Julio Hernández López: Astillero
México abandonado a su suerte: muy elocuente, Felipe pone de oferta a México ante consorcios japoneses (sobre todo, las oportunidades traspasadas de Luz y Fuerza del Centro a la manejable Comisión Federal de Electricidad), pero guarda imperturbable silencio ante la masacre de jóvenes juarenses. El gobernador de Chihuahua, José Reyes Baeza Terrazas, que durante un sexenio ha sido solamente un callado y aquiescente administrador de los negocios dominantes en la entidad, hace como que se aparece en escena para soltar la demagogia acostumbrada, mientras el presidente municipal de la mártir Ciudad Juárez, el azaroso José Reyes Ferriz, tarda larguísimas horas en salir de El Paso, Texas, donde prudentemente reside, para asomarse a la realidad del lado sur y anunciar recompensas para que alguien ayude a hacer lo que la autoridad no puede o no quiere.
Mexicanos que saben que no se tienen más que a ellos mismos: la tragedia juarense muestra la distancia astronómica que hay entre los intereses de las clases populares y los de las elites que siguen comportándose como si nada pasara, cúpulas ensimismadas en la contemplación mediática del incidente de un futbolista extranjero agredido en un incidente de narcobar; portales electrónicos de los principales medios nacionales de comunicación dedicados a seguir los detalles gastronómicos y de recuperación de memoria de un jugador metido en asuntos oscuros mientras la tragedia de un barrio popular apenas merece líneas menores y distraídas. Basta leer y escuchar los comentarios y reportes de familiares de los jóvenes masacrados, y de juarenses de a pie en general, para darse cuenta de la extrema irritación que les produce el desahucio criminal en que les mantienen los tres niveles de gobierno, sin distingo de partidos ni banderías: Ciudad Juárez abandonado a la ley del narcotráfico gobernante, dominante, poderoso.
Nueva apuesta a la desmemoria del pueblo mexicano: Ciudad Juárez como la guardería ABC de Hermosillo; hoy jóvenes asesinados como ayer bebés quemados. ¿Qué pasó en Sonora? Que el PAN aprovechó el incidente para darle voltereta electoral a la entidad y fabricar una turbia victoria de un candidato blanquiazul que antes del incendio de la guardería iba claramente abajo del priísta que era apadrinado por Eduardo Bours, priísta peleado con Los Pinos. Hoy también hay elecciones en Chihuahua, y en la urbe fronteriza como en la capital sonorense parece que los reclamos de justicia no resuenan porque no provienen de las elites gobernantes. En Hermosillo sólo hubo ínfimos chivos expiatorios, pero los apellidos poderosos no fueron tocados ni con el pétalo de una prisión preventiva: ni los allegados al supermillonario Bours ni los emparentados con la esposa de Felipe. En Ciudad Juárez todo va transitando ya por los aceitados carriles de la impunidad institucionalizada. Ayer, el Senado guardó un minuto de silencio por los chavos masacrados (Felipe ya lleva días de guardar silencio) y convocó a comparecer a los jefes de Sedena, Semar, PGR y SSP, todo en el marco de esos encuentros faramalleros que ganan titulares de prensa, pero nada más. El tinterillo neocristero aposentado en la PGR, por ejemplo, gasta tiempo y recursos en impugnar la constitucionalidad de una decisión del órgano legislativo de la capital del país relacionada con matrimonios gays y adopción, mientras sus presuntos subordinados no saben en Ciudad Juárez más que mantener los arreglos de la plaza supercaliente que acaba de ser dejada por el Ejército, en una deshonrosa marcha, para que retomara el control la misma policía federal garcialunesca cuya amplísima corrupción había hecho que antes hubiese sido desplazada por esos soldados que ahora... Uf: los enredos de nunca acabar...
El bajo mundo de la política sigue, también, como si nada. En Durango, Chucho Ortega y César Nava (con Manuel Camacho, el ideólogo de las concertaciones, como testigo) comparten sonriente foto a la hora de levantar las manos presuntamente triunfadoras a José Rosas Aispuro, quien horas antes había renunciado al PRI para aceptar la candidatura del perreanismo convergente al máximo cargo local hoy en manos de otro denso personaje, Ismael Hernández Deras, miembro del catálogo de gobernadores que no gobiernan, nomás administran o sobrellevan. Las vergonzosas alianzas de pragmatismo extremo se cubrieron de gloria en Durango mientras en la capital del país se montaba otro capítulo de la novela La zanahoria de 2012, cuya tesis central es rechazar tibiamente de palabra lo que de obra se consiente y tolera: Crean lopezobradoristas una nueva corriente en el PRD, decía el titular de la nota publicada en el portal de La Jornada.
En ese texto se dio cuenta de la formalización de una Red Nais (very nice) que luchará dentro del sol azteca para impulsar las candidaturas de Marcelo Ebrard o López Obrador. El nombre oficial de la lucha desde dentro es Red por la Unidad Nacional de las Izquierdas y su trabajo comenzará de inmediato para apoyar las campañas electorales que se avecinan. ¡Oh, la lá: apoyar las campañas electorales que se avecinan! Haigan sido como haigan sido; ya lo pasado, pasado; reconocido Calderón por candidatos como el de la Arca de Cué, pero sin que el michoacano se la crea; con postulaciones de elbistas, ex priístas al vapor, foxistas que invitarán a Chente y panistas de cepa. ¿Renunciar al PRD y plantear algún mecanismo imaginativo para participar en 2012? Nada de eso. ¿Repudiar las alianzas y desplegar una campaña activa, indudable, tajante, contra tamaños engendros? Claro que no. Hay que trabajar en la cimentación de un frente electoral de las izquierdas y fuerzas progresistas, dijo Alejandra Barrales, y Alejandro Encinas señaló que la nueva agrupación no se plantea pedir la remoción del dirigente Jesús Ortega. La política nais.
Y, mientras llegan reportes de más muertos en el convulso Torreón, ¡hasta mañana, en esta columna que ve a Candil de la Calle Calderón firmando en Tokio proyectos de cooperación hacia terceros países, como paliar los daños del terremoto en Haití!
Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx
México abandonado a su suerte: muy elocuente, Felipe pone de oferta a México ante consorcios japoneses (sobre todo, las oportunidades traspasadas de Luz y Fuerza del Centro a la manejable Comisión Federal de Electricidad), pero guarda imperturbable silencio ante la masacre de jóvenes juarenses. El gobernador de Chihuahua, José Reyes Baeza Terrazas, que durante un sexenio ha sido solamente un callado y aquiescente administrador de los negocios dominantes en la entidad, hace como que se aparece en escena para soltar la demagogia acostumbrada, mientras el presidente municipal de la mártir Ciudad Juárez, el azaroso José Reyes Ferriz, tarda larguísimas horas en salir de El Paso, Texas, donde prudentemente reside, para asomarse a la realidad del lado sur y anunciar recompensas para que alguien ayude a hacer lo que la autoridad no puede o no quiere.
Mexicanos que saben que no se tienen más que a ellos mismos: la tragedia juarense muestra la distancia astronómica que hay entre los intereses de las clases populares y los de las elites que siguen comportándose como si nada pasara, cúpulas ensimismadas en la contemplación mediática del incidente de un futbolista extranjero agredido en un incidente de narcobar; portales electrónicos de los principales medios nacionales de comunicación dedicados a seguir los detalles gastronómicos y de recuperación de memoria de un jugador metido en asuntos oscuros mientras la tragedia de un barrio popular apenas merece líneas menores y distraídas. Basta leer y escuchar los comentarios y reportes de familiares de los jóvenes masacrados, y de juarenses de a pie en general, para darse cuenta de la extrema irritación que les produce el desahucio criminal en que les mantienen los tres niveles de gobierno, sin distingo de partidos ni banderías: Ciudad Juárez abandonado a la ley del narcotráfico gobernante, dominante, poderoso.
Nueva apuesta a la desmemoria del pueblo mexicano: Ciudad Juárez como la guardería ABC de Hermosillo; hoy jóvenes asesinados como ayer bebés quemados. ¿Qué pasó en Sonora? Que el PAN aprovechó el incidente para darle voltereta electoral a la entidad y fabricar una turbia victoria de un candidato blanquiazul que antes del incendio de la guardería iba claramente abajo del priísta que era apadrinado por Eduardo Bours, priísta peleado con Los Pinos. Hoy también hay elecciones en Chihuahua, y en la urbe fronteriza como en la capital sonorense parece que los reclamos de justicia no resuenan porque no provienen de las elites gobernantes. En Hermosillo sólo hubo ínfimos chivos expiatorios, pero los apellidos poderosos no fueron tocados ni con el pétalo de una prisión preventiva: ni los allegados al supermillonario Bours ni los emparentados con la esposa de Felipe. En Ciudad Juárez todo va transitando ya por los aceitados carriles de la impunidad institucionalizada. Ayer, el Senado guardó un minuto de silencio por los chavos masacrados (Felipe ya lleva días de guardar silencio) y convocó a comparecer a los jefes de Sedena, Semar, PGR y SSP, todo en el marco de esos encuentros faramalleros que ganan titulares de prensa, pero nada más. El tinterillo neocristero aposentado en la PGR, por ejemplo, gasta tiempo y recursos en impugnar la constitucionalidad de una decisión del órgano legislativo de la capital del país relacionada con matrimonios gays y adopción, mientras sus presuntos subordinados no saben en Ciudad Juárez más que mantener los arreglos de la plaza supercaliente que acaba de ser dejada por el Ejército, en una deshonrosa marcha, para que retomara el control la misma policía federal garcialunesca cuya amplísima corrupción había hecho que antes hubiese sido desplazada por esos soldados que ahora... Uf: los enredos de nunca acabar...
El bajo mundo de la política sigue, también, como si nada. En Durango, Chucho Ortega y César Nava (con Manuel Camacho, el ideólogo de las concertaciones, como testigo) comparten sonriente foto a la hora de levantar las manos presuntamente triunfadoras a José Rosas Aispuro, quien horas antes había renunciado al PRI para aceptar la candidatura del perreanismo convergente al máximo cargo local hoy en manos de otro denso personaje, Ismael Hernández Deras, miembro del catálogo de gobernadores que no gobiernan, nomás administran o sobrellevan. Las vergonzosas alianzas de pragmatismo extremo se cubrieron de gloria en Durango mientras en la capital del país se montaba otro capítulo de la novela La zanahoria de 2012, cuya tesis central es rechazar tibiamente de palabra lo que de obra se consiente y tolera: Crean lopezobradoristas una nueva corriente en el PRD, decía el titular de la nota publicada en el portal de La Jornada.
En ese texto se dio cuenta de la formalización de una Red Nais (very nice) que luchará dentro del sol azteca para impulsar las candidaturas de Marcelo Ebrard o López Obrador. El nombre oficial de la lucha desde dentro es Red por la Unidad Nacional de las Izquierdas y su trabajo comenzará de inmediato para apoyar las campañas electorales que se avecinan. ¡Oh, la lá: apoyar las campañas electorales que se avecinan! Haigan sido como haigan sido; ya lo pasado, pasado; reconocido Calderón por candidatos como el de la Arca de Cué, pero sin que el michoacano se la crea; con postulaciones de elbistas, ex priístas al vapor, foxistas que invitarán a Chente y panistas de cepa. ¿Renunciar al PRD y plantear algún mecanismo imaginativo para participar en 2012? Nada de eso. ¿Repudiar las alianzas y desplegar una campaña activa, indudable, tajante, contra tamaños engendros? Claro que no. Hay que trabajar en la cimentación de un frente electoral de las izquierdas y fuerzas progresistas, dijo Alejandra Barrales, y Alejandro Encinas señaló que la nueva agrupación no se plantea pedir la remoción del dirigente Jesús Ortega. La política nais.
Y, mientras llegan reportes de más muertos en el convulso Torreón, ¡hasta mañana, en esta columna que ve a Candil de la Calle Calderón firmando en Tokio proyectos de cooperación hacia terceros países, como paliar los daños del terremoto en Haití!
Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx
Enrique Galván Ochoa: Dinero
Del millar de personas ejecutadas en el mes de enero –el más sangriento de la decena trágica panista–, tres eran periodistas. Valentín Valdés Espinosa, del diario Zócalo, de Saltillo, Coahuila, fue asesinado el día 8; José Luis Romero, de Línea Directa, de Los Mochis, Sinaloa, el día 12, y Jorge Ochoa Martínez, de El Oportuno y El Despertar, de Ayutla de los Libres, en Guerrero, el viernes pasado. Como siempre, no hay pistas, no hay detenidos, no hay nada. Los tres crímenes son el telón de fondo de la masacre de chavos en la ciudad mártir de Juárez. Mal día escogió el presidente Calderón para publicar bajo su firma un texto en el diario en inglés The Japan Times, de Tokio, en el que habla del éxito de su estrategia contra la violencia y el narco. No es desdeñable su propósito: alentar la inversión. Sólo que la comunidad de negocios está muy informada; lo que sucede en Nueva York, Sao Paulo, Pekín, Monterrey o París se conoce al instante, reverbera la información por múltiples medios, públicos y privados. Japón tiene una eficiente embajada en la ciudad de México y grandes compañías, como Nissan, con sus propios equipos de análisis económico y político. Nadie se tomó la molestia de desmentir a Felipe Calderón, los sucesos se encargaron de hacerlo. Hay que asumir la realidad: México no está en la ruta de las inversiones internacionales, han sido ahuyentadas por la inseguridad, con excepción quizá de algunos negocios de tipo petrolero que anda promoviendo el despistado secretario de Economía, Ruiz Mateos, y que a primera vista parecen contrarios a las leyes del país. Será necesario que nos hable de los contratos que han diseñado las propias compañías para sacar su mayor ventaja. Pero más allá de eso, lo que detiene la inversión –no sólo extranjera, también la nacional– es la violencia, ya no sólo la recesión. El gobierno está atenido a que en algún momento la economía mexicana saldrá a flote remolcada por la de Estados Unidos, pero es un agujero que ahora está lleno de sangre y se necesitará mucho más que el jalón económico. Por lo pronto, el presidente Obama no tiene urgencia. Pidió al Congreso 310 millones de dólares para apoyar las tareas de seguridad en territorio mexicano, y en caso de que se los autoricen, comenzarían a ejercerse hasta principios de 2011.
Día del Periodista Asesinado
El Colegio de Periodistas de Jalisco me hizo llegar una iniciativa: propone que el 5 de febrero sea instituido como el Día del Periodista Asesinado. Y que a partir del próximo viernes todos los periodistas alcemos nuestra voz para manifestar nuestra indignación por el impune asesinato de 65 colegas, así como por la desaparición de otros 12, a partir del año 2000, los de Vicente Fox y Felipe Calderón. Firman la propuesta los directivos del colegio, Remberto Hernández Padilla, presidente; Jesús Vázquez Hernández, secretario, y Ricardo Alcalá Nava, tesorero. El autor de esta sección se suma a su iniciativa.
Comparecencias ¿para que?
El Senado citó a comparecer a los secretarios de la Defensa, Guillermo Galván; de Marina, Francisco Saynez; de Seguridad Pública, Genaro García Luna, y al titular de la PGR, Arturo Chávez, para revisar la estrategia anticrimen del gobierno federal. ¿Qué van a decir? ¿Acaso el Senado se atreverá a asumir un acuerdo radical? Por ejemplo, promover la destitución de alguno de ellos, inclusive por la vía del juicio político. El Senado recientemente confirmó a Arturo Chávez, la propuesta de Calderón para sustituir al fracasado Eduardo Medina Mora, premiado con la embajada en Gran Bretaña. ¿Ya olvidaron los priístas cuál fue su razonamiento? Lo confirmaron para evitar que Calderón propusiera uno peor. ¿Qué van a decir ahora?
@Vox Populi
Carlos Fernández-Vega: México SA
Con esto del terremoto económico, el shock de las finanzas públicas y la única opción de aumentar impuestos, así como precios y tarifas del sector público ante la necesidad de contar con recursos, uno se preguntaría: ante un panorama tan desolador, ¿en qué país se gastarían casi 580 millones de pesos diarios por concepto de prestaciones y, ya integradas, cerca de 2 mil 100 millones, también cada 24 horas, por servicios personales? En plena sacudida algo tan descabellado tendría que registrarse en un lejano cuan opulento país con un navío de gran calado al que la crisis, por ser externa, le hizo los mandados. Pero no es fábula, es la triste realidad.
Esas son las escalofriantes cantidades que en el año del catarrito y la austeridad se vieron obligados a gastar los devastados mexicanos para mantener cómodamente a los integrantes del gobierno calderonista e instituciones públicas que lo acompañan: 580 millones de pesos para cubrir las prestaciones de la heroica burocracia nacional y, con éstas, 2 mil 100 millones en sueldos y salarios cotidianamente, para que en plena crisis económica la parte más agraciada de esa misma burocracia recomendara a los mexicanos, en medio del desempleo y con ingreso miserable, que si no les alcanzaba para comer tres veces al día, pues que sencillamente se saltaran uno de los tiempos y se ahorraran el esfuerzo digestivo.
A lo largo de 2009, el peor año económico en ocho décadas, en plena austeridad (versión oficial) y con el dinero de los mexicanos, el gobierno calderonista e instituciones afines gastaron la friolera de 211 mil 500 millones de pesos en prestaciones, que incorporadas a sueldos y salarios de la insaciable burocracia nacional elevaron la cantidad a 765 mil 500 millones de pesos, monto 27 por ciento superior al saldo de la deuda externa del gobierno federal al cierre del año recién concluido, de acuerdo con información de la Secretaría de Hacienda, misma dependencia que proporciona la estadística relativa al costo de los servidores públicos.
Tan sólo por concepto de prestaciones, en 2009 el aparato burocrático recibió 6 por ciento más que el de por sí abultado costo financiero neto total de la deuda (interna y externa) del gobierno federal (200 mil 189 millones de pesos), lo que ya es el colmo, y si se suman sueldos y salarios entonces hay que recurir al diván, porque el gasto resultó 1.3 por ciento mayor a los pasivos del Fobaproa-IPAB (755 mil 524 millones de pesos al cierre del año referido). Para no ir más lejos, en un año los mexicanos gastaron el equivalente a la fortuna de Carlos Slim. De hecho, en el año de referencia por cada peso destinado a inversión física directa, el gobierno federal canalizó 2.11 pesos al pago de servicios personales.
Una locura, sin duda, especialmente cuando se recuerda lo eficiente y resultón que ha salido el gobierno calderonista e instituciones que lo acompañan. ¡Y se quejaban del enorme costo de las pensiones del ISSSTE y lo insostenible de la situación financiera de Luz y Fuerza del Centro! Allí está un comparativo. En efecto, el problema no sólo considera lo oneroso que a los mexicanos les sale la factura para mantener el obeso aparato burocrático, sino la ostentosa falta de resultados. Si éstos fueran ya no se diga excelentes, sino buenos a secas, se pagaría la nómina, pero lejos, muy lejos está la realidad de ese sueño.
Y mientras el país retrocede, el costo crece. Por ejemplo, en el primer trimestre de 2009 los mexicanos pagaron alrededor de 45 mil millones de pesos para cubrir las prestaciones de la burocracia; en el segundo, el monto se incrementó a 50 mil millones; en el tercero avanzó a 56 mil 500 millones y, para cerrar el año con broche de oro, en el cuarto (aguinaldos incluidos) llegó a cerca de 60 mil millones (sin incluir las obtenidas por el personal del IMSS). Treinta y tres por ciento de diferencia (favorable a las tres veces H, desde luego) entre el primero y el cuarto trimestres de 2009. ¿A mayor paga, mejor servicio, mejores resultados? Obviamente no.
Ahora que por el lado de las prestaciones, en el reparto del pastel hay niveles. Obvio es que a mayor rango, más gruesa la rebanada, pero en términos generales en el cuarto trimestre de 2009 –como en los tres anteriores– las secretarías de Educación Pública y de Energía (con todas las ramificaciones que tienen) concentraron 68.5 por ciento de las erogaciones por dicho concepto. Entre ambas se quedaron con alrededor de 41 mil millones de pesos. Eso costó a los mexicanos el gusto de constatar el apoyo que democráticamente otorgan Elba Esther y Carlos Romero Deschamps al inquilino de Los Pinos.
En fin, a lo largo de 2009 casi 60 mil millones de dólares (sueldos y salarios, más prestaciones) costó a los mexicanos el mantenimiento de la burocracia nacional (es decir los 765 mil 500 millones de pesos que se citan al comienzo de estas líneas), el equivalente a cerca de cinco refinerías bicentenario (la de Hidalgo), de la que, dicho sea de paso, no se sabe absolutamente nada, ni siquiera si ya pusieron el primer tornillo. En cambio, ya se sabe que en plena crisis, en medio del shock de las finanzas públicas, en el hoyo más profundo de la historia económica nacional y en el sexenio de para vivir mejor, los fantásticos servidores públicos mexicanos se comieron algo así como 211 mil 500 millones de pesos en prestaciones (sueldos y salarios aparte), a razón promedio de poco más de 24 millones de pesos cada hora.
Con lo anterior, por si tuvieran dudas, ahora los mexicanos saben a qué se destinarán los recursos extraordinarios que en 2010 se captarán por concepto de nuevos impuestos y aumento de los existentes, así como por mayores precios y tarifas del sector público. Queda claro, pues, por qué la única opción era aumentar y aumentar la factura a los mexicanos.
Las rebanadas del pastel
Tan eficiente es la burocracia, que ni siquiera puede cobrar las facturas por ella misma extendidas. Un ejemplo: “las sanciones económicas que por 864 millones 738 mil 400 pesos se le impusieron a Raúl Muñoz Leos, ex director general de Petróleos Mexicanos, por ocasionar un quebranto al erario por mil 724 millones de pesos, son irrecuperables, pues causaron ‘baja’ en 2008, según se desprende de información del Servicio de Administración Tributaria, organismo encargado por ley de cobrar las sanciones multimillonarias a los servidores públicos que incurrieron en presuntos actos de cohecho, extorsión, negligencia, incumplimiento de leyes y otras irregularidades” (La Jornada, Elizabeth Velasco C.). Pero qué tal a la hora de cobrar sueldos y prestaciones.
cfvmexico_sa@hotmail.com - mexicosa@infinitum.com.m
Cristina Barros y Marco Buenrostro: Itacate
sí bautizó Jeffrey M. Pilcher un libro que cuenta las vicisitudes del maíz mexicano. Este maíz que en parte despreciado por los españoles y luego por quienes prefieren verse a través de la mirada del otro, hoy es motivo de codicia por los más grandes capitales del mundo, pues ha demostrado sus múltiples virtudes. Ese maíz, creación maravillosa de los antiguos mexicanos, nuestros abuelos, gracias al cual somos, pues es nuestro alimento diario.
Maíz que se convierte, gracias a la nixtamalización, otra tecnología mexicana, en sabrosas tortillas y en una infinita variedad de preparaciones con masa: tostadas, sopes, huaraches, tlacoyos, memelas, enchiladas, totopos, tlayudas y, desde luego, tamales.
Tamales que se desdoblan en creaciones culinarias que van desde los grandes zacahuiles hasta los tamales cambray, que lo mismo se hacen con masa de maíz nixtamalizado, que con elote tierno, como los uchepos. Alargados o en forma de bola como los deliciosos tamales repletos de semillas de anís, que conocimos gracias a Marcela Frías y a Jesús Vargas, en Chihuahua.
El Correo Ilustrado
Desempleo real e imaginario
Dos declaraciones oficiales hubo ayer que pierden veracidad frente a la realidad. La de Felipe Calderón en Japón, quien presume su política para derrotar al crimen organizado, cuando en México las matanzas son a diario y enero fue el mes que marcó record de homicidios en décadas.
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En febrero de 2003 se conmemoró, en la ciudad de Nueva York, la venta del primer millón de ejemplares del libro La otra historia de los Estados Unidos, publicado originalmente en 1980. Fue un homenaje a muchas voces en el que su autor, Howard Zinn, acompañado por escritores como Alice Walker y Kurt Vonnegut, recorrieron momentos claves de ese país leyendo textos sobre diversos personajes, unos famosos y otros casi desconocidos, que han hecho la historia de Estados Unidos.
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El derecho a la adopción por parejas integradas por personas del mismo sexo tiene distintas modalidades. La primera –que dio lugar a un gran debate y condujo a una resolución de la Academia de Pediatría de Estados Unidos (AAP) en 2002– se refiere al hijo biológico o legal de una persona y a la capacidad de adopción del menor de su pareja del mismo sexo. Para ser más claros: pensemos en una pareja heterosexual que ha procreado un niño, o bien que lo ha adoptado, por lo que para fines legales es su hijo. La pareja se divorcia, y quien queda con la custodia decide formar una nueva familia, pero ahora con una persona de su mismo sexo. En beneficio del menor, se reclama el derecho a la adopción de la nueva pareja, lo cual tiene mucho sentido si pensamos, por ejemplo, en que alguno de los adultos muriera.
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Teresa del Conde: Opium
El multipremiado cineasta húngaro János Szász, nacido en 1958, no es hasta ahora bien conocido en nuestro país, pero su película Opio: diario de una mujer poseída (2007), se mantiene en cartelera y es uno de los mejores filmes a los que se puede acceder en la pantalla grande, debido a la congruencia entre el guión, la fotografía, la puesta en escena, la actuación, la parafernalia de objetos hospitalarios de época y la partitura.
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Ricardo Rocha
Detrás de la Noticia
Hipócritas, sencillamente hipócritas…
Sí, como dijera el bolero de rompe y rasga, no hay mejor definición para todos los que se oponen a los matrimonios y adopciones por parte de homosexuales.
Hace siglos que no se daba una muestra de hipocresía tan grande, de toda la ultraderecha y de la jerarquía eclesiástica.
Desde ambos frentes se ha lanzado una aviesa andanada de falsedades que provocarían carcajadas si no se tratase de asuntos tan delicados: que los homosexuales no entran al cielo; que el matrimonio es sólo para el hombre y la mujer; que los niños adoptados por parejas del mismo sexo están condenados a una homosexualidad automática; y que todos estos alegatos no tienen nada de religiosos y son sólo legales. Sí, como no.
El colmo es que alguien tuvo a mal convencer a Felipe Calderón de que se envolviera en la bandera albo amarilla del Vaticano y se arrojara al vacío del suicidio político. La orden fulminante a la PGR para que se asuma como abogada parroquial así lo prueba. El procurador que toleró los feminicidios en Juárez e insensible a la masacre de los niños de Hermosillo, se lanza ahora al prejuicio condenatorio dizque en nombre de la infancia. Y lo hace con idénticos argumentos que los usados por una Iglesia que protege a sus curas pederastas, quienes con sus violaciones han destrozado la vida de miles de pequeños y sus familias.
Yerran por partida doble. En estos momentos la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos no prohíbe que un homosexual o lesbiana adopte un niño o niña. Lo que hace la ley aprobada en la Asamblea Legislativa del DF es darle al adoptado un respaldo mayor con una potestad dual, con ambos cónyuges responsabilizándose de su adopción.
En los ámbitos social y moral los argumentos también son incontrovertibles. Día a día se están publicando estudios de prestigiosos expertos que aseguran que no hay evidencia alguna de que niños criados por padres del mismo género tengan alguna desventaja frente a niños de padres heterosexuales o por esa condición orienten su sexualidad. Por el contrario, son muy raros los casos de abusos o violencia contra niños adoptados en hogares homosexuales. En cambio es bien sabida la creciente frecuencia de abusos y maltratos sobre todo de padres heterosexuales contra madres e hijos; y eso sí que marca para siempre el desarrollo psicológico de niños y adolescentes.
Lo único bueno de todo este debate es que se necesitan ocho de once votos en la Corte para dar marcha atrás a este avance en la Ciudad de México. Así que esperamos un nuevo y esta vez muy merecido fracaso del gobierno federal.
Sí, como dijera el bolero de rompe y rasga, no hay mejor definición para todos los que se oponen a los matrimonios y adopciones por parte de homosexuales.
Hace siglos que no se daba una muestra de hipocresía tan grande, de toda la ultraderecha y de la jerarquía eclesiástica.
Desde ambos frentes se ha lanzado una aviesa andanada de falsedades que provocarían carcajadas si no se tratase de asuntos tan delicados: que los homosexuales no entran al cielo; que el matrimonio es sólo para el hombre y la mujer; que los niños adoptados por parejas del mismo sexo están condenados a una homosexualidad automática; y que todos estos alegatos no tienen nada de religiosos y son sólo legales. Sí, como no.
El colmo es que alguien tuvo a mal convencer a Felipe Calderón de que se envolviera en la bandera albo amarilla del Vaticano y se arrojara al vacío del suicidio político. La orden fulminante a la PGR para que se asuma como abogada parroquial así lo prueba. El procurador que toleró los feminicidios en Juárez e insensible a la masacre de los niños de Hermosillo, se lanza ahora al prejuicio condenatorio dizque en nombre de la infancia. Y lo hace con idénticos argumentos que los usados por una Iglesia que protege a sus curas pederastas, quienes con sus violaciones han destrozado la vida de miles de pequeños y sus familias.
Yerran por partida doble. En estos momentos la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos no prohíbe que un homosexual o lesbiana adopte un niño o niña. Lo que hace la ley aprobada en la Asamblea Legislativa del DF es darle al adoptado un respaldo mayor con una potestad dual, con ambos cónyuges responsabilizándose de su adopción.
En los ámbitos social y moral los argumentos también son incontrovertibles. Día a día se están publicando estudios de prestigiosos expertos que aseguran que no hay evidencia alguna de que niños criados por padres del mismo género tengan alguna desventaja frente a niños de padres heterosexuales o por esa condición orienten su sexualidad. Por el contrario, son muy raros los casos de abusos o violencia contra niños adoptados en hogares homosexuales. En cambio es bien sabida la creciente frecuencia de abusos y maltratos sobre todo de padres heterosexuales contra madres e hijos; y eso sí que marca para siempre el desarrollo psicológico de niños y adolescentes.
Lo único bueno de todo este debate es que se necesitan ocho de once votos en la Corte para dar marcha atrás a este avance en la Ciudad de México. Así que esperamos un nuevo y esta vez muy merecido fracaso del gobierno federal.
Alberto Aziz Nassif
Mucho ruido y pocas nueces
Ahora que se inicia otro periodo de sesiones cada partido hace su agenda legislativa y jerarquiza sus proyectos, pero en realidad no hay ninguna garantía de que puedan salir adelante proyectos importantes. Parece que la construcción de acuerdos y consensos amplios es una pieza difícil de construir, no hay reglas, ni incentivos para llegar a ellos. El país está atorado en una serie de contradicciones, inercias e intereses, que dificultan al extremo cualquier posibilidad de cambio y transformación.
La expectativa de que realmente haya algún tipo de reforma importante implica que la clase política se haga responsable de que el sistema político se encuentra en un grave deterioro y que no sería deseable llegar así al año 2012, como si no pasara nada. Al mismo tiempo, no se ve cómo se pueden romper las inercias de poder que se han construido en estos últimos años y que tienen a la democracia en un estado de severo deterioro. La democracia está atrapada por varios frentes que se expresan cotidianamente y hoy sólo destacamos lo siguiente: la dinámica de control autoritario y caciquil que se reproduce en muchas regiones y dimensiones del país, problema complejo que hoy explica las alianzas entre PAN y PRD; así como las batallas en contra de la transparencia y el IFAI que lleva a cabo el gobierno federal. Por otra parte, están las pugnas entre izquierda y derecha por la ampliación de derechos, como el litigio sobre los matrimonios gay.
Cada vez que se inicia un periodo de sesiones se ve a las fracciones parlamentarias practicar un ejercicio político y mediático en alguna zona turística del país. De esas reuniones salen los propósitos y los anuncios de las reformas que impulsará cada partido. Ahora hablan de reforma política, pero en realidad no hay acuerdos para sacarla adelante; además parece que siempre se inicia de cero y se deja de lado todos los expedientes acumulados. En esta ocasión se mencionan reformas al propio Poder Legislativo, reformas al régimen (reelección, mecanismos de democracia directa, facultades de veto, iniciativas preferentes, etcétera). También vuelve a aparecer la reforma de medios y telecomunicaciones, muy importante y sistemáticamente postergada por la fuerza de los poderes fácticos de la televisión que no permiten una regulación pública efectiva. Como cada año no puede faltar tampoco la reforma fiscal, que suele terminar en una simple miscelánea. Se ha escuchado por enésima ocasión una reforma laboral, problemática que no ha podido lograr nuevos equilibrios entre los que quieren flexibilización completa sin ninguna seguridad social y los que no están dispuestos a mover las actuales piezas del sistema laboral.
La primera ronda de auscultación en el senado fue suficiente para comprobar que la reforma política de Felipe Calderón fue enviada a terapia intensiva. Su futuro es incierto. Pero más allá de pensar que el proyecto puede tener severos ajustes, en caso de que se logren construir consensos, se ha empezado a destilar un clima de confrontación que abona poco a lograr los acuerdos. El PRI, interlocutor indispensable por su peso legislativo, está muy enojado con la posibilidad de las alianzas entre PRD y PAN para algunas gubernaturas, y tampoco está dispuesto a sacar adelante una agenda de reformas cuya ganancia política sería para el Presidente. El PRD está poco comprometido con la reforma; le interesan sólo algunas partes mínimas y sus preocupaciones tienen que ver más con una agenda económica y social. El panismo no tiene la fuerza, la astucia, ni los votos necesarios para impulsar una reforma de esta naturaleza, al parecer los panistas están más preocupados por combatir a los matrimonios gay, que por reformar el régimen político.
Pocas voces defienden la reforma política de Calderón y muchos señalan que está condenada al fracaso por presentarla sin consenso con los partidos. Se ha dicho que su contenido es incompleto, incoherente, fragmentario, porque lo importante no era aprobarla, sino simplemente que Calderón pudiera recuperar mediáticamente la iniciativa política y que en caso de un rechazo, pudiera pasarle la factura a la oposición en el Congreso, como ya empezó a hacerlo.
En suma, la ruta legislativa está atrapada por dinámicas de confrontación que nuestra vulnerada democracia no ha podido resolver, entre proyectos democráticos y viejas inercias autoritarias; entre una ampliación de derechos y viejas tradiciones confesionales. Por eso, lo más probable es que veamos otro periodo legislativo de mucho ruido y pocas nueces.
PD. Mientras, los muertos inocentes siguen cayendo en Ciudad Juárez…
Investigador del CIESAS
La expectativa de que realmente haya algún tipo de reforma importante implica que la clase política se haga responsable de que el sistema político se encuentra en un grave deterioro y que no sería deseable llegar así al año 2012, como si no pasara nada. Al mismo tiempo, no se ve cómo se pueden romper las inercias de poder que se han construido en estos últimos años y que tienen a la democracia en un estado de severo deterioro. La democracia está atrapada por varios frentes que se expresan cotidianamente y hoy sólo destacamos lo siguiente: la dinámica de control autoritario y caciquil que se reproduce en muchas regiones y dimensiones del país, problema complejo que hoy explica las alianzas entre PAN y PRD; así como las batallas en contra de la transparencia y el IFAI que lleva a cabo el gobierno federal. Por otra parte, están las pugnas entre izquierda y derecha por la ampliación de derechos, como el litigio sobre los matrimonios gay.
Cada vez que se inicia un periodo de sesiones se ve a las fracciones parlamentarias practicar un ejercicio político y mediático en alguna zona turística del país. De esas reuniones salen los propósitos y los anuncios de las reformas que impulsará cada partido. Ahora hablan de reforma política, pero en realidad no hay acuerdos para sacarla adelante; además parece que siempre se inicia de cero y se deja de lado todos los expedientes acumulados. En esta ocasión se mencionan reformas al propio Poder Legislativo, reformas al régimen (reelección, mecanismos de democracia directa, facultades de veto, iniciativas preferentes, etcétera). También vuelve a aparecer la reforma de medios y telecomunicaciones, muy importante y sistemáticamente postergada por la fuerza de los poderes fácticos de la televisión que no permiten una regulación pública efectiva. Como cada año no puede faltar tampoco la reforma fiscal, que suele terminar en una simple miscelánea. Se ha escuchado por enésima ocasión una reforma laboral, problemática que no ha podido lograr nuevos equilibrios entre los que quieren flexibilización completa sin ninguna seguridad social y los que no están dispuestos a mover las actuales piezas del sistema laboral.
La primera ronda de auscultación en el senado fue suficiente para comprobar que la reforma política de Felipe Calderón fue enviada a terapia intensiva. Su futuro es incierto. Pero más allá de pensar que el proyecto puede tener severos ajustes, en caso de que se logren construir consensos, se ha empezado a destilar un clima de confrontación que abona poco a lograr los acuerdos. El PRI, interlocutor indispensable por su peso legislativo, está muy enojado con la posibilidad de las alianzas entre PRD y PAN para algunas gubernaturas, y tampoco está dispuesto a sacar adelante una agenda de reformas cuya ganancia política sería para el Presidente. El PRD está poco comprometido con la reforma; le interesan sólo algunas partes mínimas y sus preocupaciones tienen que ver más con una agenda económica y social. El panismo no tiene la fuerza, la astucia, ni los votos necesarios para impulsar una reforma de esta naturaleza, al parecer los panistas están más preocupados por combatir a los matrimonios gay, que por reformar el régimen político.
Pocas voces defienden la reforma política de Calderón y muchos señalan que está condenada al fracaso por presentarla sin consenso con los partidos. Se ha dicho que su contenido es incompleto, incoherente, fragmentario, porque lo importante no era aprobarla, sino simplemente que Calderón pudiera recuperar mediáticamente la iniciativa política y que en caso de un rechazo, pudiera pasarle la factura a la oposición en el Congreso, como ya empezó a hacerlo.
En suma, la ruta legislativa está atrapada por dinámicas de confrontación que nuestra vulnerada democracia no ha podido resolver, entre proyectos democráticos y viejas inercias autoritarias; entre una ampliación de derechos y viejas tradiciones confesionales. Por eso, lo más probable es que veamos otro periodo legislativo de mucho ruido y pocas nueces.
PD. Mientras, los muertos inocentes siguen cayendo en Ciudad Juárez…
Investigador del CIESAS
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