El 2 de junio de 2018, María del Sol fue asesinada en Juchitán de Zaragoza, lugar al que fue comisionada en contra de su voluntad para cubrir los actos de campaña de Hageo Montero, hermano de Francisco Montero, el titular de la entonces Secretaría de Asuntos Indígenas (SAI), en donde laboraba la joven.
Hasta hoy existen seis carpetas de investigación por el delito de feminicidio, robo de equipo, delito electoral y corrupción; sin embargo, no hay castigo en ningún rubro.
“En estos cuatro años, casi mil 500 días, han conocido de nuestra exigencia de justicia al menos 20 funcionarios públicos, tanto del gobierno del estado de Oaxaca como del gobierno federal, empezando por el gobernador Alejandro Murat y el presidente Andrés Manuel López Obrador, ambos prometieron atender nuestro reclamo y que la justicia fuera una realidad. En su momento, sus palabras me llenaron de esperanza, sin embargo, al paso del tiempo se han convertido en desconfianza que hiere y lacera profundamente, pues no honraron su palabra. El caso de mi hija no es prioridad en su agenda de trabajo”, expresó Soledad Jarquín.
Antes, la periodista realizó una caravana motorizada en la capital de la entidad, que partió desde las instalaciones de la Fiscalía General del Estado de Oaxaca (FGEO). De manera simbólica, Soledad cargó en la maleta de María del Sol −aquella con la que hizo su último viaje− la impunidad, corrupción, complicidad y abuso de poder que han obstaculizado la detención y castigo a los perpetradores del asesinato; lo mismo realizó a un costado de Palacio de Gobierno, para culminar en la antimonumenta ubicada en la Fuente de las Ocho Regiones.
“En esa maleta, la misma que María del Sol llevaba a esa comisión a la que fue enviada de forma indebida y que, a la postre le costó la vida, me llevo lo único que nos han dejado las instituciones del poder público y político de Oaxaca y del país: impunidad, negligencia, abuso de autoridad, complicidad y varios cientos de actos de corrupción para obstruir el único derecho de una víctima más de la violencia feminicida y el feminicidio en México: la justicia y la verdad”.
Soledad Jarquín Edgar
Entre los funcionariados mencionados está el ex fiscal Rubén Vasconcelos Méndez, a quien responsabilizó de haber saqueado la carpeta de investigación y falsificado pruebas, ocultar información y manipular material probatorio. Mientras tanto, acusó al actual fiscal Arturo Peimbert Calvo de no hacer nada para obtener la verdad.
Además, Soledad Jarquín señaló a la fiscal especializada en delitos electorales, Esther Araceli Pinelo López, por proteger a los infractores de la ley electoral; y al fiscal especializado en Materia de Combate a la Corrupción, Jorge Emilio Iruegas Álvarez, por no judicializar a los responsables de prácticas de corrupción dentro de la Fiscalía encabezada por el entonces fiscal Vasconcelos Méndez.
Fotos: Consorcio Oaxaca
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