimulado o más o menos visible, desde el
vaticanismo socarrón de mandatarios del PRI y el PAN hasta el
evangelismo indisimulado del primer mandatario de Morena. Es decir, un
inconfesado temor de Dios
como alerta vigilante de las buenas relaciones del presidente con… su fe, no sólo con sus compromisos.
Yo deseo que nadie sufra, esa es mi convicción, deseo que nadie pierda la vida
,
declaraba compasivo López Obrador. Sin contar los miles de muertos en
vida, que queriendo terminar con su inhumana existencia son secuestrados
por sus amorosas o irresponsables familias, pues salvo quienes se
sienten socios de Dios −ego y fe no tienen camino aborrecido−, la vida
humana exige unos mínimos de calidad para llamarse tal.
Que la persona en duelo merezca afecto, cariño y todo nuestro humanismo
no es igual que proporcionarle el apoyo y la confianza de que se hará
justicia, como respuesta honesta y solidaria. Por lo demás, todo
humanismo bien entendido garantiza y promueve el derecho a la muerte
digna. El vitalismo retrógrado, no. En este sentido, AMLO no fue
distinto a sus antecesores.
Piénsenlo sólo por un momento: si el objetivo hubiera sido que la presidenta controlara la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), hubiéramos hecho una reforma al estilo Zedillo. No. Eso es autoritarismo. Nosotros somos demócratas. Queremos que se termine la corrupciónen ese poder del Estado.
Más nítido, imposible. Pero los golpistas (quienes intentan meter las manos donde la Constitución se los impide), con Piña como cabeza visible, redoblan la apuesta para tirar la citada reforma –ilegalmente, desde luego– y acelerar el boicot en su contra. Por tal actitud, desde días atrás varios dirigentes políticos han mencionado la posibilidad (casi casi el consenso) de someter a juicio político a los ocho desbocados ministros de la SCJN que actúan como verdaderos pandilleros, siempre en contra de los intereses de la nación.
Pero Sheinbaum mantiene el criterio descrito líneas arriba, aunque proceder contra la banda de los ocho (y toda la mugre que está atrás de ellos y con ellos) no sería una medida autoritaria, toda vez que la ley no sólo establece esa posibilidad, sino que marca el mecanismo para ello, siempre en el marco de la Constitución; es decir, se puede, y debe, actuar en contra de esos hampones que se han metido en un berenjenal. Hay consenso: el Poder Judicial de la Federación está desbocado, instalado en la cancha antiinstitucional y fuera de control.
De hecho, el viernes pasado la presidenta Sheinbaum subrayó que el oscuro proceder de los ocho ministros “no tiene sustento y se adoptó más por criterios políticos que jurídicos. Más bien digo que es un golpe aguado, no un golpe de Estado, porque, la verdad, ¿qué sustento tiene? Quienes avalaron esta decisión, ¿qué pretendían? Pienso que, en primera, provocarnos para que les demos argumentos de decir: ‘¡ay, miren qué autoritarios son!’ No vamos a caer en ninguna provocación, en ninguna”.
Sin embargo, en su exacta dimensión lo ha planteado la ministra Lenia Batres: el Poder Judicial de la Federación actúa como el
gran violador de las leyes y de la Constitución; el comportamiento de
los juzgadores es gravísima, sobre todo la decisión del juez federal que
otorgó una suspensión para frenar el proceso electoral a partir de un
amparo, pese a que la ley en la materia indica en su artículo 61 que
este recurso es improcedente frente a reformas constitucionales. Están
provocando; no tienen atribución ni facultades. Reto a los ocho
ministros a que digan en qué parte la Carta Magna dice que tienen
atribuciones para revisar la constitucionalidad de la reforma. La
arrogancia, torpeza e insensibilidad de la Corte les genera mayor
descrédito, pues los ministros no tienen facultades ni para revisar la
constitucionalidad de la Constitución, ni para determinar si acatan o no
lo que en la Constitución dice
( La Jornada, Sandra Hernández García).
Así es: mientras no les pongan un alto, Piña y sus sicarios (con todo
lo que en las sombras les da sustento) seguirán y seguirán con los
actos ilegales. Si no es por la vía del juicio político, entonces ¿cuál
será el mecanismo? El vicecoordinador de Morena, Ignacio Mier, considera
que no importa
si Norma Piña entrega o no el listado con el
total de plazas en el Poder Judicial de la Federación, las vacantes y
retiros, porque el Senado emitirá el próximo día 16 la convocatoria para
la elección de jueces, ministros y magistrados, como establece la
reforma constitucional en la materia. La convocatoria se emitirá en
tiempo y forma; nosotros sí respetamos lo que nos ordena la
Constitución; no vamos a renunciar a lo aprobado por el Constituyente
Permanente ni a claudicar, porque estaríamos incurriendo en desacato
( La Jornada, Andrea Becerril).
Entonces, los vigilantes
de la Constitución no son más que golpistas que actúan en contra del país.
Las rebanadas del pastel
Fuerte abrazo de despedida para la querida y respetada
Ifigenia Martínez, amiga y compañera de aquellas históricas marchas, sin
olvidar el campo académico; de ella aprendimos una enormidad. Buen
viaje, con todo cariño… Quien resulta impresentable (aunque era más que
obvio por estar asociado a otro igual que él, Ricardo Monreal) es Pedro
Haces (Heces
para los cuates), que se metió como la humedad en la estructura y la operación de Morena. Vergüenza.
De la oferta, la producción/oferta interna de bienes y servicios (PIB) fue de 33 b, 73.6%, y creció 1.8%, mientras la oferta externa (importaciones) fue de 11.9 b, 26.4% del total, y creció al doble, 3.5%
De la demanda, el consumo total llegó a 27.1 millones, 60.5% de la demanda, y creció 3.3%, también la menor tasa pospandemia; la inversión fija (formación bruta de capital fijo) sumó 8.0 billones, 17.8% de la demanda, y creció 7.7%, una buena tasa, aunque también la menor de los años previos, y las exportaciones (demanda externa) llegaron a 11.2 billones, 25.1% del total, y decrecieron -4.6%, segunda disminución consecutiva.
Del consumo total (27.1 b), el privado (básicamente de las familias, G-1 nota 1) sumó 23.4 b, 86.3% del total, y creció 3.5%, y el consumo del gobierno sumó 3.7 b, 13.7% del total, y creció 2.1% (gráfico 2). El comportamiento del consumo en los primeros semestres del sexenio a precios constantes se presenta en el gráfico 3.
De la inversión fija, (8 b), la Construcción sumó 4.7 b, 58.9% del total, y mantuvo su fuerte recuperación con un crecimiento de 11%; de sus componentes, la construcción residencial escaló a 2 b, y registró un crecimiento de 5.4%; la inversión no residencial ascendió a 2.7 billones y continuó su dinamismo con un crecimiento de 15.3% (gráfico 4). Y la inversión fija productiva (maquinaria y equipo) sumó 3.3 b, con un crecimiento de 4.5%
El comportamiento de la inversión fija en el sexenio (primeros semestres) se presenta en el gráfico 5 a precios constantes, con la subdivisión de pública y privada.
UNIDAD TÉCNICA DE ECONOMÍA, SA de CV. CDMX Tel/fax 55 5135 6765 unite@i.com.mx
En los últimos días, Kristofferson ha sido recordado por su obra musical y actoral (participó en más de 50 películas), pero menos se habla de su dedicación a causas nobles dentro y fuera de su país, desde el apoyo al gremio de jornaleros UFW encabezado por Cesar Chavez, su solidaridad con movimientos de liberación nacional en Centroamérica y Sudáfrica, a la defensa de prisioneros políticos estadunidenses como el líder indígena Leonard Peltier y el activista afroestadunidense Mumia Abu-Jamal y su participación en protestas contra intervenciones y guerras estadunidenses y el armamento nuclear.
Su trayectoria musical y sus aportaciones artísticas ameritan amplia atención (ver el homenaje de Pablo Espinosa en estas páginas: https://www.jornada.com.mx/2024/10/05/cultura/a12n1dis ). Su solidaridad con causas populares y rebeldes fueron parte integral de su vida en la que, entre otros, compartió con Vanessa Redgrave su defensa de los palestinos y con Martin Sheen la de jornaleros agrarios inmigrantes, así como contra la amenaza nuclear y la política bélica de su país (y había sido soldado y su padre general).
“He sido un radical por mucho tiempo. Supongo que está mal, ya que sería más comercializado como un derechista redneck (ignorante), pero yo me metí en esto para decir la verdad tal como la veía”, comentó Kristofferson en entrevista con Esquire en 2007.
Kristofferson empezó su carrera en el género country, el cual tiene fama de ser el más conservador y hasta racista de los ámbitos musicales de este país. Pero formó parte de las corrientes progresistas conocidas como outlaw country, cuyas figuras más prominentes son Johnny Cash –su mentor, quien le abrió la puerta a su carrera– y Willie Nelson, quien continúa, a sus 91 años, tanto en la música como en sus esfuerzos formidables de apoyo a granjeros y comunidades rurales.
El country también nutrió corrientes que fluyen en el rock, folk y el llamado pop, y las canciones de Kristofferson se conocen también a través de artistas de otros géneros. Por ejemplo, es la voz de la gran rockera Janis Joplin que para siempre consagra la canción de Kristofferson Me and Bobbie McGee (https://www.youtube.com/watch?v=-ggFIeg5u1M).
Algunas de sus canciones menos famosas son importantes más por su
expresión política-social que por su calidad musical, como es el caso
con su álbum Repossessed , de 1986 (https://www.youtube.com/watch?v=nXCr7f6A2DM) y Guerrero del Tercer Mundo, que emitió en 1990, donde incluye canciones que abordan los movimientos de liberación en El Salvador, Nicaragua y Sudáfrica. No
lo puedes derrotar, está luchando por la libertad / Eso es todo lo que
quiere, eso es todo lo que necesita / Nunca lo podrás derrotar con armas
y dinero / No hay ninguna cadena tan fuerte como la voluntad de estar
libre
(https://www.youtube.com/watch?v=hzYTyERuj5g) En otra concluye: Y diré que hasta el día en que liberemos a Mandela / Todo el mundo estará en cadenas
.
En una entrevista en 1991, preguntaron a Kristofferson cómo veía el estado de su país, y respondió con algo que seguro podría repetir hoy día: “más allá del hecho de que me recuerda el patriotismo coreografiado de ondear banderas que tuvimos en la Alemania nazi hace medio siglo, el hecho de que tenemos un sistema de un solo partido en control de las tres ramas del gobierno, y unos medios de noticia… que están generando propaganda para el gobierno que haría sonrojar a un nazi, más allá de eso, estamos bastante bien”.
Se seguirán cantando sus canciones, su voz se extrañará más que nunca.
Johnny Cash & Kris Kristofferson. Sunday Morning Coming Down. https://www.youtube.com/watch?v=IRU9i9egr7A
Kris Kristofferson. Border Lord. https://www.youtube.com/watch?v=dExX7ecmfBY
Salvo las amarguras ya conocidas, la recepción de la gente se ha mostrado, una y otra vez, decidida a dar su apoyo a la Presidenta, que en el arranque de su mandato ya mostró firmeza y buen manejo en la toma de decisiones.
De cualquier forma, aún quedan algunas interrogantes que no encuentran respuestas fáciles. Una de ellas, tal vez la más preocupante, es qué hacer con los medios de difusión del Estado.
Hoy, los medios que deberían conducirse desde la perspectiva de la 4T no encuentran un lugar cómodo para difundir las formas de resolver los grandes problemas del país, y en algunos casos se convierten en trincheras de la oposición desde donde se repiten y se repiten los ataques, muchísimas veces sin fundamento, de quienes no creen en la 4T.
Aunque mucho se desdeña el trabajo de esos medios, es necesario recalcar que son, significan la única posibilidad, en una gran cantidad del país, de obtener información sobre el trazo y el paso del gobierno.
¿Son necesarios? Sí. Por los medios en manos de la iniciativa privada que le han negado consuetudinariamente la voz al hecho de gobierno parece imposible obtener la información necesaria para equilibrar, cuando menos, la opinión de algunos ciudadanos, y eso de todas formas distorsiona la realidad del país.
Como nunca, el gobierno cuenta hoy con una serie de medios –televisión y radio– que deberían estar empeñados en explicar cada uno de los movimientos que en favor de la sociedad se emprenden desde el Zócalo, pero eso no sucede.
La política de medios que encabezó Jesús Ramírez significó el fracaso más grande del gobierno pasado si medimos los resultados de lo que desde ahí se difundía en relación con el trabajo gubernamental.
La conferencia mañanera, principal forma de comunicación entre el gobierno y la gente, se veía desdibujado con la gestoría de muchos asistentes, que más que conseguir información se convertían, principalmente, en quienes abogaban por la solución de problemas personales.
Las cosas parecen haber cambiado para bien y la mañanera parece más ágil, pero eso no puede y no debe ser la única forma de comunicación con la gente.
Por eso urge una política de gobierno que esté acorde con el gran trabajo de comunicación que debe tener el gobierno, y parece muy peligroso tratar de reiterar el fracaso.
Sí, se deben estudiar las formas, se debe establecer una política que le permita al periodismo cumplir con lo suyo y al gobierno informar de sus esfuerzos. Nada más.
De pasadita
Nos cuentan desde el INE que la amenaza de una jueza en contra de la gente del organismo, que va desde la sanción económica hasta la cárcel si continuaba con los trabajos para la elección de jueces, tendrá el mismo destino que todos los otros amparos que en contra de la reforma al Poder Judicial se han enderezado.
La convocatoria a la población se hará pública el próximo día 16 y todo seguirá el curso previsto. Ya hay una ley y se le hará cumplir, aunque los que deberían cuidar que eso sucediera hagan hasta lo imposible por impedirlo.
Es verdad, y no hay necesidad de otra encuesta: los jueces, magistrados y ministros son los más mal calificados por la población si no se cuenta a los policías.
Nadie les ha dicho que todos sus movimientos ya son inútiles porque la ley va y que a ellos, en sus derechos, no se les molestará mientras no cometan algún error que amerite su despido. Deben tenerlo en cuenta.
Llovieron rechiflas y mentadas de madre contra Gago por los pasillos del estadio Akron. La enardecida afición, sintiéndose des
El que es perico donde quiera es verde. Las Águilas se deslavan y debajo queda un pichón. ¡Sufren!, no se hallan en el estadio Azul, y la directiva, mientras remodela el Azteca, piensa convertirlas en nómadas, un equipo lastimero, errante... Una prueba rotunda de que la multipropiedad es nefasta: Puebla, León, Pachuca, Querétaro, Mazatlán y Santos son coleros… En medio de este panorama desolador desentonan unos Pumas que intentan afianzarse en zona de play in. Y no se diga La Máquina, que marcha impertérrita, sólida en la cima, como si fuera de otra Liga.
Para el sábado el Tri se dará un festín en el estadio Cuauhtémoc. El viernes arribará la plantilla del Valencia, equipo que en la Liga de España es el peor de los peores y está amenazado de descenso. Llegará sin sus seleccionados (cinco bajas), los jugadores estarán maltrechos, con los músculos entumidos tras un agotador viaje de 24 horas. Casi sin tiempo de recuperación se presentará en plan de víctima al juego amistoso. “¡Partido molero… No sirve para nada!”, vociferó Ricardo Tuca Ferretti… Exacto, la gente lo sabe y la demanda de boletos es pobre. Que den entrada libre.
La lista de convocados de Javier Vasco Aguirre tampoco ayuda; está lejos de ser un imán de taquilla. El estratega adora integrar naturalizados intrascendentes; lo hizo con Gabriel Caballero (2002) y Guillermo Franco (2010), ahora cita a Germán Berterame, aunque viva horas bajas… Le interesó un tal Obed Vargas, quien milita en el Seattle Sounders, es decir, ya acató la línea de Juan Carlos Bomba Rodríguez: anticiparse a la selección de Estados Unidos respecto a cualquier jugador… ya luego se averiguará si funciona.
El guardameta Guillermo Ochoa sabe que México –como van las cosas– nunca ganará una Copa del Mundo y ansía sobresalir en solitario, quiere acumular seis mundiales a los 40 años, sin importarle que tal hecho es vergonzoso porque evidencia el abandono de las fuerzas básicas; él, engreído, sólo busca su récord… A México quizá le falten mediocampistas y delanteros, ¡pero porteros le sobran! Ojalá Memo se despoje de tanta vanidad y le sea soportable quedar a la par de Antonio Tota Carbajal. ¡Sensatez y paso a la juventud!
A trabajo igual, salario igual sin distinción de género
, reza
una de la iniciativas incluidas en el paquete de reformas que la
presidenta Claudia Sheinbaum emitió, cuando aún no se había instalado
del todo en Palacio Nacional, porque es perentoria. Para las futbolistas
de la Liga Mx Femenil lo del sueldo es letra muerta; sin embargo, urge
poner en sus manos la Cartilla de derechos de las mujeres para no dejar
impunes eventos como el que afectó a Lucía Yáñez, revictimizada: el Club
Puebla la dio de baja ¡porque sufría acoso! Increíble.
La ridícula Liga Mx se maquilla, adopta en octubre el balón rosa para decir que apoya a las mujeres en la lucha contra el cáncer de mama. ¡Pura pose, simulación vil!, que se esfuerce más en dar salarios dignos a todas. Ellas, con apoyo, también dan resultados, como Tigres, que llegó a la semifinal de la Concachampions… Arranca la Tercera División Profesional femenil con chicas que van a pagar por jugar y no tendrán salario.
Es indudable, para empezar, que Clara Brugada asume las riendas de la ciudad capital en circunstancias que en lo general deben ser calificadas de favorables: con una legitimidad incuestionable; 11 de las 16 alcaldías estarán gobernadas por la coalición de la que forma parte, la cual dispone de una amplia mayoría en el Congreso local, y, no menos importante, con una relación histórica, fluida y cercana con la presidenta de la República, Claudia Sheinbaum.
En el ámbito de la trayectoria personal, la nueva jefa de Gobierno tiene una buena experiencia como jefa delegacional y alcaldesa de Iztapalapa, una de las demarcaciones de mayor conflictividad social y en la que, sin embargo, llevó a cabo una gestión exitosa y, en muchos sentidos, ejemplar, como lo atestiguan las 13 Utopías –Unidades de Transformación y Organización Para la Inclusión y la Armonía Social–, el establecimiento de senderos seguros y la introducción, en colaboración con el gobierno urbano, del sistema de transporte colectivo Cablebús, entre otros logros. Por añadidura, Clara Brugada ha sido, antes que gobernante, conductora y organizadora social y política, y tiene una vasta experiencia en territorio.
Pero si bien la titular del Ejecutivo local asume el cargo en esas condiciones auspiciosas, los desafíos que habrá de enfrentar su gestión son muchos, muy variados y exponenciados por las dimensiones de la megalópolis, la cual puede compararse en población y peso económico con no pocos países.
Brugada tiene razones para confiar en una nueva reducción de los índices delictivos y un fortalecimiento de la seguridad pública, en línea con lo conseguido por su antecesora Claudia Sheinbaum en el sexenio recién pasado, y puede ciertamente avizorar una nueva mejoría de las condiciones sociales: proseguir la reducción de la pobreza, la desigualdad, el desempleo y la marginación e incidir, por esa vía, en una disminución de la violencia delictiva y familiar. Cuenta, además, con instrumentos para llevar adelante su propuesta revolución de las mujeres y la consolidación de derechos y libertades que hasta hace una generación parecían irrealizables: el derecho a decidir, garantías legales para la diversidad, igualdad sustantiva en todos los ámbitos, el reconocimiento de la importancia de los cuidados como parte de la actividad económica y social, el pleno respeto a los derechos de los pueblos originarios y afromexicanos y la generación de más espacios educativos y habitacionales para niños y jóvenes.
Los problemas más arduos parecen estar, en cambio, en el manejo del agua –tanto en el terreno legal como en el de la operación y gestión de recursos hídricos–, la planeación urbana, el combate a la especulación inmobiliaria –que implica, para empezar, una tolerancia cero ante la corrupción de autoridades, notarías y empresas constructoras–, el freno a los acelerados procesos de gentrificación en curso, agilizar la movilidad en general y establecer una gestión ambiental que va desde la mejora en la calidad del aire hasta la creación de un sistema integral de manejo de desechos sólidos.
Con todo, ninguna de las administraciones capitalinas de la historia reciente había arrancado en circunstancias tan favorables como las actuales. Con esa consideración en mente, cabe esperar que Clara Brugada logre concretar en los próximos seis años sus propósitos de entregar una ciudad segura, pacífica, igualitaria, próspera, amable, democrática, libre, limpia y armónica.
Nos permitimos proponer a usted, con el debido respeto y solidaridad para familiares y seres queridos de Ifigenia Martha Martínez y Hernández, que los restos mortales de esta ciudadana ejemplar sean trasladados, para su descanso final, a la Rotonda de las Personas Ilustres en la Ciudad de México.
Francisco Martínez Marcué, por Veteranos del 68; Félix Hernández Gamundi, presidente del Comité 68; Ángel David Fonseca Corral, presidente del Colegio de Economistas Metropolitanos de la Ciudad de México; Juan José Dávalos López, coordinador del Foro Petróleo y Nación, y Mario Galicia Yépez, presidente del Comité Nacional de Estudios de la Energía
No sabemos qué va a pasar con la elección de Estados Unidos. La absoluta certeza de que Joe Biden perdería frente a Donad Trump, fue sustituida por la incertidumbre de una Kamala Harris que repunta en la elección general, y empieza a dar la vuelta en estados clave. Esa incertidumbre definirá las políticas de nuestro principal socio comercial y geopolítico en materia económica, de seguridad y migración. Básicamente, nuestro futuro en el corto y mediano plazos. Eso, independientemente de los factores estructurales como la seguridad pública, la infraestructura y los servicios, es lo que hoy está frenando inversiones que se daban por descontadas con el fenómeno del nearshoring.
Un inversionista hoy no sabe si Trump reavivará su pleito con China y eso fortalecerá a México como plataforma logística; o si, como ha dicho nuevamente en sus mítines, impondrá aranceles a vehículos manufacturados en México. No hay incentivos para la toma de decisiones, ni para inversiones de largo plazo. Ante el miedo, el capital se refugia en las altas tasas de interés, en el dólar y en última instancia los más conservadores en el oro.
En este clima incierto, no sabemos aún la escala que puede tomar el conflicto en Medio Oriente, que ya no es entre Hamas e Israel, sino entre Irán, Líbano, Hamas, Israel y Estados Unidos, con el claro riesgo de involucrar a Rusia. Lo que se ha visto en las últimas semanas, con la incursión en tierra del ejército israelí en el Líbano, es el punto más álgido de un conflicto que noticiosamente parece ser eterno, pero que sin duda está moviendo desde el precio del barril de petróleo, hasta el apetito de riesgo de los capitales mundiales.
En el flanco interno, la implementación de la reforma judicial y las leyes secundarias, serán un elemento de incertidumbre constante, por lo menos, en el primer año de gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum, quien, dicho sea de paso, ha actuado de manera estratégica en estos primeros días en el poder. En ese sentido, estimo que, aunque la reforma está consumada, al mercado y a las empresas inversionistas aún les falta una prueba definitiva sobre la reforma: un hipotético caso en el que un juez electo popularmente, falle en contra de una empresa extranjera y su ejemplo sea temido por otras más. Qué importante será en esas primeras resoluciones, que los nuevos jueces electos se apeguen a la legalidad, al marco normativo, pues de ello dependerá la percepción definitiva sobre el estado de derecho en México.
Viene un trimestre fundamental y cierre del año definitorio. En lo económico, en lo sociopolítico, en nuestro papel frente a Estados Unidos, y en el contexto financiero global permanentemente tenso por conflictos que de ser regionales (Rusia-Ucrania, Israel-Gaza), pueden escalar a niveles que esta generación no conoce.
Cuando estalló la Primera Guerra Mundial, en 1914, luego de 30 años de desarrollo científico, tecnológico y económico sostenido en prácticamente todo el mundo, había algo subyacente: había pasado un siglo desde las guerras napoleónicas y había una generación entera que no sabía lo que era la guerra. Guerra que generó tales heridas y odios, que provocó la Segunda Guerra Mundial en un pestañeo de la historia. En 2024 hay una generación entera que no conoce la guerra a esa escala, y múltiples factores que la alientan en todos los frentes, todo ello, en un ambiente de erosión democrática y polarización política. Un contexto no menor para los retos que enfrenta México, y el mundo que pretendemos heredar a nuestros hijos.
Bukele estará esta semana en la mira de gobiernos y organizaciones de derechos humanos. Su gobierno comenzará este martes 8 de octubre un juicio, para el cual no hay prueba alguna, de cinco defensores del agua, acusados por la Fiscalía General de El Salvador de un presunto crimen de guerra cometido hace más de 33 años, durante la guerra civil de El Salvador, que cobró 75 mil vidas.
Desde enero de 2023 se capturó (ahora en arresto domiciliario) a Miguel Ángel Gómez, Alejandro Laínez, Pedro Antonio Rivas, Saúl Agustín Rivas y Antonio Pacheco, miembros de la Asociación de Desarrollo de El Salvador (ADES) de Santa Marta. Como parte de la Mesa Nacional frente a la Minería Metálica, se enfrentaron y vencieron a la empresa minera canadiense Pacific Rim (adquirida por OceanaGold). No hace falta conjeturar que se les persigue por su papel en haber hecho de El Salvador el primer país del mundo en prohibir la minería metálica, y por levantar la voz de alarma sobre los intereses del régimen actual en reinstalarla.
Este caso demuestra que el gobierno de Bukele no detiene solamente a miembros de bandas criminales. Una delegación de verificación que visitó El Salvador el pasado otoño reportó que se ha detenido y torturado a miles de personas inocentes, incluyendo sus opositores políticos, activistas ambientales y dirigentes sindicales (Ver Estado de decepción: https://tinyurl.com/25jxtf44). En cambio, Bukele ha bloqueado los intentos de búsqueda de justicia para cientos de víctimas en las masacres del Mozote, el Río Sumpul y el Río Lempa, perpetrados por un régimen represor respaldado por Estados Unidos.
En el trasfondo de este juicio existen evidencias de que Bukele busca
revertir la prohibición a la minería metálica alcanzada por un voto
unánime en la legislatura salvadoreña en 2017, con lo que arriesgaría el
abastecimiento de agua y violaría la voluntad popular. Según un
reporte, en 2021, el gobierno de Nayib Bukele invitó a ONG y
universidades a participar en la elaboración de una nueva ley de minería
metálica. Mientras, un grupo de extranjeros y una empresa, relacionada
con la trasnacional minera Titan, que operaba en Honduras, llegaron a
San Isidro, tanto para realizar supuestas obras sociales como para
comprar tierras con potencial minero
(https://tinyurl.com/mrbfh6vy).
Bukele también asignó en 2022, 4.5 millones de dólares para modificar
leyes mineras y energéticas, incluyendo una nueva ley para crear una
Dirección de Hidrocarburos, Energía y Minas.
Organizaciones solidarias con el pueblo de El Salvador en México (https://www.facebook.com/SolidaridadSVMX/), Estados Unidos, Canadá, Panamá y Alemania lanzamos desde la semana pasada una Semana Internacional de Acción protestando ante embajadas y consulados salvadoreños, con consignas como: ¡el agua vale más que el oro!, ¡no a la minería, sí a la vida! (más información: https://www.stopesmining.org/). Estas acciones son continuación de más de 20 meses de campaña, durante los cuales congresistas de EU y España, la relatora especial de la ONU sobre la situación de los defensores de los derechos humanos y cientos de organizaciones se han solidarizado con los cinco defensores del agua y por el derecho del pueblo salvadoreño a continuar la prohibición a la minería.
En enero pasado, 185 académicos, abogados y organizaciones legales de 26 países enviaron una carta abierta al fiscal general de El Salvador solicitando abandonar el caso y hacer respetar los derechos humanos del pueblo salvadoreño (https://tinyurl.com/yu483as6). Una de las académicas firmantes es Aideé Tassarini, profesora de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México. Ella participará esta semana en El Salvador con una delegación internacional para observar el juicio. Cuando le pregunté qué le motivaba a sumarse, me respondió que “leer el libro Defender el agua, de John Cavanagh y Robin Broad (editorial Grano de Sal), me inspiró para hacer lo que más me interesa en relación con las luchas, a veces a muerte, contra los monopolios mineros que devastan nuestros territorios en casi todo el planeta, y lo que más me interesa es dar a conocer a públicos más amplios el saqueo y devastación que sufren las personas y la naturaleza”.
Asimismo, representantes de embajadas de Canadá, Alemania, Francia, el Reino Unido y España y varias instituciones de derechos humanos enviarán representantes al juicio. Lamentablemente, hasta el momento, no se ha logrado ese compromiso de los gobiernos de Estados Unidos ni de México.
Para México este caso es importante por su historia. Además de la falta de pruebas, los cinco defensores del agua están cubiertos por los Acuerdos de Paz de 1992, producto del diálogo entre el FMLN y el gobierno salvadoreño, auspiciado por la ONU y países como México, y firmados en el castillo de Chapultepec. Ese mismo año la Asamblea Legislativa de El Salvador aprobó la Ley de Reconciliación Nacional, que admitió una amnistía a miembros del FMLN para permitirles deponer las armas y participar en la vida política del país.
Bukele ha llamado los Acuerdos de Paz una farsa
(leer entrevista en BBC a Nidia Díaz, firmante de los acuerdos en representación del FMLN: https://tinyurl.com/3adz5bjj).
Por esto, en este caso el gobierno de Bukele y su sistema de
impartición de justicia serán los juzgados internacionalmente. La lucha
en El Salvador ante la minería es importante ejemplo para la intención
de la nueva secretaría de la Semarnat, la doctora Alicia Bárcena, de desterrar el paradigma neoliberal extractivista, generador de desigualdades
.
* Institute for Policy Studies (www.ips-dc.org)
Hay en ese legado valiosas piezas que nos muestran aspectos distintos de la obra de Martín, pero falta el carnet que le extendió en Buenos Aires hace 50 años el director del periódico Noticias, Miguel Bonasso, con la fotografía del pibe de 17 años, de larga y abundante cabellera, que contradice su imagen de hoy, calva respetable y bigotes de manubrio, como un poderoso boxeador decimonónico, de esos que peleaban a puño pelado.
Martín había entrado a trabajar en aquel diario con pretensiones de ser fotógrafo de planta, como cuenta en su libro de 2016, Lacrónica, pero el director lo dedicaba al aleccionador oficio de chepibe
:
el que repartía las tiras del cable, y llevaba café a los periodistas
curtidos que se afanaban tecleando en las máquinas de escribir de la
sala de redacción; hasta que uno de esos veteranos le preguntó si era
capaz de escribir una nota a partir del cable de una agencia.
Fue una nota primeriza sobre un pie congelado, que debía estar en ese gran compendio de hechos de nuestro continente que es Ñamérica, y que empezaba: Doce
años estuvo helado el pie de un montañista que la expedición de los
austriacos encontró, hace pocos días, casi en la cima del Aconcagua
. La nota continuaba con lo que el propio Martín juzga como detalles inútiles
,
desdeñoso con aquel adolescente de medio siglo atrás, cuando él mismo
sabe de sobra que la escritura verdadera está, precisamente, en el
registro de los detalles: La pierna, calzada con bota de montaña, que
los miembros del club Alpino de Viena encontraron el pasado lunes 11,
cuando descendían de la cumbre, pertenece al escalador mexicano Óscar
Arizpe Manrique, quien murió en febrero de 1962, al fracasar, por pocos
metros, en su intento de llegar al techo de América
.
En esa nota estaba, en embrión, lo que Martín llegaría a ser como escritor de realidades y escritor de ficciones a lo largo de 50 años de rigurosidad, imaginación libre, fidelidad a los hechos y curiosidad desmedida. Y tuvo el privilegio de entrar en el oficio de periodista como aprendiz, con maestros que a la vez de periodistas eran escritores, enseñaban que la letra con tinta entra, e hicieron de su propia vida un ejemplo:
Rodolfo Walsh, autor de un clásico de la crónica, Operación masacre, publicado en 1957, el mismo año en que nació Martín; asesinado en 1977 tras publicarse su Carta de un escritor a la dictadura militar, que él mismo salió a repartir.
Juan Gelman, premio Cervantes de Literatura, exiliado muchos años por la dictadura militar que secuestró y asesinó a su hijo y a su nuera, embarazada de una niña dada en adopción en Uruguay; y luego víctima de la aberración de haber sido condenado a muerte por traición, por el ejército Montonero.
Paco Urondo, poeta también, que entrevistó en la cárcel a los sobrevivientes de la masacre de Trelew de 1972, cuando fueron fusilados 16 prisioneros políticos en el penal de Rawson tras un intento de fuga, y salió de allí su libro de 1973, La patria fusilada; asesinado por la dictadura militar en 1976.
Si es cierto que falta el carnet de Martín con la foto de abundante cabellera, ha dejado depositados en la Caja de las Letras, en manos de la posteridad, un boleto de entrada a un partido de futbol en un estadio de México: arte, ciencia y religión sobre la que Martín escribe con ingeniosa propiedad, igual que su par Juan Villoro, filósofos ambos que sostienen con impecable juicio dialéctico que Dios es redondo.
Doce libretas Moleskine que contienen apuntes, reflexiones, entrevistas, materiales todos que sirvieron para escribir de Ñamérica, esa monumental crónica, de la cual deja también un disco duro con todos los insumos del libro, incluyendo audios, videos, imágenes y las diferentes versiones del manuscrito; y un ejemplar de la edición conmemorativa.
En la tradición que va de Heródoto a Kapuściński, Martín ha sido un periodista que ha recorrido mundo, presente en el lugar de los hechos, porque si no se es testigo presencial de guerras, éxodos, hambrunas, no se puede voltear de revés la realidad y verle las costuras; testigo fiel del horror y la maravilla, sabiendo que se es infiel a la verdad sólo cuando se imagina como novelista, una infidelidad legítima, y que en el relato del cronista, que ve y que toca, la fidelidad queda escrita con tinta indeleble en la libreta de apuntes.
Un doble oficio, una doble pasión, el periodismo y la literatura. Y con esto, sólo nos toca repetir con Gardel y Lepera: que 50 años no es nada.
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Tal es caso de esta presa, pues en su entorno hay dos minas en explotación: Las Chispas y Santa Elena, que podrían resultar beneficiadas al paso de los años, aunque hoy no están consideradas como usuarios. Pero eso sí ocurrió con la presa El Molinito. Su objetivo inicial era evitar inundaciones en la ciudad de Hermosillo, mas luego se utilizó como proveedora de agua por el crecimiento urbano gracias a la industria inmobiliaria.
Los perdedores: los productores agrícolas, ejidatarios y colonos, que tenían sus medios de subsistencia aguas abajo de la presa. De sembrar casi 9 mil hectáreas en 1993, sólo cultivaban 3 mil en 2011. También se afectó al ambiente, al reducirse drásticamente la cantidad de vegetación ribereña que necesita un mínimo de agua para subsistir.
Falta agua en esa entidad, aducen las instancias oficiales. Sí, en parte. Porque lo real es el acaparamiento del líquido que realiza la minería en el río Sonora y sus afluentes, como en Bacanuchi y Bacoachi. Además, advierte Díaz Caravantes, no tiene sentido defender la nueva presa, ubicada a 175 kilómetros de Hermosillo, argumentando que abastecerá a dicha ciudad.
Esta nueva obra alentará la urbanización de la presa Abelardo L. Rodríguez (adyacente a la ciudad), aumentando así el crecimiento urbano y la demanda de agua. Y en detrimento de la más importante área natural protegida de Hermosillo. El remedio para el abastecimiento de líquido para la ciudad es elevar su eficiencia, pues hoy se desperdicia más de 50 por ciento del agua inyectada a la red de distribución.
Mientras, la ciudad de Torreón se inunda cada que llueve mucho. Eso ocurre desde hace décadas y los políticos llaman atípicas
a esas lluvias, advierte el periodista Francisco Rodríguez, en Semanario,
publicación del diario Vanguardia. El agua colapsa a la ciudad,
destruye el pavimento de las calles y avenidas, afecta viviendas,
mientras el drenaje es insuficiente para captar un recurso muy necesario
para más de un milón de habitantes. Ausentes, los programas
gubernamentales para captar ese recurso vital en bien de la población y
sus actividades económicas.
También en La Laguna, donde se ubica Torreón y ocho ciudades más, sigue el problema de salud por consumir agua con arsénico, un metal que, de acuerdo con la doctora Lilia Albert Palacios, ocasiona, entre otros males, diabetes, cáncer, trastornos en el sistema reproductor, nervioso, hepático, cardiaco y pulmonar. Para evitarlo, la gente compra en La Laguna agua en garrafones, pero para cocinar usa la que le llega por el sistema público de distribución y que tiene arsénico.
El problema continúa pese al programa Agua Saludable para La Laguna, establecido por el gobierno anterior. Por eso el que inició labores el martes debe dar prioridad a la propuesta que hizo el toxicólogo Gonzalo García Vargas en el Segundo Encuentro de Investigadores en Agua, Salud y Medio Ambiente, realizado en Torreón: establecer un sistema de vigilancia epidemiológica para el arsénico. Y ello luego de comprobar que en los análisis de la orina de poco más de mil personas de ocho comunidades rurales de La Laguna, se detectaron diversos grados de tan peligroso metal.
Nueva administración federal; renovado poder legislativo con varios indeseables entre sus integrantes. Mayoría de Morena, partido muy activo en aprobar varias iniciativas para satisfacer al que hoy vive en su rancho, pero no la nueva ley de aguas, pospuesta desde hace más de una década, para garantizar su conservación y uso racional. Y como lo ordena la Constitución desde hace años, abastecer con ella adecuadamente a la población.
En homenaje a Ifigenia Martínez, mi maestra y amiga
revolución pacífica, un cambio de fondo en las estructuras sociales sin un disparo, y ni tan siquiera un vidrio roto, todo en forma democrática, una transformación histórica, lograda mediante grandes concentraciones públicas y lo más importante, a través del voto popular y respetado.
La jornada en la que tuve la gran satisfacción de participar se dividió en dos partes; en la mañana la entrega de la banda presidencial a la primera mujer que será presidenta de la República; otro hecho histórico y en la tarde y al principio del anochecer en el Zócalo, corazón del país, una verbena popular, un recio discurso y la lectura de las 100 propuestas de gobierno en voz de la Presidenta que fue constantemente aplaudida y aclamada.
En la Cámara de Diputados se trató de un acto solemne, pero no acartonado, curules y balcones repletos de legisladores y antiguos participantes en la lucha por el cambio, también nuevas generaciones que se suman al proyecto, representantes de países amigos y todo en un ambiente de alegría pero ordenado. La transmisión del poder de un presidente que se va en medio del cariño y reconocimiento de su pueblo a una presidenta que llega con un triunfo indiscutido y un proyecto propio que asegura que la transformación llegó para quedarse.
Todo sintetizado y simbolizado en la entrega de la banda presidencial de manos del dirigente que concluye su sexenio a las de quien recibe la estafeta con gran dignidad y beneplácito de la gente. En seguida, pudimos escuchar un discurso bien dicho y pleno de contenido. La primera parte fue un reconocimiento a lo logrado por su antecesor, a los grandes avances en materia de obra pública, programas sociales y principalmente en justicia social, en la segunda parte expuso lo que se propone hacer para la continuidad de lo ahora logrado.
Al atardecer se expusieron las 100 propuestas para el nuevo gobierno y
para profundizar avances, continuar el camino a las posiciones que
merece México en materia económica, en política y en las relaciones
internacionales; el sello distintivo tanto en el acto formal como en la
celebración fue por el bien de todos primero los pobres
.
Debemos explicarnos a fondo cómo fue posible todo esto. En mi opinión, los factores son dos, el más importante la convergencia de un pueblo deseoso de cambiar y su líder, él y sus colaboradores, y el segundo, que el movimiento retomó correctamente el rumbo marcado por la Constitución de 1917, la incorporación de los derechos y garantías sociales a los antes reconocidos derechos humanos individuales. La Constitución de Querétaro, de Carranza, de la Revolución, se adelantó a los tiempos al incorporar el reconocimiento de plenos derechos a los trabajadores del campo y de la ciudad en los artículos 27 y 123. Puso el ejemplo: primero campesinos y obreros.
No fue una Constitución marxista, no abolió la propiedad privada de los medios de producción, los reguló al dividir los grandes latifundios y repartir esas tierras, ahora ejidales y comunales, a los pueblos; no expropió minas, bancos y fábricas, pero reconoció derechos a los trabajadores, jornadas humanas, salario justo, reparto de utilidades y muy importante, derechos a formar sindicatos y de huelga.
Nuestra Constitución avanzada, tuvo además el mérito de reconocer la necesidad de una propiedad pública exclusiva, necesaria para equilibrar las diferencias abismales entre ricos y pobres, pero principalmente, para asegurar en el mundo globalizado en el cual impera la feroz competencia y en el que el pez grande se come al chico, un sector de la economía que definió como estratégico y exclusivo del Estado.
No sólo se reservó la rectoría de la economía con diversos instrumentos jurídicos y económicos, también definió un área novedosa con la que abrió caminos no explorados, definió en el párrafo cuarto de su artículo 28, lo que son las áreas estratégicas de la economía.
Se trata de la exclusividad en servicios prestados por el Estado en materia de comunicaciones, correos, telégrafos, pero también añadió que en esas áreas estratégicas se incluyen ahora los energéticos: electricidad, hidrocarburos y energía atómica; recientemente se incorporó el litio.
El término estratégico proviene del arte de la guerra, es una posición ventajosa frente al enemigo, en este caso es una posición que asegura para nuestro país en el descarnado mundo de la libre competencia, que tengamos seguridad e independencia en lo político y en lo económico; el nuevo imperialismo ya no usa nada más armas y ejércitos, también controles económicos y ahí, nuestras áreas estratégicas nos ponen a salvo de esa posibilidad: si somos los únicos propietarios podremos defendernos muy bien, la 4T dio continuidad a esa línea inicial y la consolidó. Eso explica en buena parte lo acontecido.
Cabe aplicar a esta lista el modo en que el filósofo inglés Alfred N. Whitehead se aproximó a la noción de la importancia
.
Todo pensamiento parte de los hechos que se confrontan y requieren un
criterio de orden para determinar su importancia. El primer paso es la
selección de los hechos a considerar. Este conjunto debe ordenarse
conforme algún principio que le dé coherencia. A partir de ahí hay que
jerarquizar, pues no todos los elementos tienen una misma naturaleza,
carácter y relevancia. Finalmente, el conjunto ha de pasar por un
proceso de ensamblaje para darle una forma discernible que sirva de guía
para el conocimiento, la acción y la comprobación de lo que se pretende
conseguir. Como advirtió Whitehead, la sistematización es la crítica de
la generalidad.
La noción de la importancia es un aspecto de la perspectiva que se impone al universo de los hechos, las acciones y los propósitos. Es un sustento para señalarlos, considerarlos y exponerlos de manera clara y conferirles consistencia. En el caso que nos atañe, el asunto se enmarca en el campo de lo público, de la política, de la gestión y su impacto económico y social. La cualidad de importante atribuida a una determinada cuestión no es neutral; surge de los intereses, las necesidades y los usos de quien la define según los propósitos que persigue. En el caso de la política está el asunto clave del poder que se alcanza en un momento determinado y que ha de conservarse y aumentarse, mismo que en el momento actual se transfirió.
La llamada 4T, que ahora inicia un segundo periodo de gobierno, partió de una concepción, que se definió progresivamente, de cuáles eran las cuestiones de importancia para consolidar su poder y ejercer el gobierno. Lo que identificó como importante desde esa perspectiva satisfizo una serie de necesidades de la población, no menores por supuesto, como ha sido el aumento del ingreso disponible de las familias, y una serie de programas de apoyo a distintos sectores. Otras cuestiones quedaron rezagadas, como ocurrió, por ejemplo, con la calidad de la educación, la prestación de los servicios de salud (incluyendo la muy cuestionada gestión de la pandemia) o la inseguridad pública, que se ha mantenido en niveles muy elevados y de creciente violencia, al tiempo que ha ampliado su extensión territorial. En materia política ha quedado claro el objetivo de centralizar el poder y se ha actuado en consecuencia, definiéndose así lo que se considera importante. Que la población haya preferido privilegiar unos elementos sobre los otros, según se expresa en el alto grado de aprobación que tiene el gobierno y los abultados resultados electorales a su favor, es un asunto ciertamente relevante que concierne al análisis político, sicológico y sociológico. En todo caso, hay que considerar el balance de la situación actual en cuanto a los aspectos del bienestar social alcanzados hasta ahora y que es necesario mantener y aquellos que se requieren para asentar tal bienestar sobre una base más amplia y profunda para extenderlo en el mediano y el largo plazos. Ese armazón está hoy todavía pendiente. Lo mismo ocurre en cuanto al entorno democrático del país, cuyo marco se ha alterado de modo significativo.
De esto puede desprenderse también la referencia a la metáfora del segundo piso
,
usada repetidamente para expresar el objetivo general que pretende
alcanzarse en este nuevo gobierno. Con esto se alude en esencia a una
continuación de las medidas del conjunto de la política pública. Un
segundo piso se construye porque el primero es insuficiente. El segundo
piso al que se hace referencia en este eslogan –el del Periférico de la
Ciudad de México– sigue el mismo curso que el primero, pero tiene
altura, ofrece otras perspectivas del espacio y del entorno, además de
que requiere de salidas propias. Por más que el gobierno que ahora se
inicia se presenta de modo explícito como una continuación ajustada al
anterior, cabe la pregunta de cuál será la marca propia que quiere
forjar durante su mandato. Espacio para ello lo hay. El piso político
original al que la metáfora alude tiene grietas y baches que se han
formado con el modo del ejercicio mismo del poder y como consecuencia de
las decisiones de gobierno que se adoptaron. El pavimento se desgasta.
Comprender bien la estructura, la composición y la funcionalidad de ese
primer piso es indispensable para que el segundo sea firme y útil y, aun
más, original y productivo.
Un aspecto de las acciones que emprenda ahora el gobierno y de la manera en que ordene, jerarquice y ensamble las muy diversas cuestiones enumeradas en los 100 puntos de referencia es que todas tienen un costo implícito y explícito. Los recursos presupuestales están ya apretados; el déficit fiscal aumentó sensiblemente en este año y la deuda pública también; el crecimiento del producto está apocado. Las cosas cuestan lo que cuestan, las decisiones políticas también.
Lo que solía ser delirio hoy es un hecho comprobado, y no sólo eso: celebrado, agradecido, disfrutado, y para los aún discretos, acaso tolerado en su inevitabilidad. Nos siguen, vigilan, espían, amenazan desde el bolsillo, en el escritorio, el comedor, la palma de la mano.
Nos hemos convertido en nuestros propios delatores. Adoramos balconearnos. No tiene caso oponer resistencia. Lo mismo da cuál sea el régimen de tu país, o tu religión, tu postura política, tu edad, tus gustos, tus fobias, tu idioma, tu preferencia sexual, el color de tu piel. Te encuentras, como aquellos trenes de Jiri Menzel, rigurosamente vigilado. Las personas han cedido bajo el peso de su huella digital catapultada por la vanidad y el consumismo. Si no tienes esa huella, no existes. Y hoy es muy poca la gente que no existe para los Hermanotes vigilando.
Cada pieza de tu rompecabezas (quizá resulta mejor, por simple, el símil con el Tetris) está conectada con todas las demás. Eres un manojo de cabos sueltos. Cuentas bancarias, compras, impuestos, registros escolares, multas de tránsito, antecedentes penales, empleos, correspondencia personal, convergen en una matriz. O ni eso: sencillamente resultan accesibles desde cualquier ventana de las muchas por donde asomamos todo el día. Tienen tu retrato de niño, de joven, de viejo, de asaltante, de graduado, de travestido. Si vas por la calle te videofilman cuadra por cuadra. Tan sólo en la Ciudad de México hay más de 60 mil cámaras públicas (y en aumento), además de las particulares.
Por si les hiciera falta a los Pegasos y demás sistemas spyware (keyloggers, adware, infostealers, troyanos bancarios, programas de robo de contraseñas, Red Shell, spyware de móvil) que tarde o temprano traspasan cualquier firewall, les proporcionamos nuestros datos
todo el tiempo. En este final histórico de la paranoia nos encanta
retratarnos hasta la náusea y lo compartimos sin parar. Ya qué necesidad
hay de vigilarnos, si lo hacemos tan bien sin que nadie lo pida.
Los relatos modernos de espionaje suceden frente a pantallas y otros dispositivos ya inventados o por inventar. Detectives, espías e infiltrados no necesitan mojarse los zapatos. También las historias de amor, campañas políticas y difamatorias, conspiraciones y desinformaciones maliciosas se reducen a teclas y pantallitas en las yemas de nuestros dedos. Desaparecieron la intimidad y casi todos los secretos.
Como demostró el Estado posmoderno de Israel, líder mundial en el espionaje de guerra (y en guerra permanente para justificarlo), los aparatos personales no sólo son hackeables y controlables, sino también armas letales. Quienes nos vigilan pueden matarnos no importa dónde nos encontremos y dónde estén ellos. Caerá el misil con dedicatoria. Ya no harán falta los sicarios presenciales. Hemos permitido que gente que no vemos y nunca conoceremos sepa exactamente nuestra ubicación, qué tenemos en mente y adónde nos dirigimos.
Los espías mayores son las potencias militares: Estados Unidos, China, Europa, Rusia, Irán, India y la superestrella enana (un término de astrónomos) Israel, que tiene al mundo de rodillas. Nos espían las organizaciones criminales, las policías, las grandes corporaciones, tanto como los vecinos, los acosadores sexuales y los vendedores.
El poder argumenta que nos cuida, que si la seguridad y no sé qué. Nos oferta comodidad, facilidad, ahorro de tiempo y dinero, accesibilidad, cercanía con los seres queridos no importa cuán lejos, hiperconectividad multimedia. El mundo en un puño. Fáustica humanidad de pacotilla, hemos vendido el alma a la trivialidad del panóptico virtual. Salvamos tiempo para mejor perderlo exponiéndonos. Ya ni seguirnos necesitan. Saben dónde estamos, y si nos buscan, nos encuentran en segundos.
Por inverosímil que parezca, adoramos ese juego. Cuídame, véndeme, vigílame, exhíbeme, delátame, engáñame cuanto quieras.
Ni siquiera ocupamos espacio en su pensamiento, para eso tienen a la mano algoritmos, programas especializados y ahora la inteligencia supernumeraria que está perfeccionando aceleradamente la eficacia humana, hasta volverla innecesaria.
Irreversible. Irresistible. Imparable. Nuestro fatalismo es pasmoso, lo profesamos con entusiasmo de noveleros. Entronizamos a bestias tan aberrantes como Elon Musk y sus competidores, una mutación elitista que sirve para cobijar los fanatismos sionistas, trumpistas, fascistas u otros. Podemos odiarlos, pero nos leen el pensamiento, archivan nuestras cuitas y pueden dictar lo que deberíamos pensar. O no pensar, para el caso. Esas entidades dominan nuestras pulsiones, nos mantienen atentos a sus designios pavlovianos. Al cuidarnos, se cuidan de nosotros. Y nosotros, con cara de meme, balbuceamos: gracias por vigilarnos.
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