Pedro Echeverría V.
1. Otra vez el estado de Morelos, como cuando en 1910 fue encabezado por Emiliano Zapata, toma la ruta de la Revolución. Pero 100 años después no es sólo una revolución agraria, hoy es además una batalla contra la privatización de la educación, de servicios de salud, de pensiones y todos los males estructurales del capitalismo. Con un gobierno absolutamente de derecha en Morelos, que se sostiene con apoyo empresarial y del narcotráfico, protegido por el panismo desde la Presidencia de la República, 25 mil profesores de la sección 19 del SNTE, llevan más de 50 días de luchas en las calles y en un combativo plantón que rodea el palacio de gobierno. Hoy los profesores de Morelos son la vanguardia de la lucha magisterial y de los trabajadores mexicanos. Por eso, ante la feroz represión del gobierno, la lucha de Morelos debe respaldarse.
2. Unos 2 mil integrantes de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), así como las policías Federal Preventiva (PFP) y estatal desalojaron violentamente a padres de familia del pueblo de Xoxocotla, municipio de Puente de Ixtla (a 40 minutos de Cuernavaca) que desde hace 11 días bloqueaban la carretera federal Cuautla-Jojutla, con saldo de 10 heridos, 16 detenidos, entre ellos, la regidora perredista Rosalinda Beltrán Salgado, y automóviles y mototaxis destrozados. Los pobladores ocupaban la entrada de Xoxocotla, que se ubica a unos 40 minutos de la capital del estado, en demanda de que el gobernador, el panista Marco Antonio Adame, diera respuesta a los maestros que se encuentran en paro. Este jueves las fuerzas policiacas cumplieron tres días consecutivos de desalojos a maestros y padres de familia que los apoyan
3. El gobierno panista busca destruir el movimiento magisterial y de padres de familia de Morelos tal como lo hizo con el de los profesores y la APPO de Oaxaca hace dos años. Las batallas del pueblo Oaxaqueño por la educación y contra el gobernador priísta Ulises Ruiz fueron realmente heroicas. Durante siete meses (de mayo a diciembre de 2006) los profesores, luego integrados a la APPO, movilizaron con marchas, plantones y mítines a millones de pobladores cansados de un gobierno opresor. Sin embargo, los arreglos entre los líderes del PRI y el gobierno panista (con la participación de una fracción del PRD) respaldando al funesto gobierno de Ulises Ruiz, impidieron la caída de éste y, al mismo tiempo, respaldaron la represión, los encarcelamientos y asesinatos de dirigentes. Los oaxaqueños siguen en pie de lucha, pero mermados.
4. La misma estrategia de Oaxaca (unidad del PAN y el PRI, con el PRD haciéndose de la vista gorda) se busca instrumentar en Morelos. Sin embargo el movimiento en este estado, quizá por su cercanía con el DF, parece reunir más apoyos que el movimiento de Oaxaca. Por ejemplo, el domingo 28 celebramos (la CNTE) nuestra asamblea nacional de representantes en Cuernavaca, el dos de octubre realizamos una gran marcha en esa ciudad, de la explanada de la Luna hasta el Zócalo y el pasado martes las secciones 9, 10 y 11 por la noche, realizamos un bloqueo en el Eje Central, Lázaro Cárdenas, del DF. ¿Por qué el gobierno actuó con esa gran violencia en Oaxaca y Morelos? Porque son manifestaciones realmente independientes que desnudan la política gubernamental, que demuestran los intereses inconfesables que los gobiernos panistas y priístas representan.
5. Mientras los profesores son brutal e injustamente reprimidos los funestos medios de información (prensa escrita, radio y televisión) hacen campañas desprestigiando la lucha de los profesores que, según propagan: “con huelgas y paros abandonan a los pobres niños que no tienen ninguna culpa”. Esos medios silencian a propósito el abandono por el gobierno de la educación, la aplicación incorrecta de los presupuestos, el despotismo de las autoridades educativas, la situación en que viven los profesores y los estudiantes. Buscan que el pueblo pobre y oprimido, los padres de familia, ya no otorguen su apoyo a las luchas de los profesores. ¿Qué puede esperarse de medios de (des) información como Televisa, TV Azteca o Radio Fórmula que son propiedad de los más grandes multimillonarios mexicanos que multiplican sus capitales con el apoyo del gobierno?
6. La sección 19 de Morelos, la 14 de Guerrero, la 9 del DF, la 22 de Oaxaca y la 18 de Michoacán, deben estar muy atentas en las políticas represivas del gobierno. No debe olvidarse que el ejército está en las calles por órdenes del presidente ilegítimo Calderón y que las diferentes policías están en proceso de crecimiento y reorganización. La policía política “científica”, así como sus “orejas”, “madrinas” y “soplones” han penetrado todas las organizaciones de trabajadores para destruirlas desde adentro o desde afuera. Los movimientos de los trabajadores han sido, por lo menos desde fines de los setenta, muy abiertos, muy legales, muy pacíficos; sin embargo, a pesar de ello el gobierno los vigila, persigue y reprime con saña. Quizá es tiempo de cerrar filas y de descubrir a los agentes infiltrados. Nuestros movimientos son legales y respaldados por la Constitución, pero no olvidar que la burguesía defenderá su poder como pueda,
7. ¿Cuál debe ser la respuesta de los trabajadores ante la represión de sus luchas? La movilización de masas que impida la represión; la paralización (mediante bloqueos) de instituciones de gobierno y privadas que obligue al poder a resolver de inmediato; acuerdos de unidad y lucha entre organizaciones de izquierda en puntos concretos. Liberación inmediata de presos de Atenco; congelamiento de la privatización de los energéticos; renuncia de los gobernadores de Oaxaca y Morelos; suspensión de la llamada “Alianza para la Calidad Educativa” que no es otra cosa que la privatización de la educación, etcétera. Sin descartar otros tipos de luchas anticapalistas como paros y huelgas, batallas parlamentarias o armadas o el anarquismo radical de los jóvenes punk que están hasta la madre de represión, oportunismo, autoritarismo, paternalismo y momiza ideológica.
8. La criminalización de la protesta, que en los últimos dos años hábilmente el gobierno ha disfrazado de “lucha contra el narcotráfico y la delincuencia”, va tomando de manera rápida el camino del Plan Colombia que se inició contra el narco para luego convertirse en un plan asesino contra la lucha social y las guerrillas de las FARC. En México, en la medida en que se incrementen las protestas en ese mismo ritmo se profundizará la aplicación del Plan Mérida o mejor dicho, el Plan México. En los funestos medios de información, para justificar la represión contra los movimientos sociales, se ha comenzado a difundir que el narcotráfico mexicano y colombiano ha penetrado en México a los grupos radicales de izquierda. Eso quiere decir que los militares del ejército y la policía (que empiezan a ser lo mismo), para beneplácito de los poderosos empresarios, pronto incrementarán los cateos domiciliarios y los asesinatos de dirigentes sociales.
pedroe@cablered.net.mx
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