“¿Cuál era su patrimonio cuando dejó el cargo de Presidente de la República, en 2018? No se sabe, porque su última declaración patrimonial pública es una burla: literalmente no informa nada (…)”.
Álvaro Delgado Gómez
Exactamente a una semana de las seis elecciones estatales clave en la disputa por México y en medio del escándalo de Alejandro Moreno Cárdenas alias “Alito” por sus corruptelas y sus recomendaciones sobre cómo matar a periodistas, el también priista Enrique Peña Nieto es exhibido en su vida de lujo en España y el trato de privilegio que las autoridades de ese país le dan sólo a los millonarios.
El diario español El País publicó este domingo 29 un reportaje sobre el suntuoso retiro de Peña Nieto en España, quien posee una propiedad de lujo en Madrid y vive en un exclusivo fraccionamiento, a 40 kilómetros de la capital española, en un chalet que, como en la Casa Blanca de las Lomas, le facilita un empresario que fue contratista de su Gobierno.
Pero eso no es todo: España otorgó a Peña Nieto una “visa dorada” para residir y trabajar en ese país, desde octubre de 2020, un privilegio que sólo obtienen los magnates que invierten el equivalente a 10.5 millones de pesos en activos, si bien la única propiedad que el diario español ha acreditado es el departamento de Madrid, adquirido en septiembre de ese año.
La publicación del reportaje de María Martín y Francesco Manetto exhibe una vez más el carácter mendaz de Peña Nieto, quien en 2019 aseguró que su lugar de residencia sería siempre México –“no tengo contemplado mudarme a España ni a ningún otro país”–, y sobre todo reabre el debate sobre el origen y el monto de su riqueza.
Peña Nieto jamás se dedicó a otra cosa que al servicio público, desde que se incorporó al Gobierno de su tío Arturo Montiel, pero ya era millonario cuando, en 2012, llegó a la Presidencia, después de haber sido Gobernador del Estado de México, sede del Grupo Atlacomulco, emblema de la alta corrupción y de la simbiosis entre el poder político y el poder económico.
En su primera declaración patrimonial, de enero de 2013, aseguró ser propietario de cuatro casas, cuatro terrenos y un departamento, siete de los cuales los obtuvo por herencia y donación; dijo tener una inversión de 10 millones 684 mil 912 pesos, otra por 150 mil y una “posesión de monedas y metales” de tres millones de pesos.
¿Cuál era su patrimonio cuando dejó el cargo de Presidente de la República, en 2018? No se sabe, porque su última declaración patrimonial pública es una burla: literalmente no informa nada, ni siquiera el monto del salario que tenía, ya no digamos las inversiones y el valor de sus bienes muebles e inmuebles.
Es decir, los mexicanos no podemos saber si la evolución patrimonial de Peña Nieto es congruente con sus emolumentos como servidor público y si tuvo otros ingresos, sencillamente porque él dio cerrojazo a esa información y también porque el Presidente López Obrador decidió no someterlo a investigación por parte de la Secretaría de la Función Pública.
El problema es que tampoco la Fiscalía General de la República, que constitucionalmente es autónoma, ha investigado a Peña Nieto o por lo menos no ha informado sobre los avances de la denuncia que en su contra presentó Emilio Lozoya, en agosto de 2020, exactamente un mes antes de que el expresidente compró un departamento en Madrid y dos meses antes de que España le expidió la “visa dorada”.
Hay que recordar que fue el propio Fiscal Alejandro Gertz Manero quien informó públicamente, en agosto de 2020, que Lozoya había denunciado a Peña y a Luis Videgaray, Secretario de Hacienda, por los sobornos que recibió para su campaña presidencial de la constructora brasileña Odebrecht.
“Este individuo está señalando que hubo una serie de sobornos por una cantidad que pasa los 100 millones de pesos, los cuales fueron fundamentalmente utilizados para la campaña 2012 a la presidencia de la República”, informó Gertz Manero, quien precisó que los fondos también fueron destinados a sobornar a legisladores del PAN para aprobar la reforma energética.
Casi dos años después, la investigación de la FGR ha sido un fiasco y, salvo los presos Lozoya y el exsenador panista Jorge Luis Lavalle, los implicados siguen impunes y Peña Nieto dándose la gran vida en España con su novia, la modelo potosina Tania Ruiz Eichelmann.
Explícitamente, el Presidente López Obrador anunció que no procedería contra Peña Nieto ni contra ninguno de sus antecesores, pese a la consulta a la que convocó, pero tampoco lo ha hecho el Fiscal Gertz Manero, pese a que su deber es investigar todas las denuncias, como la de Lozoya.
Es oprobioso, pero nadie duda ya del pacto de impunidad con Peña Nieto, quien sin temor a ser enjuiciado ojalá pudiera reaparecer en apoyo a los candidatos de Va por México.
Álvaro Delgado Gómez
Álvaro Delgado Gómez es periodista, nacido en Lagos de Moreno, Jalisco, en 1966. Empezó en 1986 como reportero y ha pasado por las redacciones de El Financiero, El Nacional y El Universal. En noviembre de 1994 ingresó como reportero al semanario Proceso, en el que fue jefe de Información Política y especializado en la cobertura de asuntos políticos. Ha escrito varios libros, entre los que destacan El Yunque, la ultraderecha en el poder (Plaza y Janés); El Ejército de Dios (Plaza y Janés) y El engaño. Prédica y práctica del PAN (Grijalbo). El amasiato. El pacto secreto Peña-Calderón y otras traiciones panistas (Editorial Proceso) es su más reciente libro.
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