PEDOPHOCRACY
Parte III
David McGowan
El Tío Sam quiere a tus hijos
"No debería ser una sorpresa entonces, que largo tiempo atrás, la CIA y los operativos del 'complejo de inteligencia' se volcaran a la Junta Asesora del FMSF (False Memory Syndrome Foundation). Quizás el miembro más público ha sido el Dr. Louis Jolyon 'Jollyl' West, una figura legendaria en los círculos de control mental de la CIA que operan desde la UCLA (Universidad de California, Los Ángeles). Otro es el Dr. Martin Orne, una autoridad en tortura que actualmente trabaja en el Laboratorio de la Psiquiatría Experimental de Pennsylvania… y otra luminaria en falsa memoria es Margaret Singer, Profesor eméritus en la Universidad de California-Berkeley. "
Toward Freedom (Hacia la Libertad), mayo de 1998
Uno de los nombres que surgió en el juicio de Bonacci fue el de Michael Aquino. Aquino es el 'Sumo Sacerdote' y principal ejecutivo del Templo de Set, un culto satánico abierto que se escindió de de la Iglesia de Satán en 1975. Además de tender a esos deberes, Aquino ha ocupado también su tiempo sirviendo como (según dice una biografía oficial que circulaba en el Templo) "Teniente Coronel, Inteligencia Militar, del Ejército norteamericano".
Aquino fue acusado en la corte por la madre de una víctima de ser un personaje clave en una red de pedofilia a nivel nacional. El propio Paul Bonacci también ha identificado positivamente a Aquino como un socio de King, conocido por los niños sólo como nombre de 'el Coronel.' El fotógrafo personal de King ha identificado a Aquino como el hombre a quien King le entregó una maleta llena de dinero en efectivo y bonos.
El fotógrafo, Rusty Nelson, también ha dicho que King le dijo que Aquino era parte de la operación de tráfico de armas y cocaína de la Contra nicaragüense dirigida por George Bush y otro Teniente Coronel, el notorio Oliver North. Aquino también ha sido relacionado con la Base de la Fuerza Aérea Offutt, un puesto del Comando Aéreo Estratégico cerca de Omaha que fue implicado en la investigación del 'Franklin Committee' del Senado. Él también fue denunciado de haber ordenado el rapto de un repartidor de diarios de Iowa, en Des Moines.
Ciertamente, esta no fue la primera vez que Aquino había sido implicado como una figura importante en las grandes redes de pornografía de pedofilia/niños a gran escala. En julio de 1988, no mucho antes que estallaran los casos de King y Spence, el San José Mercury News publicó un amplio reportaje del Centro de Desarrollo Infantil de Presidio dirigido por el Ejército norteamericano en San Francisco.
Las primeras denuncias de abusos que se perpetraban en el centro surgieron en noviembre de 1986. Alarmado por imputaciones hechas por su hijo, un padre buscó apoyo médico que confirmó, que el muchacho de tres años de edad había sido de hecho, violado analmente. El muchacho identificó a su violador como el 'Sr. Gary', un maestro del centro de nombre Gary Hambright.
Incluso con la conclusiva evidencia médica, "el Ejército se tomó casi un mes para notificar a los padres de otros niños que habían estado en la clase del 'Sr. Gary'. Dentro de un año habían sido identificadas al menos sesenta víctimas, todas entre las edades de tres y siete años y las "denuncias de los padres continuaron, varios niños más habían sido agredidos incluso después que la investigación había comenzado."
Increíblemente, el centro permaneció abierto por más de un año después que el primer caso de abuso fue informado, aun cuando el Mercury News indicaba que "los Centros de Cuidado de menores bajo la jurisdicción estatal son rutinariamente cerrados cuando un caso de abuso es confirmada". Y esto fue considerablemente más que un simple caso de abuso confirmado.
Las historias relatadas por los niños implicaron a muchos otros perpetradores además de Hambright. Ellos también contaron que eran llevados fuera del centro para ser abusados en casas privadas; por lo menos tres de esas casas fueron positivamente identificadas. Ellos también contaron que eran obligado a jugar "poopoo béisbol" [con fecas] y el "googoo game" - 'juegos' que implicaban orinar y defecar sobre los niños y obligarles a ingerir orina y excremento.
Muchos de ellos también relataban que les apuntaban con armas y se les había dicho que les matarían a ellos y/o a sus padres y hermanos si ellos contaban a alguien lo que se les había hecho. A pesar del creciente número de víctimas/testigos y de los numerosos crímenes denunciados por estos niños, sólo Gary Hambright fue arrestado - el 5 de enero de 1987 - y él fue acusado de abusar solo a un niño. E incluso los cargos fueron anulados simplemente tres meses después, en marzo de 1987.
Casi no existen dudas que literalmente, docenas de niños fueron de hecho abusados severamente en el centro. Hubo evidencia médica irrefutable para documentar ese hecho. Cinco de los niños habían contraído chlamydia, una enfermedad que se transmite sexualmente; muchos otros mostraban señales claras de trauma anal y genital consistente con penetración violenta, que las autoridades prefirieron ignorar. Una madre se quejó al San Francisco Chronicle diciendo que el FBI nunca la entrevistó a ella o a su hijo, incluso después que los doctores habían confirmado el abuso del muchacho.
Había también señales psicológicas inequívocas. Tal como el American Journal of Orthopsychiatry lo indicaba en abril de 1992: "La severidad del trauma para los niños del Centro fue de inmediato manifiesta en síntomas bien definidos. Antes que el abuso fuera expuesto, los padres ya habían notado los siguientes cambios en sus niños: flujo vaginal, inflamación genital, salpullidos, miedo a la oscuridad, trastornos del sueño, pesadillas, lenguaje sexualmente provocativo y conducta sexual impropia. Además, los niños estaban exhibiendo otros cambios radicales de conducta, incluyendo accesos temperamentales, cambios súbitos de humor y bajo control de impulsos. Todos estos síntomas conductuales son los esperados en niños preescolares que han sido agredidos".
El artículo del periódico, escrito por Diane Ehrensaft, Ph.D., también advertía que: "El caso de Presidio ha confrontado a la larga tanto al público como a la comunidad de salud mental con una situación extraordinaria y aberrante de graves proporciones psicológicas: la premeditada agresión de niños y niñas por representantes del brazo más patriarcal y supuestamente más proteccionista del gobierno norteamericano - el Ejército de EEUU".
El artículo advertía más allá, de la rabia casi homicida provocada en los padres de los niños abusados, cuando vieron que las investigaciones de los crímenes perpetrados contra sus hijos eran cercadas y encubiertas. Un padre es citado diciendo: "Cuando algo sobre Presidio aparece en televisión, quiero hacer volar a alguien". Otro padre hizo eco de este sentimiento: "estaba listo para hacer volar la base del ejército".
Uno de aquellos, a quien los padres habrían gustosamente golpeado, era Michael Aquino junto con su esposa Lilith. Un niño identificó positivamente a la pareja, conocidos por los niños como 'Mikey' y 'Shamby' y también pudo identificar positivamente la casa de los Aquino y describir con extraña exactitud el característico interior satánico de la casa. El joven testigo también afirmó haber sido fotografiado en la casa de los Aquino.
El 14 de agosto de 1987, una orden de búsqueda de la casa fue despachada. Confiscando en el allanamiento numerosos vídeos, fotografías, álbumes de fotografías, negativos fotográficos, cassette de grabación y libretas de nombres y direcciones.
También fue observado lo que parecía ser un cuarto insonorizado a prueba de ruidos. Ni Aquino ni su esposa fueron acusados de algún crimen, ni lo han sido hasta el momento - un hecho que Aquino declara, demuestra su inocencia.
Al mes siguiente, un incendio - qué el Ejército juzgó de ser accidental - destruyó el edificio de Servicios de Comunidad del Ejército que está adyacente a la Guardería Infantil Presidio. Aunque parezca extraño, "el fuego ocurrió en el equinoccio otoñal, una fecha importante en el calendario satánico", tal como lo advirtió Mercury News. El fuego también destruyó algunos de los archivos del centro.
"Tres semanas después, se produjo nuevamente un incendio, esta vez en la Guardería misma." Un edificio que aloja cuatro salas, incluyendo aquella de Gary Hambright, fue completamente destruida. Investigadores de la Oficina de Alcohol, Tabaco y Armas de fuego determinaron que "ambos incendios, contrariamente a lo que afirmaba el ejército, habían sido incendios provocados".
Entre el primer y segundo incendio (con evidencias que indicaban que un tercer intento de incendio provocado se había llevado a cabo también), Hambright fue acusado nuevamente, esta vez acusado de agredir a diez niños. En febrero de 1988, se eliminaron todos menos uno de los cargos. Brevemente después de esto, el cargo restante también fue dejado caer y Hambright fue una vez más, un hombre libre. Ninguna acusación más cayó sobre él.
En enero de 1988, Aquino entabló una demanda contra el Ejército que tendría que haber limpiado de su registro que él había sido investigado como un sospechoso de pedofilia. Según los archivos de la corte, él tuvo también la bilis para acusar al "Capitán Adams-Thompson [padre de una de las víctimas] de conducta impropia de un oficial porque el Capitán informó las denuncias por abuso de niños a la "policía de San Francisco.
Negando la moción de Aquino, la corte concluyó que "hubo causa probable para titular a Aquino con ofensas de actos indecentes con un niño, sodomía, conspiración, secuestro y falso juramento", a pesar del hecho que "el Departamento de Policía de San Francisco (SFPD) cerró su investigación y no levantó cargos contra el demandante o contra alguien más."
Aquino y varios de sus defensores han exigido consistentemente que nadie fue encausado alguna vez en el caso, debido a la falta de evidencias - prueba que todo el asunto, no era más que una 'caza de brujas.' Claro que, el fracaso para proseguir los cargos federales también podría deberse al hecho que, en ese momento, el Abogado Procurador en San Francisco, que se ocupó del caso, era Joseph Russoniello.
Russoniello sería mas tarde identificado por el reportero Gary Webb del San José Mercury News como uno de los participantes en la Operación de contrabando de cocaína de la Contra nicaragüense, dirigida por el Teniente Coronel Oliver North y compañía, de la misma forma, testigos identificarían posteriormente, al Teniente Coronel Michael Aquino como un operativo en el mismo sórdido asunto. Siempre es de ayuda cuando tus 'adversarios' legales están en realidad a tu lado.
En mayo de 1989, Aquino fue interrogado nuevamente en relación con investigaciones de abuso infantil; este vez, por lo menos cinco niños, en tres ciudades estaban haciendo las imputaciones. Los niños habían visto Aquino en el periódico y en las noticias de televisión cubriendo el caso Presidio e inmediatamente lo habían reconocido como uno de sus abusadores.
Tres de los niños vivían en Ukiah - local anterior del Templo del Pueblo - donde el jefe de la Policía, Fred Keplinger estaba supervisando la investigación de las denuncias. El Mercury News cita al jefe de Policía diciendo que "los niños son creíbles. No tengo ninguna duda en mi mente que algo ocurrió." Aquino también fue identificado por niños en Santa Rosa y en el Fuerte Bragg.
En el Caso del Fuerte Bragg, "irrumpieron denuncias de abuso ritual... en 1985 cuando varios niños del Jubilation Day Care Center (Centro de guardería infantil) dijeron que ellos fueron abusados sexualmente por varias personas en la guardería infantil y en varios lugares fuera del centro, incluyendo por lo menos, en dos iglesias". Aquino fue identificado como haber estado en una de esas iglesias.
El Mercury News también informó que existíia clara evidencia de actividad de culto satánico en en el terreno de la base Presidio, incluyendo una abundancia de grafitis satánicos, un altar satánico y numerosos artefactos de rituales satánicos. Un ex MP (Policía Militar) en la base es citado al decir: "Estábamos allí parados, tenemos un culto en el Presidio de San Francisco y nadie se preocupa de él... se nos dijo, por el Capitán superior, que simplemente olvidáramos eso."
El 19 de abril de 1988 - en la víspera del cumpleaños de Adolfo Hitler y siete años antes del día en que el Edificio Federal de la Ciudad de Oklahoma explotara, según se dice, debido a un acto de 'terrorismo doméstico' - una casa abierta- se ofrecía en terrenos del Presidio anunciando la apertura de la nueva guardería infantil ,construida para reemplazar el Centro de Desarrollo Infantil dañado por el incendio.
Como nota final en el caso de la guardería del Presidio, un artículo en el Marin Independent Journal reveló que Aquino poseía un edificio en el Condado de Marin - heredado de su madre, Betty Ford-Aquino - que había sido arrendado juntamente al Concejo del Condado de Marin para el abuso Infantil y Proyecto del Cuidado de los Niños. El propósito declarado del Proyecto Cuidados era, interesantemente, ayudar a los padres a localizar guarderías para sus hijos.
Tan perturbador como fue el caso del Presidio, fue justamente que los muchos casos de abuso ritual se conectaban directamente a una o más ramas de las fuerzas armadas de Estados Unidos. Cuando Mercury News informó: "En noviembre de 1987, el Ejército había recibido denuncias de abuso infantil en 15 de su Centros de Guardería y en varias Escuelas Básicas. Había también por lo menos dos casos en Centros de Guardería Infantil de la Fuerza Aérea" y otro en un centro dirigido por la Armada norteamericana.
Además, "un equipo especial de expertos fue enviado a Panamá [en junio de 1988] para ayudar a determinar si por lo menos 10 niños de la Escuela Elemental del Departamento de Defensa habían sido agredidos y posiblemente había sido infectados con SIDA". Y otro caso más emergió en una base militar en Alemania Occidental, dirigida por EEUU.
Estos casos hicieron erupción en algunas del las más estimadas bases militares en el país, incluyendo Fuerte Dix, Fuerte Leavenworth, Fuerte Jackson y West Point. Muchos de aquellos que estaban haciendo las denuncias eran oficiales militares de carrera, que habían dedicado sus vidas con lealtad incuestionable a las fuerzas armadas norteamericanas. Muchos renunciarían a sus puestos en protesta por el ultraje.
Sería redundante repasar todos estos casos, ya que la mayoría de ellos sigue un modelo notablemente similar. Dado sin embargo que West Point es la principal academia del ejército de EEUU y dado también que el caso - tal como muchos otros - fue relacionado por testigos al Caso Presidio, una breve revisión se hará aquí.
Cuando El Times Herald Record informó en junio de 1991: "Los incidentes [en la Guardería Infantil de West Point] se desplegaron contra un telón de actos satánicos, de sacrificios de animales y conductas de culto entre los abusadores cuyas actividades se extendían más allá de la Academia Militar norteamericana hasta el Condado Orange y a una base militar en San Francisco, acusaron los padres".
El caso estalló primero en julio de 1984, cuando una niña de tres años se encontró a si misma en el sala de emergencia del Hospital de West Point con la vagina desgarrada. Ella le dijo a la médico examinadora que el maestro de la Guardería la había herido. Al mes siguiente, los padres de otro niño elevaron acusaciones de abusos en el Centro.
Tal como informa Mercury News: "A finales de año, 50 niños habían sido entrevistados por los investigadores. Los niños de West Point contaron historias que se transformarían en horriblemente familiares. Ellos dijeron que habían sido abusados ritualmente. Dijeron que se les había untado su cuerpo con excremento y habían sido obligados a comer excremento y beber orina. Ellos dijeron que fueron llevados fuera de la Guardería y que fueron fotografiados".
A pesar de la abundante evidencia médica y psicológica y literalmente las docenas de testimonios de niños, y a pesar de las "950 entrevistas realizadas por por 60 agentes del FBI asignados a la investigación, la investigación llevada a cabo por por el ex Abogado Procurador norteamericano Rudolph Giuliani no produjo ninguna "acusación para ser llevada al Gran Jurado Federal", según el Herald Record.
El Herald Record también indicó que : "En 1987, Giuliani dijo que su detallada investigación mostró que solamente uno o dos niños fueron abusados" Esto fue, debe hacerse notar, una mentira descarada del futuro alcalde fascista y supuesto Senador, cuando el artículo de Heral Record divulgó: "un informe aún secreto, desarrollado en forma independiente - realizado por uno de los expertos top de la nación en abuso sexual infantil - confirma las acusaciones de los niños de abuso."
Esta no fue la primera vez que la prestigiosa academia había mostrado una asombrosa voluntad para pasar por alto niveles extremos de abuso infantil por parte de personal del ejército. Un año antes que estallara el caso, un niño de 22 meses fue asesinado por un sargento del estado mayor. El Mercury News informó que: "Después de un Juicio en la Corte Marcial, el sargento recibió una condena de 18 meses suspendida y la remoción deshonrosa".
En otros términos, él no estuvo en la cárcel y esencialmente se dio un pase libre por asesinar a un niño. Con la ayuda de Giuliani, del FBI, del Ejército norteamericano y del Gran Jurado, los abusadores de innumerables niños en las Guardería Infantiles (qué funcionaba, muy apropiadamente, el edificio número '666' en los terrenos de la academia) se les dio igualmente un pase libre.
Como con el Caso Franklin, los niños y sus padres encontraron justicia solamente a través de las Corte civiles. El Herald Record informó que: "abogados tanto del gobierno como de los 11 niños demandantes estaban de acuerdo que algunos de los niños fueron abusados sexualmente dos años atrás en el Centro" (nuevamente contradiciendo las ficticias mentiras de Giuliani). El gobierno, sin embargo, declaró que no podía hacerse responsable, debido a la "exención por asalto" en el Acta Federal de procedimientos de reclamos"
Tal como explicó el New York Times: "bajo la ley federal, el gobierno no hacerse responsable por ataques cometidos por sus empleados, por ello no puede ser demandado por el ataque." En otros términos, el Ejército no rebatió las denuncias, él, sólo caballerosamente mantuvo que estaba exento de ser demandado. La Corte lo vio de otra manera y otorgó 2.7 millones de dólares a cada una de las nueve víctimas infantiles - una vil compensación por su sufrimiento, pero no obstante, una especie de victoria.
El Times opinó que la cantidad asignada "era grande para un caso de abuso infantil en que no se presentó ningún cargo criminal." El artículo afirmó que el fracaso de proseguir el caso fue debido al hecho que "la oficina de investigación federal (FBI) encontró 'la evidencia insuficiente para procesar judicialmente'", cuando de hecho el FBI parece haber ignorado deliberadamente y/o encubierto esas evidencias.
Y así terminó el caso de West Point - que como una madre lo indicara - no era tiempo pasado: "Estas personas nos robaron nuestros hijos. Ella ya no es como era antes. Ella es una pequeña muchacha muy enojada. Ella no confía en nadie. Ella no es nada de lo que fue antes que todo esto pasara. Nunca terminará para ellos, o para nosotros."
La madre de una víctima de Presidio tenía esto para decir: Las "personas siguen diciéndonos que lo dejemos pasar -- sólo olvídalo y continúa... hace tres semanas, nuestra hija más joven estaba teniendo pesadillas y nuestra otra hija encerrándose del mundo entero, yendo a su cuarto y quedándose allí, sin radio, nada de televisión, nada de nada. Dígame que todo ya pasó".
"Yo no puedo aceptar la promoción en un sistema que al principio se negó a reconocer y ahora se niega a tratar con las víctimas de extensos abusos infantiles que ocurrieron en la Guardería infantil del West Point".
El Capitán de ejército, Walter R. Grote, negándose a una promoción para Mayor en junio de 1985. Grote se refirió a su protesta como una "lucha por los derechos humanos de todos los niños."
Rachel Holway
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