Eduardo López Betancourt
El tema de la seguridad, necesariamente preocupa al mundo entero, en México, a pesar de las manifestaciones y protestas, la criminalidad sigue en aumento, diariamente hay noticias de acribillados y secuestrados; lo inconcebible es el total desinterés por parte de los hombres del poder, se les ve en los noticieros con su perorata cotidiana, pero las acciones son nulas.
La cuestión es ¿qué debe pasar en nuestro país para que los gobernantes ineptos dimitan? Ya se les dijo públicamente que deben renunciar, no obstante bien sabemos, en México nadie “suelta el hueso”, lo inexplicable es la actitud del Ejecutivo federal, ya que aún estando perfectamente enterado de quienes no hacen su trabajo, mantiene en altos puestos gubernamentales a auténticos zánganos que sólo dañan su administración e imagen presidencial.
En el ámbito local, conocemos de sobra la amarga realidad, no hay avances; Marcelo Ebrard está empecinado, atendiendo exclusivamente asuntos populistas. Alguna ocasión platiqué con la doctora Leticia Bonifaz, consejera jurídica capitalina, a quien sugerí algunas ideas, mismas que consideró importantes, pero cuando ella lo comentó con el jefe de gobierno defeño, a éste no le interesó lo más mínimo, y sin más marginó mis planteamientos; nuevamente se vuelve a sustentar mi tesis: los mandatarios, sean federales, estatales, municipales o locales son déspotas, orgullosos, no saben escuchar, se creen poseedores de la verdad, y cuando alguien quiere aportar, simplemente lo ignoran.
Por otro lado, quiero referirme particularmente a una circunstancia sumamente inquietante en el estado de Guerrero; en esa entidad se realizarán elecciones el primer domingo de octubre, pero la situación, reitero, es alarmante en dicha demarcación, no olvidemos, estuvo gobernada por priístas corruptos y pícaros hasta la saciedad, los ejemplos más significativos son René Juárez Cisneros y Rubén Figueroa Alcocer, quienes amasaron fortunas impresionantes. En los comicios de febrero de 2005, con gran ilusión, la mayoría de los guerrerenses votó por el Partido de la Revolución Democrática y su candidato Zeferino Torreblanca, quien cabe apuntar, no era perredista, pero se unió a estas huestes por intereses políticos; la esperanza estaba cifrada en Zeferino; sin embargo, dicho sujeto pensó más en su bolsillo, al final “mostró el cobre”; incluso, por su inmoral proceder, ya se le conoce sarcásticamente como Zeferino Juárez Figueroa.
Lo angustiante en el proceso electoral de Guerrero es la violencia que se está viviendo, misma que puede traer consecuencias mucho más serias. Se comenta que hace días, Torreblanca mandó golpear al abogado Plácido Cruz Teodoro, quien reflejó sus simpatías por Luis Walton Aburto; de tan condenable suceso diferentes medios de comunicación dieron amplia cuenta, pero el gobierno estatal no dijo absolutamente nada.
Recientemente, un diputado local del propio partido del sol azteca, Ramiro Solorio, también fue golpeado y amenazado; todo esto tiene un responsable, Zeferino Torreblanca; el aciago tipejo pretende imponer como presidenta municipal de Acapulco a su colaboradora Gloria Sierra López, quien a su vez trae personas del exterior para que la apoyen, verbigracia Rosario Robles, quien todo indicaba estaba fuera de la política, pero actualmente es común verla en el puerto de Acapulco promoviendo la candidatura de Sierra López.
Evidentemente, el gobernador guerrerense está más interesado en imponer a su candidata, que atender los graves problemas de un estado abandonado en el tiempo, sin pasar por alto el aspecto económico, ya que jamás ha recibido de la Federación la asistencia necesaria, lo cual pasa a segundo término, en este momento el curso de las cosas representa “una bomba de tiempo”, e insisto, el único responsable de lo que pueda ocurrir en la entidad suriana es Torreblanca. Lo que no imaginan la sarta de sinvergüenzas es que seguramente se llevarán un chasco, porque pocos sufragarán a su favor, mucha gente afirma, perderán; por lo menos en el municipio más importante de la entidad, Acapulco, donde se da por hecho que triunfará Luis Walton, rival electoral de Gloria Sierra, ésta última, si bien es cierto, va como candidata del PRD, no tiene el respaldo de los perredistas, los miembros de dicho partido saben perfectamente que Gloria Sierra está bajo el amparo de un ente funesto, por lo tanto se mantienen al margen; tal postura indudablemente indica que continuarán las mañas y la forma habitual e inmoral de gobernar por parte de los priístas.
A propósito de los del PRI, su abanderado para esta contienda electoral es Manuel Añorve Baños, empero la ocasión no le es nada favorable; Añorve ya fue presidente municipal de Acapulco, por cierto, una administración que no se puede calificar de excelente. Definitivamente, algunos políticos no captan, insistir en un cargo es como repetir año escolar. Sinceramente, no creo que Añorve tenga oportunidad, lo mejor para él es seguir siendo colaborador de Manlio Fabio Beltrones, y olvidarse totalmente de volver a estar al frente del municipio de Acapulco.
En resumen, lo que está sucediendo en Guerrero es realmente patético y angustiante.
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